81 Zenbakia 2000-06-02 / 2000-06-09

Gaiak

Acerca del folklore: Fundamentos y conceptualización

DUEÑAS, Emilio Xabier

Acerca del folklore: Fundamentos y conceptualización Acerca del folklore: Fundamentos y conceptualización Emilio Xabier Dueñas A lo largo de los años, han sido muchas y variadas las ocasiones en que se ha dado por fallecida a la tradición. Puesto en boca de investigadores y en la pluma de escritores que no han dudado en afirmar y defender este "dramático" y "esperado" final. No ha sido así, al menos en parte. Si bien es verdad, que la paulatina desaparición de formas, consideradas como propias del saber del pueblo, han servido para razonar estas profecías, no lo es menos la gran cantidad que siguen manteniéndose, e incluso revitalizándose en la actualidad. El porqué de este apoyo y ensalzamiento habría que buscarlo en las personas que, de una u otra manera, empujan a su realización, conservan y hasta recuperan o recrean el acervo cultural del país. Los motivos son diversos: Van desde el plano meramente redifinitorio de una determinada costumbre, hasta el puramente turístico. A lo que debíeramos añadir la defensa a ultranza desde el desconocimiento temporal, no cultural, de tales actos, su procedimiento y transformación en la propia comunidad. La falta de un estudio profundo de opinión y análisis sobre la historia del Folklore a nivel nacional de Euskal Herria, ha comprimido los pasos a seguir y las pautas que, inexorablemente, podían haber marcado las líneas de trabajo. Una sistematización no observada hoy en día, ha desembocado en la infrautilización del término y desprestigio del mismo ante otros campos análogos, e incluso paralelos. ACERCA DEL FOLKLORE Dentro de la amplia gama de definiciones, acerca de la palabra Folklore, por otro lado utilizadas con cierta ambigüedad, una división que se da de forma generalizada, atiende al siguiente esquema específico, resumido y global al mismo tiempo. 1/ Como práctica, desde un punto de vista atemporal, con parámetros estáticos y evolución progresivamente lenta, el Folklore es conocido en base a representaciones y elementos,con participación individualizada o masiva, en ambientes festivos o ceremoniales. Elementos de representación, difusión y mantenimiento. 2/ Estudio. La Antropología cuenta con secciones o apartados que se interrelacionan. La Etnografía es esa disciplina, discutida en relación al campo que abarca junto al Folklore, que se encarga del estudio y posterior análisis en trabajos de investigación: Las tradiciones vivas y los recuerdos del pasado. 3/ La sobreutilización, el llamado Folklorismo, se halla familiarizado entre nosotros. El espectáculo utilizado de forma directa o reivindicativa, el movimiento de emolumentos dinerarios, bien en contrataciones, apuestas, competición, negocio y venta del producto, y la espesa fuerza producida por poderes económicos, de comunicación y de poder tienen un alto valor popular socializador, aunque de difinición controvertida y, porqué no, de engaño a la masa en muchos casos. Mercado otoñal con productos del campo. Portugalete (B) Este Folklorismo entendido como una posibilidad de extender la imagen de un acto y que sirva de atracción al visitante, resulta de orientación equívoca a la preservación del valor tradicional defendido en favor y fomento de la excepcionalidad de ciertos componentes. La amplia gama de elementos que constituyen el Patrimonio, materiales e inmateriales, fundamentan el acervo cultural de un pueblo, sin una estipulación espacial temporal delimitada. Han servido de una forma generalizada, en contraposición con una cierta relatividad de criterios, para denominar contextualizadamente el Folklore, de un colectivo o grupo, pueblo, zona o país. Debido a la propia ambigüedad semántica del término, a la utilización ex proceso de fuentes de diverso orden, al cambio social acaecido en cada momento de la historia, a la definición inexacta de cualquier acto, recuperación o mantenimiento del mismo. Entre otros muchos factores, al distanciamiento inequívoco a nivel metodológico entre las escuelas, ramas, categorías y ciencias surgidasdesde, o al margen, del Folklore, como son la Etnografía, Etnología y las Antropologías, Cultural y Social. No es nuestra intención el definir los campos del Folklore, ni de materializar el término temporal que se debiera asumir. Algunos ejemplos de lo que abarca los encontramos en las diferentes partes que inundan todo este mundo y controlan su proceso. Campos que, a su vez, se encuentran subdividos e interrelacionados. Kalejira el día del Dantzari Eguna. Urduña (B) Artesanía: Lo que en otro tiempo se trataba de un oficio, ha derivado en un pasatiempo y profesión, al unísono o por separado, en el presente. La condición de artesano sirve de consistencia a nivel oficial, para entrar y mantenerse en el mercado de trabajo. El producto resultante constituye un valor en alza y el servicio se encuentra entre la antigüedad, el adorno cautivador, la utilización diaria, o una combinación de todas. Danza Tradicional: La existencia de diferentes colectivos y asociaciones que se hallan inmersos