434 Zenbakia 2008-04-04 / 2008-04-11
Tenor de fama mundial. Nació en Bera/Vera de Bidasoa (Navarra), el 4 de abril de 1893. Estudió música merced a una beca que le concedió la Diputación Foral de Navarra. Debutó en la capital de Bizkaia con Amaya, de Guridi, y en Madrid, con Sansón y Dalila. Integró la gran compañía que acaudillada por María Llácer y el maestro Arbós realizó gira por España. Fagoaga marchó a Milán y lo escrituraron para en Nápoles sustituir a un tenor que había fracasado con La Walkiria, la que se representó ocho veces más cantada por el joven Fagoaga, que triunfó plenamente, como asimismo en Parma. Arturo Toscanini lo escuchó, quedó admirado de su bella voz y estilo y lo contrató; durante once años, en el coliseo milanés interpretó cientos de veces los personajes wagnerianos. Invitado por Sigfrido Wagner, Fagoaga se desplazó a Bayreuth; entusiasmó al hijo del autor de Lohengrin, hicieron gran amistad y Sigfrido le sugirió cantar las obras de su padre en alemán, lo que hizo poco después en Francfort con El ocaso de los dioses. Si bien Fagoaga se especializó en la producción de Wagner, abordó las de otros compositores e hizo verdaderas creaciones de Boris Godunov, Sansón y Dalila, Norma... Su nombre aparecía en los carteles junto a los de los célebres Pertile, De Angelis, Rosa Raissa, Merli, Gigli...
La época americana de Fagoaga de 1925, en la temporada lírica del teatro Colón de Buenos Aires, duró tres meses. Eestrenó también la ópera sudamericana “Tabare”, con letra de Zorrilla San Martín y música de Schiuma. Hizo, asimismo, la temporada lírica de 1929. A raíz de la guerra del 36 se traslada nuevamente a Buenos Aires desde San Juan de Luz, pero dedicándose sólo a la vida intelectual. Reanuda allí la publicación de la revista “Gernika” que editaba en Baiona. La colaboración en la revista que él mismo sostiene alcanza 37 artículos. Su actividad intelectual le había llevado además a ser uno de los colaboradores iniciales de la revista “Eusko-Jakintza”. Retirado del canto y residente en San Sebastián, intensificó su actividad literaria y de investigación. Fagoaga, que se relacionó con Unamuno y Pío Baroja, ha afirmado: “Cuando cantaba no era feliz y ahora con la literatura, si”. Sus dos últimas publicaciones fueron Los poetas y el País Vasco (San Sebastián, 1969) y El teatro por dentro (Bilbao, 1971). Para aquilatar su labor como ensayista, bastaría con citar algunos de sus trabajos que han visto la luz en las páginas de diferentes periódicos y revistas. Falleció en Donostia-San Sebastián, el 16 de marzo de 1976, habiendo sido inhumado en Bera/Vera del Bidasoa, su localidad natal.