Elizabeth CONDE DOMARCO, Doctorado de Psicodidáctica
La actuación musical es un aspecto fundamental en la formación del estudiante y del músico profesional. Exige unos estudios previos y muchos ensayos, y una vez que se lleva a cabo de manera exitosa produce en el intérprete un sentimiento de confianza. No obstante, a pesar de que nada podría ser peor para el artista que no tener la oportunidad de actuar públicamente, se da la paradoja de que al tener la ocasión de mostrar su competencia, destreza o habilidad ante el público, el o la intérprete experimenta un estado de agitación por el “deber” de tener que actuar.
A tal efecto, esta tesis parte de la idea de que el sistema de enseñanza-aprendizaje musical está basado en exámenes finales, por tanto, el alumnado, en este caso de último curso de Musikene (Centro Superior de Música del País Vasco), si desarrolla ante la audición final de carrera una respuesta de ansiedad que le provoca un bloqueo a nivel cognitivo y a nivel somático y como consecuencia perjudica su rendimiento, se le impide demostrar lo buen intérprete que es al ser valorada su destreza, su habilidad con el instrumento a través de esta única prueba sin tener en cuenta las anteriores actuaciones.
Por lo general, el término ansiedad hace referencia a una reacción emocional como mecanismo de respuesta a una amenaza, real o imaginaria, exterior o interior, que activa el cerebro y todo el organismo para la defensa, para luchar por sobrevivir. Cierta cantidad de ansiedad es deseable para la resolución eficaz de los problemas, ya que los cambios que origina son normales, transitorios y adaptativos a la situación de amenaza, como una evaluación, una actuación musical o una competición deportiva. Ahora bien, estos cambios que son necesarios y cruciales para la supervivencia del individuo, ante una situación académica y más concretamente en una prueba evaluativa, pueden comprometer seriamente el resultado de la misma porque entre otros efectos provoca una reducción de su capacidad motriz fina, facultad necesaria para poder tocar un instrumento.
La audición final de carrera al entrañar una evaluación o crítica técnica y personal del estudiante, genera miedo a la humillación pública o a ser avergonzado delante de otros.
Foto: CC BY - Antonio Castagna
El mundo escénico, en especial el de la música, vive principalmente del talento, y una única mala actuación puede echar a perder un futuro trabajo estable. Es un mundo exigente y competitivo en el que lo valioso son los resultados. El ámbito académico, en este caso, no está exento de esta rivalidad, porque al igual que entre los artistas, el estudiante de hoy es el profesional del mañana. Se escogen los que mejores habilidades y/o conocimientos demuestren poseer, por medio de una elección que se realiza a través de evaluaciones juiciosas, es decir, a través de pruebas que emiten un juicio acerca de la persona evaluada, con consecuencias por regla general para su presente y quizá también para su futuro. Por tanto, la audición final de carrera al entrañar una evaluación o crítica técnica y personal del estudiante, genera miedo a la humillación pública o a ser avergonzado delante de otros, al juicio sobre su ejecución, a los comentarios negativos, a quedar por debajo de los compañeros o de las propias expectativas, a defraudar a la familia o al profesorado, o miedo también a que la autoconfianza se vea dañada.
Grandes intérpretes como por ejemplo, Beethoven, Maria Callas o Pavarotti informaron sufrir ansiedad de actuación musical en sus actuaciones, por lo que parece lógico que el alumnado de música también la experimente. No obstante, se puede suponer que estos artistas gracias a su amplia experiencia han aprendido a manejar la activación de la respuesta de ansiedad y han encontrado su nivel óptimo necesario para actuar de una manera satisfactoria. Además, las críticas positivas, al aplauso del público, las actuaciones memorables... han hecho posible la adquisición de un buen nivel de autoconfianza que les ayuda a controlar la ansiedad y a centrarse en la actuación.
Por tanto, los objetivos del presente trabajo de investigación fueron: 1) Analizar los niveles de los estados de ansiedad cognitiva y somática, y autoconfianza antes de un ensayo (situación sin ansiedad) y antes de la audición final de carrera (situación ansiosa); 2) Analizar los niveles de los estados de ansiedad y autoconfianza en relación al rendimiento en la audición, y valorar la relación de estas variables con el conocimiento de las obras musicales, la dificultad del repertorio musical y la importancia de la audición; y 3) Examinar las diferencias entre los niveles de los estados de ansiedad y autoconfianza en función de variables socio-demográficas como el sexo, la edad, la experiencia (nivel de estudios o número de convocatoria) y el tipo de actuación (especialidad instrumental).
El instrumento utilizado para medir los estados de ansiedad cognitiva, ansiedad somática y autoconfianza fue el Inventario de Ansiedad-Estado Competitiva - 2 (CSAI-2). Este cuestionario fue adaptado al ámbito musical y se obtuvo tras su análisis una validez aceptable y una fiabilidad adecuada para ser utilizado con estudiantes de música.
Los resultados de la tesis confirmaron que, tanto antes del ensayo como antes de la audición final los niveles de los estados de ansiedad fueron elevados.
Foto: CC BY - Jon Hurd
Los resultados de la tesis confirmaron que: 1) Tanto antes del ensayo como antes de la audición final los niveles de los estados de ansiedad fueron elevados, por lo que se puede entender la ansiedad como una respuesta anticipada a una amenaza futura. No es la presencia del tribunal lo que hace que aumente su nivel, sino la naturaleza evaluativa de la situación; 2) El intérprete que confió en poseer las habilidades necesarias para superar la audición, obtuvo un mejor rendimiento. Sin embargo, el que desarrolló creencias irracionales, vio su audición deteriorada; 3) Un mayor conocimiento de las obras musicales ayudó a reducir la ansiedad, lo que garantizó un nivel más alto de autoconfianza y un mejor rendimiento en la audición; 4) Cuando se esperaba que una alta dificultad del repertorio musical aumentase los estados de ansiedad y disminuyera la autoconfianza y el rendimiento, esta exigencia hizo que el alumnado viera la audición como un reto, con lo que al dedicar más horas al estudio de las partituras se redujo la ansiedad; 5) El alumnado que calificó la audición como importante experimentó una respuesta de ansiedad más intensa. Consideró que suspender podría significar perder prestigio académico o no conseguir el futuro profesional deseado; 6) Las mujeres mostraron un mayor nivel de ansiedad y una menor autoconfianza que los hombres, por tanto, se sienten más presionadas a nivel personal, social y/o académico; 7) La edad y el nivel de estudios musicales no resultaron variables pronosticadoras de la respuesta de ansiedad. No obstante, a medida que se fueron incrementando el número de convocatorias, se aumentó el grado de desconfianza y disminuyeron las posibilidades de aprobar; y 8) Aunque el resultado no fue significativo, el alumnado de la especialidad de clásico, posiblemente porque actúa en solitario y de cara al público, fue el que experimentó un mayor nivel de ansiedad y una menor autoconfianza, seguido por el de jazz y por último, el de dirección.
La opinión de los lectores:
comments powered by DisqusEn Euskonews nos interesa su opinión. Envíenosla!
¿Quiere colaborar con Euskonews?
Arbaso Elkarteak Eusko Ikaskuntzari 2005eko Artetsu sarietako bat eman dio Euskonewseko Artisautza atalarengatik
On line komunikabide onenari Buber Saria 2003. Euskonews
Astekari elektronikoari Merezimenduzko Saria