Elkarrizketa: Ramon Barea Ramon Barea, actor y director teatral " Si el teatro se está formando de una forma natural es porque los que estamos en él hemos querido abrirlo al exterior" * Traducción al español del original en euskera Estibalitz Ezkerra Lleva mucho tiempo trabajando en el teatro y ha pasado por toda serie de situaciones. Se alegra de que se esté recuperando la costumbre de ir al teatro, aun cuando las obras actuales carezcan del toque reivindicativo de los de antaño. Últimamente se encuentra sumergido en tres representaciones, una de las de las cuales, "Los emigrados", muestra aspectos hasta ahora no tratados sobre la emigración. Comparando la situación actual con la de la década de los 60, en la que tuvo lugar la revolución del teatro vasco, ¿percibe algún cambio? Sí. En 1969 en Euskadi se formó el grupo "Cómicos de la legua", uno de los primeros en representar obras teatrales independientes, lo cual era reflejo de lo que se venía haciendo en todo el Estado. Querían luchar contra el teatro comercial. Era, por decirlo de algún modo, teatro marginal. Sus componentes eran jóvenes, pero aun así fue el primer grupo profesional de Euskadi, y a partir de entonces se empezó a crear en Euskadi un circuito de teatro alternativo. La presencia del teatro llegó a ser habitual en las fiestas y semanas culturales, porque hasta entonces no existía esa costumbre. Era la época franquista, eran años de militancia política clandestina, y el teatro evolucionó a la par que los movimientos sociales. Antes, la actividad política de los actores, cantantes, escritores y demás era mucho mayor; a veces incluso mayor que su actividad profesional. Una obra mala desde el punto de vista artístico podía llegar a tener éxito debido a su contenido político. Pero las canciones y obras teatrales actuales ya no transmiten exclusivamente mensajes políticos; la gente exige más a la estética, hay varios mensajes. Antes todas versaban sobre la militancia antifranquista, impulsaban una políticade izquierdas, pero hoy en día, dentro de esta cultura de izquierdas puede haber de todo, y eso influye a las actividades sociales y culturales. Antes la pretensión política era más evidente, pero hoy en día la frontera no está tan clara; la situación política es distinta. En aquella época había una serie de autores que servían de referente. ¿Quizá la ausencia actual de autores de peso condiciona la situación del teatro? Los intelectuales y escritores actuales de Euskal Herria no están unidos. Haberlos sí que los hay, pero no se debe únicamente a la falta de referencias culturales. Hemos pasado de un solo centro de atención a una pluralidad, y de ahí a una cultura de izquierdas indeterminada. El día internacional del teatro los grupos de actores reivindicaron que se les hiciera un hueco a las pequeñas voces. ¿En qué situación se encuentra nuestro teatro ante la universalización? En Euskadi no hay una organización teatral. La universalización se está extendiendo a muchos campos; es un monstruo que va destruyendo las culturas: los programas de televisión se copian unos a otros, los cantantes igual, y esas cosas acaban por perjudicar a las particularidades culturales. En el caso de Euskadi, ya que queremos subsistir como nación, deberíamos proteger esos rasgos de la identificación cultural, hacerles un sitio. Tratándose de un país que desea subsistir, me sorprende que no estén protegidos. En cuanto al teatro, se debería crear una entidad dramática nacional y fomentar las compañías permanentes. Un teatro nacional no se establece por decreto ley, como en su día se hizo con la Orquesta Sinfónica de Euskadi o con Euskal Telebista; hay que gestionar actividades culturales, hay que sembrar la semilla para luego recoger los beneficios. El teatro se está formando de una forma natural porque los que estamos en él lo hemos querido abrir al mundo, no porque se nos haya dado tal oportunidad. Algunos actores se han dado a conocer al pasar a la televisión. ¿Perjudica eso al teatro?No me parece que le perjudique. Antes, cuando había sólo un canal de televisión, la diferencia entre los actores de televisión conocidos y los no conocidos era muy grande. A los que no salían en la televisión se les trataba como si no pertenecieran al oficio. Pero hoy en día es frecuente que caras conocidas no lleguen a enganchar al público, y en cambio las que no lo son tanto se vuelvan famosas. Yo no creo que el hecho de trabajar en televisión perjudique a los que no trabajan en ella. No tienen nada que ver. El teatro ha salido adelante, sigue habiendo obras teatrales ¾ algunas muy buenas¾ que atraen a mucha gente, independientemente de quiénes sean los actores. A veces resulta difícil formar un grupo teatral, porque los actores trabajan en la televisión, pero forma parte del mundo laboral. La televisión no es más que un medio más. Cada uno decidirá trabajar en ella o no. ¿Qué nos puede decir acerca del público? En este último tiempo ha aumentado. La televisión sigue teniendo mucha audiencia, aunque la actitud del televidente es mucho más pasiva que la de la quien decide ir al teatro, al cine o a un concierto. Se está recuperando la costumbre de ir al teatro. No tiene por qué tratarse