Claves educativas para atender la diversidad afectivo-sexual en el contexto educativo

Aitor MARTXUETA PEREZ

Lagundu

Tesis dirigida por Juan Etxeberria Murgiondo en la Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación de la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea

Las personas con orientaciones afectivo-sexuales no normativas son personas estigmatizadas con un alto riesgo de exclusión social. La heterosexualidad normativa y la homofobia, generan un estrés particular, único, producido por pertenecer a una categoría social estigmatizada relacionada con la afectividad-sexualidad que contradice los valores sociales establecidos y que tiene consecuencias negativas en el bienestar psicológico de estas personas. Desde el marco conceptual denominado modelo de estrés de minorías (Meyer, 1995, 2003, 2007), se trata de relacionar los procesos de estrés vinculados a las personas no heterosexuales, como las experiencias de discriminación y violencia, las expectativas de rechazo, esconder y ocultar sus orientaciones afectivo-sexuales y la homofobia internalizada con el afrontamiento y salud mental de estos sujetos. A este respecto, uno de los mayores ámbitos donde las personas LGTB sufren mayor discriminación, violencia y rechazo es el ámbito educativo, siendo uno de los contextos más vulnerables y con mayor riesgo de victimización y exclusión. El acoso por motivo de orientación afectivo-sexual en el contexto escolar, denominado bullying homofóbico, tiene consecuencias negativas en la salud mental de los jóvenes LGTB y, se verifica que este acoso sufrido en el pasado deja una importante huella en el bienestar psicológico del sujeto. Este hecho, unido a la necesidad de crear redes sociales proveedoras de apoyo, las dificultades a la hora de aceptar la propia orientación afectivo-sexual y la aceptación por parte de los otros significativos de la homosexualidad constituyen factores susceptibles de influir en el bienestar psicológico de los sujetos. Junto a todo esto, las dimensiones de instrumentalidad y expresividad de la identidad de género son también factores que pueden influir en el bienestar psicológico.

Los resultados del estudio actual, realizado con 119 sujetos LGB, indican que el estrés que sufren los sujetos LGB por ser miembro de una minoría sexual influye de forma negativa en su salud mental (e.g., Meyer, 2003, 2007). Asimismo, el apoyo social es una fuente de fortaleza para estas personas y disminuye el estrés que sufren por motivo de su orientación afectivo-sexual (Meyer, 2003, 2007).

Foto: CC BY - Jose Taco Cruz

El acoso por motivo de orientación afectivo-sexual en el contexto escolar, denominado bullying homofóbico, tiene consecuencias negativas en la salud mental de los jóvenes LGTB.
Foto: CC BY - Jose Taco Cruz

Se confirma la prevalencia del acoso entre los sujetos LGB, fundamentalmente con relación al acoso por motivo de orientación afectivo-sexual. A este respecto, los sujetos que sufrieron experiencias de victimización en el contexto escolar/educativo por motivo de orientación afectivo-sexual son los que mayores niveles de depresión y ansiedad y menores niveles de autoestima y afectividad presentan si bien las diferencias no son estadísticamente significativas. Estos resultados apoyan evidencias empíricas que apuntan que el estatus de víctima parece ser relativamente estable durante el tiempo (e.g., Rivers, 2004; Rivers, & Cowie, 2006) y que como consecuencia de recordar las experiencias de acoso sufridas en la escuela se mantienen los trastornos psicológicos (Rivers, 2004; Rivers, & Cowie, 2006). Asimismo, aquellos sujetos que fueron acosados indican mayor percepción de apoyo por parte de la familia, así como una mayor aceptación por parte de esta en el caso de que conozcan su orientación afectivo-sexual. A su vez, muestran una mejor autoaceptación de la orientación afectivo-sexual apoyando los datos de Rivers (2004), donde aquellos participantes que sufrieron experiencias de victimización en el contexto escolar/educativo indicaron una mayor aceptación de su orientación afectivo-sexual. Una explicación para ello como bien argumenta el propio Rivers (2004) puede ser la temprana aceptación de su orientación sexual debido a las constantes experiencias de acoso sufridas.

Tanto el apoyo social proporcionado por la familia como por los amigos constituye un importante factor de bienestar, y se observa que a mayor percepción de apoyo por parte de la familia y los amigos, menores niveles de depresión (Walsh, & Rozee, 1992) y ansiedad y una mejor balanza afectiva y auto-estima. Además, se confirma que la falta de apoyo social afecta al sentido positivo del self y a los niveles de depresión y auto aceptación y al ajuste psicológico (Kurdek, 1988; Vincke, & Bolton, 1994, en Yakushko, 2005).

Asimismo, los resultados indican que el tener pareja es un importante factor para el bienestar de estas personas, lo que corrobora los datos obtenidos referidos a que en gays y lesbianas las parejas son una importante fuente de apoyo social (e.g. Kurdek, 1988, 2004, 2005; Shippy, Cantor, & Brennan, 2004). A su vez, se ratifica que, en comparación con las familias, los amigos son una fuente más importante de apoyo social (e.g. Elizur, & Mintzer, 2003; Green, 2000; Green, & Mitchell, 2002; Kurdek, 1988, 1989).

