La Orquesta Sinfónica de Euskadi y su creación La Orquesta Sinfónica de Euskadi y su creación Imanol Olaizola La constitución del Gobierno Vasco, una vez aprobado el Estatuto de Gernika, generó gran ilusión en la sociedad vasca. Era el momento de poner en marcha proyectos que respondiesen al ilusionante ambiente que impregnaba al colectivo del país y que ofrecieran una visión de su acelerado proceso de estructuración. La ORQUESTA SINFONICA DE EUSKADI asumió el papel de insignia de ese renacimiento cultural proyectando la imagen nacional de servicio a toda Euskal Herria con su presencia activa a lo largo y ancho de toda su geografía. Aún se conservaba vivo el recuerdo de Eresoinka Coro Nacional Vasco que mereció de la más exigente crítica europea el reconocimiento de su extraordinario nivel artístico, paseando sus exitosas actuaciones por los principales teatros y salas de conciertos como embajada coral vasca durante nuestra guerra civil. Si la decisión del Lehendakari Agirre le llevó a impulsar Eresoinka en plena contienda, obligado por aquellas trágicas circunstancias que le impelían a mostrar en el exterior la autenticidad de un pueblo amante de la paz y del arte, también el gobierno autonómico de la posguerra necesitaba proyectar la imagen de un pequeño pueblo con vocación universal y que su reconocida riqueza coral no es meramente circunstancial, sino parte de un acervo tradicional de singular valor musical. Todo ello unido a la situación de crisis por la que atravesaban las orquestas existentes en el país fué determinante para lanzar nuestro proyecto. Eresoinka Coro Nacional Vasco. Pero si esta orquesta debía orientarse hacia una vocación europea resultaba indispensable un buen proyecto para su creación, basado en las más amplias experiencias recogidas en distintos escenarios y también reunir un equipo de expertos que evitase, en lo posible, los riesgos de una aventura mal calculada. Recogidas y examinadas "in situ" las experiencias de más de una decena de orquestaseuropeas y americanas, entre ellas quizá la más significativa las de la Orquesta de París, dirigida por Daniel Barenboím, cuyo primer director fué Charles Munch, a quien sucedieron Serge Baudo Y Georg Solti y creada en 1967 por Marcel Landowski, quien me dedicó toda una mañana en su despacho de París, haciéndome una amplísima exposición de las vicisitudes por las que tuvo que pasar, venciendo muchas resistencias hasta que logró colocarla a la cabeza entre las orquestas francesas. Fué muy generosoen sus consejos y examinó con mucho interés el borrador del proyecto que habíamos elaborado, insistiéndome en la importancia de partir de cero y de dotar a la nueva entidad de un reglamento de régimen interior en que se asegurase un control periódico de funciones para los músicos. Destacando también la importancia de las instalaciones para los ensayos y el considerar desde el principio, que serían necesarios cuatro años de preparación de las obras a interpretar, más intensa y amplia que lo usual. Los hábitos y vicios adquiridos los mencionaa como el más difícil escollo a vencer, si se pretende alcanzar un buen nivel interpretativo. El equipo de asesores que logré reunir, el Maestro Enrique Jordá para los temas artísticos y Mr. Henri Marquier para los administrativos y de gestión, actuó como la cimentación sobre la que elevamos los pilares de la nueva orquesta. El primero, que inició su larga y brillante carrera artística dirigiendo la orquesta de Eresoinka, llegó con un amplio curriculum después de empuñar la batuta al frente de las más prestigiosas agrupaciones sinfónicas de los cinco continentes, 11 años como titular en la dirección de la Orquesta Sinfónica de San Francisco (USA), sucediendo a Pierre Monteux, después de lograr el puesto en dura competencia con rivales como Georg Solti, abonaban su bien ganado prestigio que ofrecía como legado artístico a su pueblo contribuyendo decisivamente al mejor éxito de esta ilusionante empresa. Mr. Marquier con su relevante trayectoriacomo gerente de una de las más prestigiosas orquestas nacionales francesas, completaba el cuadro de expertos sobre los que apoyar con garantías el proyecto. Había que comenzar la labor de reclutamiento de los instrumentistas y para ello convocamos en Bilbao los primeros concursos oposición para profesionales con ciudadanía española. En Septiembre de 1981 tuvo lugar el que iniciaba la marcha y al que