271 Zenbakia 2004-10-08 / 2004-10-15
Los últimos años del franquismo no fueron fáciles para aquellas personas que no se identificaban con el Régimen. En aquella situación todos los caminos para expresar las ideas estaban limitados, especialmente en el País Vasco, y los escritores opositores debían dar a conocer sus pensamientos más íntimos mediante otros medios. Y si el problema era grave en general, lo era aún mucho más en el caso de escritores disidentes, como Martín de Ugalde, que trabajaban con unos objetivos claramente políticos.
Martín de Ugalde regresó al País Vasco peninsular en el año 1969, con la condición de no implicarse en la actividad política. Una vez aquí comprobó la penosa situación en la que se desenvolvían la lengua y cultura vasca, “Euskal Herria nola zegoen!1” en palabras del escritor. Ante ello Ugalde se planteó la necesidad de una labor pedagógica que mostrase a sus conciudadanos la importancia de esos valores. Pero, como es de suponer, esta intención hubo de chocar inevitablemente con el muro de la censura. Por otra parte, el escritor no podía escribir en los periódicos y, además, el tratamiento de muchos temas estaba prohibido, algunas ideologías totalmente criminalizadas... Al mismo tiempo, el trabajo que se llevaba a cabo en la clandestinidad no era suficiente dado que alcanzaba a muy pocas personas. Por tanto, la iniciativa no era fácil pero, a pesar de ello, Martín siguió adelante con ella, tratando de encontrar una vía que le permitiese llevar a cabo su labor. Esta vía la encontró en la entrevista realizada a personalidades de prestigio. Asimismo, para facilitar la labor de publicación, decidió recurrir a editoriales de fuera de Euskal Herria. 1979. Con Arzalluz, Zabala y Chillida en Bilbao. Fotografía: CD "Martin Ugalde, kazetariz idazle" (Diputación de Gipuzkoa).
Con estos planteamientos Ugalde publicó tres libros: Hablando con los vascos (1974), Síntesis de la Historia del País Vasco (1974) y Hablando con Chillida, escultor vasco (1975). Paralelamente a la preparación de estas obras escribió numerosos artículos y entrevistas en la revista Zeruko Argia. Un libro, una idea básica
Desde un comienzo Martín de Ugalde tuvo muy claro que los trabajos recogidos en los mencionados libros no constituían materiales dispersos, sino que se integraban en un proyecto más general. De este modo, en el libro Hablando con Chillida reconocía cuál era su intención: “eludir el peligro de caer en la debilidad de la reiteración cómoda de una fórmula tan reciente con la que creía haber contestado a una pregunta esencial2”. Por tanto, en estos libros existe un intento de responder a una gran pregunta fundamental. En el caso de Hablando con los Vascos esa intención principal se expresa nítidamente cuando dice que pretende “presentar lo vasco en un ámbito de credibilidad capaz de sortear las inhabilidades propias de estos días”, “mirando hacia el futuro que llevan en germen los días de nuestro presente3”. Para desarrollar estos planteamientos siempre elegirá especialistas destacados en diferentes áreas del conocimiento: antropología, lingüística, arte... Finalmente, la intención de Ugalde es presentar el País Vasco como una realidad propia, todavía viva a pesar de encontrarse amenazada.
En el libro sobre Chillida también se aprecia una intención, aunque diferente tal y como hemos visto. Así, en la larga entrevista mantenida con el escultor, además de analizarse la realidad vasca, Ugalde trata de profundizar en las relaciones y las influencias que sobre el artista suponen la lengua y la realidad, dando en resumidas cuentas una visión de la filosofía y el pensamiento de Chillida.
Finalmente, en el libro Síntesis el contenido fundamental viene expresado por el propio título. En esa lectura periodística de la historia vasca Ugalde defiende que la nuestra está claramente diferenciada de la francesa o española. En muchos aspectos es una continuación de Hablando con los vascos, libro con el que mantiene muchos nexos, por ejemplo cuando recoge algunas entrevistas de aquel en éste. Los censores no eran tontos
Con estas intenciones Ugalde hubo de utilizar muchos y variados trucos a fin de dar a conocer su pensamiento. Por ejemplo, en algunas entrevistas se vio obligado a realizar auténticos malabarismos para lograr llevar el tema al terreno deseado. Ello se ve muy claro, por ejemplo, en la entrevista mantenida con el Padre Arrupe, Prepósito General de los jesuitas. Veamos un ejemplo cuando hablan de las provincias religiosas:
MU: La provincia de Loyola, ¿es la que corresponde al País Vasco?
PA: Sí, incluye Álava, Guipúzcoa, Navarra y Vizcaya.
Y en la siguiente pregunta Ugalde lleva el tema al terreno político:
MU: ¿Nunca se decidieron a bautizarla: “de Vasconia”, por ejemplo, como las de Cataluña y otras, todas las demás?
La respuesta no tiene tanta importancia debido a que el mensaje principal ya ha sido dado. En el caso del padre Arrupe Ugalde tuvo una magnífica oportunidad para desarrollar su proyecto, dado que los franquistas no podían denunciar las opiniones de un alto cargo de la Iglesia y lo cierto es que el escritor no desperdició la oportunidad. Por otra parte, el periodista siempre está muy presente en estas entrevistas, no se esconde, y en ocasiones las preguntas son más extensas y están más desarrolladas que las propias preguntas. 1997. Hijo predilecto de Andoain. Fotografía: CD "Martin Ugalde, kazetariz idazle" (Diputación de Gipuzkoa).
En este conjunto de trabajos Ugalde utilizó también otros trucos como puede ser, por ejemplo, en la Síntesis la mención de una bibliografía muy especial. Así, recogía en ella libros del exilio o sin censurar, trabajos del lehendakari Agirre, la editorial Ekin, el historiador Ildefonso Gurrutxaga, Isaac Lopez Mendizabal..., esto es, nombres y entidades que el Régimen tenía por enemigos. En este contexto es muy curiosa la mención a un artículo, varias veces citado: “El nombre Laurak-Bat y la unidad nacional vasca”; al margen del contenido el propio título daba a conocer el mensaje de Ugalde. Los censores pronto se dieron cuenta de la auténtica intención de estos libros, tal y como ha documentado Joan Mari Torrealdai. Así, el censor A. Albisu criticó duramente Hablando con los vascos diciendo que “este libro está escrito con verdadera mala intención (...) las preguntas, mezcladas hábilmente con otras anodinas, van llevando a los interviuvados a donde quiere el autor. A hablar del hecho diferencial vasco. El resultado es un libro tendencioso4”. Sin embargo, la censura no pudo impedir la difusión de unos libros que se convirtieron en auténticos best-sellers de la época. En ellos apreciamos el principal logro y triunfo de Ugalde quien supo encontrar, en tiempos muy difíciles, caminos para defender su libertad de expresión al tiempo que impulsaba la amenazada cultura vasca. 1UGALDE, Martin eta TORREALDAI, Joan Mari: Andoaindik Hondarribira Caracasetik barrena, Jakin eta Euskalgintza Elkarlanean Fundazioa, Donostia, 1998, 139.or. 2Hablando con Chillida, escultor vasco, Txertoa, Donostia, 1975, 11.or. 3Hablando con los vascos, Ariel, Bartzelona, 1974, 11. eta 13. or. hurrenez hurren. 4TORREALDAI, Joan Mari: La censura de Franco y el tema vasco, Kutxa Fundazioa, Donostia, 1999, 101.or.