161 Zenbakia 2002-04-05 / 2002-04-12

Elkarrizketa

Javier Aguirresarobe: "Secretos del Corazón me conmueve especialmente. Es una película que está al 100% y en la que yo estoy al 100%"

SALA, Teresa

Elkarrizketa: Javier Aguirresarobe Javier Aguirresarobe, director de fotografía "Secretos del Corazón me conmueve especialmente. Es una película que está al 100% y en la que yo estoy al 100%" * Traducción al español del original en euskera Teresa Sala Acaba de terminar de trabajar en la última producción de Almodóvar y ya está rodando "Soldados de Salamina" con David Trueba. Hace apenas unos meses que subió a recoger el Goya por su trabajo en "Los otros" de Amenábar y ya tienen en mente empezar a trabajar en una producción francesa de Patrick Alessandrin. Él es Javier Agirresarobe, un hombre convencido de que "lo importante es hacer lo que te dicte tu propio corazón". Un eibarrés que decidió dar ese salto a Madrid porque confiesa estar "encantado" con el trabajo que hace y "fascinado" por ese arte llamado cine. Son cuatro los Goya que ha ganado como mejor director de fotografía. Se puede decir que el nombre de Javier Aguirresarobe es ya un clásico dentro de estos premios. ¿Cómo le ha llegado este último galardón? ¿Qué tal lo ha recibido? Cuando estás nominado a unos premios como los Goya siempre tienes la sensación de que te puede tocar, aunque todo es posible. Lo he recibido quizá con más alegría que en otras ocasiones o con el mismo entusiasmo, eso nunca lo pierdes, aunque sea el cuarto o el octavo. En este caso supone un reconocimiento a una película bastante especial, yo creo que es la más peculiar que he hecho, no en cuanto a mi trabajo propiamente dicho, sino a todo lo que ha supuesto esta producción. Nosotros teníamos que medir nuestras fuerzas con lo que puede ser la técnica americana, estábamos siempre en un punto de comparación y el haber superado ese reto me supuso una gran satisfacción. Trabajar como Director de Fotografía en una producción norteamericana como "Los otros", ¿supone un esquema de trabajo realmente diferente en cuanto a medios, gestión u organización? La producción ha sido completamente española pero la distribución tenía mucha fuerza yera americana. El nivel de exigencia tenía una importancia terrible en el transcurso del rodaje. Javier Aguirresarobe en el rodaje de "Tierra". La gran mayoría de profesionales en el campo del cine comenzaron colaborando en cortometrajes, ¿cuál es el espacio que la industria cinematográfica debería asignar a la producción de cortos? Todo el espacio que pueda. Creo que meterse en lo que puede ser un largometraje sin haber hecho antes ningún ensayo es un error. Para llegar a donde uno ha llegado hay que equivocarse y te tienen que dar esa opción; la posibilidad de hacer trabajos que sean más cómodos por su nivel de responsabilidad y en ese caso tenemos los cortometrajes como una pieza clave. Hay cortometrajes que exigen mucho pero hay que plantearse eso de cara al aprendizaje técnico, artístico y estético. Creo que en la actualidad se están haciendo muchos cortometrajes. Opino que la administración es consciente de todo esto, pero sigo pensando que toda ayuda es poca. En el libro editado por la Filmoteca Vasca, "Javier Aguirresarobe, en el umbral de la oscuridad", podemos leer que en su trabajo siempre da la sensación de tender a defenderse de la luz, el sol, el color... ¿Cómo ha afrontado la dirección de fotografía en la película de Almodóvar "Hable con ella", un director que relata dramas internos pero donde sus personajes se mueven en escenas con una estética llena de luz y color propios del Glam? Como en todas. Nosotros nos encontramos con las circunstancias de una luz natural. A veces, esta luz natural está de acuerdo con lo que queremos expresar en la película, pero no suele ser lo habitual. Está claro que desarrollamos nuestro trabajo desde las ocho de la mañana hasta las ocho de la tarde, tenemos un amanecer, un atardecer, y en medio unos momentos de sol bastante duros. En cambio, la secuencia que intentamos recoger en la película es una secuencia que transcurre con una auténtica y absoluta continuidad. Tenemos que manipular esa luz natural para que esa secuenciatenga, primero, una intención de luz que es la que nosotros hemos propuesto para esa secuencia y, en segundo lugar, que esa luz tenga un tono sin variaciones bruscas. Tenemos que estar continuamente tapando la luz, integrando nuestra luz propia, haciendo y deshaciendo todo lo posible. Ocurre lo mismo en general y en el caso de Pedro Almodóvar. Ha habido secuencias en las que he tenido mucha suerte con la luz natural, por ejemplo en lo que puede ser la habitación del hospital; pero también me