“Javier Balda y el expresionismo abstracto”

Javier Balda (Pamplona, 1958) tiene una larga trayectoria como artista, y una amplia experiencia como profesional de las artes plásticas.

Con la obtención en abril de 2010 de la prestigiosa Beca Pollock-Krasner (en memoria del gran expresionista abstracto tejano, y su viuda, la expresionista abstracta americana). Javier se va a poder dedicar a sus proyectos haciendo un paréntesis en su labor de montaje y diseño de exposiciones temáticas para todo tipo de instituciones. Los proyectos supondrán mayor avance en su carrera, pero para conocerla, al menos en su último tramo, tenemos 17 obras.

Son obras expresionistas abstractas, ya que la figura como tal no se adivina ni discierne, pero también son expresivas por diferentes motivos: el primero, por la aparición de diferentes formas cromáticas a raíz de un fondo inicial en blanco y negro. Otro de los detalles que confieren expresividad al conjunto es que no se ciñen a un marco concreto, ni a una forma fija, sino que se crean diferentes formas geométricas para poner sobre la pared; en muchos casos con carácter tridimensional.

En la serie predominan los azules, pero en algunas de las obras aparece el rojo, lo que origina un juego entre colores primarios, progresando en la idea de resaltar detalles. También juega con primarios y secundarios, como con verdes y azules; o naranjas con azules.

Otras obras ganarán en expresividad aparente con la inclusión de fotografías un tanto desveladas, para motivar al espectador a que se una a la propuesta de Balda, interactuando más... e incitando a vislumbrar qué se esconde tras la fotografía.

Las obras de Balda muestran cómo no está todo dicho en pintura, ya que viendo sus obras en las que juega con diferentes planos, combina diferentes colores (primarios como secundarios, lo blanco y negro con lo cromático...) ayuda a subsumir al espectador en la pintura, descansando así la vista de tanta nueva tendencia que más tiene que ver con la ideología y los efectos especiales que con la verdad del arte.

Ramuntcho Robles Quevedo