Toponimia vasca en Argentina
Gonzalo Auza

En Elizondo el apellido era Txuriorena e Inda; en Argentina lo escribieron Juriorena; y más adelante Juliarena. Rastrear la grafía original de los apellidos a partir de la que se conoce en la actualidad requiere de un análisis particular para cada caso. Es una situación parecida a la que se da en el ámbito geográfico: reconocer el origen, la historia, el significado de cada nombre implica investigar detalladamente su evolución.

Esa es la tarea que se impuso Cristina Juliarena, la misma persona que perdió el apellido Txuriorena de su abuelo paterno. Esta nieta de cuatro abuelos navarros realizó una investigación exhaustiva de todo el territorio argentino catalogando los nombres geográficos con origen vasco. Del trabajo realizado, sólo una pequeña parte está publicada. Es una gran pérdida para los estudios sobre este colectivo, pues la presencia de nombres de ese origen es extremadamente abundante -como se señaló en La importancia del aporte vasco en la constitución de la Argentina - y su análisis permitiría visualizar de un modo renovado la huella establecida en todo el país.

El origen de la investigación

Todo comenzó con su ingreso en 1979 al Instituto Geográfico Militar (IGM), a cargo de un proyecto de toponimia que implicaba el relevamiento de toda la Argentina; y que constaba de un equipo con sede en la ciudad de Buenos Aires que coordinaba grupos de trabajo en las universidades del interior del país. En esos equipos participaban historiadores, geógrafos, cartógrafos y antropólogos. Así, se dividió el país a través de las cartas topográficas oficiales. El IGM se hizo cargo de la investigación de lo que en ese momento se denominaba "territorio nacional" -que después se convirtió en la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur- y las universidades tomaron bajo su responsabilidad el resto del territorio.

Cristina Juliarena

Hasta ese momento sólo existían estudios sobre pequeños lugares: la novedad era hacer una investigación de todo el conjunto del país. El resultado del emprendimiento fue que se relevaron mil topónimos de Tierra del Fuego, 5.000 de Malvinas y también se relevó la Antártida. El estudio sobre Malvinas -que fundamentaba la soberanía- no salió publicado a causa de la guerra.

El proyecto, que era de una envergadura enorme, en determinado momento dejó de tener apoyo institucional y Juliarena se apartó. Cada una de las provincias siguió trabajando por separado y sólo algunas completaron su tarea y la publicaron, como San Juan y Mendoza.

A pesar de la interrupción, la experiencia fue clave para esta investigadora: "A partir de ahí empecé a enamorarme de lo que significaba el nombre de las cosas, de los lugares... Yo me había dedicado siempre a la ecología. Cuando ingresé a amar este proyecto y empecé a vislumbrar por qué se llamaban así los lugares, los ríos, las montañas, los parajes... verdaderamente me maravillé".


Un nuevo foco: los nombres vascos

"A raíz de mis orígenes -explica- enfoqué mis estudios en lo específicamente vasco. Como quería continuar con toponimia, me acerqué a la Casa de la Cultura Vasca, conversé con Nicómedes Iguain Azurza y me sugirió crear un Departamento de Geografía, Cartografía y Toponimia. Eso fue en el año 1991". A partir de ese momento inició un trabajo de indagación en la toponimia vasca que avanzó de modo considerable y que empezó a difundirse en las Euskal Etxeas mediante presentaciones dedicadas a regiones específicas. Esas ponencias permanecen inéditas.

A pesar del esfuerzo y la riqueza del trabajo ocurrió lo que podía ocurrir: el proyecto de estudiar la toponimia vasca sobre la totalidad del territorio argentino no obtuvo financiamiento para poder continuar, a pesar de los esfuerzos en el ámbito local y en Euskal Herria. Quizá lo afectó una realidad que Juliarena reconoce: "La toponimia no es una disciplina habitual". En Argentina (antes del proyecto del IGM) sólo había "algunos profesores de geografía que se habían dedicado a este tipo de investigación; pero en su lugar de origen, en una pequeña ciudad, en un pueblo, en un paraje". El mismo fundador de la Sociedad de Estudios Geográficos, Francisco Aparicio, abordó el tema; sin embargo, nunca hubo una difusión -como tampoco la hay ahora- de la importancia de esta disciplina.

En tanto, como explica Juliarena, "en el ámbito mundial la toponimia es básica. Ya ha habido alrededor de diez reuniones de las Naciones Unidas, hay proyectos concretos de normalización de nombres geográficos en los distintos países y se han establecido una serie de pautas para su manejo y administración. Es la única forma de preservar la historia cotidiana y el sentido de pertenencia, a medida que los países se desarrollan y globalizan".

En el ámbito vasco cabe señalar la existencia de las Jornadas de Onomástica de Euskaltzaindia, en las que se han presentado trabajos sobre toponimia, pero aparentemente de menor envergadura que el desarrollado por esta investigadora y en extensiones territoriales mucho menores -según la información que pudimos obtener hasta el presente-.