sucedió el siguiente al comenzar el otro año, con resultados nada satisfactorios. No fué posible cubrir las plazas convocadas, por no alcanzarse el nivel de exigencia que el tribunal, presidido por el Maestro Jordá e integrado por Xavier Montsalvatge, Vladimir Nemtanu, Juli Panyella y el Maestro Llácer, todos de contrastado prestigio internacional, exigía atendiendo fielmente los objetivos que debía alcanzar la Orquesta Vasca. No se debe ignorar que ésta fué la primera orquesta que en el Estado Español convocaba estos ejercicios con arreglo a su Estatuto del Personal Artístico, previamente autorizado por los Departamentos de Justicia y de Trabajo del Gobierno Vasco. Después de un tercer concurso, éste libre, para lograr cubrir el mínimo de instrumentistas indispensable para empezar a trabajar y celebradas consultas con las instituciones territoriales, el Gobierno Vasco decidió establecer la sede de la OSE en Donostia, donde se podía disponer de un edificio que aunque no reuniera las condiciones ideales, mediante unos retoques permitía desarrollar la labor proyectada, en tanto se consolidase la orquesta y se pudiera financiar el edificio definitivo a construír en terrenos cedidos por la Diputación de Gipuzkoa. Se encargó el proyecto de esas instalaciones y se comenzó a cumplir el plan previsto. El 5 de Abril de 1982, por la tarde, el Maestro Jordá empuñó la batuta por primera vez ante nuestra orquesta en uno de los salones del Palacio de Miramar donostiarra. También se incorporó al equipo directorial el Maestro Brel primer concertino, retirado, de la orquesta del Gran Teatrode la Opera de París, que asumió la responsabilidad de conjuntar la cuerda, que de tan diversos orígenes se sentaba ante los atriles de la recién nacida entidad y así desarrollando una intensa labor con muchos entusiasmo y entrega la Orquesta Sinfónica de Euskadi abordó la siguente etapa, la del rodaje ante el público oyente, el 24 de Junio en la Iglesia de Ntra. Sra. del Juncal de Irun. Los Preludios de Liszt y el Requiem de Fauré, junto con el Coro Ametsa de Irun abrieron el surco que después ha ido llenando en tan diversos lugares y escenarios. Los conciertos oficiales de presentación se celebraron los días 19, 20 y 21 de Octubre en Donostia, Bilbao y Vitoria, con la colaboración de Nicanor Zabaleta y para entonces habían ofrecido 30 conciertos en distintos lugares de Euskal Herria, lo que puede dar idea de la intensidad y seriedad del trabajo desarrollado por la orquesta y su director Maestro Jordá. Al mencionar al gran arpista Zabaleta, debo recordar que desde el principio contamos con su más entusiasta colaboración y así tuvimos siempre el consejo oportuno de tres grandes artistas como asesores de la OSE, el citado Zabaleta, Joaquin Achucarro y Félix Ayo. Dispuestas las dependencias para la orquesta en el Teatro Bellas Artes, nos instalamos con relativa comodidad en el verano del mismo año, provisionalidad que duró varios años hasta el definitivo traslado a la sede de Miramón. Desde la presentación oficial la actividad desarrollada fué, casi podríamos calificarla como frenética, de una gran dedicación, más de 100 actuaciones por año, se hizo un gran esfuerzo en la captación de abonados al ciclo de conciertos de temporada en Donostia, Bilbao, Vitoria y Pamplona y se intercalaron otros en los pueblos de los territorios de Euskal Herria. Las catastróficas inundaciones de Agosto de 1983 impulsaron a los responsables de la OSE a tratar de contribuir con su esfuerzo a paliar los daños sufridos y aliviar con un gesto práctico de solidaridad a los damnificados en la catástofre.Zaragoza, el Gran Teatro del Liceo de Barcelona, Valencia y Madrid la recibieron junto con el Orfeón Donostiarra y Nicanor Zabaleta, bajo la dirección de los Maestros Jordá y Odón Alonso en distintos programas. Finalizando el mes de Octubre la OSE emprendió su primera tournée en la que no solamente consiguió despertar la simpatía de los oyentes, si no también recoger las más favorables críticas. Los 3.000 espectadores que llenaron el Orfeón y la Orquesta a los entusiasmados oyentes interpretando conjuntamente el Agur Jaunak. En 1984 la OSE salió a Europa, participó en el Mayo Musical de Burdeos y después en Junio a Trier, Neuwied, Frankfurt, Passau, Stuttgart en RFA y Linz en Austria, logrando todos ellos el éxito que le garantizó la entrada en los circuitos comerciales, que en el ámbito