117 Zenbakia 2001-03-30 / 2001-04-06

Elkarrizketa

Amelia Baldeón Iñigo: "Con el nuevo museo de arqueología multiplicaremos por cuatro la superficie actual"

DIAZ DE MENDIBIL, Ismael

Elkarrizketa: Amelia Baldeón Iñigo Amelia Baldeón Iñigo, Directora del Museo de Arqueología de Alava "Con el nuevo museo de arqueología multiplicaremos por cuatro la superficie actual" * Traducción al español del original en euskera Ismael Diaz de Mendibil El Museo de Arqueología de Alava, el único de esta especialidad en la Comunidad Autónoma Vasca, apura sus últimos meses en el Palacio de los Guevara. En un par de años, si se cumplen los plazos de los gestores de la Diputación Foral de Alava, se trasladará a un nuevo edificio, junto al Museo de Naipes. Con ello, se quiere centralizar la oferta cultural de la capital alavesa en el Casco Medieval, ya que, a escasos metros de ambos museos, podremos contemplar las obras de rehabilitación de la Catedral de Santa María, y no mucho más lejos, abrirá sus puertas el Museo de Arte Contemporáneo. Al frente del Museo de Arqueología está Amelia Baldeón, y con ella profundizamos en esta y otras cuestiones. Desde hace 22 años es la directora del Museo de Arqueología de Alava. ¿Ha dejado a un lado el trabajo de campo, el trabajo a pié de obra en las excavaciones? Efectivamente, ya no trabajo habitualmente en excavaciones. Pero sí de alguna manera, ya que al estar al frente del museo, estoy al tanto de todo lo que se está haciendo en el territorio en materia de arqueología. Por ejemplo, una de nuestras obligaciones es visitar todos los yacimientos en los que se está trabajando. Uno de los yacimientos en los que usted trabajó fué Atapuerca. ¿Qué trabajo realizaron allí? Nosotros excavamos desde el Neolítico hasta la Edad del Bronce, esto es, desde el 4000 antes de Cristo hasta el 1000 antes de Cristo, esos tres milenios. Es una etapa más moderna que la que se está estudiando en estos momentos. La ubicación también es diferente, ya que nosotros trabajamos en "El Portal de la Cueva Mayor", el acceso desde el cual se pasa a una enorme galería interior que tiene varios kilómetros de longitud, y también varios pisos. No tiene nada quever con la trinchera del ferrocarril, donde ahora mismo se están recogiendo restos humanos. Nosotros descubrimos depósitos increíbles de la Edad del Bronce, esto es, pinturas, ofrendas a muertos y huellas humanas de hace 3.500 años, en perfecto estado de conservación. Atapuerca es considerado un hallazgo único. ¿Dónde reside su importancia? Atapuerca muestra la historia de la humanidad. Empieza hace un millón de años, y termina en la época en la que nosotros trabajamos, alrededor de 1000 años antes de Cristo. No es un descubrimiento aislado, sino un hallazgo que muestra el devenir del ser humano. Durante un millón de años, por Atapuerca anduvo, vivió gente, y realmente, esa sensación es única; allí se siente el pálpito de la presencia humana prolongada en el tiempo. Además, en mi opinión, la gran aportación de Atapuerca, es una nueva forma de difundir la arqueología. Deja de ser el reducto de unos pocos entendidos, y se convierte en conocimiento para toda la población. Así, los ciudadanos nos hacemos partÍcipes del proyecto de Atapuerca, lo apoyamos, lo conservamos y lo tomamos como propio. También trabajó en el proyecto internacional que indagó en el asentamiento de balleneros vascos en Canadá. ¿Cómo recuerda aquella experiencia en la península de Labrador? Hablamos del año 1565. Por aquel entonces, una gran helada imposibilitó la vuelta al País Vasco del buque San Juan, que quedó medio hundido en la bahía de la península de Labrador. Los arrantzales rescataron lo que pudieron del barco, y pasaron el largo invierno allí. Muchos de ellos murieron a consecuencia del frío. Hay que decir, que los vascos cazaban ballenas en Red Bay, aprovechando su grasa, que era una gran fuente de riqueza del momento. Durante el invierno montaron un auténtico poblado; hoy en día, todavía se conservan los hornos, las pequeñas casas, el tratamiento de la grasa de las ballenas (cómo las cortaban, cómo las despedazaban, la cocción, los toneles donde metían la grasa...)