356 Zenbakia 2006-07-14 / 2006-07-21

Gaiak

La radio española en la transición democrática (1975-1982) (II/II)

MURELAGA IBARRA, Jon

Profesor de la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación de la Universidad el País Vasco-Euskal Herriko Unibertsitatea (UPV-EHU)

4. LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN POSTFRANQUISTAS. ENTRE EL ALCAZAR Y EL PAÍS

Los medios de comunicación de masas jugaron un papel fundamental durante la Transición. La labor informativa de la prensa se convirtió en la vanguardia de la libertad de expresión en España ya que no esperó a la aprobación de la Constitución ni a los resultados de las elecciones generales para aún contraviniendo los reglamentos ejercer el derecho de la información como afirma Esquivel Hernández (n.d):

“(…) la prensa fue el primer destinatario de la restauración de las libertades. No fue preciso esperar a la Constitución de diciembre de 1978, ni a las elecciones generales, para que los periodistas fueran ya beneficiarios de la libertad recobrada después de a muerte de Franco. (…) Antes de que los electores pudieran votar libremente, los periodistas que quisieron estaban ya ejerciendo su profesión en libertad y contribuyendo con su trabajo diario a las elecciones libres, muchos de ellos arriesgando inclusive el pellejo desde los años de la dictadura, especialmente en publicaciones como Cuadernos para el Diálogo, Triunfo, Destino, Hermano Lobo y Cambio 16, entre otras”.

La prensa diseñó consciente o inconscientemente una doble labor social: por un lado, informar y ayudar a entender a sus lectores las reformas que se estaban produciendo en el ámbito público (partidos políticos, elecciones generales, amnistía, sindicatos, libertad de expresión, democracia, sistema parlamentario…) y colaborar en los debates de la ideas y los proyectos y, por otro lado, acomodarse dentro del espectro político de la época. Sin duda alguna la Prensa adquirió un protagonismo especial dentro de este contexto ya que mientras en la situación pretransicional se caracterizaba por su sometimiento a las doctrinas del movimiento en la Transición se emancipa del Poder Político para ejercer el control del Poder. Ésto, no obstante, no fue la tónica en el cien por cien de los casos ya que dentro de la España dividida por la muerte de Franco existía una serie de cabeceras de periódicos como “El Alcazar”, “Abc” o el semanario “Fuerza Nueva” fieles al antiguo régimen como asegura Sinova (1995):

“Sería un error (…) pensar que todos los medios de comunicación realizaron una contribución similar e igualmente positiva. En este caso es necesario realizar distinciones, pues hubo medios que no pudieron ponerse en la línea de contribución de los demás y hubo otros que se situaron precisamente frente a la Transición. La televisión, y en parte la radio pública actuaron en unos casos como vehículos de freno y esporádicamente como incentivos. El gran papel desempeñado por los periódicos y revistas. ¿Qué títulos?. Algunos periódicos que provenían de la situación anterior: sobre todo, “Ya”, “Informaciones”, “ABC”. Los nuevos periódicos: “El País”, “Avui”, “Diario 16”, todos ellos nacidos en 1976”.

La referencia diaria más clara y estudiada de la época la constituye sin duda la fundación el 4 de mayo de 1976 del diario “El País” que desde el primer momento se erigió como el tótem del progreso y de las libertades informativas. Adoptó una línea editorial progresista e identificada con las aspiraciones de la España del cambio desestimando las opciones de conservadurismo político e ideológico, lo que le granjeó el apoyo incondicional de una importante base de lectores como indica Esquivel Hernández (n.d):

“El País, cuyos lectores eran en su mayoría electores del PSOE, abrió sus páginas a la opinión izquierdista y se convirtió en adalid del proceso democrático, al grado de dominar el mercado del diarismo español, en formato tabloide europeo, y se volvió rentable pronto con un 46 por ciento de ingreso de publicidad. (…) El País postuló, desde su aparición de forma sistemática, las tesis del Partido Socialista Obrero Español (PSOE); fue comprensivo con el Partido Comunista, de Santiago Carrillo y Dolores Ibarruri La Pasionaria; se mostró crítico y severo con la Unión de Centro Democrático (UCD), y actuó como implacable –y a veces injusto- martillo de Alianza Popular (AP). En el delicado tema religioso se declaró descarada y militantemente laico y, en ocasiones, anticlerical”.

La gran aceptación de “El País” no fue del agrado de los sectores más reaccionarios (extrema derecha) y en octubre de 1978 el diario sufrió un atentado en el que un trabajador perdió la vida. Esto no hizo cejar en el empeño a sus periodistas y trabajadores y el 24 de febrero de 1981 “El País” registró el record de ejemplares vendidos (quinientos noventa y un mil) tras el fallido golpe de Estado.

