102 Zenbakia 2000-12-01 / 2000-12-15

Berrikusketak

La labor del pueblo vasco ante la cultura universal

APRAIZ BUESA, Angel

Berrikusketak Ángel de Apraiz Buesa "La labor del pueblo vasco ante la cultura universal" Título de la publicación: Primer Congreso de Estudios Vascos: recopilación de los trabajos de dicha asamblea, celebrada en la Universidad de Oñate del 1 al 8 de septiembre de 1918, bajo el patrocinio de las Diputaciones Vascas. Año de la publicación: 1919 Páginas del artículo: 493 497 Resumen: Personajes pertenecientes al pueblo vasco han aportado al arte, música, ciencias, exploraciones, religión, literatura, etc... sus obras y sus conocimientos. Presentación del disertante por el Sr. Elorza. Está encargado de desarrollarla el doctor Catedrático de la gloriosa e histórica Universidad de Salamanca, D. Angel Apraiz. En encomio de su labor cultural sólo he de decir, y éste es su mayor elogio, que el iniciador de este Congreso, el que sembró la semilla cuyo fruto todos hemos de recoger, es el ilustre conferenciante alavés que os va a dirigir la palabra. Si el éxito corresponde al grandísimo entusiasmo y brillantez de los actos realizados por el Congreso cuyo éxito yo creo que está descontado , la mayor gloria será para él que lo ideó, para él que, desde el primer momento, le prestó las luces de su privilegiada inteligencia y todas las energías de su decidida y tenaz voluntad. Sean estas palabras un elogio muy modesto de las cualidades que adornan al Sr. Apraiz. Yo pido al Congreso, y espero de él, que hoy tributará a su iniciador un homenaje cariñoso, entusiasta Y efusivo que se anticipe al que le ha de rendir Vasconia entera. Disertación del conferenciante ILUSTRÍSIMO SEÑOR. SEÑORAS, SEÑORES: Debía ser uno de los fines primordiales de este Congreso, colocar los asuntos que afectan a la vida de nuestro pueblo más profundamente, en un plano.de universalidad, lo que quiere decir que nos situemos ante el mundo con la consideración, examinemos lo que hemos hecho para él en esta fraternidad de trabajo que es nuestra vida sobre la tierra, y en tal estudio de relación aprendamos mejora conocer nuestros valores propios, con los cuales en el actual religioso momento en que se encuentra la humanidad y nosotros entre ella escuchando en la conciencia una vigorosa llamada, dispongamos nuestro lugar en la vida nueva que ya por todas partes asoma. Así, pues, en esta conferencia que se me ha confiado independientemente de mi voluntad, la cual hubiere deseado para tal tema el mejor disertante, y que va a ser muy breve, atendiendo a varias premuras , no penseis que voy a esfumarme por ensalzar inconsideradamente, de un modo que no lo creo propio de la severidad de los actos de este Congreso ni a vosotros os convencería, las glorias de nuestro país, fundándolas en la exaltación personal de tantos y tantos hombres insignes que en él nacieron. Si aquí se tratase de entonar himnos, más bien iría dirigido el que a mi de dentro me brota, al vivir tan callado como lleno de virtudes y austera ejemplaridad, de ese conjunto para tantos anónimo de nuestro pueblo: rico venero de personalidad que aquel ha podido defender en medio de las laxitudes y de las tormentas, con una continuidad de propiedades características, con sabias leyes y con instituciones, que el mundo ha admirado como superiores a las vicisitudes del tiempo, que supieron prever y que el genio de la raza, si se encuentra a si mismo, sabrá también dominar. Es la voluntad la predominante entre todas las cualidades vascas. Ella expresa las voces madres de nuestro ser sin el intermedio de representaciones, según una conocida idea, por medio de la música. Y así en este arte, con lo que tiene de subconsciente y de más íntimo, parece que es donde ha manifestado el alma de nuestro pueblo, multiformemente esparcida por los montes y los valles, todas sus arrogancias, sus regocijos, sus ternuras, todas las reconditeces de su misterio, en tantas y tantas inspiraciones de nuestro folk lore, cada día más conocido y celebrado. En el que el lirismo