Posiblemente, el 4 de diciembre, en Pamplona, Tahúres Zurdos ofrecerá su último concierto. Después, ¿qué será del grupo y, sobre todo, de Aurora Beltrán?
Voy a seguir tocando. De momento, en solitario. Estuve haciendo acústicos el año pasado y además tengo temas nuevos. Igual, autoproduciré otro disco, sin tener que dar toques a las compañías discográficas. Concierto en Tudela. Sala Noboo. 5 de Diciembre de 2003. (Foto: Intro Comunicación).
La retirada, la disolución ¿es real, sincera, definitiva o responde a una estrategia de marketing, de la que quizá no son conscientes?
Para nada. Es real y sincera. Prueba de ello es que hemos apostado por esa producción propia. Nosotros somos honestos. Actualmente, el mundo de la música es un muro. Antes tenía una parte cultural. Ahora, es sólo negocio. La música, los conciertos están en crisis. Hay demasiadas cosas en crisis. Nuestro último disco es un magnífico broche de oro. Hemos querido dejarlo en un momento en el que el grupo mantiene su dignidad. Y a quien más pena le da es a nosotros. Jode un poco no ver ahora más que elogios y expectación. Nos llaman de sitios de los que antes nunca han contado con nosotros.. Todo el mundo habla bien del que ha muerto pero mientras vivía era otro cantar. Me molesta que ahora se suba a los altares a Tahúres y antes no, cuando siempre hemos sido un gran grupo con un público fiel. Mujer y persona
En sus más de 25 años entregada a la música, ¿le ha favorecido el hecho de ser mujer?
No, precisamente. En muchas profesiones, la mujer, para ser respetada, se lo tiene que currar mucho más. Esto tiene su cara positiva, pues, en tal situación, ha tenido que correr mucho más y, si consigue ese respeto, se le valora. Recuerdo cuando me tocaba oír “piropos” como “tocas la guitarra tan bien como un hombre”. ¡Cómo si no hubiese mujeres guitarristas buenas!. El ser mujer te sirve como superación. Creo que todas las personas, hombres y mujeres, tenemos una energía y lo que debemos hacer es aprovecharla para llevar a cabo cosas, tareas buenas.
De verdad que no le han abierto puertas sus atractivos ojos azules, su rubia melena?
¡Qué va! (no puede retener la carcajada). Todo lo contrario. Nunca he utilizado esos resortes; me parecen mezquinos, porque siempre he considerado que tenía mejores cualidades. Además, ya he cumplido los cuarenta y eso se nota. Esos rasgos me han podido ayudar en algún momento determinado, en este mundo donde prima la imagen, pero por inercia, nunca porque yo los haya explotado. Existen más recursos que la parte meramente física.
En un sentido íntimo, ¿qué le ha aportado la música a su persona?
Todo. Lo que me ha pasado en la vida como Tahúres Zurdos, me ha marcado. La música me ha forjado la personalidad. El contacto con la gente te enseña muchas cosas. Ves la vida de una manera diferente, aunque, en el fondo, todos buscamos lo mismo: ser lo más felices posible. Encuentros de Navarra. 18 de Septiembre de 2003. Chesterfield Café. Madrid. (Foto: Prensa Quatto).
¿Cuáles son sus principales valores de la vida, los que estima e intenta seguir?
No matarás, no robarás... ¡Ja, ja! No, no soy moralista pero sí creo en la existencia de valores de peso. El ser humano debe intentar empatizar y no cortar cabezas para conseguir algo. Uno de los valores principales, no joder al prójimo. Sólo así puedes vivir bien en este mundo.
¿Se considera romántica?
Sí, mucho, pero no sólo en el aspecto amoroso sino en todos los demás. Por ejemplo, me han comentado que soy algo suicida al meterme en el complicado mundo de la autoproducción. Sin embargo, lo he hecho, por puro romanticismo, no por el dinero, evidentemente, pues lo que me ha costado lo podía haber empleado en otros fines.
¿Qué le dice la palabra amor?
El amor es la base de todo, de las relaciones personales, del trabajo, del entorno... Si no amas todo esto, serás infeliz. El amor es lo que da sentido a la vida.
¿Y la amistad?
Es uno de los principales valores. Son esas personas que forman parte de tu vida, que te apoyan de manera desinteresada. Saber que están ahí ya te ayuda, aunque estén a cientos de kilómetros.
Su retirada, la disolución del grupo responde a un mercado de la música en el que impera lo comercial sobre lo verdadero. Aplicado este concepto a la vida, ¿vivimos un momento, una etapa, una época de deshumanización?
