Investigaciones arqueológicas vasco-saharauis en la región del Tiris: una experiencia científica y de cooperación humana en la búsqueda del pasado cultural del Sahara Occidental (II/II)Escuchar artículo - Artikulua entzun

Andoni SÁENZ DE BURUAGA, (e-mail: andoni.buruaga@ehu.es) Euskadi-Sahara Kultur-Bilakaera Erakundea / Instituto Vasco-Saharaui de la Evolución Cultural

Investigaciones arqueológicas vasco-saharauis en la región del Tiris: una experiencia científica y de cooperación humana en la búsqueda del pasado cultural del Sahara Occidental (I/II)

 

Marco geográfico de estudio: la región del Tiris

El Tiris constituye una región con entidad geográfica propia que se extiende por las zonas oriental y meridional del Sahara Occidental, llegándose a prolongar por los territorios inmediatos de la vecina Mauritania.

Se trata de una inmensa penillanura granítica, allanada y nivelada por la erosión, conformada por materiales precámbricos del viejo escudo cristalino norteafricano. Su altitud media ronda los 300-350 msnm y su extensión espacial supera los 250.000 km².

Sus extensísimas planicies amarillentas, salpicadas, eventualmente, por algunos negruzcos relieves montañosos volcánicos —comúnmente en forma de espectaculares montañas aisladas (o gleibats), a veces, más o menos agrupadas, y, en casos, llegando a configurar considerables alineaciones montañosas (o khidias) de perfiles marcadamente discontinuos y aserrados y de pendientes escarpadas y abruptas—, junto a una importante red de profundas o más ligeras depresiones, asiento de sebjas, antiguos paleolagos y otros diversos soportes hidrográficos, constituyen probablemente los accidentes geográficos más determinativos de este imponente espacio saharaui.

Este denso y amplísimo territorio mineral aparece, esporádicamente, salpicado por algunas manchas dispersas vegetales de herbáceas, junto con aislados ejemplos arbóreos de taljas o acacias y alguna otra diseminada y rara especie adaptada.

Dentro de los actuales “territorios liberados” del Sahara Occidental, el Tiris aglutina una superficie de terreno próxima a los 30.000 km², quedando limitado al N por las montañas de Rish, al W por el “muro de Marruecos” y al E y S por la línea de frontera con Mauritania. En consecuencia, toda la mitad meridional del actual Sahara Occidental Libre forma parte íntegramente del Tiris: extendiéndose, en términos geográficos, aproximadamente, desde los paralelos 21º 20’ N a los 24º 35’ N, y desde los meridianos 12º 00’ W a los 14º 40’ W.

Campañas de investigación

Tres campañas de actuación arqueológica se han realizado hasta el momento coincidiendo con el desarrollo del Proyecto a lo largo de estos tres últimos años:

1. Primera campaña de investigaciones arqueológicas: exploración científica del 29 de Mayo al 12 de Junio de 2004.

Tuvo como objetivo el reconocimiento contextual de la región del Tiris de cara a valorar la idoneidad de un programa de investigación arqueológica sistemática y, simultáneamente, de la puesta de medidas de control, protección, estudio y difusión de los bienes patrimoniales saharauis.

2. Segunda campaña de investigaciones arqueológicas: exploración científica del 29 de Marzo al 23 de Abril de 2005.

Estuvo orientada, por una parte, al reconocimiento contextual de la región septentrional del Zemmur, y, por otra, centrado ya en el Tiris y dirigido a la puesta en marcha de un primer programa de actuación arqueológica más intensiva en algunas áreas de esa misma región (especialmente en la franja más meridional, en torno a Zug y a las áreas de Duguech y Agüenit) por medio de la prospección sistemática del terreno.

3. Tercera campaña de investigaciones arqueológicas: exploración científica del 4 al 25 de Marzo de 2006.

Se ha desarrollado exclusivamente en el Tiris, trabajándose a lo largo de ella, por un lado, en la prosecución del programa de prospecciones arqueológicas ya iniciado, y, por otro, en la puesta en funcionamiento de nuevas vías de investigación complementarias en el estudio de contextos ambientales y de recursos de subsistencia y en el campo de la etnoarqueología.

Balance sumario de resultados y perspectivas de futuro del Proyecto

Hasta la fecha es muy notable la cantidad de datos e informaciones que estamos obteniendo en estas dos campañas de investigaciones sistemáticas en el Tiris. Especialmente en el dominio de la Arqueología: donde superan ya el centenar los nuevos y diversos yacimientos descubiertos y catalogados, y alcanzan un buen número de centenares los túmulos funerarios controlados.