he encontrado con que hay determinados planos que van en la dirección de la ventana con un exterior muy fuerte y he tenido que amoldarme para que ese exterior no quede tan brillante. Y es que, aunque la película tenga un tono lírico, en esa habitación se tenía que respirar la verdad de lo que ocurre en una habitación de hospital. Por lo tanto, hay que recuperar información del exterior y conseguir que se vean las figuras del interior. Casi siempre es muy normal en nuestro trabajo intentar manipular los elementos de luz natural de alrededor. Rodaje de "La fuga de Segovia". Euskadi cuenta con una plantilla de buenos técnicos y directores asentados en Madrid, ¿es una realidad sin solución? La mayoría hemos empezado a trabajar en Euskadi. Mi trayectoria, por ejemplo, empieza en el 79 con "El proceso de Burgos", luego vinieron "La fuga de Segovia" o "La muerte de Mikel". Producíamos prácticamente desde Donostia. Luego te das cuenta de que tienes que dar un salto a Madrid, y ocurre que la producción de Madrid te acoge de alguna manera y te da una cierta continuidad en el trabajo, tienes la posibilidad de hacer incluso dos películas al año. De todas las producciones en las que ha participado, tanto cortometrajes como largometrajes, ¿de cuál de ellas guarda el recuerdo más entrañable? Siempre hay películas favoritas, absolutamente redondas, con las que uno se siente identificado. Y aunque sea muy complicado extraer un título, para mí "Secretos del corazón" es una película que me emocionaespecialmente cada vez que la veo. Me identifico mucho con todos los ambientes, me parece que es una película que está al 100% y en la que yo también estoy al 100%. Nació en Eibar y creo que llegó a estudiar Óptica y Periodismo en Madrid. ¿Cómo fueron aquellos comienzos? ¿cómo llego a relacionarse con el mundo del cine? Siempre me ha encantado el cine. En aquel Eibar gris y lluvioso en el que yo nací las películas en Scope y Technicolor, suponían un acto lúdico y apasionante. Mi afición parte de que yo hacía fotografía cuando era sólo un niño, de la mano de un hermano que ahora es profesional, que también estaba fascinado por el cine. A través de la Óptica fui a Madrid, luego me integré en Periodismo y cuando pude di el salto a la escuela de cine. Era una escuela en la que se restringían mucho las plazas, en la que había un examen de ingreso bastante duro. Logré ingresar en la especialidad de cámara y eso me sirvió para adquirir una base técnica. Cuando terminé los estudios en la escuela no pude trabajar en cine hasta cinco o seis años después. En ese tiempo hice un poco de todo, lo que pude, y no fue fácil. Decidí romper con todo esto y volver a Donostia donde organicé una cooperativa con Berridi, Alberto Iglesias y José Ángel Rebolledo, entre otros. A partir de ahí se creó el germen del cine vasco, porque a partir de esa cooperativa hicimos "El proceso de Burgos" y parece que fuimos capaces de abrir una puerta hacia un nuevo cine. ¿Cuál es su método de trabajo? ¿Qué se plantea a la hora de empezar a trabajar en una película? ¿Cómo es el proceso? Por una parte leo el guión y mantengo una conversación con el realizador. Yo ya tengo unas ideas estéticas respecto a ese guión y lo que quiero es que confluyan mis ideas con las del realizador. Normalmente esto ocurre. El realizador a veces es técnico en imagen y si no lo es buscas en él algunos referentes. En otros casos los únicos referentes son algunas fotografías, algo que te sugiere el camino que puede seguir la película.La lectura del guión supone para mí la creación de unas atmósferas y de unos ambientes de luz y de color, y esta es la base que me impregna antes de ir al rodaje y que luego voy aplicando. Es casi un proceso automático. Ahora, por ejemplo, hemos empezado a rodar "Soldados de Salamina", de David Trueba. Yo sé que David me ha propuesto hacer una película valiente, como fueron algunas de los inicios, estamos rodando en super 16 y va a tener una post producción digital. Nos pusimos de acuerdo en que la película tenía que ser un film muy rápido, cámara en mano, una película como de reportaje. Lo más importante es que siempre tengamos una idea tremendamente clara de lo que tenemos que hacer. En algunas películas de cuatro o cinco semanas de rodaje vas un poco al vaivén de lo que ocurre cada día y haces que la película tenga sus momentos altos y bajos de trabajo fotográfico. Al final, el trabajo fotográfico termina por aportar un elemento inherente a la propia película, en lo que puede ser un discurso de definición fotográfica, definición de atmósfera y definición de ambiente que ayude y potencie la historia. "Días contados". ¿En qué se basa para decir que sí a un nuevo proyecto? El