En general, sí. Y se nota. Se quiere lo rápido, lo plano, lo práctico, lo impersonal. En la música, que es algo de lo que más influye en la vida de una persona –imagínate una semana, un mes sin música-, también está dejando huella.
¿Se siente una capitalista más?
Mira, vivo en un precioso pueblo en el que no hay tiendas. Con eso lo digo todo. Intento llevar una vida lo más normal posible. Concierto en Tudela. Sala Noboo. 5 de Diciembre de 2003. (Foto: Intro Comunicación).
Este sistema capitalista, consumista, ¿da o niega libertad?
Es una buena pregunta. En el fondo, sí, quita libertad. Me viene a la cabeza el tan manido tema de la liberación de la mujer y pienso que es una mentira. El trabajo de la mujer en la casa ha estado mal visto, ha recibido un mal trato. Cuando una mujer decide liberarse, encuentra un trabajo. En ese curro tiene que aguantar menores sueldos, ganarse el respeto y después regresar a casa para hacer las mismas labores que hacía antes. ¿Es eso liberación? Lo cierto es que cuanto más necesitamos, más nos esclavizamos. Esta sociedad pone cebos de cara al tener y esclaviza luego. Lo importante es saber que hay cosas que no se pueden comprar, como tener la conciencia tranquila.
¿Qué suprimiría de este mundo y qué le añadiría?
Me considero poca cosa para poder decidir. Si fuera dios.... De lo que estoy segura es que, si hubo algo que nos creó, pensó que éramos perfectos. Pero, al ir avanzando la civilización, algunas cosas buenas del ser humano se han convertido en no tan buenas. De todos modos, aunque suene a tópico, si pudiera, quitaría el hambre que se genera por todos los intereses creados. Acabaría con esa enfermedad tan letal como es el SIDA. Suprimiría la guerra, todo aquello que hace infeliz al ser humano. En el lado opuesto, añadiría un poco más de empatía. Que la gente pensase más antes de actuar. Que cuando vaya a mover ficha quien decide, lo piense, como un jugador de ajedrez. Una mirada a Navarra
Regresando a un entorno más cercano, ¿se considera profeta en su tierra?
No y sí, depende. Me considero reconocida en Navarra a nivel personal. Me siento muy a gusto en mi tierra. No guardo resentimiento alguno. Y si alguna vez lo he tenido, ya lo he olvidado. Por tanto, ¿profeta en mi tierra?, sí más que no.
Su vida en el campo, ¿ha sido una huida o una búsqueda?
Fue, simplemente, una cuestión práctica. Quienes nos dedicamos a componer, no tenemos horario y el medio rural era una forma de no molestar al prójimo. Mi casa posee gruesos muros, por lo que cuando toco los vecinos ni se enteran, está cerca de Pamplona y en un enclave maravilloso, en Usi, en el valle de Juslapeña, donde la gente es encantadora. Concierto del 25 aniversario de Radio 3. Casa Encendida. Madrid. (Foto: Fernando Bravo).
Su ciudad, Pamplona, ¿qué le sugiere?
Se trata de lugar donde he crecido, donde tengo mis amigos. Es una buena ciudad para vivir. Navarra en general es una buena zona para vivir.
Sin embargo, en varias ocasiones, se ha mostrado muy crítica, hasta opuesta con las fiestas de San Fermín. ¿Por qué?
No estoy en contra de las fiestas sino de las mutaciones. Yo nunca bebo. Entonces, nunca he entendido que gente normal se transforme a partir de las doce del mediodía del 6 de julio y vuelva a su ser a las doce de la noche del 14 de julio. Por otro lado, odio la suciedad, que se pueda mear en cualquier lugar, que se permita tirar basura en cualquier lado y a cualquier hora, meterse con una tía, dar un paliza por estar borracho... Si esto es sano, reconozco que soy muy rara. Pero no me refiero sólo a Pamplona sino a cualquier fiesta en la que ocurre esto. Puede ser San Fermín, la Blanca en Vitoria, la Semana Grande de Bilbao, da igual. Creo que se puede ir de fiesta pero de manera normal.
Por tanto, ¿enemiga de las tradiciones en favor de la modernidad o todo lo contrario?
Enemiga de las tradiciones obsoletas, de ésas en las que se utilizaba animales, en las que se tiraba a un burro de una torre o se arrancaba el cuello de un ganso. Las de este tipo son absurdas en los tiempos actuales. Ahora bien, cuando se trata de algo sano y bonito, me gustan.
Cómo ve su Navarra natal, social, políticamente.
