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La industria del hierro ha gozado de una gran tradición en Vasconia desde épocas muy antiguas. Previamente a la aparición de las ferrerías hidráulicas en la Baja Edad Media, ya existieron un tipo de hornos de reducción del mineral de hierro que funcionaban sin la ayuda de la energía del agua y que han recibido diferentes nombres : haizeolak, ferrerías de monte, agorrolak o gentilolak (Laborde, 1979). Hasta hace poco tiempo se sabía muy poco acerca de estas estructuras, pero últimamente se han dado a conocer varios descubrimientos realizados en Bizkaia y Gipuzkoa (Orue-Etxebarria, et al., 2008a, b).
Comparativamente con los otros dos territorios, los estudios de ferrerías de época medieval en Araba han sido más escasos. Sin embargo, hemos de decir que, aunque hasta ahora no se habían citado hornos de reducción prehidráulicos en Araba, conociendo las condiciones que se necesitan para su instalación y su estrecha relación con las rocas del Cretácico inferior ricas en hierro, estábamos convencidos de la existencia de los mismos en este territorio, al menos, en su parte norte, desde las Estribaciones del Gorbea hasta la zona de Asparrena, en las faldas de la Sierra de Elgea-Urkila. Otra zona de Araba potencialmente interesante es el valle de Aiala, que en algunos términos también posee rocas del Cretácico inferior.
En las salidas de campo realizadas en los últimos meses por la parte norte del territorio alavés, hemos podido reconocer las primeras ferrerías de monte, semejantes a las encontradas en Bizkaia y Gipuzkoa. Una de ellas, bastante mal conservada, se encuentra entre las localidades de Zarate y Gopegi, cerca de la carretera general.
Entrada de la fábrica siderúrgica de San Pedro de Araia, cerrada en la década de los 80. Las instalaciones también se extienden por la ladera izquierda del monte. Foto: X. Orue-Etxebarria.
Sierra de Elgea-Urkila: Las especiales condiciones de la zona, con abundante madera, el agua que proporciona el río Zirauntza y la existencia de hierro, con explotaciones como la mina Los Rojos, propiciaron el establecimiento de ferrerías hidráulicas como la de Olazahar, en las inmediaciones de Araia. Posteriormente, en 1847, continuando con la tradición metalúrgica de la zona, se estableció en Araia una de las primeras fábricas siderúrgicas modernas del País, la de San Pedro de Araia (Sáez, 1999).
Mucho antes, las favorables condiciones de esta Sierra también permitieron la instalación de haizeolas, algunas de las cuales hemos podido reconocer en los alrededores de Araia, así como de Zalduendo, en las estribaciones de la cadena montañesa. Por lo general, las cubetas de estos hornos aparecen rellenas de vegetación, tierra y piedras. Por lo que hemos observado en otros lugares, parece que esta circunstancia podría tener relación con el hecho de encontrarse en montes de propiedad comunal, con un trasiego continuo de personas y animales.
Aspecto de la cubeta de un horno, prácticamente relleno, en el término de Zalduendo, cerca del camino que se dirige al paso de San Adrián. Foto: X. Orue-Etxebarria.
Olaeta de Aramaio: El valle de Olaeta constituye uno de los enclaves más importantes de todo Araba, en cuanto a la metalurgia del hierro en la época medieval. La existencia de minas de hierro en las cercanías (laderas del Arangio, ladera sur del Lurgorri, laderas del Udalaitz, estas dos últimas en Arrasate), junto con la abundancia de bosques, permitieron que se establecieran varias ferrerías hidráulicas en el río Olaeta. A pesar de la baja densidad demográfica en el barrio de Olaeta, en la Baja Edad Media existieron, al menos, 4 ferrerías hidráulicas, las de Olazar, Goikola, Troxaola y la de Aurtola, esta última considerada con la categoría de Monumento en el Inventario General del Patrimonio Cultural Vasco.
a) Cubeta de un horno de reducción en Inola, con la forma interna característica. Escala: 2 metros. Foto: X. Orue-Etxebarria. b) Una de las escasas cubetas encontradas en un hayedo de Amezola, parcialmente rellena y con un haya que ha crecido en su interior. Foto: J. Artaraz.