que se manifiesta no sólo en el elemento melódico, sino también en elcolor de la armonía, ofrece como ha notado un crítico que no es de nuestra tierra, una concordancia profunda y esencial, sin perder por eso su peculiaridad y distinción especialmente en el ritmo lleno de atrevimientos, con la sensibilidad europea, que participa con nuestros técnicos en la admiración y en la elaboración de tales motivos. Otra modalidad estética, de las que mejor ponen de relieve lo más genuíno de nuestro ser, la constituyen las artes plásticas; y respecto a ellas hemos podido igualmente ver en los estudios de los cursillos y las secciones, y yo he tratado de buscar la ocasión de mostraros, calmo en las líneas y las formas, ciertamente con preferencia al color, acaso más que por faltar el esplendor de éste en nuestro paisaje, cuya variedad consiste sobre todo en los matices, por ser tal elemento más externo y sensual y el alma vasca concentrada, interior...... se ha manifestado por medio de una muchedumbre innumerable y en su mayor parte desconocida de hombres de nuestro país, una aptitud también muy común en éstos para poner límite al espacio con la obra de sus manos. Ella se da desde.que la aplican a la ingenuidad humilde y llena de encantos por eso mismo, de una talla aldeana, hasta cuando, bien en nuestra tierra, o más frecuentemente y por desgracia, fuera, enhistoria que no está del todo estudiada todavía, recubren los monumentos con las ornamentaciones de su escultura o dirigen o levantan algunos de los más grandiosos y más perennes. Hablábamos antes de la voluntad como la facultad vasca predominante, y la energia y la constancia llevada a la tenacidad, dotes quede aquella se derivan y que respecto al vasco se han hecho proverbiales aunque acaso no siempre con benévola intención por parte del autor del proverbio, debemos elevarlas a la categoría de un blasón,en calidad de tal muchas veces costoso, ya que ellas, puestas en contacto con la realidad y con la historia, han originado las empresas, los hechos y los hombres mediantelos cuales nuestraacción se ha exteriorizado más. Si tratáramos de hacer una enumeración de tales recuerdos, pocos pueblos pueden presentamos tan gloriosos como los de las dilatadísimas navegaciones de los balleneros, y las mercantiles siempre portadoras de cultura, que a mediados del siglo XIVtienen la importancia que supone el implantar establecimientos permanentes en los Países Bajos y el dar origen a Ordenanzas cual las del Consulado de Bilbao de tan gran renombre... La parte que va esclareciéndose cada vez más, correspondiente a los vascos en el descubrimiento de nuevas tierras y la hazaña tan representativa del impulso de la raza que llega la primera con Elcano a dar la vuelta al mundo... Las de los exploradores, guerreros y conquistadores por todos los mares, hoy patentes respecto a las tierras del Perú, Nueva Vizcaya,California, Terranova, Molucas, y la introdución en China... Actividad que dura hasta la época actual, completada con empresas comerciales y bancarias por los más apartados lugares y sin que lo natural y espontánea que en ellos ha sido la obra, haya dado lugar la mayor parte de las veces ni a la reflexión que supone un relato... Las fundaciones de esos grandes emporios que son ya Montevideo y Buenos Aires, las colonizaciones de Legazpi y Urdaneta,los desvelos civilizadores de Zumárraga el primer Obispo de México, rodeado de auxiliares que el reclama de su Orden y de su país... Y en esta elevadísima esfera de la acción religiosa, tantos y tantos misioneros, tantos mártires de los que ya varios reciben el culto de la Iglesia y sobre todos la figura más trascendental de San Ignacio de Loyola, el vasco de espíritu adentrado, que quiere volverlo todo hacia Dios y con dos breves escritos, el de los Ejercicios Espirituales y el de las Constituciones, conquista el mundo y lo organiza. Aquí ya se nos ofrece unión tal de la voluntad con la reflexión, que rebasando no sólo la esfera de la actividad subconsciente, sino también la de la inteligencia empleada