Otras dos referencias de esta época los constituyen los diarios vascos “Deia” y “Egin”. La línea política y la composición accionarial mayoritaria de la primera se sitúa vinculada o cercana al PNV. Posee redacciones en Bilbao, Donostia, Vitoria-Gasteiz y Pamplona-Iruña, su redacción es bilingüe (euskera y castellano) y ve la luz el 8 de junio de 1977 bajo la dirección de Ignacio Iriarte Areso. El primer número del diario “Egin”, por su parte, se retrotrae al 29 de septiembre del 77. Se trata de un proyecto informativo que trata de dar voz a una gran masa social de izquierdas e independentista vasca que no encuentra acomodo informativo en la prensa existente. “Egin” nace de la ilusión de veinticinco mil cuentapartícipes y miles de contribuyentes bajo la dirección de Mariano Ferrer y ciento cincuenta trabajadores.

En cuanto a la televisión, que todavía era en blanco y negro y con horarios de apertura y cierre, cabe destacar, que a partir de la década de los setenta se convirtió en el electrodoméstico rey. Toda la programación televisiva se concentraba en los dos canales del Ente Radio Televisión Española (RTVE), el primer canal de Televisión Española (TVE) y el UHF1. El primero de ellos ofrecía concursos (Un, dos, tres, responda otra vez, por ejemplo), series de televisión (Curro Jiménez, Cañas y barro, La barraca, Fortunata y Jacinta, Los gozos y las sombras, Ramón y Cajal, Verano azul, La casa de la pradera, Poldark, Raíces, entre otros), largometrajes y variedades (El circo de TVE –Gaby, Fofó, Miliki y Fofito-, Heidi –dibujos animados-, Más vale prevenir –programa de salud-, El Hombre y la tierra –programa sobre naturaleza-), y el segundo documentales y espacios minoritarios2.

Según Palacio (2002) la televisión realizó una doble labor en el desarrollo de la Transición:

“En primer lugar (…) trató de erosionar los valores sociales que la dictadura había permeabilizado en la sociedad española. No debe olvidarse que bien motivado por el contexto de crisis económica en el que se desarrollaron los años de la transición o bien por el imaginario social que había emanado del franquismo, lo cierto es como indican todas las encuestas para la opinión pública española hasta el año 1977 o 1978 los valores de paz, orden y estabilidad (el miedo a la repetición de la guerra civil explicarían algunos) son bienes prevalentes frente a los de libertad y democracia. Ciertamente, TVE se esforzó y mucho en contrarrestar para los ojos y oídos de la “España profunda” los riesgos de la involución política (…) Y en segundo lugar, se necesitó legitimar simbólicamente el incipiente régimen de libertades creando al margen del rancio oficialismo del franquismo un estatuto nuevo en el espacio público para la clase política y para sus actividades.”

El cine español también comienza con su “pequeña” apertura. En 1977 finaliza la censura cinematográfica y se convierte en el gran año del destape3. Para entonces, algunas actrices del renombre de María José Cantudo (“La trastienda -1976-), Marisol (“El poder del deseo” -1976) o Ana Belén (“La petición” – 1976) ya habían exhibido sus encantos en la gran pantalla. Por otro lado, algunas películas extranjeras clasificadas como pornográficas comienzan a emitirse en España (“El último tango en París” y “Emmanuelle”, ambas en 1978) junto a otras aptas para todos los públicos (“La guerra de las galaxias” -1977-, “Superman” -1978- o “Grease” -1978, entre otras). 5. POLÍTICA RADIOFÓNICA ESPAÑOLA DE 1975 A 1982. EL BOOM DE LA INFORMACIÓN RADIOFÓNICA

La política radiofónica de la Transición se resume en la cobertura jurídica de la que se dotó al medio. El bienio 78-79 es clave para entender los cambios de la radio española ya que se aprueban dos leyes fundamentales: El Plan Técnico Nacional de Radiodifusión Sonora (27 de octubre de 1978) y El Plan Técnico Transitorio del Servicio Público de Radiodifusión Sonora en Ondas Métricas con Modulación de Frecuencia (8 de junio de 1979).

a) El Plan Técnico Nacional de Radiodifusión Sonora: mediante este plan se reelaboró el mapa de emisoras de onda media para ajustar su número a los acuerdos de la Conferencia de Ginebra (22 de noviembre de 1975). En total se establecieron 249 emisoras de OM con licencia de emisión (142 públicas y 107 privadas). El Plan Técnico Nacional de Radiodifusión Sonora potenció la radiodifusión pública como referente hegemónico de manera cuantitativa y cualitativa ya que al número total de emisoras se les debe añadir la mayor potencia de emisión de las mismas lo que redunda en una mayor cobertura territorial.