La tarea emprendida por Cristina Juliarena tenía, adicionalmente, un componente de originalidad, puesto que -según explica ella misma- anteriormente existían pequeños trabajos sobre toponimia vasca -como es el caso de Chile- pero en los que sólo se consignaba el significado de cada nombre. Su empresa, en cambio, tenía una envergadura mayor: "Hay una diferencia entre nombre geográfico y toponimia. Hay nomencladores que tienen en orden alfabético todos los accidentes con latitud y longitud: esos serían nomencladores de nombres geográficos. Para que un nombre geográfico se transforme en topónimo tiene que estar arraigado en el lugar, por lo tanto tiene que tener pertenencia, y es necesario un análisis histórico y lingüístico", señala. Ese análisis le da a su trabajo una sustancia más importante.

Es necesario indicar, además, que los estudios de toponimia en América tienen un alto grado de complejidad debido a los diversos aportes lingüísticos: aborigen y europeo, con resultados híbridos de una enorme riqueza.

La difícil continuidad

A pesar de la falta de apoyo Juliarena -haciendo honor a su ascendencia- no claudicó y, con esfuerzo, continuó el trabajo. "Me parece que es un trabajo que vale la pena -indica-. He descubierto que a través de la toponimia se puede demostrar el impacto de la inmigración vasca en el territorio. Ver cómo a través del tiempo ha evolucionado la nomenclatura, qué nombres se han perdido y explicar por qué. Ver cómo las ciudades, el campo y algunas provincias más que otras se han consustanciado con la cultura vasca".

Así, este tipo de estudio permite un abordaje distinto de los tradicionales para comprender la envergadura del aporte vasco en la constitución de la Argentina. "En lo vasco yo he tratado de puntualizar el impacto, visualizar la impronta vasca. A través de la cartografía mostrar dónde está la toponimia vasca y explicar por qué. Mi trabajo, más que a una división por provincia, esta orientado a las regiones tradicionales que tienen que ver con la colonización; ver qué peso tiene la toponimia cultural (ciudades, puentes, construcciones) y de accidentes naturales; en qué fechas se dio la mayor riqueza de bautismos; qué nombres se han convertido en híbridos con las lenguas indígenas...".

Es que para Juliarena "no hay futuro si no se sabe de dónde se viene". Por eso, la investigación continuó hasta un punto de avance considerable. Completó el estudio para la Ciudad de Buenos Aires (que se publico parcialmente en "Los Vascos en la Argentina"; también el de la región Patagonia (publicado parcialmente en las actas del IX Congreso Nacional de Cartografía de 1995); y tiene relevados todos los nombres del ámbito nacional en base a la cartografía del IGM del año 2000. En ese trabajo sólo falta estructurar los nombres por regiones y concluir la parte histórica (esto significa que el estudio está bastante avanzado, pero no terminado). Lo cierto es que lo que ha llegado a imprenta hasta el presente no refleja la envergadura de la investigación, puesto que no se han incluido los mapas ni otro tipo de información complementaria.

En la actualidad Juliarena desarrolla actividades en el área de cartografía para niños del Instituto Geográfico Militar, es docente en varias instituciones y realiza tareas académicas en otros ámbitos. Sigue avanzando con esta investigación toponímica en la medida que el resto de sus otras actividades se lo permiten, lo que significa que la tarea se realiza lentamente.

En la actualidad Juliarena desarrolla actividades en el área de Cartografía para Niños integrante del Grupo a nivel internacional del Centro Argentino de Cartografía (Instituto Geográfico Militar). Además, es directora del Departamento de Toponimia del mismo Centro, es docente en varias instituciones y realiza tareas de investigación en la temática ecológica - ambiental en otros ámbitos diversos. Sigue avanzando con esta investigación toponímica en la medida que el resto de sus otras actividades académicas se lo permiten, lo que significa que la tarea se realiza lentamente.

Sin embargo, no pierde el paso. Quizá la transformación del apellido Txuriorena algo tuvo que ver con este afán en sondear los orígenes y el por qué de los nombres. Quizá, también, algún día el total del trabajo llegue a imprenta para enriquecer los estudios vascos en Argentina.


Bibliografía

Juliarena, Cristina, "Toponimia Vasca en la ciudad de Buenos Aires. Un pasado latente", Los Vascos en la Argentina. Familias y Protagonismo, Buenos Aires, Fundación Vasco Argentina Juan de Garay, 2000, pp. 168-174.

Juliarena, Cristina, "Toponimia vasca en la Ciudad de Buenos Aires. Un pasado latente", Contribuciones Científicas. Congreso Nacional de Geografía - 59° Semana de Geografía GAEA, Buenos Aires, Sociedad Argentina de Estudios Geográficos, 1998, pp. 269-272.

Juliarena, Cristina, "Toponimia y Cartografía: Los nombres vascos en la Patagonia. Una metodología de trabajo", Contribuciones Científicas. I Congreso Argentino de Geociencias y Geotécnicas. IX Congreso Nacional de Cartografía, Buenos Aires, CAC Centro Argentino de Cartografía, 1995, pp. 110-118.

Juliarena, Cristina, "Los nombres vascos a través de la cartografía actual pampeana", Semana Baska 1994 La Pampa, Macachín, Ed. Alejandro Iruretagoyena, 1994, pp. 26-34.

Juliarena, Cristina, "Temática de investigación: La toponimia vasca en la República Argentina", en Eusketxe Argibideak - Informaciones Eusketxe, Año 1 N° 0 (septiembre de 1993), pp. 17-19.


Gonzalo J. Auza, gonzalo@juandegaray.org.ar
http://www.juandegaray.org.ar/fvajg/docs/Gonzalo_J_Auza
Fotos: Gonzalo Auza


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