en este campo, ejercitan sus conocimientos, estructurados defectuosamente, siendo todo ello debido a la avalancha de dichos colectivos creados hace unos años, así como la problemática en cuanto a métodos, definiciones y relaciones personales. Si bien el cambio acaecido ha servido para una evolución técnica, el afán de recuperación y afianzamiento en la investigación, la escasez de medios, la desincronización entre las diferentes partes, y sobre todo, la falta de seriedad coyuntural tienen como resultado un desiquilibrio en la sistematización del trabajo y formas de operar. Postulantes del "Abendu" navideño en Berna. Amorebieta Etxano (B) Música y oratoria tradicional: La evidencial evolución de ciertos instrumentos, líneas melódicas, relaciones y mezclas interculturales, presentación, sensibilización por parte de la población joven y adolescente hacia dichas formas musicales y de consumo, han contribuido al mantenimiento, progresión y modificación de parámetros, considerados tradicionaleso folk hasta hace pocos años. La música instrumental en escena, el bertsolarismo, las cuestaciones con canto... son la base actual, y hasta cierto punto sólida, y debieran funcionar como pilar en la enseñanza desde una edad joven. Gastronomía: Comensalidad atribuible a ciertas celebraciones que, en el orden festivo, incorporan elementos en los que se alternan la tradición y el hecho actual. Asociaciones culturales, recreativas y gastronómicas, o txokos son utilizados para fines diversos, pero siempre alrededor de una mesa bien servida y como relación humana. Indumentaria: Los tejidos convencionales utilizados en una fase histórica determinada, han dado paso a la obtención de tipos, telas y colores que sean lo más aproximados a los supuestamente procedentes de un pasado cercano. Trajes resultantes de investigaciones en los campos pictórico, literario, restaurador y conservacionista, han contribuido a una únicamente ligera sobrevivencia, pues no obstante la precariedad económica es el denominador común en la Cultura. Deportes: La integración de la pelota, con sus diferentes modalidades, en circuitos internacionales contrasta con el conjunto de deportes que forman herri kirolak realizados a niveles muy inferiores. Desde la exhibición hasta la competición, pasando por la apuesta, el deporte ha marcado el simbolismo de la fuerza y virilidad del practicante, deportista o trabajador. Creencias: Quizás sea este el apartado más controvertido y de mayor pérdida de conciencia. Las leyendas, cuentos, historias, fórmulas mágicas y conjuros, Mitología, etc., es decir, la Cultura Inmaterial por excelencia, ha sufrido un cambio tan brusco como impredecible. La sociedad ha modificado sustancialmente sus bases religiosas, de comprensión y de posicionamiento respecto de esas creencias no atribuidas, generalmente, a seres vivos y actitudes que se enclavan dentro de la lógica "realidad". Celebraciones festivas y ceremoniales: El trabajo da paso y lugar al ceremonial, diversión y desenfreno.Fiestas móviles y fijas, escenificaciones públicas y privadas, aspectos lúdicos y rituales, categorías de edad participantes y organizaciones atípicas. Todo esto y más son las celebraciones familiares, vecinales, locales, intermunicipales y zonales entre otras. La fiesta contempla y aglutina gran cantidad de conceptos confluyentes con otros apartados, desde la esperada consecución de objetivos de índole festiva hasta los meramente de concepción religiosa. Hoguera solsticial en la víspera de San Juan. Abaltzisketa (G) FUNDAMENTOS Existen connotaciones de cambio en el tiempo. Oficios que se han convertido en deportes, con o sin competición y de exhibición. Algunos, después de un período de relativa pérdida, se han recuperado. Los que en un momento dado servían para la diversión y el ocio han finalizado en deporte, arte y profesión. Los avatares históricos de la música, ciertos deportes y oficios, han ido sembrando el espectro de la costumbre, provisionalmente, hasta llegar al presente con unas creencias comprendidas entre la virtud o beneficio de mantener las tradiciones, y la falsedad de sus posibles orígenes. La realidad vital se mueve entre el espectáculo, el montante económico y la diversión contenida, producto todo ello de las necesidades tanto de una parte del pueblo, como de las empresas o individuos que manejan ese, digamos, comercio. Por otro lado, existe una desigual aceptación hacia las tradiciones. Unas desaparecen completamente; bien en hogares, bien condicionados por ritmos rituales y religiosos. Otras se mantienen o conservan por personas o colectivos que impulsan y sirven de empuje a futuras generaciones. Mientras, a nivel general, existen contínuos esfuerzos por recuperar, reconstruir y ensalzar valores semi perdidos. Sin embargo, el Folklore sirve de atracción, tanto a los elementos practicantes, como a todo ese otro mundo que se mueve a su alrededor, e incluso vive de ello. El consumo del mismo es visible en todo tipo de fiestas, actos protocolarios,concursos..., donde, la bebida, la comida, el espectáculo en escena, la publicidad, etc. controlan el espacio y mueven