En 1978 se incorporó a la radiodifusión española Radio Cadena Española de la fusión de la Red de Emisoras del Movimiento (REM), Cadena Azul de Radiodifusión (CAR) y Cadena de Emisoras Sindicales (CES).

b) El Plan Técnico Transitorio del Servicio Público de Radiodifusión Sonora en Ondas Métricas con Modulación de Frecuencia: este segundo plan establecía la concesión mediante concurso público de trescientas nuevas licencias de FM entre 1980 y 1982. De igual manera, supuso el inicio de una nueva radiodifusión pública (“Catalunya Ràdio” –Catalunya-, “Eusko Irratia”- País Vasco y “Radio Galega”- Galicia-) de cobertura reducida y desarrollo autonómico.

No cabe duda de que el Plan Técnico Transitorio del Servicio Público de Radiodifusión Sonora en Ondas Métricas con Modulación de Frecuencia representaba un giro aperturista en el panorama radiodifusor español. Si el Plan Técnico Nacional de Radiodifusión Sonora de 1978 se puede considerar como una reorganización del conjunto de propuestas radiofónicas dentro del nuevo contexto transicional español y de cumplimentación de los acuerdos de Ginebra, el Plan Técnico Transitorio del Servicio Público de Radiodifusión Sonora en Ondas Métricas con Modulación de Frecuencia determina la apertura del conjunto de propuestas radiofónicas del Estado que favorece la competencia entre empresas (públicas y privadas) y la multiplicación de la oferta en beneficio de la audiencia.

“El Plan Técnico de la FM de junio de 1979 supone también la confirmación del duopolio franquista (RNE y SER), pero en el reparto posterior de las 300 emisoras, en medio de una grave crisis interna entre las distintas familias políticas que integran la UCD de Adolfo Suárez, que precede a la Victoria del PSOE en las elecciones de octubre de 1982, el Plan Técnico de la FM de 1979 introduce de facto una brecha en el sistema oligopolístico, promoviendo la creación de nuevas cadenas radiofónicas (Antena 3) o el crecimiento y desarrollo de otras ya existentes (Cadena Rato, Cadena COPE), que amenazarán la situación de privilegio de la Cadena SER en la radiodifusión comercial” (Balsebre, 2002: 482).

A continuación se expone la evolución cronológica de la política radiofónica española de la transición:

· 1978. Real Decreto 2.648/1978, de 27 de octubre (BOE de 9 de noviembre). Se aprueba el Plan Técnico Nacional de Radiodifusión Sonora. Orden Ministerial (Ministerio de Cultura) de 10 de noviembre de 1978 (BOE 13 de noviembre).

· 1979. Real Decreto 1.43371.979 de 8 de junio (BOE de 18 de junio). Se establece el Plan Técnico Transitorio del Servicio Público de Radiodifusión Sonora en Ondas métricas con Modulación de Frecuencia.

· 1980. Ley de 10 de enero de 1980. Se compete al Estado la distribución de frecuencias y potencias.

· 1980. Orden Ministerial (Ministerio de Cultura) de 28 de agosto de 1980 (BOE de 30 de agosto). Se desarrolla el Real Decreto 1.433/1.978, de 8 de junio sobre Radiodifusión Sonora en Ondas Métricas con Modulación de Frecuencia.

· 1981. Se adjudican 120 licencias de FM para toda España, excepto Cataluña y País Vasco.

· 1981. Orden Ministerial (Presidencia del Gobierno), de 25 de marzo (BOE 27 de marzo). Se desarrolla la segunda fase del Plan Técnico Transitorio del Servicio Público de Radiodifusión Sonora en Ondas Métricas con Modulación de Frecuencia aprobado por Real Decreto 1.433/1.979 de 8 de junio.

· 1981. Real Decreto 3.302/1.981 de 18 de diciembre (BOE de 13 de enero de 1982). Transferencias de concesiones de emisoras de radiodifusión.

· 1982. Orden de 19 de febrero de 1982 (BOE de 25 de febrero). Se establece el plazo para la presentación de solicitudes de concesión de emisoras en FM y se relacionan las 140 emisoras que contemplan el Plan Técnico Transitorio de 8 de junio de 1979.

