476 Zenbakia 2009-03-06 / 2009-03-13

Gaiak

Las habilidades para el liderazgo se aprenden: El cambio en las organizaciones

URCOLA MARTIARENA, Nerea



“El cambio en las organizaciones” es el décimo y último vídeo-clip de la serie 60” sobre Gestión de Grupos Humanos. Una lista de 10 vídeos presentados por Nerea Urcola Martiarena y realizados con animaciones de Euskomedia, que iremos publicando en Euskonews durante las próximas 10 semanas.

“El cambio en las organizaciones” Giza Taldeen Kudeaketari eskainitako 60” saileko hamargarren eta azkeneko bideo-klipa da. Nerea Urcola Martiarenak aurkeztuta eta Euskomediak prestatutako animazioak dituzten 10 bideo dira guztira. Datozen asteetan ikusi ahal izango dituzue Euskonewsen.



A lo largo de los siglos se ha discutido acaloradamente sobre la posible dualidad del ser humano. Algunos hablaban de alma y cuerpo, otros introducían la mente, otros el espíritu etc.

Hoy en día parece indiscutible que cada ser humano está compuesto por diferentes dimensiones como la física, la mental, la afectiva o la espiritual, aunque se suele simplificar en dos dimensiones: la RAZÓN y la EMOCIÓN. Ambas van de la mano y se influyen mutuamente.

Sin embargo, son muchos los que a día de hoy todavía no han tomado conciencia respecto a que esta dualidad se repite también en las organizaciones. Y esto es así porque las empresas están compuestas única y exclusivamente por seres humanos.

Con la revolución industrial se comenzó una manera de gestión empresarial exclusivamente racionalista, que todavía hoy, sigue más vigente de lo que debiera.

Los tiempos han cambiado, pero sobre todo lo han hecho las formas y ya no vale gestionar las empresas desde la razón sino que también hay que liderarlas desde la emoción. Esto no supone una destrucción de la razón, ni mucho menos, supone ir más allá, completarla. Gestionar con razón sensible y emoción razonada.

También es cierto que algunas organizaciones ya están dando pasos en esta dirección, pero en este camino se han dado cuenta de una dificultad: NADIE NOS HA PREPARADO PARA ELLO.

Esto no quiere decir que no tengamos capacidad para hacerlo, ni mucho menos. Esa capacidad está en cada uno de nosotros, pero en la mayoría de los casos se encuentra atrofiada por desuso.

Desde niños nos han formado en competencias técnicas, incluso en aquellas formaciones específicas en humanidades, y casi nunca se nos ha entrenado en habilidades.

Y como bien defiende la llamada Inteligencia emocional, podemos tener un coeficiente intelectual muy elevado y ser unos absolutos incompetentes emocionales.

Sin embargo la realidad es muy clara: HOY MÁS QUE NUNCA NECESITAMOS EN NUESTRAS ORGANIZACIONES JEFES – LÍDERES ESPECIALIZADOS EN EMOCIONES, EXPERTOS EN PERSONAS.

Foto: sectionz.

http://www.flickr.com/photos/sectionz/163263239/

La buena noticia es que al tratarse de habilidades, estas se pueden aprender y desarrollar.

En primer lugar está el hecho de tomar conciencia sobre cómo estamos haciendo las cosas. Difícilmente vamos a mejorar aquello que no tenemos conciencia de no estar haciendo bien.

Necesitamos ponernos delante de un espejo y analizar cuales son nuestros puntos fuertes y cuáles son nuestros punto de mejora como jefe – líder.

En segundo lugar resulta imprescindible tener una ACTITUD POSITIVA ante este cambio. En una palabra: QUERER mejorar en esta dirección.

No basta con decir que se cree en las personas porque eso sea lo políticamente correcto. Un elemento básico de la confianza es la coherencia y cuando los actos no siguen a las palabras en el momento de la verdad, esa confianza se pierde irremediablemente.

En tercer lugar estaría definir el objetivo. Qué es lo que concretamente quiero mejorar y para que ese objetivo esté bien definido, deberá ser específico, medible, retador, temporal, aceptado y sensato.

A partir de ahí y en último lugar, llega el entrenamiento.

Un jefe – líder es aquel o aquella que conduce a un equipo al logro de un objetivo, pero que además logra que los demás le sigan porque desean hacerlo y no por obligación. Esto hace el campo de las habilidades muy amplio, desde la propia dirección de personas, el liderazgo en sí, el trabajo en equipo, la comunicación, la motivación, las reuniones hasta el coaching, entre otros.

Resumiendo, diríamos que hoy más que nunca necesitamos en nuestras organizaciones, líderes comprometidos con un proyecto y con las personas. Necesitamos expertos en gestionar, además de la parte racional, la dimensión emocional de las personas y de los equipos. No se nos ha preparado para ello, pero nunca es tarde. Lo más importante es querer y si quieres, puedes.