Megatúmulo de la necrópolis de Amâabana
Uno de los impresionantes megatúmulos de la necrópolis de Amâabana, en Zug (Tiris).

Ese elevado efectivo de registros y la amplia variedad, funcional y cronológica, de situaciones reconocidas (hábitats, talleres de explotación de materias primas, estaciones artístico-rituales, monumentos funerarios...) nos están ya sólidamente procurando una perspectiva geográfica, ambiental y poblacional antagónica con el ecosistema hiperárido allá vigente y la geografía física y humana de su paisaje actual. Ayudándonos a obtener una imagen retrospectiva sorprendente, en especial, de los episodios avanzados de la Prehistoria reciente del Tiris, esencialmente durante las fases inicial y plena del desarrollo climático del Holoceno (entre ca. 10000-4000 bp), y a explicarnos los factores y mecanismos que han intervenido y orientado su proceso de ocupación humana. Proyectándonoslo como un espacio densamente poblado por aquellas comunidades prehistóricas, de hábitos progresivamente sedentarios, merced a su exhuberancia en muy diversos recursos de subsistencia, coincidiendo en gran parte con el desarrollo social y técnico del Neolítico.

Instrumental lítico
Instrumental lítico tallado neolítico de la “smeila” de Karrashiet-1, en Zug (Tiris).

En aquellos precisos momentos, y en términos generales, el Tiris resultaba ser una verdadera estepa de gramíneas salpicada de árboles dispersos o, más eventualmente, concentrados junto a lagos, áreas pantanosas y múltiples ríos: un ecosistema biológico, animal y vegetal de tipo subtropical. Cabría figurarlo como una densa manta esteparia arbustiva, pasando en ciertos momentos y áreas geográficas específicas al piso vegetal de sabana, que concentraba una importante biomasa animal de grandes vertebrados y especies gregarias (elefantes, rinocerontes, antílopes, bóvidos...), uno de los objetivos preferentes, sin duda, de la subsistencia de aquellos grupos humanos.

Además, estamos comenzando a controlar en ese mismo espacio geográfico otras situaciones arqueológicas, de mucha mayor antigüedad, a partir de las que se empieza a atisbar el rastro de un rico horizonte de presencia humana durante algunos episodios del Pleistoceno medio, coincidiendo culturalmente con el desarrollo de los complejos industriales del Achelense superior (ca. 500000-300000 bp) y final (ca.300000-200000) africanos. Con ello se nos está abriendo la posibilidad, en un futuro nada lejano, de poder aproximarnos científicamente a un conocimiento de las condiciones climáticas, de los recursos y ecosistemas medioambientales y de los patrones de ocupación humana en ese marco territorial del Tiris en unos episodios cronológicos tan remotos como los señalados del Pleistoceno medio.

Las previsiones de futuro inmediato nos hacen augurar, a partir de la práctica de la prospección sobre el terreno, un cada vez más ingente volumen de hallazgos arqueológicos, a lo que lógicamente deberá de añadirse el incremento de datos e informaciones desde las líneas de investigación igualmente abiertas (áreas medioambiental y etnoarqueológica) y el que muy probablemente pueda derivar de la apertura de nuevos campos de investigación y estudio sobre el terreno (como, por ejemplo, la Paleogeografía, la Paleontología, la Antropología, la Toponimia y Lingüística histórica...).

Hemos venido contando, afortunadamente, en estos dos últimos años con el soporte económico de la Consejería de Cultura del Gobierno Vasco: lo que nos ha permitido, puntualmente, cubrir el desarrollo de la campaña regular de investigación de campo en el Sahara.

Nuestra obligación, sin embargo, es apostar, defender e intentar llevar a la práctica la idea de Proyecto como un proceso continuado de programas de actuaciones y estudios derivados, tanto allí, en el Sahara, que es donde deben controlarse, identificarse y contextualizarse los datos e informaciones, como fuera de él, aquí, en los centros de trabajo y estudio especializados del País Vasco, que es donde debe consecutivamente tratarse, enriquecerse y profundizarse en esos resultados de campo.

En conclusión, hemos de insistir en el interés bilateral del Proyecto, en lo que nos aporta de bueno conjuntamente a vascos y saharauis, e igualmente debemos manifestar nuestra preocupación por su proyección y estabilidad futuras: necesitamos contar con un mayor y firme compromiso de la Administración en la sostenibilidad de este Proyecto de cooperación e investigación.