· 1982. Orden Ministerial (Presidencia del Gobierno) de 11 de agosto de 1982 (BOE 14 de agosto). Se elevan a definitivas las concesiones provisionales de emisoras de radiodifusión a las que se refieren los artículos 3 y 5.1 del Real Decreto 2.648/1.978 de 27 de octubre. 6. EL 23-F. LA NOCHE DE LOS TRANSISTORES Y EL SECUESTRO DE LA LIBERTAD

Sin duda el 23 de febrero de 1981 fue el momento más tenso de la Transición española. A las 18:00 horas dio comienzo la votación para la elección de Leopoldo Calvo Sotelo como nuevo presidente del Gobierno. A las 18:20 doscientos guardias civiles irrumpieron en el hemiciclo a las órdenes del Teniente Coronel Antonio Tejero Molina quien pistola en mano gritó la ya celebre frase <" ><<" ><¡Todo el mundo al suelo!>. Había comenzado el golpe de estado que paralizaría España. A los primeros instantes de estupor por el secuestro del Congreso le sucedieron largas horas en las que la sociedad civil vería tambaleada la frágil democracia.

El plan contemplaba la toma de la Cámara Baja, la intervención de la División Acorazada Brunete y la incorporación al golpe de los capitanes generales tras el bando militar que el mismo día hizo público en Valencia, a través de todas las emisoras de la capital, el Teniente General de la III Región Militar Jaime Milans del Bosch quien decretó el estado de excepción de su zona y asumió el mando judicial. Una vez tomado militarmente los puntos geoestratégicos se crearía un nuevo gobierno militar a las órdenes de una personalidad (<" ><<" ><autoridad militar competente>>) que nunca se ha hecho pública.

Radio Nacional de España (RNE) y la Cadena SER, que estaban emitiendo en directo el acto de investidura, mantuvieron la comunicación con el exterior durante los primeros minutos hasta que recibieron la orden de interrumpir la emisión. Contraviniendo estas órdenes la SER dejó el micrófono abierto y de esta manera los diputados pudieron sintonizar sus receptores desde el interior y tener cumplida información de lo que estaba sucediendo en el exterior. El 23-F fue el acontecimiento de mayor relevancia radiofónica en la historia de España según algunos estudiosos del medio como Lorenzo Díaz (1997: 496-498):

“El papel decisivo de este medio ha llevado a prestigiosos profesionales a afirmar que el golpe fracasó precisamente por la actitud enérgica de Rey y por la Radio. Fue una nueva victoria del transistor (…) un sondeo realizado después del golpe indicaba que un 89 por 100 de la población había seguido acontecimientos a través de radio, siendo la SER la emisora que había obtenido la audiencia máxima”.

Las emisoras de radio fueron las encargadas de informar a los españoles de lo que estaba sucediendo en el hemiciclo. Era la primera ocasión para que la radiodifusión postfranquista demostrara su madurez y lo hizo desde la cordura y la información. La noche del golpe de estado se conoce como la noche de los transistores ya que todo el país estuvo pegado de manera individual o en familia a las noticias que de los millones de transistores que había en España se oía.

Ni el Capitán general de Madrid ni el Jefe De Estado Mayor apoyaron el golpe. A la una de la madrugada el Rey intervino en la televisión mostrando su apoyo incondicional al régimen constitucional. El golpe había fracasado.

Como repulsa a este hecho, el 27 de febrero millones de ciudadanos se manifestaron en toda España a favor de la libertad y la democracia. 7. CONCLUSIONES

Los medios de comunicación contribuyeron en la época de la Transición a la apertura informacional del país. Fueron los nuevos hacedores de la opinión pública. De una opinión pública heterogénea, abierta y plural. En muchos casos realizaron labores educativas de los valores y virtudes de la democracia. Constructores, en pocas palabras, de la democracia.

La Transición política española no es sólo el comienzo de un nuevo escenario político sino el prólogo de un contexto de apertura general del que también participan los medios de comunicación y en concreto la radio. La libertad de prensa, el boom informativo de los medios de comunicación y la necesidad informativa de la sociedad son tres de las características más destacadas de la época histórica de análisis. Nada hubiera sido igual sin alguna de estas tres particularidades.

Sin duda alguna La noche de los transistores (23 de febrero de 1981) marcó el inicio de una carrera meteórica de la radio en España. Existe un antes y un después de este acontecimiento. Un antes marcado por el regio control de la censura que aunque en los últimos tiempos de la dictadura (Dictablanda) se había suavizado marcó largas décadas de radio en España. Un después de orgullo mediático de aquel medio que contra cualquier intento había mantenido informada a una sociedad.

Con la Democracia llegaron las tertulias. Un nuevo género de charla no siempre sosegada pero formulada desde la necesidad de hacer olvidar cuarenta años de silencios y tijeretazos. BIBLIOGRAFÍA

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