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¿Qué pasa con los niños? Pandemia, salud, educación
GORROTXATEGI GORROTXATEGI, Pedro
Introducción
La situación de los niños en esta pandemia ha sido motivo de controversia. Ha tenido tres fases. En el inicio, su confinamiento. Posteriormente, su salida a la calle que al principio fue con limitaciones y luego libremente. Y la tercera fase, su reincorporación a la actividad lectiva. En estos tres puntos se han valorado los conceptos de salud y educación como leit motiv de las decisiones y argumentos de unos y otros.
El confinamiento
Iniciada la pandemia, y vistas las consecuencias sanitarias y la extensión de la misma, en la creencia de que, como sucede con otros virus, los niños eran los máximos difusores de la enfermedad, se decide cerrar las aulas de Araba el 11 de marzo de 2020. Posteriormente, esa medida se extiende a todo el estado por medio del decreto del Estado de alarma el 14 del mismo mes. Dicho estado de alarma permitía salir a las personas para ciertas actividades, pero los niños no estaban incluidos en ninguna de ellas, por lo que su confinamiento era permanente.
Ya a finales de marzo y principios de abril hubo campañas solicitando la salida de los niños con el argumento, un poco demagógico de que “les dejan salir a los perros y a los niños no”.
Finalmente, a partir del 26 de abril se les permitió salir a los niños tras 43 días de reclusión dentro de sus domicilios, aunque la forma de salir, no es la que los niños esperaban. Tenían que ir con uno de los padres, no podían juntarse con otros niños, ni jugar en los parques públicos, pero era un alivio con respecto de su situación previa.
Se ha hablado de las repercusiones psicológicas en los niños de este confinamiento. El tiempo lo dirá, pero por el momento no hay datos fiables que nos permitan afirmar que eso haya sucedido. En un análisis sobre la evidencia existente, en cuanto a la afectación infantil por el confinamiento en niños, realizado por Adrián García Ron e Isabel Cuellar-Flores, se dice que aunque los periodos de confinamiento en epidemias, se han relacionado con un impacto negativo en la salud mental en adultos (mayor riesgo de trastornos emocionales, síntomas depresivos, irritabilidad, estrés...), la evidencia disponible en niños es anecdótica y los estudios son limitados en conclusiones.
Independientemente de que no se pueda demostrar esa influencia, hay que tener en cuenta que las clases más desfavorecidas son las que han sufrido más el confinamiento. No es lo mismo estar confinado en un adosado con jardín, que en una casa de 120 metros cuadrados, que dentro de una habitación, porque la casa es compartida por varias familias. El confinamiento, como todas las medidas coercitivas, afecta más a los que menos medios tienen, y ese aspecto muchas veces queda en el olvido.

Los niños tienen que volver a las aulas, no solo para adquirir conocimientos, también para que tengan relaciones sociales y para que no se agrande la brecha social.
La salida a la calle
Poco a poco, tanto niños como mayores “tomaron la calle”. Si durante el tiempo que habían estado recluidos, el número de casos era pequeño, al salir a la calle comenzó a aumentar de manera notable. Según el boletín epidemiológico de Euskadi, hasta el 16 de julio, que registra todos los casos producidos hasta ese día, el porcentaje de niños (de 0 a 9 años) afectados era el 0,6% (125 de 21.867 casos). A partir de ese día, el boletín epidemiológico nos va ofreciendo cifras diarias. Estas van aumentando de forma progresiva, pero el porcentaje se mantiene entre el 6 y 10% de los casos, que comparando con el porcentaje del 0,6% del periodo de confinamiento.
Eso nos indica que los niños se infectan de manera similar a los adultos. La población en Euskadi es de 2.188.027 personas y la población menor de 10 años 195.423, un 8,9%, y la incidencia en niños ronda esa cifra. Por lo tanto, cuando los niños se relacionan con otros adultos y otros niños se infectan de forma similar a los adultos. El hecho de que las cifras que se observaban al principio eran tan pequeñas (0,6%) se debía al confinamiento de los niños y a que sólo se hacían test diagnósticos a los niños que ingresaban. Dado que los niños tienen, en general, una enfermedad más leve que los adultos, también ingresaban en menor número.
Gráfica. Número de casos de niños menores de 10 años diagnosticados cada día en Euskadi.

Gráfica. Número de casos de niños menores de 10 años diagnosticados cada día en Euskadi.
Reincorporación a la actividad docente
Desde diversas instancias de defensa de los niños, Save the Children e UNICEF, entre otras, se propugna que los niños deber ir a las escuelas de forma presencial. Si antes se ha comentado que el confinamiento afectó más a los grupos sociales más desfavorecidos, lo mismo ocurre con la ausencia de clases presenciales, que también perjudican a los que menos medios económicos poseen. Incluso, hay que pensar que el comedor escolar es una fuente importante de nutrición para algunos niños. Por todo ello, es irrenunciable la reanudación de la educación presencial.
Está claro que va a ocasionar problemas, algunos niños enfermarán, a otros habrá que realizar aislamiento por ser contactos de casos positivos, incluso puede cerrarse algún aula, pero eso no es motivo para que renunciemos a la educación presencial.
Las medidas que se han previsto, aunque difíciles de llevar a la práctica en algunos centros, van a hacer que los niños no estén más expuestos al virus dentro de los colegios que en otros ámbitos.
Se ha demostrado que la asistencia a conciertos, bares, restaurantes, iglesias, gimnasios, eventos deportivos, entre otros, tienen más influencia en la expansión del virus que la asistencia a los colegios. No privemos, nuevamente a los niños de la educación y de la interacción social, que hace que se conviertan en los hombres y mujeres del día de mañana.
Conclusión
A modo de conclusión, se podría decir que los niños tienen que volver a las aulas, no solo para adquirir conocimientos, también para que tengan relaciones sociales y para que no se agrande la brecha social.
Bibliografía:
- Ron AG, Cuellar-Flores I, Impacto psicológico del confinamiento en población infantil y como mitigar sus efectos: Revisión rápida de la evidencia, Anales de Pediatría (2020) Vol. 93, pp. 57-58.
- Situación epidemiológica del Coronavirus (COVID-19) en Euskadi. 16-7-2020
- Boletín epidemiológico coronavirus