Se confirma la importancia de la aceptación social de la orientación afectivo-sexual como un componente del apoyo social que se relaciona con la salud mental (Elizur, & Michael, 2001; Grossman, D’Augelli, & O’Connell, 2001) debido a que el rechazo de la orientación afectivo-sexual del entorno tanto si conocen su orientación afectivo-sexual como si no, así como el rechazo de la orientación por parte de la familia en caso de que no conozcan su orientación se relaciona con mayores niveles de ansiedad y depresión y una menor balanza de afectos y una peor autoestima.

Por su parte, la identidad de género ha resultado relevante como factor explicativo del bienestar psicológico. Como muestran los resultados, no sólo la alta instrumentalidad (Bassoff, & Glass, 1982; Sharpe, Heppner, & Dixon, 1995) sino que ésta combinada con la baja expresividad (Wagner, & Compas, 1990), se asocia al bienestar psicológico. Concretamente los resultados muestran que la baja masculinidad-instrumentalidad está relacionada con una baja autoestima (e.g. Payne, 1987; Sharpe, Heppner, & Dixon, 1995), ansiedad (Payne, 1987), y depresión y una pobre adaptación (e.g. Bromberger, & Matthews, 1996; Whitley, 1984). Asimismo, la alta masculinidad-instrumentalidad se asocia positivamente de forma más fuerte con la autoestima (Whitley, 1984) así como con niveles más bajos de depresión (Barret, & White, 2002; Carlson, & Baxter, 1984). Así, los resultados obtenidos en este estudio indican que el bienestar psicológico se explicaría más adecuadamente a partir del modelo de masculinidad-instrumentalidad que a partir del modelo de la androginia.

Foto: CC BY - drurydrama (Len Radin)

Tanto el apoyo social proporcionado por la familia como por los amigos constituye un importante factor de bienestar, y se observa que a mayor percepción de apoyo por parte de la familia y los amigos, menores niveles de depresión.
Foto: CC BY - drurydrama (Len Radin)

En este marco, se analizan los estudios llevados a cabo con relación a las actitudes que los jóvenes tienen hacia la diversidad afectivo-sexual, la homofobia, el acoso y discriminación y la falta de seguridad que sufren los estudiantes LGTB en los contextos escolares en países como el País Vasco, Estado Español, otros países Europeos así como Estados Unidos y Reino Unido y se analizan las medidas que en estos países toman para prevenir y abordar tales situaciones. Algunas de las medidas son las que se presentan a continuación:

1. Establecer y publicar políticas antidiscriminación y anti-acoso que especifiquen la orientación afectivo-sexual y la expresión del género, la apariencia y la conducta.

2. Formación del profesorado y del resto del personal escolar para saber cómo actuar en aquellas situaciones de acoso y victimización relacionadas con la orientación afectivo-sexual y expresión de género.

3. Disponibilidad de fuentes de información y apoyo para estudiantes LGTB.

4. Introducir en el currículo temas LGTB e información acerca de las diferentes orientaciones afectivo-sexuales y expresión de género.

5. Apoyar aquellos grupos estudiantiles destinados a proporcionar un ambiente seguro a aquellos estudiantes LGTB y sus alianzas con los estudiantes heterosexuales.

A través de estas medidas se consiguen climas escolares más seguros y, por lo tanto, que el alumnado se sienta más seguro en el contexto escolar, un porcentaje menor de situaciones de acoso relacionados con la orientación afectivo-sexual y se mejora el trabajo colaborativo y cooperativo entre los diferentes miembros que conforman la comunidad educativa.

Referencias Bibliográficas

Bassof, E. S., & Glass, G. V. (1982). The relationship between sex roles and mental health: A meta-analysis of twenty-six studies. Counseling-Psychologist, 10(4), 105-112.

Bromberger, J.T., & Matthews, K.A. (1996). A “feminine” model of vulnerability to depressive symptoms: A longitudinal investigation of middle-aged women. Journal of Personality and Social Psychology, 70, 591-598.

Carlson, H. M. y Baxter, L. A. (1984). Androgyny, depression, and self-esteem in Irish homosexual and heterosexual males. Sex Roles, 10, 457-467.

Elizur, Y., & Michael, Z. (2001). Family Support and Acceptance, Gay Male Identity Formation, and Psychological Adjustment: A Path Model. In: Family Process, 40 (2), 125-144.

Elizur, Y., & Mintzer A. (2003). Gay Males’ intimate relationship quality: The roles of attachment security, gay identity, social support, and income. Personal Relationships, 10, 411-435.

Green, R. J. (2000). Lesbians, gay men, and their parents: A critique of LaSala and the prevailing clinical “wisdom”. Family Process, 39, 257-266.

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Grossman, A. H., D’Augelli, A. R., & O’Connell, T. S. (2001). Being lesbian, gay, bisexual, and 60 or older in North America. Journal of Gay and Lesbian Social Services, 13(4), 23-40.

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Vincke, J., & Bolton, R. (1994). Social support, depression, and selfacceptance among gay men. Human Relations, 47, 1049-1062.

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Walsh, W., & Rozee, P. (1992). The effects of perceived social support on the self-destructive behaviors of lesbian and gay youth. Paper presented at the annual meeting of the Sodety for the Sdentific Study of Sex, San Diego, CA.

Whitley, B.E. (1984). Sex-role orientation and psychological well-being: Two meta-analyses. Sex Roles, 12, 207-225.

Yakushko, O. (2005). Influence of social support, existential well-being, and stress over sexual orientation on self esteem of gay, lesbian, and bisexual individuals. International Journal for the Advancement of Counselling, 27(1), 131-143.

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