Por lo que respecta a estructuras prehidráulicas, los trabajos de búsqueda en la zona de Olaeta más próxima a Otxandio, nos han permitido descubrir un total de 20 ferrerías de monte. Del mismo modo que ocurre con muchas de las haizeolas de Bizkaia y Gipuzkoa, la mayor parte de los hornos encontrados en Olaeta aparecen en zonas con topónimos que poseen el afijo –ola; tales son los casos de Amezola e Inola. Aparte de estos, hemos encontrado un horno bien conservado en una zona denominada Kortxatu (Kortatxu).
Nos faltan por recorrer dos áreas interesantes del territorio alavés, que son el Valle de Aiala y las Estribaciones del Gorbea. Conociendo sus características topográficas y geológicas, es lógico pensar que hayan existido ferrerías de monte en dichas circunscripciones.
Las características generales que presentan estos hornos en cuanto a localización, tamaño, forma, etc., así como el poseer escorias de hierro incrustadas en su revestimiento interno y un canal de salida, encajan perfectamente con lo que hemos venido observando en Bizkaia y Gipuzkoa (ORUE-ETXEBARRIA et al., 2008a, b). La forma general de estas instalaciones se parece bastante al tipo de cubeta nº 7 descrito por PELET (1973).
Aspecto del revestimiento interno de dos hornos de Amezola, en los que se pueden apreciar escorias de hierro impregnando la pared de arcilla. Fotos: J. Artaraz (a) y X. Orue-Etxebarria (b).
Entre todas las estructuras encontradas en Olaeta, hay una, en el término de Kortxatu, que presenta muy bien conservada la parte superior de la cavidad, en donde se puede observar un tramo construido con piedra arenisca. Esta característica ya la habíamos observado, aunque no de forma tan clara, en otros hornos, como el de Gomensola, en Galdakao y también en uno de Bedia, ambas en Bizkaia. Respecto a la posible explicación sobre la presencia de estas piedras, puede tener relación con la forma de la cubeta que, también en otros casos, tiende a cerrarse hacia la parte superior, o puede deberse a posteriores arreglos de su parte superior, que es la que más rápidamente puede deteriorarse. Además, este horno presenta, aunque sólo parcialmente conservada, la parte anterior reforzada por una pared de piedra arenisca. El gran espesor de esta zona anterior (1,5 m), que también se observa en el resto de hornos prehidráulicos encontrados en Vasconia, favorecería su aislamiento térmico. Esta característica, unida a su forma troncocónica-piriforme, su notable altura, de hasta 5 m, y la existencia de un canal cubierto en la parte anterior, favorecerían el proceso de combustión. La importancia de estos factores, así como la relación entre la refracción y la arquitectura del horno, ya fueron destacados por PELET (1982).
Aspecto del horno encontrado en Kortatxu, con la parte anterior parcialmente derruida y restos de la pared de piedra arenisca en el exterior (a). Foto: J. Gonzalez de Durana.
Por lo que respecta al mineral de hierro empleado en los hornos, es probable que se utilizaran minerales de alteración como hematites o limonita, que se encontrarían en yacimientos cercanos del Cretácico inferior, principalmente en calizas urgonianas. Es el caso de las del Monte Orixol, en la ladera de Arangio que da a Olaeta o las de la Peña Anboto y del Udalaitz, en el caso de Olaeta. Algo semejante ocurriría con los yacimientos existentes en las calizas cretácicas de la Sierra de Elgea-Urkila.
Pero es muy probable que en alguna época de su actividad como hornos de reducción, también se utilizaran nódulos de siderita, ya que por encima de las calizas urgonianas aparecen dispuestas unas capas de margas en las que destacan varios niveles con nódulos de siderita interestratificados. Estos nódulos se pueden encontrar tanto en Olaeta como en las laderas de la Sierra de Elgea-Urkila.
