Ikerbasque empezó su andadura a principios de este mismo años. ¿Con qué objetivos se creó? ¿Quién pensó que era el momento de poner en marcha un organismo de estas características?
La verdad es que el Gobierno Vasco, en particular el Lehendakari Ibarretxe y los Consejeros de distintas áreas, estaban muy interesados en el hecho de la innovación, la creatividad y la ciencia. Se daban cuenta de que en este país hemos tenido una gran transformación industrial, y nos ha ido muy bien, pero creíamos que ahora necesitábamos otro tipo de transformación más orientada hacia el conocimiento porque estamos en una era en la que se hace otro tipo de economía basada en el progreso tecnológico, en la competitividad y la innovación. Aunque en la Comunidad Autónoma Vasca tenemos grupos de investigación potentes, no son lo suficientemente potentes como para competir en un mundo global en el que el arma de la innovación es tan importante. Ikerbasque es una fundación que, básicamente, tiene tres objetivos. Por un lado reforzar el sistema vasco de ciencia incorporando científicos que sepamos que ya cuentan con Currículums asentados y que no estén trabajando aquí, que estén fuera, que tengan unos Currículums que nos digan que son excelentes. Pero no se trata sólo de atraer a científicos con experiencia para incorporarlos a nuestro sistema de ciencia y tecnología, sino también reforzar el sistema vasco de ciencia creando los BERCs (Centros de Investigación Básica y de Excelencia), incorporar al mundo universitario y científico que ya tenemos centros de investigación básica pero con una categoría excelente en temas que sean relevantes para Euskadi. Ikerbasque también quiere que los investigadores y estos centros básicos sean referentes en el sistema vasco de ciencia. Son los estándares a los que tenemos que llegar.
¿Qué situación vivía el apartado científico en Euskadi en el momento de la creación de Ikerbasque?
Pues lo cierto es que sí hacemos investigación y que se está apoyando desde el sector público, pero no al nivel que exige el mundo en el que estamos incorporados. Tenemos que aumentar el porcentaje del PIB que se dedica a investigación. Por otro lado, tenemos grupos y centros de investigación potentes, pero nuestra media no va acorde con los niveles de renta, de calidad de vida y de bienestar de los ciudadanos, todavía estamos por debajo. Es como si estuviéramos en una economía en la que se pudieran comprar los bienes necesarios pero no se hubiera desarrollado lo suficiente en conocimiento y educación. Tenemos ahí una pata que está más coja y hay que reforzarla. Hay que hacer una política a medio y largo plazo porque somos conscientes de que, aunque en Euskadi haya grupos que hacen investigación de referencia y de mucha calidad, el problema está en que, en términos de investigación básica, la media de los investigadores no es lo suficientemente alta. Aunque haya gente que destaque, investigadores muy buenos, la media de investigación básica no está donde corresponde. Hay que hacer un esfuerzo adicional, es lo que Ikerbasque está intentando hacer.
¿Qué pasos sigue Ikerbasque para poder atraer a Euskadi a estos científicos?
A lo largo de este año hemos hecho una convocatoria para un total de 30 plazas de científicos con experiencia. Esto no quiere decir que sea gente mayor, es gente que ronda los 40 y los 50 años, pero no buscamos gente que tenga recién acabada la tesis doctoral. Es gente que ya haya publicado y que ya haya mostrado su valía en la investigación. A través de esa convocatoria han llegado muchos Currículums, hemos recibido más de cien. Entre ellos se ha hecho una preselección, han pasado por los comités de evaluación en el mes de junio y de esos se han seleccionado los mejores. Ahora estamos en el proceso de negociación con esos científicos porque son muchas cosas las que hay que negociar: las condiciones salariales, de trabajo, los grupos a los que se van a incorporar, qué necesitan como mínimo para poder empezar a trabajar... También estamos en el proceso de creación de los centros básicos de excelencia (BERCs). De hecho, dos de ellos van a ser presentados en el Patronato la próxima semana. Las fases preliminares ya están avanzadas: tenemos un estudio hecho sobre cómo podría ser un BERC sobre el cambio climático y otro sobre la ciencia de los neutrones. Con la autorización del Patronato empezaremos ya a tirar hacia delante con la creación de esos BERCs y queremos que estén en marcha para el próximo año, 2008. Queremos lanzar ya ahora los primeros pasos, de hecho ya hemos hecho una convocatoria para los directores de estos BERCs, pero no es algo que se pueda hacer de un día para otro, hay que contratar investigadores apropiados, definir las líneas de investigación... En cuanto a su ubicación, queremos que sean lo más cercanos a las universidades, que estén cerca de donde se hace la ciencia básica, pero todavía no tenemos claro si va a ser en Bilbao, en Donostia... Eso sí, van a estar ubicados cerca de los centros universitarios o en los propios centros universitarios.
Habrá profesionales que no compartan con ustedes la idea de traer de fuera otros profesionales de la investigación...
En Euskadi no somos muy científicos, somos una sociedad con una tradición muy industrial, muy de trabajadores, pero, al fin y al cabo, una sociedad que no se ha caracterizado por tener científicos muy punteros ni por apostar por el conocimiento a tope, y eso se nota. Hicimos una construcción de nuestra economía y un desarrollo económico y social basado en cosas que no tenían nada que ver con la ciencia. Tenemos que hacer un esfuerzo añadido porque, en términos de renta per cápita, de producción, de indicadores de calidad de vida... estamos bien situados, pero en términos de los indicadores de ciencia no lo estamos. Quizás no nos haya hecho falta o no hemos tenido esta sensibilidad hacia este tipo de desarrollo universitario y científico. Hemos hecho procesos de innovación, pero más de productos que de procesos.
