El País Vasco y Europa, una mirada desde BruselasEscuchar artículo - Artikulua entzun

Ibon MENDIBELZUA MADARIAGA, Delegado de Euskadi en Bruselas
Traducción: Juanmari ZURUTUZA ZAPIRAIN
Jatorrizko bertsioa euskaraz

Nadie niega que el País Vasco, como grupo humano, pertenezca a Europa y que siempre haya estado en este continente. Por eso mismo era lógico, es lógico y será lógico que el propio País Vasco, como agente activo, haya participado y participe del desarrollo histórico, político, económico y social que ha vivido, vive y vivirá Europa.

A pesar de ciertas características peculiares (la perduración del euskera sería una de ellas frente a la desaparición de otras tantas lenguas,), en general aquellos momentos que se han generado, sufrido o vivido en Europa también se han vivido en el País Vasco. Por todo ello también, es normal que nuestro pueblo haya vivido intensamente estos últimos 70 años de construcción europea, ya que debido a este devenir de la historia europea la sociedad vasca ha alcanzado actualmente su mayor grado de implicación en Europa. En esta “mirada desde Bruselas” hablaré de este momento, analizando, en general, el papel del País Vasco en los movimientos políticos que se están dando a nivel continental.

Ya a comienzos del siglo XX el sueño y la filosofía acerca del modelo europeo que hoy conocemos tenían su influencia sobre ciertos grupos sociales del País Vasco. Tras la I Guerra Mundial se produjo la institucionalización de ciertas instituciones supraestatales, si bien la subsiguiente guerra demostró la debilidad y la no validez de dichas instituciones. Así, la II Guerra Mundial hizo inevitable la creación de una institución común, unificadora, garante de la paz y duradera para toda Europa; si bien era una mera institución económica en un principio, pronto se extendió a otros campos y ámbitos de la sociedad.

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A comienzos de esa nueva Europa de posguerra de los años 40, al igual que otros tantos ciudadanos, también hubo vascos que tenían la democracia como fundamento básico. Puede que hubiera muchas razones para que por casualidad en esos lugares y en esa época encontrásemos a esos vascos, pero en principio había dos razones: por un lado, el sufrimiento de una terrible guerra mundial y la definición de una nueva Europa con filosofía profundamente demócrata; por otra parte, la importancia que tendría una Europa democrática amplia y fuerte a favor de la libertad política del País Vasco; es decir, que el lugar natural del País Vasco era una Europa así, siendo la esencia democrática de Europa su única ubicación futura posible.

Y siguiendo esa filosofía, desde 1950 se ha configurado la unidad europea que hoy conocemos, expandiéndose como hemos dicho desde la unidad económica a todos los ámbitos y campos de la sociedad.

Pero nuestra participación, ¿dónde queda?, ¿cual es la representación actual del País Vasco? ¿se mantienen los principios de europeidad vascos? Por empezar por algún sitio, he aquí brevemente los quehaceres de las instituciones de la Europa unida, junto con algunas de las solicitudes vascas. Las principales instituciones son el Consejo Europeo, el Parlamento Europeo y la Comisión Europea:

- El Consejo toma las decisiones más importantes y de mayor relevancia, la legislación y los presupuestos. Lo componen los Jefes de Estado y los Primer Ministro de los 25 Estados miembros de 2005. El País Vasco carece de representante en esta institución. En las reuniones sectoriales del Consejo toman parte los ministros de dicho sector de cada Estado. El Gobierno Vasco ha solicitado tener un representante en esas reuniones sectoriales para defender directamente aquellas competencias conferidas por el Estatuto de Autonomía del País Vasco (el Acuerdo firmado en Madrid en diciembre de 2004 permite la representación de todas las comunidades autónomas, aunque desgraciadamente en forma y contenido sea una representación reducida).

- En el Parlamento se discuten entre sus 732 diputados las propuestas de la Comisión y de los propios diputados. Del mismo modo, junto con el Consejo, controla la legislación y los presupuestos mediante el “procedimiento legislativo” que se acaba de aprobar para el Tratado de Constitución de la Unión Europea. Los miembros del Parlamento se eligen para 5 años y provienen de 25 estados. El número de parlamentarios que le corresponde a cada Estado se fija en relación a la población de cada uno. Desde el País Vasco Sur se ha solicitado el cambio del sistema electoral español y se ha solicitado la circunscripción por comunidades, ya que todavía el Estado admite una sola circunscripción.

