El
objetivo del presente informe es analizar qué lugar ocupa
el pensamiento estructuralista en la postura que Mitxelena mantiene
en torno a la pronunciación. En primer lugar quisiera señalar
que sería muy conveniente leer los textos escritos por el
propio Mitxelena, a los que haremos continuas referencias (detalles
al final).
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Koldo Mitxelena |
El estructuralismo ocupa un amplio espacio en la investigación
fonética-fonológica de Mitxelena. Así, define
los conceptos como fonema, rasgo concomitante o valor fonológico
que aparecen en su magna obra Sobre el Pasado (
) basándose
directa o indirectamente en los paradigmas estructuralistas más
ortodoxos de Praga, y lo mismo cabe decir respecto a la fusión
del valor diferencial del acento y la posibilidad de diferenciar
los distintos significados
(SHª[1964], 14).
Pero Mitxelena, a quien ni tan siquiera la más estricta
de las ortodoxias conduce hacia el aislamiento, no olvida la deuda
que el estructuralismo mantiene con el comparativismo del que tan
brillantemente hizo uso en la reconstrucción del euskera.
Fíjense, si no, en las siguientes palabras, en la paréntesis
y en el concepto de fonema:
Admitido (con todas las restricciones necesarias) el principio
básico de la regularidad de los cambios fonéticos
o, dicho con otras palabras, partiendo del postulado de que dentro
de una variedad lingüística dada un fonema
o un grupo de fonemas evoluciona (cambia o se mantiene)
de una forma determinada, siempre que se encuentre en un mismo
contexto fónico (
) Partiendo de la idea de que los distintos puntos de vista se complementan
entre sí, Mitxelena entiende que el hecho de trabajar con
el método estructural contribuirá a enriquecer la
lingüística comparativa y que a partir del estudio del
euskera el campo de la teoría se verá enriquecido
con varias aportaciones:
Emplea un discurso estructuralista, incluso cuando procede a analizar
el euskera desde la perspectiva de otras lenguas (a destacar que
la relevancia del hablante se mantiene intacta):
(
) las unidades fonológicamente distintivas
de una lengua pueden ser, y son, confundidas en otra cuando tales
oposiciones le son desconocidas a ésta: al fin, sin
embargo, la influencia exterior sale muchas veces triunfante y la
lengua -es decir los hablantes bilingües- termina por adoptar
en su sistema fonemas que antes le eran extraños y llegan
luego a generalizarse.
SHª[1964], 37
En los siguientes párrafos prosigue, bajo la influencia
de Weinreich, con el esquema, estilo y terminología estructuralistas
de la fonología, como bien se puede observar en su obra Sobre
el Pasado (
), en sus trabajos coetáneos, en otros
posteriores (donde se percibe el influjo del generativismo), y en
otras muchas obras anteriores, entre las cuales, y por citar una
de renombre, se podría hacer alusión a "Las antiguas
consonantes vascas", de 1957, donde explica la correlación
existente entre los fonemas fuertes y suaves, los pares mínimos
o la disimilación preventiva de los fonemas r/rr,
y el archifonema que soluciona el problema de la última parte
de la palabra.
En cualquier caso, y en lo referente a la comprensión del
fonema, un párrafo revela que Mitxelena se situaba más
cerca del fonema psicológico de Sapir que del de Trubetzkoy
-¡y de Martinet!- o de Bloomfield, lo cual puede estar relacionado
con los hablantes arriba mencionados, con la psicolingüística,
y con el conocimiento la percepción y de los demás
componentes lingüísticos sustanciales. Existen innumerables
citas al respecto:
Muchos de los componentes de esta lista no parecen muy antiguos
y la alternancia será debida en ocasiones a causas particulares
(disimilación o reducción de un grupo inicial, p.
ej.). Son suficientes en todo caso para mostrar que en la conciencia
de los hablantes ha existido una cierta inseguridad con respecto
a la posición inicial. Hay que volver a insistir por otra
parte, en la influencia de las lenguas románicas vecinas
que muy bien ha podido impedir que la lengua llevara a término
tendencias fonéticas que dentro de ella se manifestaban.
SHª[1951], 208
O, incluso, sobre el vocalismo:
El no apreciar los oídos vascos las diferencias
de cantidad tuvo como consecuencia, en los préstamos más
antiguos, un vocalismo de tipo sardo, en el que los continuadores
de lat. i y u se han confundido con los de i,¤ u¤,
no con los de e¤, o¤: bikhe '(la) pez' (
).
P/T[1974], 200
O, volviendo al caso de las vibrantes:
El representante del archifonema es R o, más exactamente,
una r que puede pronunciarse fuerte, con dos o más
vibraciones (
). Y esta posibilidad, aun cuando no se actualice,
basta para que el hablante considere como fuerte la r final, y no
como suave.
SHª[1957], 180
En los puntos que aparecen entre las paréntesis se esconden
la descripción de las vibrantes de la terminación
de la palabra que recoge de Navarro Tomás y la cita que sobre
la misma hace Gavel, y que en mi opinión deben tenerse muy
en cuenta para observar cómo enlaza Mitxelena la teorización
fonológica con los datos fonéticos. Puede que la reivindicación
que realiza en su trabajo diacrónico de trasladar los hechos
a la teoría sea a fin de cuentas un paralelismo de lo anteriormente
mencionado, donde nos demuestra que va mucho más allá
del estructuralismo superficial.