Veo una Navarra de extremos. Pero no hay que olvidar cómo es una provincia. Y Navarra es una de las más grandes. Por ello, hay diferencias claras desde el norte hasta el sur. Sin embargo, es uno de los mejores territorios, con muchos factores buenos, como, por ejemplo, su huerta, cojonuda. En el fondo, es enriquecedor que en Navarra existan diferentes ideas y culturas. Concierto en Tudela. Sala Noboo. 5 de diciembre de 2003. (Foto:Intro Comunicación).
Mójese. Navarra independiente, en Euskadi o en España?
No lo sé. Hombre, resulta evidente que existen muchos nexos entre Navarra y Euskadi: el idioma, la cultura... Estos vínculos no se pueden negar. Pero la decisión sobre Navarra la deben tener los propios navarros.
Últimamente, ¿qué le ha preocupado más: los okupas del Euskal Jai o las inundaciones en Cortes?
Son dos problemas diferentes. Respecto al gaztetxe del Euskal, me fastidia que ante algo que se autogestiona, sin ayudas, y que los vecinos apoyan, de repente venga alguien y se lo cargue así, sin negociación alguna. En referencia a las inundaciones de la Ribera, es un problema más trascendente, más humano, más heavy, una tragedia humana.
Para terminar, ¿cómo se ve Aurora Beltrán dentro de treinta años?
Siempre me imagino vieja. La gente mayor me encanta. Pero, por desgracia, antes había un respeto hacia ella y ahora no, se ha perdido, incluso impera cierto desprecio. Los mayores tienen mucho que contar y mucho que enseñar. Cuando llegue a vieja, me gustaría estar lo mejor posible. Veo la vejez como un tiempo en el que tendré más tiempo para vivir y siempre siendo respetada. El mismo respeto que siempre ha caracterizado a Tahúres Zurdos y a la que siempre será su auténtica líder. Aurora Beltrán Nació en Pamplona el 26 de agosto de 1964, aunque desde muy niña vivió en Potasas, localidad minera muy cercana a la capital navarra. Como ella misma reconoce, le gustaba estudiar pero en 6º de EGB sufrió una dura decepción que le marcó. Por ello, tras finalizar el ciclo básico, cursó un año de Electricidad y se metió de lleno en la música. Para entonces, a los treces años, ya había compuesto sus primeras canciones. Una de ellas, “Muerte ven”, aparece en el último disco. En este terreno su buen hacer viene avalado por siete años de estudios en el Conservatorio de Pamplona, donde hizo hasta 5º curso de violín. Mientras tanto, alternó la música, su pasión, con diversos trabajos, como asistenta doméstica en casas de estudiantes y clases de música. Antes de Tahúres Zurdos, formó parte del grupo Belladona, que tuvo su momento y llegó a sonar por Navarra y provincias limítrofes. Fue a partir de sus veinte años cuando comenzó a vivir de lo que quería, de la música. Pero sus inquietudes no se limitan a este arte. De manera profundamente íntima, además de componer, escribe poesía y relatos cortos, que tal vez algún día vean la luz pública y muestren otra faceta creativa más de su persona. Incansable lectora, también dedica unas horas del día al deporte, a la gimnasia, pero eso sí, como ella asegura, “sin machacarme, para sentirme bien”. Casada desde hace dos años y sin hijos, pasa sus días en su casa de Usi, un pequeño y precioso pueblecito navarro del valle de Juslapeña, donde se siente bien, tranquila consigo misma y, sobre todo, con los demás, y donde encuentra esa inspiración para seguir componiendo, para mantener música en su corazón. Datos básicos de Tahúres Zurdos Componentes. Aurora Beltrán Gila; voz y guitarra. Manuel Beltrán Gila, alias “Lolo”, guitarra. Juan Manuel Ugarte, bajista. Javier Lizarazu, “Puntxes”, batería. Discografía. Ocho discos en estudio: Tahúres Zurdos, 1988. Tahuria, 1990. Nieve Negra, 1991. Árido, 1992. La caza, 1994. Azul, 1996. Tak, 1998. El tiempo de la luz, 2000. Dos recopilatorios: Tahúres Zurdos XIII (I), y Tahúres Zurdos XIII (II). Un directo: 17 años, 2004. Álbum más vendido. Nieve Negra, más de cincuenta mil copias. Premios. Dos nominaciones a los Premios de la Música; obtención, durante cinco años consecutivos, del premio de la revista HeavyRock a la mejor cantante de rock; y una gran variedad de galardones de diversas emisoras y publicaciones. Concierto más multitudinario. Las Arenas, en 1991 ó 1992, en el que el grupo congregó, junto a Mikel Erentxun, a más de 40.000 personas.