460 Zenbakia 2008-11-07 / 2008-11-14
Se acaba de crear el servicio foral de euskera. ¿Cuál es su objetivo principal?
Se trata de impulsar y extender el uso del euskera en Álava, en la línea de las políticas lingüísticas llevadas a cabo por otros departamentos y servicios similares.
Dentro de ese objetivo principal, ¿cuales son sus prioridades?
Por un lado, queremos crear una red importante para impulsar el euskera en Álava. Conociendo nuestro territorio, sabemos que desde la oficina no llegamos casi a ninguna parte. Nos es más fácil llegar a Vitoria, pero no llegar a toda la provincia: no es tan sencillo llegar hasta la Rioja Alavesa, la Montaña Alavesa, Zuya, Ayala y Treviño. Debido a ello, nuestro objetivo es poner un técnico de euskera en cada zona. Otra prioridad es crear una Comisión Asesora para ayudarnos a definir los caminos principales que ellos han trazado, y para conseguir una imagen general de la realidad lingüística de Álava. Cara al futuro, sería suficiente que los miembros de la Comisión Asesora fueran nuestros faros en Álava. Dentro de la comisión hay gente de distintos campos, y lo que queremos es recoger su opinión y tenerla en cuenta a la hora de definir nuestros proyectos. Sin embargo, lo que más quebraderos de cabeza nos está dando son las convocatorias de ayuda. Antes de la creación del Servicio de Euskera, funcionaba otro servicio llamado Kultura Ekintza a través del cual se gestionaban todas las convocatorias de cultura, incluidas las de euskera. Con el nuevo servicio, hemos dejado a un lado las convocatorias de cultura y nos encargamos de los programas y actividades para reforzar y normalizar el euskera.
¿Cómo le llegó la propuesta para ser responsable del nuevo servicio?
Me lo propusieron de repente. Cuando recibí la oferta me pareció un gran desafío y un trabajo difícil. Pero yo vengo del mundo de la normalización de la lengua y he estado cuatro años en los colegios de la comunidad coordinando planes de normalización, por lo tanto creo que tengo bastante experiencia en este campo, y por eso he aceptado el puesto.
Durante el gobierno del PP se arrinconó el servicio foral de Euskera y ahora lo ha recuperado el gobierno de Xabier Agirre. ¿Se ha perdido mucho tiempo para desarrollar políticas a favor del euskera? ¿Ha tenido que empezar de cero?
El camino ya realizado sigue ahí. Si comparamos la situación actual con la que había en Vitoria cuando vine hace treinta años, hay que reconocer que se ha avanzado mucho. Pero es cierto que todavía queda mucho por hacer. Que el PP limitara en gran medida el servicio hizo mucho daño al euskera y en los últimos nueve años se han perdido muchas oportunidades en este campo. Por eso creo que hay mucho que hacer de ahora en adelante, por ejemplo, medir las fuerzas y coordinarlas. Nuestro objetivo es repartir como es debido todo el dinero destinado a este servicio. Queremos usar ese dinero para promocionar actividades concretas, con objetivos claros, y para ello estamos definiendo bien nuestros proyectos, para que el dinero se destine correctamente y para gastarlo todo. Ese es nuestro objetivo: que los recursos y los medios disponibles lleguen donde son necesarios.
Quieren obtener una imagen del euskera en Álava. ¿Cómo van a hacerlo?
Vamos a intentar que las personas que vayan a trabajar como técnicos estén cerca de la gente de la calle, ya que ellas serán las que nos ayudarán a conseguir esa imagen. En Álava casi el 40% habla o sabe euskera, es decir, es bilingüe o bilingüe receptor, y de ese porcentaje más del 80% tiene menos de 40 años. Por lo tanto, nuestro cliente es un alavés menor de 40 años que quiera aprender euskera. Nuestro reto es hacer que esos habitantes utilicen el euskera.
La situación del euskera en cada zona o cuadrilla de Álava es muy diferente. Por lo tanto, poner en marcha un solo plan para impulsar la lengua en todo el territorio será difícil, ¿no?
Sí, claro. Los más cómodo sería poner en marcha un sólo plan para todo el territorio. Pero en Álava hay ocho cuadrillas y la situación del euskera en cada una es muy diferente. Por un lado, hay que tener en cuenta que el 80% de los habitantes de Álava están en Vitoria, y que hay pocos pueblos de más de mil habitantes. Más concretamente, en Álava hay 26 municipios con menos de mil habitantes en los que menos del 30% son vascoparlantes. Así pues, teniendo en cuenta esas características, hay que definir planes concretos para cada pueblo o región. En la actualidad, en cada municipio se utiliza el Plan General para la Promoción del Uso del Euskera. Ese Plan está diseñado para adaptarse a los pueblos de Gipuzkoa y Bizkaia, pero en Álava no sirve. Aquí, en algunos pueblos sólo viven 500 personas y, por lo tanto, tenemos que intentar diseñar planes adaptados a cada uno de ellos, teniendo en cuenta cómo son esos pueblos. Y eso será imposible si no creamos una red de personas que conozcan los pueblos y sus alrededores. Justamente eso es uno de los retos principales que tenemos entre manos ahora mismo.
