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Javi CASTRO
En la margen derecha de la ribera del río Deba, a 1 km de su desembocadura se sitúa el campo de fútbol denominado Errotazar, cuyo topónimo (en euskera “molino viejo”) denota la existencia en el lugar de un molino muy antiguo, del que ya prácticamente no se puede reconocer ningún vestigio asociado al artilugio hidráulico que allí existió. Este artículo trata de poner en valor los datos sobre la existencia en el barrio de Artzabal de Deba (Gipuzkoa) de dos de los molinos de mareas que allí existieron, el de Erdaide o Errotazar y el Mayor o de Irarrazabal, pertenecientes ambos al solar de la familia Irarrazabal desde la segunda mitad del siglo XV.
En el apeo del año 1482 aparecen citados los primeros datos de la existencia de dos molinos de mareas, uno denominado como “nuevo” y el otro como Erdayde, entre los pertenecidos de la casa solar de los Irrarrazabal junto a los juncales de la Villa: “que sean libres e francos dentro de los dichos limites e salbo los juncales que son en Yrarraçabal, entre los mollinos de Erdayde e el mollino nuevo e sus presas de las agoas e la dicha canal, por publicos e conçejiles. Pero sy el dicho preboste ho sus herederos e suçesores sy en algun tiempo del mundo quesyeren ensanchar o faser mayores las presas de los dichos mollinos que en tal caso puedan ensanchar e fazer .... E todavia las presas donde entra e coge la agoa que syenpre sean del dicho preboste syn parte ninguna del conçejo salbo como dicho es los dichos juncales por publicos conçegiles”.1
Dicho molino Erdayde es sin duda el más antiguo de los dos que se citan en la zona de Irarrazabal, que posteriormente ha quedado en la historia con el topónimo de Errotazar.2 La importancia de los molinos como elementos imprescindibles en épocas pasadas contrasta con el poco valor que hoy en día se otorga a este tipo de ingenios industriales.3 En el interesante informe que realizó la Sociedad de Ciencias Aranzadi en agosto de 1998 se indica que, como conclusiones y en referencia al citado apeo de 1482, dentro de los límites de los pertenecidos de la casa Solar de Irarrazabal4, por el oeste estaría “el molino de Erdayde”, por el norte estaría la “zona de juncales que son propiedad de la Villa de Deba, al final de los cuales y a la orilla del río estarían ubicados el Molino de Irarrazabal o “nuevo” y la Casa-Torre de la ribera”. Tanto el molino de Erdaide como el “Nuevo” eran molinos de mareas, el primero de una rueda, situado algo alejado de la casa solar, aguas arriba y el nuevo de dos ruedas y cercano a ella, situado aguas abajo. Así, al fallecer Anton Gonzalez de Andia, se realizó un memorial con los bienes familiares radicantes en Deba, que pasaron integramente a su sucesor primogénito Domenjon Gonzalez de Andia e Irarrazabal en la primera mitad del siglo XVI: “un molino çerca de la dicha casa con dos ruedas de moler y su presa grande marea y junto a la casa del molino otro jardin çercado de cal y canto con sus naranjos, mas otro molino mas arriba llamado molino de Herdayde, con su presa grande de marea”.
Copia del plano de 1783 realizado por Francisco de Lizaso. AHPG, legajo 2161, fol. 203-206.
En 1569 vuelven a ser citados los molinos por causa de un litigio entre Domenjón Gonzalez de Andia y su primo Juan de Lastur, por las cantidades de dinero que el primero debía. Juan de Lastur al ser heredero le puso pleito a Domenjón y en la sentencia de ejecución de los bienes a favor de Juan de Lastur se cita que “delante de las puertas de la cassa de los mollinos prinçipales que estan çerca de la dicha cassa y solar de Yrarraçaval el dicho teniente de prevoste daba la posesion de los dichos mollinos e cassa y presa al dicho bachiller Santiago de Lastur en el dicho nombre” y “después delante las puertas de la cassa del mollino Herdayde que son en el terminado de la cassa de Yrarraçaval...” . Joan de Andia fue nombrado como inquilino de ambos molinos.