- La Comisión Europea está formada por 25 miembros desde noviembre de 2004 tras presentar entonces cada Estado miembro su representante. Cada uno trabaja en un ámbito diferente y realiza propuestas en ese campo. La Comisión realiza programas para el desarrollo de una política común en toda la Unidad Europea, y tras aceptarse dichas propuestas, garantiza su aplicación. La Comisión vela igualmente por la correcta aplicación de las disposiciones de los Acuerdos de la Unidad Europea. Todas las propuestas de la Comisión pasan por el Parlamento y el Consejo Europeos y es responsable de los mismos.

La única voz del País Vasco en la UE se da en el Comité de Regiones (CdR), órgano que en el último Tratado constitucional aún no ha logrado el status de “Institución”.

El CdR se creó en 1994, entre otros motivos, porque algunos Estados miembro de la Unión Europea se encontraban inmersos en un profundo proceso de regionalización y esas realidades sub-estatales tenía también mucho que decir a nivel europeo. En 2005 el CdR contaba con 317 representantes (otros 317 suplentes); los presidentes de las dos comunidades autonómicas de nuestro pueblo, los señores Ibarretxe y Sanz, son representantes titulares.

En aquellos temas que repercutan en ámbitos relacionados con competencias y materias regionales o municipales el Consejo, la Comisión y el parlamento deberán solicitar la opinión del CdR. Por un lado, el CdR presentará dictámenes en aquellos casos en los que se pongan en duda los intereses de regiones y localidades, es decir, en el ámbito de la cohesión social, la economía, la educación o la salud pública; por otro lado, emitirá resoluciones sobre temas relacionados con la situación política del momento.

Desde la Comunidad autónoma del País Vasco se ha solicitado que se desarrolle, fomente y expanda la competencia del CdR, esto es, que el CdR se convierta en una auténtica “cámara de las regiones”. El status de la actual “asamblea de regiones y localidades” resta poder a aquellas regiones realmente fuertes y al mismo tiempo disminuye la repercusión de los dictámenes, resoluciones y decisiones del CdR.

¿Qué relación hay entre las instituciones de máximo nivel del País Vasco y de la Unión Europea? La Unión Europea considera que el proceso de regionalización se trata de un asunto interno de cada Esto miembro. Así, hasta ahora las regiones no han tenido voz en el proceso de integración europea, aunque las propias regiones y municipios deban aplicar “obligatoriamente y necesariamente” ¾ de la legislación de la Unidad Europea que afecta a sus competencias. Por todo ello, ha sido un avance que el Tratado Constitucional de la UE acepte algunas de las reivindicaciones de las regiones, entre otras, el respeto de la pluralidad cultural y lingüística y la aceptación de la autonomía de la regiones y de los municipios.

Otro aspecto que me parece importante resaltar es el del uso del principio de subsidiariedad; la subsidiariedad consiste en que cuando tenga consecuencias, sea posible y se garantice que la aplicación será beneficiosa, el ente que tome las decisiones sea la institución o poder más cercano al ciudadano: la región, el municipio, etc. El nuevo Tratado confiere un punto de vista regional a este principio, aunque el Parlamento Vasco y el Parlamento de Navarra jueguen un papel reducido, ya que la competencia de actuación se encuentra en manos del Parlamento de España. Con este comentario y los anteriores no pretendo criticar el Tratado constitucional de la UE, ya que este artículo no se ha escrito con ese fin; lo que quisiera explicar brevemente es que el papel de las regiones en la UE no es decisión de los 25 Estados, sino del debate que se de entre todos los Estados miembro, y que la representación de nuestro pueblo en los foros de Europa o del resto del mundo no es decisión de la UE, sino del Gobierno de España.

