496 Zenbakia 2009-07-24 / 2009-07-31
La vocación casi nació con ellas. Vivían en el fondo de la recordada LT 5 Radio Chaco, y participaron siendo niñas en el programa ‘El rincón de los niños’.
Son hijas de Héctor Raúl Echevarría, chaqueño, cuyo padre era natural de Euskadi. De su casamiento con Dolores Gallo nacieron Nilda Susana, Elsa Cristina y Olga Elena. Perdieron la vinculación con su familia europea, pero no las convicciones y el sentimiento vasco.
Las hermanas Susana y Cristina egresaron de la Escuela Normal de Resistencia con el título de Maestra Normal Nacional.
Susana fue la primera en incursionar en la radiofonía. Apenas recibida de maestra, y enterándose de un concurso para contratar locutores en la única radio de la capital del Chaco de ese momento, se presentó y fue aceptada a formar parte del plantel.
Comenzó a perfeccionarse desde el primer momento. Estudió teatro durante 5 años para aprender a mostrarse en vivo ante el público y dominar sus nervios, y participó del grupo ‘El Tablado’, actuando en varias obras. Después vivió una etapa de formación, estudio en Buenos Aires, y rindió exámenes en Radio El Mundo, que le permitieron contar con su carné definitivo de locutora, y con el permiso correspondiente para trabajar.
Le tocó participar en varios programas radiales, entre los cuales vale recordar ‘Trasnoche sí’, que era propio y con el cual estuvo 12 años en el aire. Otro programa que se mantuvo mucho tiempo y con gran aceptación pública fue ‘La tarde para todos’, que hacía con Pedro Rétori, actual director de Radio Nacional Resistencia. Pero también la gente recuerda su participación en otras propuestas, como ‘Cualicosas’.
Susana haciendo radio con Pedro Rétori.
Durante el gobierno de Juan Domingo Perón en Argentina –1945/55– se plasmó una política de control de los medios de comunicación, que llevaron a que en el Chaco se expropiara LT5 Radio Chaco en 1947. Dos años más tarde se dispuso el traspaso de emisoras privadas a tres grandes redes manejadas por Radio El Mundo, Radio Belgrano y Radio Splendid. De esta forma, Editorial Haynes, dueña de la red de Radio El Mundo, tomó el control de la emisora local. Luego de la ‘Revolución Libertadora’ de 1955 la radio continuó sometida a los vaivenes políticos de la Argentina. En 1981 se convirtió en LRA26 Radio Nacional Resistencia, siendo parte de la cadena de emisoras dependientes de Radio Nacional Buenos Aires.
Susana sintió este cimbronazo. En principio, porque el dueño de la emisora, Juan Sobrado, era su tío, y la expropiación lo afectó económicamente y anímicamente. Dejaron sin trabajo a muchos de sus compañeros, y ella fue la única locutora mujer que quedó. Su hermana, Cristina, permaneció como empleada administrativa. Fue una época difícil, en la cual había que aguantar para no perder la fuente laboral.
Ella es una mujer preparada, espontánea pero con gran cultura general, y eso la favorece en el trabajo cotidiano detrás del micrófono. Es respetuosa con el oyente y posee un rico vocabulario, algo difícil de encontrar en quienes se inician en el periodismo y la locución en las radios locales.
La televisión no le fue ajena. Trabajó en Canal 13 de la vecina provincia de Corrientes en un programa que se llamaba, ‘Chaco en el 13’, y luego ingresó como locutora en Canal 9 de Resistencia, donde hacía ‘Tele Noticias en el 9’ con Víctor Emilio del Río. También se desempeñó en el noticiero de Video Cable ‘San Fernando’ con Pedro Rétori.
Pero a pesar de su experiencia televisiva, ella ama la locución y ama la radio. Se considera una persona de radio. Nos dice: ‘Conseguí el mejor trabajo de mi vida para resguardarme y que nadie supiera que yo era tímida. Y parece que ese disfraz me hacia ver de otra forma. Si me pidieran que fuera gerente de algo y me ofrecieran pagarme en dólares, no lo aceptaría. No dejaría la radio. Aquí soy tan feliz, que ni pienso en jubilarme’.