musical recorren Europa. Pero también este año nos trajo de entrada la triste noticia de una grave dolencia, que aquejó a quien tanto debía esta orquesta, el entrañable Maestro Jordá. El Consejo de Administración en reconocimiento de sus grandes méritos le nombró Director de Honor de la OSE. Desde la creación de la orquesta hasta comenzar la temporada 86/87 podría considerarse la primera época de su historia, detalladamente recogida en EUSKOR, boletín informativo de la OSE, del que se publicaron 17 números con 5000 ejemplares de tirada, distribuídos entre los abonados, instituciones y entidades culturales, incluídas las Eusko Etxeak de la diáspora vasca. Lamentablemente dejó de publicarse a pesar de la gran aceptación lograda. En ese período fueron 11 salidas al exterior las realizadas, algunas repitiendo los escenarios, entre las que cabe destacar, las del Teatro Real de Madrid, el Festival de Música Contemporánea de Alicante, el Festival de Otoño de Salzburgo, el Concierto Extraordinario de Strasbourg, con motivo de la incorporación de Portugal y España al Parlamento Europeo, las actuaciones en el Gran Auditorium de Stuttgart y en el de Linz, también en el Palau de la Música Catalana,etc. Como referente de esta actividad, que algunos pudieran considerar excesiva en cuanto a la frecuencia de actuaciones y desplazamientos, se procuró seguir un criterio semejante al habitual de la Orquesta Filarmónica de Israel, al entender como una prioridad, cumplir la vocación social de la nueva orquesta, tanto en lo formativo como en lo concerniente a la extensión cultural y para ello se organizaron también conciertos didácticos en las tres capitales con llenos absolutos de audiencia escolar. En plan de observadores asistimos a un Congreso Mundial de Orquestas celebrado en 1985 en Estocolmo, con asistencia de representante de las más prestigiosas y en el que se debatieron las soluciones para los problemas más preocupantes para la pervivencia de estas entidades, ya que algunas atravesaban situaciones bien críticas. La nuestra, como la más joven, despertaba el interés de quienes se mostraban más preocupados por su porvenir. La sponsorización, la música contemporánea, el fomento y protección de obras de autores nacionales, su edición escrita y discográfica, fueron algunos de los temas tratados. La OSE había cuidado estos aspectos, aunque solamente se hubieran iniciado. Tres LP estaban en el mercado, con el propósito de continuar y en todos los programas figuraba alguna obra de autor vasco. Se encargó a algunos la composición de obras para la OSE, con el compromiso de estrenarlas y se organizó el Aula de Práctica Instrumental para posgraduados de nuestros Conservatorios, que a juicio de sus profesores fueran acreedores a esta labor bajo la dirección de distinguidos solistas de nuestra orquesta, beneficiándose de unas bolsas para facilitarles su asistencia a los cursos. Como ejercicio de "calentamiento", al principio de temporada, después de las vacaciones estivales, se formaban dos conjuntos de cámara, distribuyendo entre ambos los profesores de la OSE, que dirigidos por directores, especializados en música de este género, trabajaban obras del mismo. Este fué el trabajodesarrollado en la primera etapa de la vida de nuestra orquesta, en las temporadas 82/83, 83/84 y 84/85, asumiendo la titularidad los Maestros Jordá, Juzeau y Valdés y como directores invitados se recuerdan a Odón Alonso, Kurt Wöss, Pablo Pérez, Steaur Bedford, Gabriel Chmura, Roberto Abbado, Matthias Kuntzsch etc. En cuanto a corales, empezando por el Coro Ametsa, siguiendo el Orfeón Donostiarra, Coral Andra Mari, Wiener Singverein, Coro Easo, Orfeón Pamplonés, Sociedad Coral de Bilbao, etc. y como solistas invitados Mischa Maisky, Nicanor Zabaleta, Joaquín Achucarro, Félix Ayo, Pedro Corostola, Alexandre Lagoya, Agnes Baltsa, Eva Gruabin, Ricardo Requejo, Victor Martin, José Manuel Azkue, etc. Imanol Olaizola, primer presidente de la OSE Fotografías: Enciclopedia Auñamendi, página web Orquesta de Euskadi y Cuaderno de Música "Musiker 9 Homenaje a Enrique Jordá" de Eusko Ikaskuntza Euskonews & Media 78.zbk (2000 / 5 / 12 19) gratuita | Abonnement gratuit | Free subscription Eusko Ikaskuntzaren Web Orria webmaster@euskonews.com http://ikaskuntza.org/cgiBanner/banner.cgi?datos=denda&link=www.euskoshop.com http://ikaskuntza.org/
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