¿Y no habría que intentar evitar que aquellos científicos e investigadores que despunten en Euskadi se marchen para desarrollar en el extranjero sus carreras?
Pues no creo que haya que evitar que se vaya la gente. Lo que hay que conseguir es que luego tengan la oportunidad de volver cuando quieran volver. Yo creo que es bueno que la gente se marche, aprenda y desarrolle unos años de su vida profesional investigadora fuera... Lo que sería un tremendo fracaso es que, si esos investigadores quisieran volver, no tuvieran un hueco en Euskadi, eso es lo que hay que impedir. Ikerbasque también tiene esa función, crear un caldo de cultivo a través del cual sepamos qué gente se ha tenido que ir porque quiere hacer un carrera investigadora fuera y que cuando llegue el momento en el que quiere volver tenga medios, ambiente y un sitio donde poder desarrollar su carrera investigadora, igual que lo podía haber hecho en la Universidad de California.
¿Dónde podríamos ubicar la inversión que se hace en Euskadi en investigación?
Lo que se invierte en Euskadi en investigación y en innovación es más de lo que se invierte en España. Pero si lo comparamos con la media europea, que es menor que la media estadounidense, todavía estamos por debajo. Aún así, no vamos a alcanzar lo que queremos de un año para otro, pero sí hemos iniciado un proceso que nos permitirá ir llegando hacia las tasas de inversión que otros países punteros en esta materia han alcanzado.
¿Qué retos y objetivos tendrán aquellos investigadores que vengan a Euskadi a trabajar?
Publicar y publicar. Hacer investigación de calidad que pueda ser homologada, que pase los filtros que el sistema científico impone. Es decir, que lo que tú has hecho sea evaluado por gente competente y digan que está bien y que, por lo tanto, te den autorización para publicar en revistas de prestigio. Evaluaremos el trabajo que vayan realizando y, en función de esas evaluaciones, se decidirá en qué condiciones van a poder seguir trabajando en el sistema vasco de ciencia y si merece la pena que continúen en él.
¿Dónde van a desarrollar su trabajo estos profesionales?
Depende de qué tipo de investigación y de qué tipo de investigador sea. Hay investigadores que, claramente, se podrán incorporar a grupos de investigación universitarios que ya estén funcionando; otros empezarán ellos mismos sus propios grupos investigadores, aunque sea a nivel modesto, y otros se incorporarán a grupos no necesariamente universitarios pero que forman parte del sistema vasco de ciencia, como los que están en parques científicos, que no pertenecen al sistema universitario vasco, pero que están muy interrelacionados. A todos estos investigadores se les ofrecerá un contrato fijo y unos salarios en línea con los existentes en el sistema vasco de ciencia.
¿Cuánto invertimos en este apartado?
Estamos ya elaborando el presupuesto para el próximo año, pero todavía es pronto para hablar de cantidades económicas. El que tenemos ahora es suficiente para los fines que nos hemos marcado para este año. En 2007, el Gobierno Vasco invirtió 1,7 millones de euros en Ikerbasque. Con ese montante hemos hecho la convocatoria, la contratación de investigadores y el avance en la creación de los dos BERCs. También hemos hecho una reunión de Patronato a lo largo del año, y ahora en septiembre tendremos otra. Como principales conclusiones nos dijimos que tenemos que seguir trabajando a tope, que esto no es algo que se haga de un día para otro, se necesita un cierto tiempo para dar los frutos que queremos. Y también que este país sí tiene capacidad de atraer científicos, y que sí hay científicos que quieren venir aquí a desarrollar su trabajo.
¿Y cuál va a ser el camino a seguir por Ikerbasque en 2008? El próximo año volveremos a hacer convocatorias para atraer a científicos, pero nos estamos planteando hacerlo de otra manera. Queremos hacer previamente convocatorias a los grupos para que nos digan qué grupos de investigación del sistema universitario vasco tiene ganas de tener científicos de excelencia incorporados a sus filas. Por lo tanto queremos detectar las áreas en las que hay mayor demanda de científicos. También queremos incorporar otro tipo de alternativas, como por ejemplo que necesariamente no tengan que venir aquí y quedarse cinco o seis años, dar la posibilidad, por ejemplo, de años sabáticos. Y valoraremos la posibilidad de crear más BERCs. Mari Carmen Gallastegui
(Bergara, 1945) Mari Carmen Gallastegui nació en Bergara (Gipuzkoa) en 1945, está casada y tiene tres hijos. Es catedrática de Fundamentos de Análisis Económicos en la Universidad del País Vasco, donde ha impartido la docencia durante más de treinta años. En 1991 fue consejera de Economía del Gobierno Vasco y ha sido investigadora sobre cuestiones muy diversas a lo largo de su carrera. En 2006 le otorgaron el Premio Euskadi de Investigación en la modalidad de Ciencias Sociales y Humanidades, convirtiéndose en la primera mujer en recibir este galardón, y el Premio Nacional de Economía y Medio Ambiente. Desde 2007 está al frente de la Fundación Ikerbasque.