únicamente la actuaciónpersonal y sin tratar de influir en el mundo de las ideas, adquiere carta de naturaleza en él desde el momento en que las manifiesta con medios que han de sobreponerse al tiempo y al espacio, y principalmente con el de la palabra escrita.De ella, en la que propiamente pudiéramos llamar palabra vasca,la escrita en el lenguaje propio, tenemos relativamente un caudal menor del que corresponde a nuestra tradición oral. Refléjanse muchos de los sentimientos de nuestro pueblo, sobre todo los que revisten un carácter alegre, en las poesías del buen Etxepare; y la religiosidad tan acendrada y general en nuestro país halla su expresión y su alimento en los catecismos y libros de devoción cristianos, que si constituyen en todas las épocas literatura abundante, de la que principalmente se destaca ese libro de concentración del alma ante sus destinos futuros que es el Gero de Axular... Esta misma modalidad del espíritu vasco, formadora de lo que se ha llamado hombres de por dentro, la vemos también en los escritores que por causas de que luego hemos de lamentarnos, escriben en lenguas que no son la peculiar de su raza, pero dando en ellas muestra de las aptitudes de su genio propio que tratamos de señalar e influyendo de este modo, a veces considerablemente, en la cultura general humana. Así en la mística, dos navarros, el tiernísimo Fray Diego de Estella y el fuerte y vigoroso Malón de Chaide. Otra de las inclinaciones predilectas de tales escritores vascos ha sido la Historiografía. Y ya desde las crónicas del alavés sagaz y estoico D. Pedro López de Ayala en el que también,como ha apuntado un literato moderno, se muestra otra de las tendencias nuestras, si le consideramos en su flagelación de los vicios del mundo como jefe de la que se ha llamado escuela didáctica ; y desde las obras, no menos acompañadas de filosóficas reflexiones, del vizcaíno Lope de Salazar; hasta la historia tan completa y genuínamente nuestra de Oihenart y las clásicas de Henao, Moret y Landhzuri, vemosen las producciones de esta clase, pruebas del espíritu concienzudo y examinador del pasado que las engendrara. Teólogos, filósofos y humanistas no han faltado entre los hombres que nacieron en nuestro suelo. Por los tiempos en que se abría y se desarrollaba esta Universidad que con encanto ahora, vivimos, y alguno de cuyos alumnos como también otros vascos numerosos enseñaron luego en las renombradas de Europa, brillaban Fortún de Ercilla, Olave, Esquivel, Azpilcueta, Bañez, los Carranzas...,el filósofo Huarte, cuya originalidad muestra un germen que no ha dejado de prender muchas veces en nuestro país, aunque en hombres de menos valía. Tantos, en fin, de cuyos nombres no voy a hacer la lista dilatada que mis notas inéditas algunas, permitieran y que no consiente la brevedad del espacio que trato de ocupar. Pero sin que pueda prescindir de nombrar a uno, aludido en este local hace muy pocos días por palabra venerable, Francisco de Vitoria, el gran teólogo del siglo XVI, que, sin duda como vasco, fué de los que no escribieron, por lo que se le llama el Sócrates, alavés. Cuyo magisterio, consignado en notas de sus alumnos cuando allá; en Salamanca ante la imposibilidad de moverse se hacía trasportar a cátedra en una silla de manos, fué tan luminoso y su fe en la idea que desarrollaba tan recia, que contestó a Carlos V designándole el imperio de los cuerpos, mientras que él en el de las almas seguiría aún contra la oposición de tal prepotencia, divulgando sus cristianas y pacíficas doctrinas en que se ha formado el Derecho de Gentes. Existe también en nuestro país una tradición bastante antigua, y continuada de Academias y de estudios y publicaciones de ciencias sociales, matemáticas físicas y de observación, que hicieron sobresalir a los vascos en obras marítimas y de construcción, realizadas muchas de ellas fuera del suelo nativo la Sociedad de Amigos del País, que tuvo indudablemente sus gérmenes en las tertulias literarias y científicas que aquí encontraron bastanteambiente, dedicó de un modo