Las dos campañas de investigaciones sistemáticas nos han ayudado, eficazmente, a saber percibir y controlar mejor el territorio, a concretar y reforzar más racionalmente nuestras ideas y a proponer unos medios coherentes de actuación de cara a un estudio científico de las manifestaciones arqueológicas y, en general, culturales del Sahara Occidental. Ello nos ha posibilitado una cada vez mejor lectura y comprensión del pasado histórico del Tiris.

Es todavía muy poco el territorio reconocido con cierta intensidad y, sin embargo, son muchas las informaciones que está proporcionando. Es necesario continuar enriqueciendo y avanzar en este conocimiento en exploraciones venideras: con el mantenimiento y consolidación de las líneas de investigación ya emprendidas e impulsando la apertura de otras nuevas, compatibles y concurrentes con nuestra concepción y propósito de estudio cultural pluridisciplinar, que, al fin y al cabo, puedan servirnos eficazmente en nuestro objetivo de aproximación al conocimiento integral, dinámico y reflexivo de los procesos socio-culturales y ambientales en el Tiris.

La necesaria profundización en campos de investigación complementarios es inherente a un planteamiento integrador del conocimiento. En el momento de desarrollo en que nos encontramos se hace ya obligado el trabajar, conforme a una propuesta sólida a medio plazo, en torno a un cronograma en el que concurran, simultáneamente, programas concretos de investigación de campo (Prospecciones arqueológicas; Sondeos/Excavaciones arqueológicos; Medio-ambiente/Recursos de subsistencia; Encuestas paleosocioarqueológicas; Toponimia/Lingüística histórica; Geomorfología), de tratamiento y análisis de laboratorio (Estudios arqueológicos; Analíticas experimentales; Tratamiento GIS; Documentación historiográfico-bibliográfica) y de difusión social y científica del conocimiento.

Encuesta etnoarqueológica
Encuesta etnoarqueológica en una jaima de beduinos en Legtaitera (Agüenit, Tiris).

Estos son los requerimientos, a nuestro juicio, ineludibles de este Proyecto de cooperación e investigación. E incidamos, una vez más, en el hecho que nuestra contribución científica a la evolución cultural e histórica del Tiris, y lo que supone a la ordenación simultánea del patrimonio arqueológico del Sahara Occidental, la hemos sustentado, desde el inicio de la experiencia en 2004, en la cooperación mutua entre estudiosos vascos y saharauis. Sin duda que en esta implicación y complicidad recíprocas residirá gran parte de los logros que puedan alcanzarse en el futuro. Así pues, bajo esta perspectiva, la cooperación, además de gesto solidario, de correspondencia y de respeto, asume una función capital en la dinámica y eficacia científica de nuestro Proyecto.

Depósito de materiales en el Museo Nacional Saharaui
Depósito de materiales en el Museo Nacional Saharaui, en los Campamentos de Refugiados de Tindouf, tras la campaña de exploraciones.

Continuemos, reforcemos y profundicemos en esta vía de colaboración humana y científica entre la República Árabe Saharaui Democrática y el País Vasco.

Los resultados que estamos alcanzando constituyen la mejor expresión de este planteamiento. Como hemos adelantado, son ya muchas las respuestas que estamos obteniendo en el escaso margen cronológico de que hemos disfrutado. Avanzar significa formular nuevas cuestiones a los sujetos de búsqueda y estudio, comprender progresivamente mejor los contextos y medios que los encierran, contemplar nuevos espacios de análisis y contrastación científica de mayores y complejas informaciones, en breves palabras, incorporar un cada vez mayor número de preguntas a nuestro formulario... Y, no por ello, descuidar el justo juicio del gran arqueólogo M. Wheeler que “es privilegio del inteligente hacer preguntas y es pretensión del no inteligente el tener todas las respuestas”.

Investigaciones arqueológicas vasco-saharauis en la región del Tiris: una experiencia científica y de cooperación humana en la búsqueda del pasado cultural del Sahara Occidental (I/II)

Zure iritzia / Su opinión
euskonews@euskonews.com
Búsqueda

Búsqueda avanzada

¡Participa!
 

¿Quiere colaborar con Euskonews? Envíe sus propuestas de artículos

Artetsu Saria 2005
 
Eusko Ikaskuntza

Arbaso Elkarteak Eusko Ikaskuntzari 2005eko Artetsu sarietako bat eman dio Euskonewseko Artisautza atalarengatik

Buber Saria 2003
 
Euskonews & Media

On line komunikabide onenari Buber Saria 2003

Argia Saria 1999
 
Euskonews & Media

Astekari elektronikoari Merezimenduzko Saria

GAIAK
 Aurreko Aleetan
Bilatu Euskonewsen
2007 / 01-26 / 02-02