dinero con diferentes fines, pero en la mayoría de los casos gracias al mismo contribuyente: el pueblo. La aceptación del Folklore bajo unas formas predeterminadas, las cuales han sido asimilados durante años por la información ofrecida a diferentes niveles, dan un resultado peyorativo. El "desprecio" es notorio cuando nos referimos a todo tipo de recuerdos y vivencias festivas del pasado. Unas son consideradas "tabú", es decir, no porque hoy en día se deban circunscribir con ese apelativo, si no debido a cómo eran entendidas por el pueblo en general en aquellos tiempos. Otras, eran incluidas en el apartado de "tonterías", advertidas con desprecio y oportunamente olvidadas: Bien por significados religiosos directos o de fondo, bien por directrices prohibitivas institucionales. Incluso hoy en día, el apoyo económico, social y laboral hacia, por ejemplo, la danza, la artesanía o el deporte, se limitan únicamente a la imagen, con o sin derivación política, de ciertos estamentos, público en general y seguidores de cada uno de estos campos. La referencia va más allá del simple hecho del entendimiento de porqué deben existir gremios y representantes o intérpretes, que de una forma aficionada, y en los que recaen tales atribuciones, deben ser los mantenedores de unos valores y por ende los participantes pasivos, es decir el resto del pueblo que los "apoya" lo son también. CONCEPTUALIZACIÓN Quizás sea la unión de diferentes vicisitudes, preponderantemente negativas por un lado, y con acierto indirecto por otro, las que han compuesto la fachada y base, folklóricamente, tal como nos ha llegado hasta nuestros días. Errores producidos por una incorrecta información en unos momentos dados, han contribuido a la obtención de unos resultados que han trastocado el original, entendido éste como de raiz ancestral: Aurresku "de honor" individual, amanerado y estilistaante autoridades; indumentaria básica tipo de aldeano o aldeana; danzas con arcos asumidas al papel femenino; cuestación con Olentzero, como tradición normalizada en todo el país, en detrimento de la propia del lugar; o, entre otros, la instrumentalización informativa generalizada del uso de la flor del cardo o eguzki lore, como elemento preservativo nacional. Los fundamentos de convivencia social son delimitados por la imagen que se da del mismo. Mientras existe una confraternidad de patrones, basados en una evidente asimilación por parte de la población, oriunda o foránea, se diluye en una dicotomía que se fundamenta en la salvaguarda de cada patrimonio cultural, vigente y plural, que al mismo tiempo hace de fuerza de choque, protección e incluso hasta de modelo xenófobo. No debemos olvidar las tendencias actuales a nivel de movimientos transculturales, o situadas entre las culturas autóctona y no autóctona, popular o de élite, tradicional o contemporánea y así una larga serie de sinónimos y antónimos localizados alrededor de factores de conexión humana y de celebración generalmente de masas. La riqueza reside en la positiva conjunción y relación, sin obviar cada pasado. Las luchas y celos en una pequeña sociedad como ésta, donde colectivos de diversa procedencia dentro de localidades industrializadas, se someten al fuero municipal de subvenciones son sinónimo de una convivencia negativa que se traslada a otros aspectos sociales. La tradición vista como una serie de elementos que conforman una normativa, por otro lado no esplícitada a nivel oficial, pero sí sumergida bajo el subconsciente del individuo, la cual se ejemplifica en las directrices que deben regir cada colectividad. Es la actividad admirada, relegada de espectáculo, por la pasividad. Es la pasividad tildada de oportunismo, sujeto negocio, público espectador por el sujeto activo, conteniendo un componente de atracción positivo para el sujeto pasivo. El estado de salud actual de nuestro Folklore es relativo.Mientras se mantienen una serie de tradiciones, curiosamente ritos que han perdido su sentido y simbolismo para convertirse en una formas interpretativas populares y, asimismo, adquirir un espacio más terrenal, otras han captado el sentimiento de participación y se han apoderado de un halo simbólico racional, extendido literaria y formalmente por ciertas personas dentro del colectivo de investigadores, escritores y periodistas. Sin obviar este tipo de conexión facultada entre la práctica y la disciplina, la divulgación debe consistir y fundamentar sus bases en la preparación de próximas generaciones, ante la llegada de un futuro potencialmente más individualizado a nivel personal y tecnológicamente avanzado en relación a la rudimentariedad de lo conservado. Asímismo esta tecnología puede, y debe, ser utilizada en favor del Folklore, la Etnografía y la Antropología para sus subsistencia y desarrollo. Emilio Xabier Dueñas Fotografías: Emilio Xabier Dueñas Euskonews & Media 81.zbk (2000 / 6 / 2 9) gratuita | Abonnement gratuit | Free subscription Eusko Ikaskuntzaren Web Orria webmaster@euskonews.com http://ikaskuntza.org/cgiBanner/banner.cgi?datos=masters&link=www.eusko ikaskuntza.org/masters/index.htm http://ikaskuntza.org/