¿Para cuándo se creará esa red? ¿Tienen fechas concretadas?
Sería suficiente que estuviera creada para diciembre de 2009, pero ya sé que será difícil. Intentaremos impulsar que cada cuadrilla contrate un técnico de euskara y lo impulsaremos mediante una ayuda económica, similar al resto de los técnicos que trabajan en estas cuadrillas.
Si se quiere conseguir una Álava bilingüe, habrá que euskaldunizar a los inmigrantes además de a los habitantes. ¿Tienen alguna propuesta concreta para eso?
Tenemos claro que nuestro trabajo es en balde si dejamos fuera a los inmigrantes. La sociedad será bilingüe si todos sus habitantes son bilingües. Por lo tanto, si empezamos a dejar fuera a todos los recién llegados, lo llevamos claro. Hemos hablado con los responsables de educación y hemos puesto varias propuestas sobre la mesa para dirigir ese tema. En la actualidad HABE tiene en marcha varios cursos especialmente diseñados para inmigrantes y su seguimiento. Desde el Servicio Foral de Euskera se nos ha ocurrido poner en marcha barnetegis especiales para inmigrantes. Queremos hacer con los inmigrantes lo mismo que hacemos con los alaveses que están estudiando euskera.
En cuanto a la normalización del euskera, ¿cómo ve la evolución de Álava? ¿Va demasiado despacio?
Es difícil definir la situación del territorio, entre otras cosas porque es muy relativa. No es fácil decir si la evolución del euskera va demasiado despacio o demasiado rápido. Ocurre lo mismo cuando le preguntas a una feminista si las políticas sobre violencia y género van rápido o despacio o a un ecologista si las políticas relativas al medio ambiente van deprisa o despacio… Yo creo que con el euskera pasa lo mismo. Va despacio, pero si tenemos en cuenta toda la sociedad y el momento que estamos viviendo, podríamos decir que va a su ritmo. Si miramos atrás, se ha hecho mucho, pero si miramos hacia delante, queda mucho por hacer. Es difícil decir si estamos a medio camino o no. Creo que conociendo la realidad de Álava, si hubiésemos ido más rápido habría sido peligroso, ya que la realidad sociolingüística de aquí es más complicada que la de Gipuzkoa o Bizkaia. En Álava, al contrario que en otros territorios, todavía hay muchos euskaldunes bastante militantes, y creo que es algo que aporta riqueza al territorio. Según las últimas investigaciones del Gobierno, la media de uso de euskera de los habitantes bilingües era mayor en Vitoria que en Bilbao. Por lo tanto, se puede decir que avanzamos, si tenemos en cuenta de dónde venimos y cuál es la realidad lingüística de Álava. A finales del siglo XIX se decía que el euskera se estaba perdiendo, y mira, todavía estamos en el camino de la normalización, y seguiremos en él durante los próximos cien años.
¿Cree que las instituciones públicas de Álava han hecho los esfuerzos suficientes para recuperar y promover el uso del euskera?
Si cuando salió la Ley del Euskera en 1982 todas las instituciones hubiesen empezado a dar pasos, la situación actual sería mejor. Pero dicho esto, también hay que dejar claro que hay que medir bien esas intervenciones. A nivel europeo muchos ejemplos demuestran que la velocidad no garantiza el proceso de asentamiento de una lengua nueva. En el Estado Español también tenemos un ejemplo clarificador: en Valencia tienen la ley lingüística más bonita y fuerte pero no sirve para nada si luego las instituciones no garantizan el uso de esa lengua. Jokin Larrañaga (Azkoitia, 1961) El recorrido profesional de Jokin Larrañaga está muy unido al euskera. Estudió Filología Vasca y siempre ha tenido una relación muy estrecha con la lengua. De 1979 a 1986 fue profesor del euskaltegi IKA y, tras dejar ese trabajo, siguió siendo profesor de euskera en distintos centros. Los últimos cuatro años ha sido el responsable del Programa para la Normalización del Euskera en los Colegios conocido como Ulibarri. Desde septiembre es el responsable del Servicio de Euskera de la Diputación de Álava.