Además, en el caso de Olaeta, hay una zona extensa que se conoce como “Mina Zulo”, que está constituida por capas de margas y areniscas del Cretácico inferior. Aunque en esta zona, actualmente, no se pueden reconocer las galerías, ya que el terreno ha sido roturado y transformado para realizar plantaciones, sí se pueden observar numerosos nódulos de siderita más o menos alterados, sueltos o en niveles estratificados. La dirección de estas capas pasaría, aproximadamente, por la zona de acumulación de hornos cerca del arroyo Kortatxu, en Amezola. Por otro lado, hay que decir que, dentro o en las cercanías de la mayor parte de los hornos de esta zona y en sus alrededores, hemos encontrado nódulos de siderita de grano muy fino y color oscuro en sección, alterados superficial o casi totalmente a limonita y hematites. Así pues, es muy probable que, al menos, en la época final de su actividad como hornos de reducción, también se utilizaran nódulos de siderita para la obtención de hierro.
Aspecto de algunos nódulos de hierro encontrados en la cubeta de un horno de Amezola, superficialmente alterados a limonita (a) y hematites (b). Foto: X. Orue-Etxebarria.
El descubrimiento de nuevos hornos correspondientes a ferrerías de tecnología prehidráulica encontrados, en esta ocasión, en Olaeta (Aramaio) y Asparrena, junto con otro horno mal conservado cerca de Zarate, representan las primeras citas de hornos de reducción de estas características en Araba y revelan la importancia de esta zona de Vasconia en la antigua industria del hierro. Tal y como era previsible, estos datos permiten ampliar el área de distribución de estas estructuras por la parte norte del territorio alavés, donde abundan materiales rocosos del Cretácico inferior, ricos en minerales de hierro.
Por último, después de una primera fase en la que nos hemos dedicado a intentar localizar ferrerías de monte por toda Vasconia y de estudiar sus características generales, creemos necesario pasar a otra fase. Si las cubetas que estamos encontrando corresponden a hornos de reducción del mineral de hierro, después de este primer proceso se obtendría una esponja de hierro, que pasaría por una fase posterior, en la que, después de un nuevo calentamiento en otro horno, se conseguiría, a base de golpes, la compactación de las partículas de hierro y carbón, eliminando a su vez las impurezas, hasta obtener un hierro metálico en bruto conocido como “tocho”. Estos tochos serían transformados posteriormente en barras, lingotes u otro tipo de piezas para su almacenaje, transporte y comercio. Es probable que esta segunda fase se realizara en otro horno, quizás más pequeño y conteniendo toberas para la utilización de fuelles. Para esta segunda fase, la esponja de hierro se podría llevar hasta zonas más o menos alejadas en donde existieran asentamientos humanos o pudiera ser que estas estructuras más pequeñas con toberas, asociados a un yunque, se encontraran en las cercanías de los hornos de gran tamaño. Así pues, es nuestra intención comenzar a realizar excavaciones arqueológicas no sólo en estos últimos, sino también en su entorno, con el fin de caracterizar todo el contexto de estas instalaciones.
Referencias
M. Laborde (1979). - Ferrones. En: Euskaldunak II, Ed. Etor, San Sebastián: 297-360.
X. Orue-Etxebarria, I. Yusta, J. Artaraz, P. P. Gil, E. Madina, J. I. Baceta, J. M. Mintegui (2008a).- Primera descripción de hornos de reducción (tipo ferrería de monte) del País Vasco: hallazgos realizados en Galdakao. Euskonews, 422: 1-6.
X. Orue-Etxebarria, E. Madina, P. P. Gil, J. Artaraz, I. Yusta, J. I. Baceta, J. M. Herrero, R. Berodia, J, M. Lasa, J. L. Ugarte, J. M. Mintegui, E, Apellaniz, K. Telleria (2008b).- Hornos de ferrería de monte (haizeolak): nuevos datos en Bizkaia y primeros hallazgos en territorio guipuzcoano. Euskonews, 458: 1-3.
P.-L. Pelet (1973).- Une industrie méconnue. Fer, charbon, acier dans le Pays de Vaud, vol.1. Les sources archéologiques, Lausanne. 272 pp.
P.-L. Pelet (1982).- Recherches sur la metallurgie du fer dans le Jura Vaudois. In: Mines et fonderies antiques de la Gaule. Centre Régional de Publications de Toulouse. Éditions du CNRS: 205-214.
M. A. Sáez (1999).- Álava en la siderurgia moderna española. San Pedro de Araya (1847-1935). Diputación Foral de Álava. Departamento de Cultura y Euskera, Vitoria-Gasteiz. 231 pp.