... En aquella época,cuando partían desde Pasajes de San Juan, no iban vacíos, ya que era un peligro ante posibles tormentas, con lo que llenaban el barco de tejas y tablas de madera para la fabricación de toneles. Esas tejas todavía se pueden ver en Canadá. Sin embargo, la investigación comenzó con el descubrimiento de unos documentos, en los que la viuda del armador del buque iniciaba un largo proceso para cobrar de los seguros, las indemnizaciones correspondientes al barco, mercancías... Ese documento, descubierto 400 años después, nos dió la pista para la investigación sobre dicho asentamiento. De hecho, se hicieron dos excavaciones, una en tierra, en la que excavamos los asentamientos, las casas de los balleneros, y otra, realizada por submarinistas en el barco, que estaba en perfectas condiciones. Trás ese descubrimiento, ¿es usted de las que piensa que los vascos cruzaron el Atlántico antes que Cristóbal Colón? Seguramente, pero no tenemos un documento que confirme tal afirmación. En los siglos venideros su presencia es evidente en Terranova, Labrador, Costa Este... Y no sólo los vascos, también los vikingos eran pobladores de aquellas zonas del planeta. Cambiando de tema, durante un tiempo compatibilizó la dirección del Museo y la Universidad. Sin embargo, al final decidió dedicarse en cuerpo y alma al Museo. ¿Echa de menos la docencia, las clases de la Universidad? El Museo es un espacio infinitamente creativo, variado, muy rico, y francamente, con más riqueza y mayor contacto con la vida diaria que la Universidad. Por otra parte, el Museo tiene entre sus objetivos, la investigación, al igual que la Universidad. A su vez, tiene otra faceta importante, que es hacer fácil, ameno y agradable el conocimiento. Vamos, que lo entienda todo ciudadano que se acerque al museo, desde el investigador hasta el albañil. Nosotros debemos trasladar el conocimiento a la sociedad, es esto lo que nos mantiene vivos, y lo que satisface mi faceta de docente. Además, sigo en contacto con la U.N.E.D.,mediante una tutoría, a la que considero un sucedáneo de dar clases. Habla de trasladar el conocimiento a la sociedad, hoy contamos con nuevas tecnologías que nos abren un sinfín de posibilidades. Sí, y de hecho dentro de un programa de necesidades básicas, que hemos planteado para el nuevo Museo de Arqueología, hablamos de esto. Planteamos, por ejemplo, que la biblioteca tenga puestos de consulta tradicional, en formato de libro, pero que la mayoría de puestos de lectura estén conectados a la red, cada uno de ellos con su correspondiente pantalla. Creemos que precisamente es en la arqueología, donde tiene más sentido la aplicación de nuevas tecnologías, porque nos posibilita reconstruir lo que no vemos, y es más, nos lo reconstruye sin tener que tocar los objetos originales. Imagínese que ahora vamos a poder contar cómo eran las termas romanas y los baños públicos que han aparecido en el pueblo alavés de Arcaya. Vamos a visualizarlo en un video virtual, en tres dimensiones, de manera que el ciudadano se va a poder meter en las termas, pagará el derecho a baños, dejará la ropa, se bañará en las piscinas, hará ejercicios... Será muy diferente a ver cuatro frías piedras en Arcaya, en el lugar del hallazgo. ¿Es partidaria de centralizar todos los hallazgos arqueológicos en un único Museo, o por el contrario, prefiere crear museos específicos para aquellos yacimientos que así lo requieran por su importancia y particularidad? En cuanto a materiales, creo que hay que centrarlo todo en el Museo de Arqueología, por una sencilla razón, que no es otra que la conservación. Los materiales requieren unas condiciones mínimas de temperatura, de humedad, de control constante. Si tuviésemos que trasladar esas condiciones a varios yacimientos del territorio sería carisimo, además que exigiría un número de personal tan elevado, que resultaría inviable. Es más, si planteamos una visión histórica de la arqueología de Alava, la fragmentación de patrimonio no ayuda en nada y entorpece eltrabajo de los investigadores. Con todo esto encima de la mesa, yo mantendría un único Museo, pero en yacimientos relevantes como Iruña o La Hoya, haría lo que en otras zonas se denomina "Centros de Interpretación" o "Aulas Arqueológicas". Hay que hacerlos interpretables para el público. Lo que no puede ser, es que el visitante vaya al yacimiento, y vea una serie de piedras amontonadas, con unos tabiques bajitos... Por ejemplo, en La Hoya, nosotros planteamos que allí mismo se levante una calle, tal y como estaba, con sus casas, sus objetos... Y es aquí donde aparece Don Dinero. Claro, ese es el tema. Pero eso es lo que se está haciendo en Castilla, en Cataluña... No digamos nada de Inglaterra, donde llevan haciendo unas reconstrucciones inmensas desde la década de los 60 (granjas vikingas, campamentos romanos...) En el caso del poblado romano de Iruña Veleia, nosotros tenemos la idea de reconstruir una casa romana, mediante la cual se facilite la compresión de todo el yacimiento. Gracias a esa casa, podremos ver los mosaicos, el mobiliario, el vestuario... Muchos proyectos los que tienen ustedes entre manos... A mí me gusta ser optimista. En Alava tenemos unas buenas condiciones, pero debemos mejorarlas. Tenemos el único Museo de Arqueología de la Comunidad Autónoma Vasca, era el único hace 25 años, cuando se creó, y sigue siendo el único, porque en Gipuzkoa no hay museo, y en Bizkaia sólo hay dos salas dedicadas a esta especialidad. Además, en unos años el Museo dejará este edificio "Palacio de los Guevara", que ya tiene 400 años, y pasará a un moderno edificio, junto al Museo de Naipes. Sí, y multiplicaremos por cuatro la superficie actual, que es de unos 650 metros cuadrados. A nivel de servicios, podremos reagrupar todas nuestras sedes actuales en una sola, y por si esto fuera poco, simultanearemos varios grupos de visitantes a la vez, algo imposible en este edificio hoy en día. El continente del nuevo museo será un edificio contemporáneo, que no nos pondráningún condicionante para la exposición de la colección. En resumen, será un edificio absolutamente abierto y flexible para nuestro trabajo, y para posibles necesidades que nos puedan surgir en un futuro. Una de las condiciones que tiene el proyecto arquitectónico es posibilitar una oferta museográfica amplia. Queremos contar con una gran zona de recepción de visitantes, tanto para los que accedan al Museo de Arqueología, como para los que sólo quieran visitar el Museo de Naipes o la numismática. En breve, se pondrá la primera piedra, así que la última... una bonita fecha, sería el 2002, pero no está en mis manos. Y a todo esto, ¿no habrán visitado más alaveses el Guggenheim que el Museo de Arqueología? Creo que no. No obstante, espero que sean muchísimos los que acudan al Guggenheim, pero que también sean muchos los que vengan aquí. Cualquiera que sale de su ciudad, tiene como una especie de obligación de ver todo museo, museíto o pequeña obra que se le presente. En cambio, lo que tenemos a la vuelta de casa, lo desconocemos. Este museo tiene una estrella en la guía Michelín, que es la guía que utilizan todos los extranjeros, y claro, vienen todos. Tenemos una media de 25.000 visitantes al año, si tenemos en cuenta que somos unos 220.000 vitorianos, estamos dando unos índices de visita similares a países como Alemania o Holanda. El museo actual está en la calle Correría, y el nuevo estará en la Cuchillería, ambas calles pertenecen al Casco Medieval de Vitoria Gasteiz. ¿Satisfecha con la ubicación actual y la futura? Somos parte de la historia de la ciudad. Cuando la ciudad debatía sobre posibles ubicaciones del Museo de Arte Contemporáneo, existían dos posibilidades: Una zona noble como el entorno de Armentia, o una zona castigada, muy urbana, en la calle Los Herrán. Yo aposté, desde un principio, por la zona más urbana, de mayor contacto con la gente. Los museos no son templetes de cinco cultivados, que van al museo a extasiarse, a ver obras que les dejan anonadados.A los museos debemos ir todos a deleitarnos, porque forman parte de nuestra vida y red urbana. Además, la obligación de los museos es colaborar con el progreso de la población, de los que se nutren y a los que sirven. Es de esta manera como creceremos en conocimiento, cultura y calidad de vida. Le preguntaba por el Casco Medieval, porque los gestores de Vitoria Gasteiz confían en él, como foco turístico de la ciudad. El Casco Histórico de Vitoria Gasteiz tiene la virtud de mantener su trazado original, lo que desde el aire le da esa forma de almendra. Esa es una virtud a explotar, pero esto no quiere decir que debamos transformar esta zona en una postal. Hay que mover el Casco Viejo, hay que darle vida, tiene que venir gente joven a vivir aquí, y, desde luego, no puede quedarse como una zona de tránsito. Tampoco veo positivo, el que en este lugar se ubiquen un montón de residencias de ancianos o se dé un local a todas las asociaciones de la ciudad. No puede ser una zona que dé miedo entrar, una vez cerradas las tiendas. Museos, hoteles, exposiciones como la de la Catedral de Santa María... hay que oxigenar el Casco Medieval, no fosilizarlo. Fotografías: Ismael Diaz de Mendibil Euskonews & Media 117.zbk (2001 / 3 30 4 6) Eusko Ikaskuntzaren Web Orria