Y hablando del Gobierno Central, en diciembre de 2004 se firmó un acuerdo especial entre el gobierno del Estado y los gobiernos de las 17 Comunidades Autónomas, es decir, el acuerdo del nuevo sistema de participación de las Comunidades Autónomas en el Consejo de la Unión Europea (referencia que se puede encontrar en la presentación previa del Consejo). Mediante este acuerdo se delimitan, fijan y establecen las tareas que pueden desarrollar las Comunidades Autónomas en los consejos de ministros de la Unión Europea, junto con la representación del Estado, el sistema de representación de las regiones y el orden del día de los temas a tratar. Al ser asimétrico el sistema autonómico de España, aquellos temas que son comunes a las 17 comunidades se han abierto directamente a esa representación. La Comunidad Autónoma del País Vasco no está en contra de ese sistema ya que se trata de un paso adelante comparado con el inexistente anterior; sin embargo, en lo que respecta a las competencias más importantes del conjunto de nuestro pueblo (CAPV y Navarra), Hacienda e Interior, no parece que se vaya a abrir ninguna puerta.

Este nuevo sistema de representación de las autonomías acercará a las regiones la administración y políticas estatales en las instituciones de la UE, tal y como sucede en otros Estados miembro de la UE, bien incorporando representantes regionales en las reuniones del Consejo, o bien dejando que las regiones tomen parte directa en nombre del Estado, tal y como sucedió con Flandes en 2001. Cuando tomarán ese camino la legislación y las autoridades de España o Francia ... ¡he ahí nuestra esperanza!

Existen ciertos importantes precedentes interesantes y audaces, pero hay otros que resultan nimios y insuficientes. Estos últimos 10 años dentro de la Unión Europea y de los Estados miembro se han dado cambios muy importantes. Fuera de UE también, y como prueba el cambio de Europa en estos últimos 15 años! Cuantas combinaciones y permutaciones territoriales se han dado y que luego se han convertido en Estados miembro.

Nuestro continente presenta una tendencia para superar las fronteras tradicionales y aunar personas, mercados, monedas, etc, unificando grupos humanos naturales por encima de fronteras artificiales. Ese es el verdadero futuro de Europa, una gran unidad en la diversidad.

Sin embargo, la falta de participación en las instituciones o en la legislación, a mi entender, enturbia la relación entre Europa y el País Vasco, ya que ha sido una relación de influencia mutua positiva. En 2006 se cumplirán veinte años que el País Vasco Sur forma parte de la Unión Europea; se cumplirán veinte años desde que de una manera u otra la Comunidad Autónoma Vasca está en Bruselas; se cumplirán quince años desde que de una manera u otra Navarra está en Bruselas y sin duda alguna esa participación ha resultado beneficiosa. La sociedad no ha permanecido quieta y la UE ha mejorado, facilitado y posibilitado la percepción de subvenciones e inversiones de cara a las necesidades, potencialidades y objetivos de nuestro Pueblo.

Ciertos acontecimientos de algunas décadas del siglo XX ha mantenido al País Vasco Sur lejos de los avance económicos y sociales que se daban en el mundo, generando un retraso en infraestructuras, ideas y potencialidades. En la década de los 60 y los 70 existía una gran diferencia entre nosotros y los Estados del Mercado Común Europeo. Todo eso, por lo menos visto desde Bruselas, ya no es así!. La mayoría de los datos económicos y sociales muestran lo que nosotros vemos desde aquí: entre otras cosas, la disminución del paro, la renovación y el crecimiento industrial, la actualización de los equipamientos cotidianos de los ciudadanos, el desarrollo y la renovación de las infraestructuras de transporte, la mejora de los métodos y las estructuras educativas, la preparación intelectual y académica de las nuevas generaciones, la mentalización medioambiental, ... Nos hemos equiparado con muchos de los países europeos. Por supuesto, existen todavía aspectos que se deben mejorar dentro de la Unión Europea, sobre todo en el ámbito social, pero hay que aceptar que si entre las 252 regiones la CAPV y Navarra ocupan el puesto 35 y 36 en cuanto a Producto Interior Bruto “per capita” (en Paridad en el Poder Adquisitivo, Eurostat 2004), se lo debemos al trabajo realizado por el pueblo durante años, a la ayuda de la Unión Europea y a la estabilidad de toda Europa.

De aquí en adelante no va a suceder así. Ahora la UE debe prestar mayor atención a otras necesidades, fomentando la cohesión social y económica en los 10 Estados que se acaban de incorporar. O ayudando igualmente a aquellos que los necesitan a lo largo y ancho el mundo. Y ahí también estará nuestro pueblo, junto con los demás, formando parte de la cadena de ayuda, en igualdad de condiciones, a pesar de que legalmente todavía no lo haya conseguido.

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2005/02/18-25