81 Zenbakia 2000-06-02 / 2000-06-09

Gaiak

Algunas ideas en torno a la biodiversidad

ELOSEGI, Arturo

Algunas ideas en torno a la biodiversidad Algunas ideas en torno a la biodiversidad * Traducción al español del original en euskera Arturo Elosegi Tras cuatro mil millones de años de evolución, la vida bulle en nuestro planeta, cubriendo hasta sus últimos rincones con miríadas de colores, formas y tipos. La inmensa diversidad de la vida nos aporta grandes beneficios, económicos, estéticos, lúdicos y culturales. Sin embargo, el incesante crecimiento de nuestra población ha desencadenado una de las mayores extinciones jamás conocidas en la historia de la Tierra, que de no atajarla de inmediato la empobrecerá significativamente. Para poner fin a dicho deterioro hemos de actuar con celeridad, pero teniendo en cuenta los vínculos existentes entre los distintos componentes de la biodiversidad. En consecuencia, es necesario preservar la biodiversidad aquí y ahora, en todos sus niveles. En el nivel más bajo tenemos la diversidad genética, o diferencias en el genotipo de los individuos que constituyen las poblaciones. Esta diversidad está decreciendo, como consecuencia de la consanguinidad derivada de la reducción y fraccionamiento de las poblaciones. Las poblaciones pequeñas y aisladas de algunos animales de Euskal Herria, desde los osos a los armiños, corren el peligro de perder su diversidad genética, y en consecuencia, de no poder adaptarse a cualquier cambio de sus entornos. Pero no solo son estas especies raras, sino otras mucho más abundantes las que han perdido parte de su diversidad genética. Esto es especialmente evidente en las especies de mayor interés económico, que han sido homogeneizadas tras siglos de selección. En los últimos años esta tendencia se ha acentuado, y técnicas como la clonación, si no se emplean adecuadamente, pueden acelerar aún más la pérdida de diversidad genética, con los riesgos que ello conlleva. En un nivel superior tenemos la diversidad intraespecífica, o diferencias entre distintas poblaciones de una misma especie. La información disponiblea este respecto, limitada casi exclusivamente a los animales y plantas domesticados, evidencia el empobrecimiento ocurrido en Euskal Herria, ya que muchas razas y variedades adaptadas a las condiciones locales han desaparecido a merced de un mercado homogeneizador. Todo esto es reflejo de décadas de dejadez, y de que no hemos sabido apreciar nuestros productos, como no hemos sabido apreciarnos a nosostros mismos. Las variedades desaparecidas son, desgraciadamente, irrecuperables, y otras muchas corren la misma suerte (vacas betizu, caballos pottoka, muchas variedades de manzana). Ascendiendo otro nivel en la escala, nos topamos con la diversidad específica. En Euskal Herria hay especies en situación crítica: nutria, marta, desmán, tritón alpino, águila perdicera, por citar unas pocas. Muchas de ellas son especialistas que necesitan hábitats de elevada calidad, por lo que su declive delata que el medio ambiente ha sufrido una degradación generalizada, y que por desgracia sigue sufriéndola. Es cierto que hay especies como el jabalí, el ratonero o el corzo que se están recuperando, pero ello responde más a la menor presión por parte de los cazadores (o a una caza más selectiva que antes) que a una mejora de la calidad medioambiental. A pesar de que hayamos invertido mucho dinero en este aspecto, me temo que el entorno está cada vez más deteriorado. Pero no todo se reduce a especies. Estas constituyen comunidades, altamente diferenciadas de un lugar a otro, que proporcionan al mundo gran diversidad espacial. En este aspecto la situación es también bastante grave. Cada vez más plantas y animales exóticos se dispersan a favor de las actividades humanas, extendiendo lo que llamamos contaminación biológica. Por supuesto, no se trata de otorgar el label vasco a ciertas especies y considerar intrusas las restantes, desterrándolas de Euskal Herria por siempre jamás. Pero, desgraciadamente, la gente no acaba de darse cuenta del daño que puede causar liberando una especie exóticaen la naturaleza. Los estragos producidos por el cangrejo de río americano, los daños ocasionados por los lucios y el black bass, o la previsible expansión de determinadas plantas, deberían bastar para convencernos de que no debemos liberar especies a nuestro antojo. La actitud de las administraciones fue decepcionante durante mucho tiempo, pero, afortunadamente, parece que en la actualidad tienen claro que hay que hacer tan pocos experimentos con especies exóticas como sea posible. Ahora hay que convencer a la gente de que más ecológico que liberar los peces tropicales o las tortugas americanas que tenemos en casa, es matarlos, o por supuesto, mantenerlos en casa. Asímismo, que a la vuelta de las vacaciones es mejor traer de recuerdo unas fotos que un lagarto. En el nivel de organización superior tenemos la diversidad paisajística. Empleo el término paisaje sin connotaciones estéticas, haciendo alusión al modo de ordenar el territorio. Evidentemente, la diversidad paisajística está supeditada a la diversidad cultural, a distintas formas de organizar la vida, que no están a salvo del triste porvenir que afronta la biodiversidad. De hecho, los antiguos modos de explotación desaparecen y otros nuevos se abren paso, alterando el paisaje por completo en un proceso que repercute en todos los niveles de la biodiversidad. Apenas quedan helechales en Gipuzkoa y Bizkaia, el caserío está en crisis, se edifican chalets en cualquier lugar y creamos vías de comunicación cada vez más colosales. El cambio en sí no es perjudicial, pero sí lo es la pérdida de las diferencias locales. Mientras una única cultura se extiende por el mundo, estamos construyendo un único tipo de ciudad, o exportando un único paisaje a todas partes. Todo ello conduce a un empobrecimiento global, puesto que la diversidad es intrínsecamente beneficiosa. El auge que ha conocido el pastoreo estos últimos años, consecuencia de la potenciación del queso de Idiazábal, y las implicaciones que tendrá todo ello en elestado de nuestras montañas, demuestran la relación existente entre cambios culturales, paisaje y biodiversidad. No quisiera ser demasiado pesimista. Aunque hemos perdido mucho y corremos el riesgo de perder mucho más, cada vez tenemos más claro lo importante que es conservar la biodiversidad. Para ello es necesario tener en cuenta los distintos constituyentes de la misma, y ser conscientes de las consecuecias que puede tener a largo plazo cualquier cambio en nuestras costumbres. No debemos caer en el tradicionalismo, porque el cambio, además de inevitable, es fuente de vida. Si no cambiamos nuestro modo de vida cotidiano de raíz, el mundo pobre y homogéneo que recibirán nuestros sucesores no será un liugar muy atractivo para vivir. Está en nuestras manos. Arturo Elosegi, Euskal Herriko Unibertsitatea/Universidad del País Vasco Fotografías: Lur Hiztegi Entziklopedikoa Euskonews & Media 81.zbk (2000 / 6 / 2 9) gratuita | Abonnement gratuit | Free subscription Eusko Ikaskuntzaren Web Orria webmaster@euskonews.com http://ikaskuntza.org/cgiBanner/banner.cgi?datos=denda&link=www.euskoshop.com http://ikaskuntza.org/