Pedro Laín, el “incitador” o maestro de Luis Martín-Santos
Pedro GORROTXATEGI GORROTXATEGI, Doctor en Medicina
Mi objetivo es glosar la relación e influencia que tuvo Don Pedro Laín con su discípulo o “incitado” donostiarra Luis Martín-Santos, por eso el título de Pedro Laín, el “incitador” de Luis Martín-Santos.
Reconozco que este título no es algo habitual, que normalmente se habla del maestro o del profesor y no se utiliza la palabra “incitador”. El motivo de usarla es que el propio don Pedro Laín la utilizó en la conferencia que pronunció en un homenaje realizado a Luis Martín-Santos.
“Maestro (dijo) es el que enseña, el que está junto al discípulo para seguir con él, paso a paso, su obra y, evidentemente, a mí hay, sobre todo en mi oficio, bastantes personas que me llaman maestro y, en el sentido riguroso del término no lo soy. En cambio, recabo para mí otra forma de influir en los demás que no es la maestría o la condición de tal maestro sino la de incitador. Incitador es aquel que, con su obra, con lo que hace, con lo que dice o lo que escribe, incita a los demás a realizar, ellos mismos, por sí mismos, su propia obra. Y de eso, tengo la impertinencia de mostrarme ligeramente satisfecho” .
Foto: Juan Ignacio Iglesias.
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1 - Dirección de la tesis doctoral
La pregunta que nos hacemos es: ¿por qué se dirigió Martín-Santos a don Pedro Laín en lugar de dirigirse a su profesor en los aspectos psiquiátricos que era López Ibor? La respuesta es clara y contundente. El propio Laín lo ha afirmado en varias ocasiones. Martín-Santos no encontró en la psiquiatría española de su época, dirigida por López Ibor y Vallejo Nágera, un cauce adecuado para realizar su tesis doctoral.
“Un día me sorprendió solicitándome una entrevista para pedirme si yo podía darle un tema para su tesis doctoral. (Relata don Pedro Laín). Éste le respondió: “Yo puedo tan sólo sugerirle un tema que esté dentro de lo que yo puedo dirigir universitariamente, que es la Historia de la Medicina y que tenga que ver con la psiquiatría. Y le recordé a dos figuras a las cuales leía de joven, una, que no tiene que ver con la psiquiatría, la figura de Dilthey, y la otra sí y directamente, la de Jaspers. A él le sedujo esta idea, y al proponer este tema, que como suele decirse, cayó en buenas manos, acerté yo. Y luego, todo lo demás es Martín-Santos”.
Martín-Santos realizó la defensa de su tesis doctoral, el 3 de diciembre de 1953, en la que como ya hemos referido que estaba como ponente o director Pedro Laín Entralgo. La tesis obtuvo por unanimidad la calificación de Sobresaliente.
2 - Influencia de Pedro Laín enla valoración que Martín-Santos realiza de la obra de Dilthey y Jaspers
En este apartado analizaré en qué medida el pensamiento y los conceptos de Laín se muestran en la obra de Martín-Santos, a pesar de que Laín resta importancia a esta influencia diciendo: “Hizo la tesis con indicaciones mías muy sumarias. La hizo por sí mismo. Él organizó el material, lo ordenó y sacó la tesis”, no es creíble que Martín-Santos no se aprovechara de la gran cantidad de conocimientos tanto médicos como filosóficos de don Pedro Laín.
Tenemos constancia de que una de las fuentes que utilizó Martín-Santos para el conocimiento de la obra de Diltey fue un trabajo realizado por don Pedro Laín en 1944 y que conocía en profundidad un libro fundamental de Laín publicado en aquellos años, “La historia clínica”, libro en el que repasa la historia del saber médico y, entre otros muchos, Laín valora también las obras de Dilthey y de Jaspers.