Cristina en la televisión de Corrientes.
Susana Echevarría es sinónimo de radio en el Chaco. Ella nació en el patio de una radio y vivió en ese ambiente los mejores momentos de su vida. Tiene un sentimiento especial con sus oyentes, y por eso en su trabajo los respeta. Sigue siendo una referente en el tema. Pero la referente es ella, Susana Echevarría; no la emisora, no la radio como medio de comunicación. Y es una referente por su credibilidad personal, porque la gente la sigue escuchando a ella, porque la quiere a ella. Gente que se va a distanciar de este medio si Susana no estuviera detrás de micrófono. Porque fue la que construyó una magia que la une con un oyente a quien no ve, pero que ama. Una magia que comenzó a forjarse cuando tenía apenas seis años y recitaba poesías en el ‘Rincón de los niños’.
Cristina ingresó a los medios casi por casualidad, por un mandato del destino, o porque su hermana le jugó una broma. Lo cierto es que Quiti –Elsa Cristina Echevarría– acompañó un día a su hermana mayor, Susana, a Canal 13 de Corrientes, quien iba a tomar una prueba para ingresar como locutora. Pero cuando le informaron el horario que debería cumplir y el sueldo que ganaría, Susana le dijo al responsable de la agencia Ímpetu Publicidad: ‘yo no puedo, pero mi hermana sí’. Un técnico grabó algunas lecturas, y al día siguiente la llamaron a su casa para que se presentara en el canal de inmediato.
Allí se desempeño durante 6 años, en una época en que no existía el puente que unía las dos provincias y trabajaba a veces hasta las 12 de la noche, y llegaba justo para tomar el último vaporcito.
En este canal realizó un programa llamado ‘Aquí la mujer’, que le valió el premio ‘Santa Clara de Asís’. Pero el trabajo era agotador y decidió renunciar. Pero aparecieron nuevas y mejores oportunidades. Una de ellas fue la de Canal 9 de Resistencia, donde trabajó por más de 15 años, haciendo voz en off y programas en vivo como el recordado ‘Y por casa como andamos’.
Ella sostiene que no le gusta demasiado exponerse y prefiere la radio; estar detrás del micrófono. Tiene que ver con su bajo perfil, que se esfuerza en mantenerlo aunque es muy conocida en los medios locales. Es tímida por naturaleza. Siente vergüenza, y no sabe qué responder cuando un oyente la para por la calle y le dice que la conoce, que le gusta escucharla.
Por eso, cuando le propusieron ingresar a LT 5 Radio Chaco al producirse una vacante, no lo dudó ni un instante.
Susana y Cristina con su hermana, padres (Héctor Echevarría y Dolores Gallo) y sobrinos.
Cristina comenzó haciendo locución comercial de miércoles a domingo, con turno de 6 horas diarias.
También vivió el cambio producido durante la última Dictadura Militar en 1981 que ya hiciéramos mención. Quedó como empleada administrativa, la pasaron luego a redactora, y recién en 1998 volvió a la locución.
Pero mientras seguía con su trabajo cotidiano, decidió estudiar en la Universidad Nacional del Nordeste, y se recibió de Técnica en Comunicación Social. Un poco porque el tiempo le alcanzaba; y otro poco por el sentido perfeccionista que siempre la acompañó.
Minimiza su rol en los medios de comunicación, quizás por un exceso de modestia, o por reconocer y respetar a Susana quien la ayudó a abrirse su camino. Por lo menos, así lo entiende ella. Tal vez tenga algo de razón, pero no toda. Porque fue ella misma quién decidió iniciar una carrera en la televisión de la vecina provincia de Corrientes cuando había que cruzar el río en una balsa. Fue ella la que decidió estudiar y culminó una carrera merced a su propio sacrificio. Fue ella quien se forjó una trayectoria y que la gente reconoce y valora.
Susana y Cristina Echevarría dignifican la radiofonía y los medios en el Chaco. Por el profesionalismo y entrega. Por el respeto hacia la gente.