La base de datos Actoz: una herramienta para la historia del País Vasco

Álvaro CHAPARRO SAINZ, Casa de Velázquez
Andoni ARTOLA RENEDO, Université de Clermont-Ferrand, CHEC

Lagundu

La caída de los grandes paradigmas historiográficos en las últimas décadas del siglo pasado dio paso al surgimiento de nuevos planteamientos metodológicos por los cuales el análisis de la sociedad parte del estudio de los actores sociales en sus propios contextos. Los trabajos de microhistoria, cuyo impacto sobre la construcción de nuevos modelos en la investigación reciente es patente, son una buena muestra de esta práctica: partir siempre del individuo, de sus acciones y sus relaciones, con el fin de poder observar el conjunto. La ampliación de esta práctica a los extensos dominios de la historia social —particularmente, en lo que nos concierne a los autores, a la historia social de las élites del Antiguo Régimen— obliga a estudiar miles de cursos de vida, atravesando múltiples planos (educacional, familiar, profesional, administrativo, religioso, etc.) e interconectando sistemáticamente las trayectorias personales de todos los actores.

Las provincias vascas de los siglos XVI al XIX presentan un interés particular desde esta perspectiva. En su seno se formaron sistemas sociales estrechamente trabados, abarcables no obstante por el investigador dado su tamaño relativamente reducido y sus fronteras muy marcadas. Sus élites combinaban un fuerte enraizamiento local y una intensa proyección hacia el exterior, marcando a los actores de tal forma que podían identificarse como parte del sistema aun cuando se encontraran físicamente fuera del territorio. Esto permite la combinación de distintas escalas analíticas y el seguimiento sistemático de los actores y de sus relaciones (es decir, del “análisis de red social”), que puede ser, como plantea José María Imízcoz, una salida al impasse que durante décadas ha caracterizado a nuestra historiografía1. Todo lo cual, junto con la fuerte densidad de fuentes documentales, así como de excepcionales instrumentos de trabajo, forma un campo de estudio de indudable atractivo desde el punto de vista expresado.

Cercenar los campos de estudio nos lleva a visiones parciales, carentes de perspectiva. Lógicamente, la superación de estas barreras no es sencilla. Los métodos de investigación no siempre favorecen perspectivas aglutinadoras, al mismo tiempo que, en ocasiones, ciertas limitaciones técnicas hacen inviable la tarea. De este modo, difícilmente podemos hacer frente a los retos metodológicos planteados por el cambio de paradigma mencionado, que supone gestionar un estudio sobre varios miles de personajes, sin contar con herramientas que nos faciliten la gestión de decenas de miles de datos al mismo tiempo y con el mínimo margen de error. La vida de un individuo, tan sólo de uno, está formada por cientos de miles de situaciones que se suceden a lo largo de su vida y que deberían ser tomadas en cuenta por el historiador, en el caso de conocerse. Un acontecimiento como el nacimiento en cierto lugar no es menos importante que los estudios realizados, el nombramiento para un empleo, el matrimonio, la elaboración del testamento, la escritura de una carta, un encuentro en un café con otra persona, una disputa legal por un mayorazgo, la adquisición de un bien, un viaje a través del Atlántico o el propio fallecimiento. Por banal que el acontecimiento pueda ser considerado, éste es importante para el historiador. Sólo así, recuperando la totalidad de la información relativa a una persona, podemos ser capaces de comprender al sujeto en un contexto dado y, por extensión, al conjunto de las personas con las que se relaciona.

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En este cruce de caminos entre los estudios prosopográficos relacionales y la necesidad técnica de gestionar cientos de miles de datos, se encuentra el sistema de bases de datos históricas Fichoz2. Este proyecto científico, dirigido por Jean Pierre Dedieu (CNRS)3, nació con el objetivo inicial de informatizar los ficheros manuales de un grupo de investigadores en torno a los agentes de la alta administración española del siglo XVIII. En la actualidad esos límites han sido ampliamente superados recogiendo decenas de miles de biografías, más o menos completas, de personas vinculadas con la alta administración, con el ejército, con la administración local, las academias y sociedades económicas, la producción cultural o la jerarquía eclesiástica entre los siglos XVII y XIX4. Su objetivo es la creación de un modelo que el investigador pueda manipular, que refleje lo más exactamente posible la complejidad de la vida social, y que se pueda enriquecer y modificar ad perpetuam. Una herramienta con la que, a medida que el historiador explora pistas nuevas, se puedan reconstruir de modo sencillo las reglas subyacentes que permiten a los actores dominar la complejidad, una complejidad que es el rasgo fundamental de las sociedades humanas, las cuales tienen que articular elementos de lo más variado. La base de datos Actoz, parte del sistema Fichoz, permite observar los procesos más complejos, interrelacionar informaciones, siendo así la manera más eficiente de organizar la información. Es la forma en que fuentes de muy diversa naturaleza pueden ser integradas, sistemáticamente cruzadas y analizadas en conjunto.