Nuevamente en 1570 aparecen citados los molinos en la sentencia que el Alcalde de la Villa debarra dicta contra Domenjón a favor de su hermana Maria Joan de Irarrazabal, por la que hizo entrega de una quinta parte de todos los bienes de la casa, figurando entre ellos “señalaron y partieron los dos molinos, el molino grande de dos rruedas que es çerca dela dicha casa de Yrarraçabal y el otro molino de una rrueda que es el de Herdayde ...”. Una segunda partición es señalada en 1571, donde aparecen citados los mismos molinos. Nuevamente en 1572 se recurre a una nueva partición para contentar a los cinco herederos, mediante sorteo. El lote de la casa solar de Irarrazabal la vieja con el molino de Erdaide le toca en suerte a Clara de Irarrazabal, por lo que tres quintas partes de las propiedades, entre ellas los 2 molinos de Irarazabal, pasan a poder de Juan de Lastur, continuando con su propiedad su sobrina y heredera Maria de Lastur5, quien arrienda en septiembre de 1594 el molino de la “cassa de Yrarraçabal, por tiempo y espacio de tres años” a maese Pedro de Arrascaeta, con una serie de condiciones. Entendiéndose que este molino se trata del nuevo, situado aguas abajo de la casa, a orillas de la regata de Antzondo. Hacia 1606 Maria de Lastur devuelve parte de las propiedades incluyendo los citados molinos a Leonor de Recalde Irarrazabal, sobrina de Domenjon Gonzalez de Andia, por lo que los ingenios hidráulicos retornan a la familia Irarrazabal, convirtiéndose Leonor en la nueva señora de la casa solar de los Irarrazabal.6 Su hermano Francisco Gonzalez de Andia Irarrazabal le entabló pleito en 1609 por la posesión de las propiedades, al entender que era el legítimo heredero por ser la casa y el solar de los Irarrazabal de mayorazgo, recayendole sentencia favorable.
Los bienes de los Irarrazabal quedan desde entonces ligados a Francisco, que fue nombrado en 1632 Marqués de Valparaiso por el rey Felipe IV. Desde esa época los Irrarrazabal se asientan fuera de Deba marchando a Chile en 1555 y, aunque son gestionados por administradores, sus bienes se van arruinando y necesitan de costosas restauraciones. Ya en 1632 los dos molinos necesitan de frecuentes arreglos, probablemente por ser afectados por las habituales crecidas del rio Deba. Las condiciones para reparar tanto la casa-torre como los dos molinos fueron hechas públicas por el administrador Juan de Cerain, marcando dos años para finalizar las obras que fueron concertadas con Miguel de Aquearza, para “reparar la Cassa Torre y solar de Yrarraçaval, el molino de junto a la dicha torre y el de Erdaide ...”, quedando arrendados los citados edificios y pertenecidos por cuatro años. Cuatro años después las obras siguen sin realizarse y el remate de las obras se adjudica en almoneda por cerca de 779 ducados a favor del mismo Aquearza, cuya obra se concierta con el propio Miguel de Aquearza y tres vecinos de Elgoibar: los canteros Domingo de Longa y su hijo Lucas y el carpintero Pascoal de Balluibar. De esa época existen dos planos, uno el correspondiente al molino de Erdaide y otro del de Irarrazabal o mayor, ambos de 1637.7 Uno de los planos tiene dibujadas dos ruedas y la antepara con las estacaduras, con un edificio de 20 pies de largo por 10 pies de ancho y el otro una rueda, con un edificio de 16 pies de largo por 10 pies de ancho, entendiendo que el de dos ruedas corresponde al Mayor y el de una rueda al de Erdaide.
Un año más tarde se hace ajuste de cuentas citándose la limpieza de la presa y reparos del molino de Irarrazabal sin que se cite ninguna partida especifica para el molino de Erdaide. En 1687 era administrador de los pertenecidos de Irarrazabal el Alcalde de Deba Fernando Alvarez de Toledo, hermano del nuevo dueño de Irarrazabal, Sebastian Gonzalez de Andia Toledo y Guzman, 2º Marques de Valparaiso y nuevamente aparecen las obras de los molinos de Irarrazabal, sin especificar de cual de ellos se trata aunque se los cita en plural, ante el escribano Antonio de Olaverrieta8:
Lugar donde probablemente se hallaba el molino de Erdaide, ribera del rio Deba, barrio de Artzabal (Deba, Gipuzkoa). Javi Castro.