predominante aunque no exclusivo sus esfuerzos, a los estudios que pudieran aumentar en el pueblo la prosperidad material. Pero igualmente por entonces y aún entre los propios Amigos, trata de cultivarse la poesía; y es ésta también una poesía didáctica, como la de las fábulas de Samaniego o las que Laurancín escribía en francés. Xerica compone, precisamente durante su vida estudiantil en Oñate, versos satíricos y amatorios. Viene luego el movimiento vascófilo de los Moguel y Astarloa, que se continúa durante el influjo del Romanticismo y da lugar a los poetas euskéricos de que tan bellas cosas se os han dicho durante este Congreso, y los cuales ni consiguen ni pretenden trascender al exterior. Si lo logran en cambio los músicos, que a mediados del siglo XIX se llaman Gaztambide, Arrieta, Gorriti, Eslava, y en nuestros días crean la ópera vasca y son por todas partes ensalzados sus nombres, que como todos los aún muy recientes o que viven entre nosotros, no tengo para qué pronunciar. Nuestros actuales y muy numerosos pintores, siguiendo la tradición tampoco perdida de nuestros escultores y arquitectos, con su fuerza de expresión interior y la seguridad de su técnica,alcanzan en todo el mundo la gloria que en él puede lograrse. Igual acontece con varios escritores aquí nacidos, los más vigorosos hoy entre cuantos se producen en lengua castellana, y que aún en ésta muestran las cualidades de la raza de que proceden y que se manifiestan en la concisa plenitud y en la violencia inquietadora. ¿Pero estos triunfos, como otros que alcanzan nuestros hombres de ciencia y los logrados en épocas pasadas que hemos tratado de recordar sumariamente, deberán bastar para satisfacer por completo la preocupación sincera que la misión y los destinos de nuestro pueblo inspiran seguramente a todos cuantos en estos días nos hemos reunido aquí, pues si así no fuera ignoro por qué nos habremos reunido? Para el afianzamiento de la personalidad vasca, de la colectivay ya veremos como más o menos inmediatamente para la misma individual, no podemos menos de estimar imprescindibles la conservación y el cultivo de la lengua peculiar,de esa lengua que yo mismo no conozco aún como quisiera y que considero sin embargo como la principal de las características propias, que no siempre han tenido esos vascos ilustres en la debida estimación. Pues las deseamos no sólo para que por ellas se nos conozca con nuestro nombre de vascos, aunque el nombre sea ya como una penetración en lo nombrado y por saber su nombre luchaba Tobías con el Angel, sino porque este manantial de virtud que hemos considerado al examinar las cualidades de la raza, empezaría por enturbiarse y a las pocas generaciones desaparecería, si le priváramos de la vena vital que de nuestras montañas viene, siempre fresca, a nutrirlo. Nuestra personalidad moriría con él, y arrastrados nosotros por un turbión de decadencia, pronto se borraría hasta el rastro de nuestro pueblo. Queremos ser y el vigorosoaliento que estos días hemos sentido, especialmente en los organismos más vitales, según esa mi idea, del Congreso, muestra que no sería nuestra ideal existencia la de un ente fosilizado, sino que se mantendría en las más elevadas esferas de relación. Hacia ellas vamos y tenemos que esforzar la vista, olvidar los prejuicios y dejar a un lado los obstáculos, para que no sea errado el camino. Y considerad todo un mundo nuevo que aquél nos ofrece. Es el mundo nuestro, que faltando a un humano deber habíamos desconocido y que aguarda el cultivo que a todos sus terrenos hemos de dar, para pagárnoslo con frutos, respecto a los cuales los que esta tarde hemos examinado solo deben ser como primicias. Porque cuanto uno más alcanza la plenitud de su ser, resulta por este mismo hecho más universal. Así el conocimiento propio, base del saber, y la concentración del esfuerzo que es el principio de toda acción, serán nuestras mejores ofrendas al patrimonio común de todos los hombres. HE TERMINADOEuskonews & Media 102.zbk (2000 / 12 / 1 15) Eusko Ikaskuntzaren Web Orria