Foto: CC BY - Municipal Archives of Trondheim

La base de datos Actoz es una herramienta muy útil para la Historia del País Vasco, sobre todo para la interesada por lo tocante a los siglos XVIII y XIX.
Foto: CC BY - adesigna

El elemento principal, en torno al cual se estructura el resto, es un fichero de vaciado biográfico en el que se recogen las acciones de los individuos. Cada una de las fichas refiere un acontecimiento ligado a un identificador, pudiendo abarcar todo lo que una persona hubiera podido hacer durante su vida. El hecho de que se recojan las acciones, en lugar de campos correspondientes a preguntas previamente determinadas, deja la estructura permanentemente abierta a cualquier eventualidad que pueda emerger en el curso de la investigación. La necesidad de abarcar el mayor número posible de los factores que afectan a las acciones de un individuo ha llevado al desarrollo de otros ficheros vinculados con el principal, que se corresponden, en grandes líneas, con aquellas esferas de actuación del actor. Por ejemplo, el fichero biográfico se vincula con otro de vaciado de datos genealógicos que permite reconstruir las redes de parentesco hasta un grado (vertical y horizontal) cuyo límite está solo en la propia documentación.

La base de datos Actoz es una herramienta muy útil para la Historia del País Vasco, sobre todo para la interesada por lo tocante a los siglos XVIII y XIX. La base cuenta actualmente con decenas de miles de registros directamente relacionados con individuos de procedencia vasca, así como de acontecimientos producidos en territorio vasco. Listar por completo el conjunto de datos disponibles a día de hoy resulta tarea imposible a causa de dos razones principales: en primer lugar, debido al alto número de registros actualmente existente y, en segundo, debido a la naturaleza colaborativa de la herramienta, lo que provoca que diariamente se incorporen nuevos registros dejando caducas todas las referencias que pudiesen anotarse. La potencia de la base de datos reside en la contextualización que ofrece al investigador. La política de suma positiva de todos los usuarios multiplica el beneficio final ya que la carrera de un individuo se verá insertada en un marco histórico más completo en el que podremos observar, por ejemplo, qué otros actores participan de las mismas experiencias de una persona o un grupo. La idea consiste en salir de la visión estrecha de la simple biografía para pasar a analizar las trayectorias de los individuos relacionadas con otros actores y otros acontecimientos. Sólo de este modo hemos llegado a comprender lo interrelacionado de cuestiones artificialmente separadas, como la participación de los vascos y navarros en la construcción del Estado desde mediados del siglo XVIII5, la aparición en el contexto vasco de la primera de la Sociedad Económica, la inserción del Real Seminario de Bergara en el sistema educativo español en época moderna6 o las vías de reproducción social de las élites vascas a lo largo de varios siglos. La gestión de esta información sólo es posible si contamos con una herramienta abierta a la participación, que sea flexible en relación a las temáticas a analizar, sustentada en unos principios teóricos generales y que sea técnicamente capaz de gestionar las complejidades la investigación. La base de datos Actoz resuelve magistralmente todas estas cuestiones haciendo de ella, por tanto, una herramienta de indudable utilidad para la historia del País Vasco.

1 IMIZCOZ BEUNZA, J. M. “Actores, Redes, Procesos: reflexiones para una historia más global”, Revista da Faculdade de Letras, Historia, 2004, nº 5, pp.115-140. El autor enmarca el análisis de los agentes sociales en base a sus experiencias, considerando que ése es el punto de inicio para explicar los procesos de cambio histórico.

2 DEDIEU, J.-P. “Three Pillars of Historical Wisdom: Atomization, Data Building and Flexibility on historical databases for research”, 2014.

3 DEDIEU, J. P. “Les grandes bases de données: une nouvelle approche de l’histoire sociale. Le système Fichoz”, Revista da Facultade de Letras, Historia, Porto, III Série, vol. 5, 2004, pp. 101-114.

4 En la actualidad, la base de datos Actoz supera ampliamente el medio millón de registros y se aproxima a los cien mil actores de los que se posee, al menos un dato, acerca de su biografía. Estos personajes están, en la mayoría de las ocasiones vinculados a un fichero genealógico que desarrolla grupos familiares. Al mismo tiempo, cuenta con más de treinta mil referencias bibliográficas y documentales.

5 GUERRERO, R. Las élites vascas y navarras en el gobierno de la monarquía hispánica. Redes sociales, carreras y hegemonía en el siglo XVIII (1700-1746), Universidad del País Vasco, 2012.

6 CHAPARRO, A. Educarse para servir al Rey: el Real Seminario Patriótico de Vergara (1776-1804), Universidad del País Vasco, Bilbao, 2011.

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