interés es primordial, es fundamental que el guión me guste. En algunos casos el interés de la película surge por ser de género. También puede surgir un interés de tipo social, con películas como "La muerte de Mikel" o "Días contados", por ejemplo. En otros casos el interés puede ser poético, como "Secretos del Corazón". Es primordial que el hecho de hacer la película tenga sentido. Para hacer "Soldados de Salamina", por ejemplo, he dejado otros proyectos que también podían haber resultado interesantes, pero a veces tienes que decidirte. A mí me ha salido desde muy dentro que tenía que hacer "Soldados de Salamina" por encima de los otros proyectos, aunque uno de ellos fuera internacional. Si puedes, tienes que hacer lo que te dicte tu propio corazón. En su opinión, ¿qué cualidades debe reunirun buen director de fotografía? Creo que lo que tiene que tener un buen director de fotografía es una preparación técnica bastante fuerte. En un rodaje, nosotros tenemos que combinar dos cosas: disponer de una serie de trabajos a realizar en el mínimo tiempo posible y unos conocimientos técnicos. Pero estos conocimientos los tenemos que tener en la piel, no tienes que recurrir a ellos, tienes que estar impregnado de ellos. Y esto es producto de una experiencia y de unos conocimientos que vienen de lejos. Después tienes que ser bastante intuitivo en lo que puede sugerir un espacio, la experiencia es un elemento clave, sobre todo para ir rápido. El nuestro es un proceso industrial y tienes que andar como una moto. También es necesario tener curiosidad por todo lo que está alrededor, tu mirada tiene que ser muy amplia en todos los sentidos. Hay que estar muy informado, y no solamente en el ámbito cinematográfico, también en el de la vida. Hay que estar muy al día. Nosotros llegamos a un espacio desolado, que no tiene nada, eres tú quien pone la luz y las decisiones hay que tomarlas a gran velocidad. Un momento del rodaje de "Hable con ella" de Pedro Almodóvar, secuencia de la casa del psiquiatra. En la foto Javier Aguirresarobe junto al equipo de cámaras. ¿Hay algún cineasta o fotógrafo que admire? ¿Algún tipo de trabajo que haya querido imitar? No hay uno sólo, son muchos. Yo siempre digo que yo tengo la tradición del cine francés. En los años 70, cuando yo estaba en la Escuela de Cine, había un director de fotografía francés llamado Cloquet que ha marcado mucho mi trayectoria. En cuanto al cine americano, las grandes películas que yo tengo en la cabeza son cintas en blanco y negro, y ya en la época más reciente, nombraría "Sed de mal", "La noche del cazador". No se puede seguir la guía de nadie, uno mismo debe hacerse su propia guía y su estilos, la influencia viene de muchas partes diferentes. ¿Después del rodaje de "Soldados de Salamina" tiene algún proyecto previsto?Posiblemente haga una película francesa, de Patrick Alessandrin, una comedia muy a la francesa con elementos técnicos muy interesantes para realizar y resolver. Otro momento del rodaje de "Hable con ella" de Pedro Almodóvar, en esta ocasión en la plaza de toros de Aranjuez. ¿Cómo se siente cuando vuelve la cabeza y ve todo lo que ha hecho en estos años? Si estás encantado con tu trabajo tienes que preservar ese trabajo y ese tipo de vida, y esto hay que hacerlo poniendo atención para que tu trabajo sea admirado y te surjan nuevos proyectos. Esta es la dinámica que me apetece. Nosotros tenemos un trabajo tremendamente liberal en el que nos llaman o nos dejan de llamar en relación al trabajo anteriormente hecho. Yo miro para atrás y veo que hay una evolución, el sueño de mi vida es seguir esa evolución y ver hasta cuándo o dónde puedo llegar. Javier Aguirresarobe (Eibar, 1948) Javier Aguirresarobe nació en Eibar y vivió una infancia y adolescencia inmerso en un claro proceso de inmigración y en una ciudad que estaba en la vanguardia industrial. Desde muy pequeño se sintió fascinado por el cine y recuerda con nostalgia "el color azul del mar en las películas de piratas en technicolor". Llegó a Madrid como estudiante de Óptica, más tarde practicó el Periodismo y, por fin, se graduó en la Escuela de Cine en 1972. A sus espaldas quedan títulos tan memorables del cine vasco y español como "La fuga de Segovia" (1981), "La muerte de Mikel" (1983), "Beltenebros" (1991), "Días contados" (1994), "Secretos del corazón" (1996), "Los otros" (2001) o "Hable con ella" (2002). Cuatro premios Goya y una larga lista de galardones cinematográficos. Fotografías: Javier Aguirresarobe y del libro "En el umbral de la oscuridad: Javier Aguirresarobe" de Jesús Angulo, Carlos F. Heredero y José Luis Rebordinos Euskonews & Media 161.zbk (2002 / 4 / 5 12) Eusko Ikaskuntzaren Web Orria