Para la obra de los molinos de Yrarrazaval
6 de mayo de 1687
En la Villa de Deva, a seis de mayo del año de mil seiscientos y ochenta y siete, ante mi el escrivano y testigos parecieron de la dicha otra parte el señor don Fernando Albarez de Toledo Alcalde ordinario de ella en virtud de poder del señor Marques de Valparaiso su hermano que está en mi poder de que doy fe otorgado al veinte y nueve de abril del año pasado de mil seiscientos ochenta y seis ante Joseph de Vela Çexudo Escribano Real vecino de Madrid; y de la otra Domingo de Curucelaeguy maestro carpintero vecino de la de Villa de Elgoibar: Dixeron que el dicho Sr. Don Fernando tratava de reedificar unos molinos en los juncales de la casa y palacio de Irarraçaval para cuio efecto se avian conbenido y por la presente se conbeniaron en la manera siguiente :
Primeramente que el dicho Domingo de Curucelaeguy se obliga con su persona y bienes avidos y por aver de fabricar dichos molinos y ponerlos acavados y corrientes para el dia de San Miguel primero benidero de este año siendo a su quenta y obligacion, toda la manufactura de la obra de dichos molinos, asi de canteria como de carpinteria, cortar los arboles su basalar y el aserrar la tabla, calanadura y ripa necesaria y de las acenias de dichos molinos, siendo a quenta del dicho Don Fernando Albarez al pie de la obra de dichos molinos todos los materiales necesarios como son madera, tabla, ripia, calanadura, cal, arena, piedra, texa y el clavaçon que an de llevar dichos molinos ...
A partir de mediados del siglo XVII ya no se cita el molino de Erdaide sino el genérico de molinos de Irarrazabal. Incluso en 1690 intentaron los Irarrazabal construir en los juncales otro nuevo molino, pero los juncales eran públicos de la Villa de Deba y perdieron el pleito.
En 1697 nuevamente se cita que los molinos estaban parados y sin inquilino, porque Fernando no los había podido poner en marcha “por falta de agoa y otros ynconvenientes”. Siguen intentando ponerlos en marcha y arrendándolos a diversos inquilinos por varias fanegas de trigo. Aunque Fernando gastó muchos ducados en recomponer los molinos lo cierto es que su rendimiento era muy bajo, moliendo únicamente 2 fanegas de trigo cada 24 horas (cada fanega tiene 55,5 litros de grano), porque casi to tenían agua para moler: “... uno es en las mareas de aguas bivas que es en el tiempo de ocho dias al mes y que a las veinte y quatro oras del dia en las dos mareas molera dos fanegas de grano ... .... no pudo ni consiguio otra cosa por estar dichos molinos muy lebantados del Rio y estar la presa çenegada, neçesita de su linpieza y hacer otras muchas obras ...”.9
A principios del siglo XVIII la casa solar de los Irarrazabal ya estaba arruinada y solo queda en pié la Casería y el molino Mayor, así consta en la declaración que hicieron en 1703 Francisco de Goicolea, dueño de la casería de Goicoechea y Juan de Egaña, arrendador de la casería de Irarrazabal. Para esa fecha ya no hay referencias al molino de Erdaide. Por motivos de un pleito que en 1709 el representante del Marques de Valparaiso puso contra el administrador del mayorazgo, Antonio de Unzueta, se sabe que el molino de Irarrazabal fue reconvertido en casería y que Unzueta vendió la piedra de moler de dicho molino a Francisco de Buxanda (de Placencia de las Armas) por 8 escudos.10
Nuevamente en 1725 se confirma que el molino de Irarrazabal ya estaba convertido en casería “le tomo la mano .... y le entro en la casa molino de Yrarrazaval que antiguamente hera Molino y oi esta reducida a Caseria, como pertenescido de la Casa solar ...”. No se cita con ningún nombre específico a la nueva casería. En 1755 se sigue citando el Molino de Irarrazabal por motivo de unas disputas por el corte de juncos con el inquilino de dicha casería, puesto que los moradores del barrio querían beneficiarse de dichos juncos públicos y el inquilino de la citada casería se lo impidió con mano armada y violencia. El asunto provocó que la Villa de Deba volviera a recurrir a la sentencia de 1559 que declaraba como públicos y concejiles las tierras juncales situadas junto a Irarrazabal.11
Existen muy pocos datos publicados sobre el origen del topónimo Errotazar. Antxon Aguirre Sorondo ya apuntaba en 1989 que el molino de Errotazar pudiera tratarse de un molino de mareas dada la situación de su emplazamiento, sin ponerle fecha de su antiguedad.12 En 1996 Roque Aldabaldetrecu publica el libro sobre la historia de Deba en el cual edita el plano de 1783 realizado por Francisco de Lizaso sobre las tierras juncales sembradías de la Villa de Deba, donde se indica hacia el poniente una zona situada fuera de área de los juncales como “parte de Errotazarra”, perteneciente a la casería de Irarrazabal y pegante al rio madre “Ygualmente digo que empezando la mensura de ballados por el extremo occidental de hacia la parte de Errota Zarra propia de los dueños de la nominada casería de Yrarrazabal...”.13 En dicho plano no hay ninguna mención al posible molino Mayor de Irarrazabal cercano a la actual casería.