de una lucha contra la televisión, sino contra el aburrimiento, contra la falta de curiosidad. Al teatro se ha vuelto como colectivo social, dejando de lado la individualidad de la casa; ya ha pasado esa fiebre que antes había por la televisión, porque está llegando a aburrir. Me da la impresión de que la gente se está volviendo cada vez más selectiva, o al menos eso me gustaría. En los primeros años de la democracia nos solíamos fijar en los países democráticos de Europa, y nos chocaba que la gente se retirara tan pronto a casa. Esa tendencia a la individualidad me resultaba espantosa. A mí me gustan las actividades colectivas, transmite un calor y una energía que la soledad de la televisión no puede ofrecer. ¿Qué tipo de obra teatral cosecha más éxitos: la clásica o la moderna? Yocreo que las dos; no tiene por qué ser una relación de causalidad. El grupo Ur, por ejemplo, combina el teatro contemporáneo con el clásico, y su último trabajo está nominado a los premios Max, lo cual indica que suscita interés en todo el Estado. No hay un género que siempre funcione; quizás la comedia, aunque no sería del todo cierto, porque sería como decir que la gente va a ver obras cómicas porque le apetece reir. Es posible que la gente tienda a ver cosas divertidas, pero tanto al drama como a la comedia se les exige la misma formalidad. El público no es tonto. Lamentablemente, a la hora de averiguar qué será del agrado del público, se emplean criterios televisivos. Me deja atónito que el único programa que ETB dedica al teatro y a las artes escénicas se emita en un horario tan inadecuado. Alegan que no tiene la suficiente audiencia. Parece que estamos en un país de idiotas. No pueden compararse los programas de audiencia con los programas de interés. Parece mentira que para una televisión que funciona con el dinero de todos un programa cultural carezca de interés por no tener audiencia. Eso refleja la situación en la que vivimos; basta con mirar la prensa y comprobar cuántas hojas están dedicadas a temas banales y a la cultura. ¿La gente sabe valorar el trabajo? Aquí, al ser un país tan pequeño, tenemos una mentalidad muy cerrada. Todos se conocen unos a otros, desde siempre, y no creen que el vecino pueda ser mejor. Hay una mentalidad demasiado casera con respecto a temas culturales; hasta que todo el mundo diga que eres maravilloso, nadie te hace caso. No sé si será debido a nuestros políticos. Es muy bonito levantar un país y no fomentar su cultura, una cultura de marcada personalidad. Y esa tendencia está totalmente normalizada. Todavía no he visto ni a un solo político quejarse de la oferta cultural de ETB. No entiendo por qué no hay un teatro nacional. Antes estaba Antzerti, pero se fue a pique y ahora mismo no hay nada. Son vestigios de la dejadez, queme parecen muy graves para un país que lucha por su supervivencia. ¿Cuál es el origen de esa dejadez? Las instituciones. El oficio sigue estando ahí, y la actividad y el grupo también. Algunas obras han recibido el reconocimiento del estado español. La culpa es de la Administración, que no sé por qué no le ha interesado el teatro; quizás por ser algo minoritario, por no alcanzar el prestigio de forma inmediata, por tener un contenido ideológico. Crear una orquesta es muy bonito: carece de ideologías, todo el mundo aplaude, y la música no tiene ni patria ni fronteras. Lo de Orquesta Sinfónica de Euskadi suena muy bien, a pesar de que los músicos sean extranjeros y de que en Euskadi la enseñanza de la música no esté del todo estructurada. Las instituciones han creado ilusiones para obtener la orquesta y la televisión. Quieren hacernos creer que somos un país culturalmente estructurado casi en su totalidad, pero es mentira. Tenemos una base cultural, muchos rasgos culturales, pero no consentimiento. En el caso del teatro, en toda Euskadi no hay un sólo grupo que esté fijo en un teatro municipal. Eso para mí es absolutamente paradójico. ¿Se le puede augurar un buen futuro al teatro vasco? Yo creo que sí, pero porque somos unos proscritos y porque estamos acostumbrados a luchar por el consentimiento en medio de las adversidades con nuestros propios medios. A la gente que ha crecido en esas circunstancias no hay quien la pare; nada más desaparecer de un lugar aparecería en otro. En ese aspecto ya hemos alcanzado un cierto nivel y contamos con el beneplácito de actores y directores. Aparte de la Administración, el teatro vasco sigue trabajando, aunque es preocupante que su crecimiento y desarrollo no se efectúen con mayor esmero, habría que cuidarlos más. No recibe subvenciones porque no se considera rentable. En Euskadi no tiene una situación normalizada, y eso es lo que yo echo más en falta. Hay un público del teatro, pero no se le da tiempo para formarse; se aniquilaincluso antes de que nazca. Fotografías: Mikel Martinez Euskonews & Media 77.zbk (2000 / 5 / 5 12) gratuita | Abonnement gratuit | Free subscription Eusko Ikaskuntzaren Web Orria webmaster@euskonews.com http://ikaskuntza.org/cgiBanner/banner.cgi?datos=bizkaia&link=www.bizkaia.net/bizkaia/Euskara/Foru Aldundia/Kultura/eu cultu.htm http://ikaskuntza.org/
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