3 - Impronta de la tesis en la teoría del conocer psiquiátrico de Martín-Santos
La influencia más notable de Laín en la obra de Martín-Santos se encuentra en el estudio que éste realiza de las diferentes formas de comprensión en psicopatología. Tras el análisis y sistematización de las obras de Diltehy y Jaspers, Laín incitó a Luis Martín-Santos a dar un paso más en su estudio: “¡Por qué no estudiar el problema de la comprensión del enfermo mental, (le dijo) que es un problema en sí mismo psiquiátrico, analizado desde un punto de vista histórico!”. Y a esto es a lo que Martín-Santos dedicó la tercera parte de su tesis doctoral y una serie de trabajos posteriores.
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En su tesis doctoral, Martín-Santos se muestra como un defensor a ultranza de la línea fenomenológica. Su excesivo fervor por esta corriente es destacada por algunos de sus compañeros de especialidad como Castilla del Pino y Abella Gilbert; este último resume así su comentario: “Cuando Martín-Santos se ve precisado a tomar una postura, lo hace bravamente, en psicopatólogo puro, y abraza con fervor la comprensión fenomenológica”.
Posteriormente, a raíz de la asimilación del psicoanálisis cambia su punto de vista. Martín-Santos trata de alejarse de la fenomenología, aunque no consiga separarse totalmente de ella, lo que entraña un cambio de actitud vital y personal. Así lo veía el propio Martín-Santos:
“Entre la psiquiatría descriptiva o fenomenológica y la profunda o psicoanalítica no existe contradicción, pero sí, en cambio, se establece una cierta polaridad. La situación intelectual de cada psicólogo o cada psiquiatra ha podido definirse por su respectivo acercamiento o lejanía a uno de estos polos. La adhesión a uno de ellos implica una totalidad coherente de valoraciones, una actitud ante la existencia y ante el problema de la religación, siendo la trilogía conservadurismo político, pesimismo y religiosidad por parte de la fenomenología, contra ideología democrática, optimismo y arreligiosidad por parte del análisis”.
En este trabajo, en el que estamos viendo la influencia de Laín en Martín-Santos, podemos observar que el Martín-Santos que escribe este último párrafo se ha alejado de las enseñanzas de Laín. Luis Martín-Santos, en su juventud, fue una persona religiosa, más tarde, evolucionó a una ideas más agnósticas, fruto de su concepción socialista. Laín, por el contrario, era una persona eminentemente religiosa y cristiana.
Por lo tanto, y viendo las trayectorias intelectuales tan dispares entre Laín y Martín-Santos, podríamos decir que la labor de “incitador” de Laín ha sido fructífera, ya que ha dotado de un bagaje intelectual importante a Martín-Santos, que le ha permitido seguir posteriormente su propio camino, aunque dispar en relación con el seguido por Laín.
Conclusiones
1. Aunque pueda pecar un poco de pedantería y parafraseando a Luis Martín-Santos, lo que he pretendido con este trabajo es la “demostración circunstanciada de la influencia de Pedro Laín Entralgo en la obra de Luis Martín-Santos, más concretamente en la concepción de la “comprensión del enfermo mental” clave en la obra de este último.
2. El concepto inicial de Laín como “incitador” de Martín-Santos tiene toda su vigencia en su evolución posterior, ya que se aparta de la línea de pensamiento inicial, más influida por Laín, a otra propia y diferenciada. Quiero recordar las palabras de Laín con las que iniciaba este trabajo: “me siento satisfecho de incitar a los demás a realizar, ellos mismos, por sí mismos, su propia obra”. Creo que, en el caso de Martín-Santos, esta afirmación se ha cumplido.
Bibliografía principal
1 - Laín Entralgo P. El doctorado de Luis Martín-Santos. En Fuentenebro F, Berrios G. E., Romero I, Huertas R. (eds) Psiquiatría y Cultura en España en un tiempo de silencio. Luis Martín-Santos. Madrid, Necodisne ediciones, 1999, p. 255-259.
2 - Albarracín A. Pedro Laín, historia de una utopía. Madrid, Espasa Calpe, 1994.
3 - Gorrotxategi Gorrotxategi P. Luis Martín-Santos. Historia de un compromiso. Donostia-San Sebastián, Fundación social y cultural Kutxa, 1995.
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