Ahh, el corazón y pulmón de Gipuzkoa: Aralar desde
Goiherri y Tolosaldea, realizando el itinerario entre Lizarrusti
y Amezketa. Nada más cruzar la cordillera, toda Gipuzkoa
se extiende ante nuestros ojos. Contemplamos así los parajes
de Abaltzisketa, Amezketa, Baliarrain, Orendain, la ermita de Larraitz
y el collado de Zarate, a los pies del monte Balerdi. Desde el collado
avistamos algunos pueblos del valle navarro de Araiz, sobre todo
Azkarate. Durante los años de la guerra carlista, el collado
de Zarate, que limita entre Gipuzkoa y Navarra, era muy popular
por la afluencia de mugalaris y contrabandistas. A los pies de Zarate
se encuentra el barrio de Bedaio, un municipio muy singular, próximo
a Amezketa pero perteneciente a Tolosa debido a que, según
relatan los historiadores, el antiguo amo y señor era oriundo
de la citada villa.
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Aralar desde Abaltzisketa
Fotografía: Auñamendi |
Al poco de pasar por Leintz Gatzaga y Arlaban, el gélido
viento azota el sur de Gipuzkoa. Al sur observamos la llanura alavesa,
y al norte los primeros valles y prados guipuzcoanos. De pronto,
asoman entre la neblina la cordillera de Elgea y la de Aizkorri,
la más conocida de Gipuzkoa, custodiada por los franciscanos
de San Adrián. En la parzonería de Altzania los vecinos
limítrofes entre Álava y Gipuzkoa se aúnan
para realizar trabajos comunales.
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Ermita de Aizkorri
Fotografía: Auñamendi |
En el trayecto que une Gesalibar (Mondragón) y Arlaban o
Leintz Gatzaga, nuestra excursión atraviesa el pequeño
y curioso valle alavés de Aramaio, donde limitan las provincias
de Gipuzkoa, Bizkaia y Álava. Los paisajes de Untzilla, Uribarri
y Arexola, a pesar de pertenecer al territorio alavés, tienen
un toque marcadamente vizcaíno o guipuzcoano, al igual que
el euskera que se habla en este valle, notoriamente influenciado
por los dialectos guipuzcoano y vizcaíno. A señalar
que es prácticamente el único lugar de Álava
donde todavía existe la posibilidad encontrarse con euskaldunzaharras.
Es precisamente Gesalibar el lugar donde en 1897 falleció
Cánovas del Castillo, como bien evoca la escultura que incluye
un bertso de Txirrita:
Ilda Canovas, fuera Canovas
Pikaro gaizki eziya
Galdu zituen gari-zelayak
Gaillendu zaio sasiya
Galdu zituen ipar garbiak
Gallendu trumoi garbiak
Gallendu zituen fueroak eta
Jaungoikuaren graziya
Galdu zituen bizi-lekuak
Galdu du bere biziya
Gesalibarko auzo honetan 1897ko abuztuaren 8an Angiobillok Euskal
Herriarentzat hain kaltegarri izan zen Canovas del Castillo Espainiko
presidentea hil zuen. (Lurra eta askatasuna)
Dado que Gipuzkoa, al igual que toda Euskal Herria, está
muy vinculada al pastoreo, en Aralar tendremos ocasión de
ver varias bordas; por ejemplo, en Arritzaga. Últimamente
los pastores están introduciendo mejoras en su modo de vida,
como por ejemplo placas solares que les permiten disponer de luz
eléctrica y otras comodidades. A señalar que los datos
sobre estos entornos protegidos declaran que el 57% de las tierras
de Aralar son bienes públicos, mientras que el 43% está
en manos privadas y pertenece a cerca de 500 personas.
Desde el municipio de Orexa tomaremos el camino principal que discurre
entre Aralar y Leitzaran. En esta misma localidad que limita con
Navarra veremos la escultura que homenajea al escritor Orixe. Dicen
los historiadores que cuando el territorio guipuzcoano pasó
a manos de Castilla, los montes de Orexa fueron conocidos como "tierras
de delicuentes", por las incesantes luchas que mantenían
los navarros y guipuzcoanos. Al día de hoy, Orexa es el municipio
guipuzcoano que con menos habitantes cuenta (aproximadamente 90
personas).
Los hayedos que rodean en el camino que une Otsaurte y Lizarrusti
se encuentran entre los más antiguos de Euskal Herria, y
su nivel de conservación y protección es verdaderamente
bueno. Al caminar por estos parajes uno siente que prácticamente
la mitad de su cuerpo camina bajo la multidud de hojas. Desde Otsaurte
hasta Lizarrusti tenéis un total de ocho horas para disfrutar
de los hayedos. Al oeste queda Gipuzkoa y al este el valle de Navarra.
Qué decir sobre la calzada medieval de San Adrián
que transcurre a la sombra de los bosques de los montes Aratz y
Aizkorri, y que conduce a la ermita del siglo XI y al antiguo hospital
templario. En la Edad Media esta calzada fue una de las más
importantes vías de comunicación entre Gipuzkoa y
Álava, así como el punto de conexión del comercio
que mantenían Europa y Castilla. A seguir bien y hasta pronto.
Xabier Ezeizabarrena,
abogado y mugalari mugalariss@hotmail.com
http://www.cybcity.com/mugalaris
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