Por otra parte, opino que deberíamos contextualizar las
consideraciones relativas al fonema complejo (mb/ en el estructuralismo,
principalmente a la hora de analizar si se trata de un fonema aislado
en el inventario reconstruido (SHª[1957], 187). Otro tanto
se podría decir sobre la magnífica reseña de
Amado Alonso SHª[1954], o, incluso, aprovechando que se refiere
a las antiguas y nuevas oclusivas, al adverbio fonológicamente
que recoge de Martinet.
Dado este sistema, se comprende que en palabras latinas como
pacem o picem reprodujera el vasco la p- latina -no aspirada- por
medio de su sorda -suave- no aspirada, realización del fonema
B, y que al mismo tiempo reprodujera la -c- latina como -k-, realización
del fonema K2. "El resultado era, por lo tanto, BaKe, BiKe,
es decir, fonológicamente lo que encontramos en el vasco
de hoy".
SHª[1951], 205
Lógicamente, es importante localizar las cosas en su debido
contexto, sobre todo para que no caigan en el anacronismo. Así,
por ejemplo, hablar de la neutralización en el contexto
de la pronunciación de las primeras consonantes de una palabra
desde una perspectiva generativista (la más extendida en
la actualidad), dejando la sustitución a la que da lugar
en un segundo plano, puede resultar desconcertante para quienes
consideran el fonema como una mera etiqueta. Mitxelena alude
antes y más extensamente al carácter fonémico
de la operación que a la operación en sí, algo
ciertamente asombroso en la hoy más habitual fonología
evolutiva.
Sin embargo, el siguiente texto nos permite ver cómo Mitxelena
jamás se detenía en los esquemas, sino que lo suyo
era realizar análisis en profundidad. Por tal motivo, el
estructuralismo, en sus manos, no resultaba un pesado yugo, sino
una materia que examinar desde distintos puntos de vista:
Las oclusivas sonoras modernas, y sin duda ya las medievales,
no son realmente oclusivas más que en contextos bien determinados.
Además de por la sonoridad, se distinguen de las sordas,
aunque ese rasgo no es hoy pertinente, por una articulación
más laxa. Hemos visto, de otra parte, que autores cuyos razonamientos
tenían un punto de partida diferente han expresado sus dudas
acerca de la importancia de la sonoridad en la distinción
de las dos series de oclusivas en fases más antiguas del
lenguaje.
SHª[1957], 178
Sólo una selección de las características
del estructuralismo convierte en no pertinente la laxitud a la que
alude Mitxelena, que por otra parte, y paradójicamente, resultó
decisiva para la reconstrucción de Martinet.
Todo ello me hace pensar en las palabras que pronunció en
un curso de doctorado de 1982-1983:
El esquema estructuralista es, como se ve, una abstracción
que responde bastante de lejos a la realidad. Esto no implica que
sea inútil.
El dominio de la situación le lleva a hacer libre uso de
los pares mínimos (zagi/xako, aldi/(h)andi), a realizar
una separación complementaria del estructuralismo americano,
etc.
Mitxelena es hoy por hoy la única persona que ha realizado
un continuo y sólido examen estructuralista de la fonología
vasca. Y su disposición a construir puentes antes que a levantar
muros entre las distintas escuelas le llevaba a acoger de buen grado
reflexiones como las de Martinet, que ensalzaban el valor comparativista
de Saussure.
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Koldo Mitxelena Elisalt, instituido Doctor Honoris
Causa por la Universidad de Burdeos, año 1982 |
Ahora que estamos haciendo alusión a Martinet, conviene
señalar que es precisamente en el artículo que versa
sobre la obra de este estudioso donde Mitxelena se muestra más
afín y próximo con respecto al estructuralismo (SHª[1951]).
Sería muy interesante analizar hasta qué punto influyó
Martinet en el punto de vista fonológico de Mitxelena.
Estaba de acuerdo con la teoría propuesta por Martinet,
y, lo que es más, confesó que gracias a la misma algunos
de los problemas que rodeaban al euskera hallaron por fin una justificación.
Incluso se muestra dispuesto a rectificar las acusaciones vertidas
contra Lafon en torno al hecho de considerar la aspiración
como una consecuencia de la oclusiva dorsal (SHª[1950]).
La calidad que presentan las antologías de hoy día
facilitan sobremanera la posibilidad de consultar los principales
textos de Mitxelena, lo que, por otra parte, es absolutamente aconsejable.
Pero mucho me temo que, a medida que pasa el tiempo, estamos convirtiendo
a Mitxelena en una especie de momia o dogma, y que su dinamismo
corre cada vez mayor peligro de caer en el olvido. Tenemos que tener
en cuenta que él no solía ir cerrando etapas, sino
que simplemente superponía los nuevos puntos de vista sobre
los anteriores, que se mantenían como soporte de los nuevos.
Ahora somos más dados a pertenecer a una determinada escuela.
Incluso las asambleas se parecen cada vez más a clubs selectos.
Referencias
P/T Palabras y Textos. Leioa: Euskal Herriko Unibertsitatea-Universidad
del País Vasco, Servicio Editorial. 1987.
[1974] El elemento latino-románico en la lengua vasca (195-219);
Rectificaciones y enmiendas (478-479)
SHª Sobre Historia de la Lengua Vasca I-II. Donostia-San
Sebastián.: Anejos del A.S.J.U. 1988.
[1950] De fonética vasca. La aspiración intervocálica
(190-202)
[1951] La sonorización de las oclusivas iniciales. A propósito
de un importante artículo de André Martinet (203-211)
[1954] De la pronunciación medieval a la moderna en español
(240-245)
[1957] Las antiguas consonantes vascas (166-189)
[1964] Sobre el pasado de la lengua vasca (1-73)
Miren Lourdes Oñederra
Fotografías: Auñamendi |