Copia del plano del molino de Erdaide, año 1637. AHPG, legajo 2/1957, folio 56 r.
Foto: Archivo Histórico de Protocolos de Gipuzkoa de la Diputación
Foral de Gipuzkoa.
Habiendo visitado la zona en varias ocasiones y una vez cotejado las escasas estructuras que aún se pueden apreciar con cierta dificultad, en la zona nororiental del actual campo de fútbol de Deba, con el plano realizado por el Ayuntamiento por motivo de su última remodelación, se puede teorizar sobre el lugar que debió ocupar el edificio que albergó el molino de Erdaide, que al parecer no fue afectado por las obras del citado campo deportivo. La orientación de uno de los lezones en dirección suroeste, contraria a su función desaguadora y la existencia en la zona de un espacio elevado en forma cuadrangular junto a la confluencia de dos lezones, que se unen para formar un canal directo hacia la ría de Deba, permite asegurar el lugar donde presumiblemente estaría asentado uno de los dos molinos de mareas de la casa solar. La zona citada está declarada como de presunción arqueológica por Resolución de 23 de septiembre de 1997.14
En cuanto al molino llamado como nuevo o Mayor, también de mareas, debió perder muy pronto su función por que su historia cae rápidamente en el olvido, primero reconvertido en casería y quizás convertido en fragua mas tarde. En 1816 cuando se vende la casa de Arzabal no hay referencias al molino: Se trata de la venta de la casa, huerta y fragua de Arzabal en 1816 por Simón de Amuchastegui (de Mutriku) a Miguel de Ostolaza, siendo éste vecino de Deba.15 En el plano topográfico de 1871 de los terrenos pertenecientes al Marqués de Valparaiso, se cita la casa de Arzabal nenor, situada enfrente de la de Arzabal mayor y junto a la regata de Antxondo, pero nada se indica sobre la existencia de algún molino en la zona.16 La casa fue derribada unos pocos años mas tarde, cuando llegó el ferrocarril a Deba en 1893. Por los datos analizados ahora se plantea la hipótesis de que dicha casa fue en origen el molino Mayor de Irarrazabal.
Resumen: Gracias al topónimo que aún queda en la zona del campo de fútbol de Deba en Gipuzkoa, “Errotazar”, molino viejo en euskera, se ha podido reconstruir en el lugar la historia de dos antiguos molinos de mareas, del siglo XV, pertenecientes a la ilustre familia Irarrazabal, en base al vaciado de los documentos de archivos que incluyen planos y algunos datos explícitos de ambos molinos, situados junto al río Deba. La recuperación de ambos molinos es impensable puesto que nada o muy poco queda de sus restos.
1 Barrena, E y Herrero, V. J: Archivo Municipal de Deba, II, Libro de Apeos y Ventas de Tierras Concegiles (1482-1483), Donostia, 2005, Eusko Ikaskuntza, Fuentes documentales medievales del Pais Vasco, nº 124, doc. nº 5. Los Irarrazabal eran señores feudales con amplios poderes y posesiones en la comarca. El primer Irarrazabal del que se tiene noticia Miguel, era preboste de la Villa de Monreal de Deba en el año 1346. Siete miembros de la familia fueron alcaldes de Deba.
