63 Zenbakia 2000-01-21 / 2000-01-28

Gaiak

El comercio electrónico

VELEZ DE MENDIZABAL AZKARRAGA, Josemari

El comercio electrónico El comercio electrónico * Traducción al español del original en euskera Josemari Velez de Mendizabal El fenómeno conocido en la red telemática como e commerce es toda una realidad. Aun cuando en su estructura es todavía principiante, su avance exponencial y pronta aceleración resultan innegables. Dentro del extenso escaparate que es Internet, del cual desconocemos hasta qué punto seguirá desarrollándose, se está erigiendo el mayor mercado jamás creado por el ser humano. Día a día las puertas del mercado virtual en el que cualquiera puede participar en su compraventa se abren más y más. Han transcurrido miles de años desde que los habitantes de este planeta realizaran los primeros movimientos mercantiles, si bien ignoramos tanto la fecha como la influencia que tuvo en la vida de aquellos pioneros. Cuando todavía no está del todo cimentada la estructura del sistema mercantil tradicional, nos topamos con las primeras referencias materiales de una nueva modalidad emergida del aprovechamiento de las oportunidades que ofrece el ciberespacio, y de la que, a diferencia del comercio anterior, conocemos sus orígenes, pudiendo precisar con total exactitud la fecha de nacimiento del nuevo fenómeno, aun cuando se haga acompañar de la interrogante de hasta cuándo pervivirá y qué cambios originará en la sociedad. Ahora que nos ha pillado el primer influjo de la gigantesca ola del comercio electrónico, nos estamos preparando para una inmensa revolución mundial que en breve puede alterar por completo los usos mercantiles. Decía que cualquiera puede participar en el mercado virtual; sin embargo, esta afirmación general tiene sus particularidades que hasta ahora se han identificado grosso modo. Al igual que sucede en cualquier ámbito, es mediante la práctica como se realiza una exacta clasificación de las dificultades, y en esta novedosa modalidad mercantil será igualmente la actividad diaria la que nos vaya mostrando los problemas. Los hay sobradamente detallados,a los que expertos de todo el mundo tratan de hallar soluciones para establecer los límites de la compraventa lo más nítidamente posible. En los planteamientos mercantiles se está produciendo una increíble transformación, e incluso las más tradicionales empresas han adoptado las primeras medidas para cambiar sus esquemas y no quedarse atrás en esta carrera. ¿Qué es lo que se busca? En mi opinión, casi todos los actores han apostado por la inversión, a sabiendas de que a la larga supone una recuperación, y así estar preparados para lo que se nos avecina. Todos sabemos que el mercado no se alterará de un día para otro en lo concerniente a las vías comerciales, y que los sistemas tradicionales permanecerán en vigor durante algunos años; pero en lo que es el ámbito business to business, es decir, los movimientos interempresariales, dentro de poco las operaciones darán un inimaginable salto cuantitativo gracias a Internet. Se puede afirmar que Internet será el mercado más vivo del primer cuarto del siglo XXI. No me atrevo a hacer ulteriores predicciones, porque si el mundo de las telecomunicaciones mantiene la velocidad actual, nadie es capaz de predecir cómo será el mercado del año 2025. La pregunta ha llegado a ser ficticia. Detengámonos, pues, en el presente y preparémonos para esta revolución que ha cambiado nuestros hábitos mercantiles. ¿Que desea vender acero a un cliente de China? Si quiere hacerlo lo más rápidamente y con el menor costo posible... ¡prepare la infraestructura electrónica! Y lo mismo respecto a frigoríficos, pescado, hortalizas, papel, productos de ocio, medicinas, libros, obras de arte..., es decir, todo objeto susceptible de oferta mercantil. Pero ¡cuidado! Para que los medios de las empresas sean rentables, la nueva estrategia habrá de olvidarse de los viejos esquemas. Que nadie crea que el cambio de sistema vaya a abrir la puerta del éxito, así, sin más. ¡Nada de eso! Hace tiempo que nadie ofrece Eldorado, y sólo los tontos esperan conseguir durospor tres pesetas. Algunos dicen que llegarán tiempos mejores. No comparto esa opinión. Serán diferentes, desde luego, pero no tienen por qué ser necesariamente mejores. Quien se prepare para el futuro jugará con ventaja frente al que permanezca sin tomar una decisión, y, en función de la ley habitual, también en los años venideros el poderoso tendrá más posibilidades de éxito que el débil. Tendremos que cambiar la cultura de la compraventa, lo cual no se hace de un día para otro. Hasta ahora los buenos comerciantes han necesitado de la educación, y también la necesitarán en el futuro. La readaptación de los comerciantes tradicionales resulta imprescindible para que puedan sumergirse en los medios del comercio electrónico. ¡A saber cuántas horas necesitará un interesado para acostumbrarse a los mínimos parámetros del nuevo sistema! Es un largo trecho que abarca desde la terminología hasta la casuística de las leyes internacionales que todo aquél que aspire a comerciante electrónico habrá de superar mediante la educación. ¿Qué decir, por ejemplo, sobre la problemática de la firma digital? ¿Y en torno a la confidencialidad de los datos? Algo se habrá de saber, por ejemplo, sobre la gestión de las claves y los certificados. Y eso sin adentrarse en los pormenores de la ley, a saber, la propiedad intelectual, la política de seguridad en claves públicas e infraestructuras de los servicios, derechos y obligaciones de las partes de la compraventa, ley marco internacional, convenios, y un largo etcétera. Y, claro, por encima de todos ellos se sitúan los vaivenes de la ética que "dirigirá" las relaciones entre vendedor y comprador. Internet es un célebre instrumento que por el momento no ofrece demasiada seguridad. Y, desgraciadamente, se le conoce mucho más por los errores ocasionales que por el correcto servicio de la red. Correcta o incorrecta, depende de la actitud humana, puesto que no debemos olvidar que el mundo mercantil en su totalidad y en cualquier campo lo movemoslas personas, y que el cuadro de resultados se define en función de nuestro proceder. De modo que la fiabilidad del comercio electrónico está a fin de cuentas en nuestras manos. Las empresas vascas tienen ante sí un gran reto para sumergirse con toda garantía en el comercio electrónico. Hasta el momento la influencia ha sido bastante pequeña, porque las grandes empresas otorgan prioridad a las vías mercantiles tradicionales, si bien ya se están preparando para nuevos experimentos. Las pequeñas empresas, sin embargo, notarán el resultado del cambio sobre todo a corto plazo. Si una empresa se ha preparado adecuadamente para la nueva fórmula mercantil, un buen catálogo puede conducirla a niveles inimaginables. Y hay sectores que ahora mismo y en lo que respecta a las ventas de fin de año han avanzado considerablemente gracias a su oferta virtual. La brecha ya está abierta. Pero, a pesar de no ser difícil avanzar a través de ella, salir ilesos puede suponer una tarea más ardua para las empresas vascas. Josemari Velez de Mendizabal, escritor Euskonews & Media 63.zbk (2000/1/21 28) Eusko Ikaskuntzaren Web Orria