2 El topónimo Erdaide no lo hemos localizado por la zona. Quizás derivase de Erdi (medio) como puede entenderse al estar situado en una situación intermedia de dos molinos que pudieran situarse aguas arriba y aguas abajo respectivamente. Sea como fuere dicho topónimo debió cambiar a Zaharra (viejo) cuando con el paso del tiempo debió arruinarse definitivamente a mediados del siglo XVII. Las cotas actuales en la zona de Errotazar son de + 4,0 m. y por lo tanto la diferencia entre la pleamar y bajamar no da para grandes amplitudes de potencial, salvo en mareas vivas, estimándose que los molinos no podrían trabajar más de 4 ó 5 horas por cada marea. Los molinos de mareas tienen el handicap de que al estar en zonas estuarias se colmatan de limos con facilidad y están a merced de las crecidas del rio, siendo por lo tanto necesario dedicar un constante y elevado gasto en limpiar sus extensas áeras de recarga o reparar los azudes.
3 Aguirre Sorondo, Antxon: Molinos de mareas en la costa vasca, Revista Litoral Atlántico, nº 1, Santander, 1997. Se cita la existencia de 7 molinos de mareas en Lapurdi, 14 en Gipuzkoa, uno de ellos en Deba y de 12 en Bizkaia. Es a partir de mediados del sigo XI cuando se dispone de los primeros datos sobre molinos de mareas en el arco atlántico, extendiendose de norte a sur paulatinamente, desde Gran Bretaña hacia Francia y después a la península ibérica. En Avilés se documenta un molino de marea en el año 1229. Se muestra un interesante grabado de los dos molinos de mareas existentes en Baiona (Lapurdi) en el año 1599. Los molinos de mareas en Gipuzkoa eran conocidos y abundantes.
4 Ayerbe Irizar, Miren y Arrizabalaga, Sagrario: Informe Histórico-Arqueológico de la Casa Solar Irarrazabal (Deba), Sociedad de Ciencias Aranzadi, agosto 1998, pág. 15.
5 Aldabaldetrecu, Roque. “Un testamento del siglo XVI, el de Juan de Lastur”, pág. 32, Revista Deba nº 65, Negua 2006.
6 Ayerbe Irizar, M y Arrizabalaga, S: Idem, pág. 33 y 34. “E luego vaxo a un su molino que esta junto a la dicha casa en que entro e tomo ansimismo la dicha posesion juntamente con el molino que dizen de Erdaide y demas tierras ...”
7 Archivo Histórico de Protocolos de Gipuzkoa, Oñati. 2/1957, fol. 56 r y 2/1957, fol. 151 r. Datos aportados por R. Aldabaldetrecu.
8 Archivo Histórico de Protocolos de Gipuzkoa, Oñati. 2/2037, fol. 62 r y 62 v.
9 Archivo Histórico de Protocolos de Gipuzkoa, Oñati. 2/2041, fol. 90.
10 Ayerbe Irizar, M y Arrizabalaga, S: Idem, pág. 52 y 53.
11 Castro, Javier. “Un documento de 1559 sobre los juncales de Deba”, Revista Deba nº 32, Negua 1995.
El documento se encuentra en el Libro I del Archivo Histórico Municipal de Deba, doc. nº 17.
12 Aguirre Sorondo, Antxon. “Los molinos maquileros de la Villa de Deba”, Revista Deba nº 13, Negua 1989. A un kilometro aproximadamente del casco urbano, saliendo por la carretera 634 rumbo a Elgoibar, está el campo de fútbol de “Errotazar”, que a la sazón tomó su nombre del antiguo molino que allí había hasta la construcción de las instalaciones deportivas. Sin embargo, ya nadie recuerda su existencia, ni queda vestigio alguno en sus alrededores. Por su emplazamiento y dado que no hay señales tampoco de su depósito de carga, aventuramos que bien pudiera haber sido el Errotazar un “molino de mareas”, es decir, que el flujo de las aguas marítimas actuaran como fuerza motriz (al igual que muchos otros molinos costeros de nuestra provincia).
13 Aldabaldetrecu, Roque. “Municipio de Deba. Aspectos históricos en base a sus documentos (1294-1894)”, Deba, 1996. pág. 397 a 399. Una copia de dicho plano fue publicada en la pág. 397, así como la descripción completa de la declaración que hizo F. de Lizaso delimitando el humedal.
14 BOPV nº 195, de 13 de octubre de 1997.
15 Archivo Histórico de Protocolos de Gipuzkoa, Oñati. 4/0077, folio 88v.
16 Castro, Javier. “Un plano topográfico de 1871”, Revista Deba nº 59, Negua 2004.
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