La sidra asturianaEscuchar artículo - Artikulua entzun

Antxon AGUIRRE SORONDO
Fotografía: Antxon AGUIRRE SORONDO

“Len ozta ezaututen zan matsardaoa. Sagasti asko zirean, ta erriko ardao edo sagardaoaz igaroten zirean bizkaitar ta beste euskaldunak.”

(Antes apenas se conocía el vino de uva. Había muchos manzanales y con el vino del pueblo, o sea con la sidra, pasaban los vizcaínos y los demás euskaldunes)

Juan Antonio de Moguel (1745-1804)
en “Peru Abarca”

H
  Usurbil.
Usurbil.
ace algunas fechas unos empresarios de mi zona (San Sebastián) que estaban preparando un audiovisual sobre la sidra, me pasaron el texto para que les diera mi opinión. En él se indicaba como la sidra nació en Astigarraga desde donde se extendió al resto del mundo. No sin esfuerzo les pude convencer de que aquello no correspondía a la verdad ya que la sidra nació en muy distintas zonas, posiblemente en parecidas fechas y que los griegos y romanos bebían sidra.

No habían pasado muchas semanas cuando invité a cenar en una sidrería a un amigo mío asturiano que pasó un fin de semana entre nosotros. Cuando estábamos bebiendo el rico néctar me comentó como había notado una gran diferencia en nuestra sidra. Ahora era mucho mejor “se ve que estáis copiando a la asturiana” (sic). Me faltó tiempo para preguntarle si no sería que los asturianos nos estaban copiando a nosotros.

A los días mi amigo me envió la fotocopia de un articulo publicado por un tal Daniel García Pedrayes y por su contenido y para que no digan que manipulo, lo reproduzco íntegramente. Dice así:

Autor: Daniel García Pedrayes

“SOS sidra asturiana: los chorizos a la sidra, ahora también son vascos”

La absoluta desatención institucional en la que se encuentran todas las manifestaciones de la cultura asturiana propicia que desde el País Vasco se estén apropiando de elementos patrimoniales de nuestra cultura sidrera con total impunidad y sin el más mínimo sentido del ridículo.

Asturias Sidrería Fanjul.  
Asturias Sidrería Fanjul.
De sobra es conocido, por quienes nos movemos en el mundo de la sidra, de la desfachatez de los vascos, que en estos últimos años se han dedicado a promocionar de tal manera la escasa sidra que producen que da la sensación de que desde siempre han constituido un territorio eminentemente sidrero, cosa que nunca ha sido así. La sidra que fabrican se delimita a una zona concreta, y pequeña, de Guipúzcoa, más o menos como el vino de Asturies, que sólo se produce en Cangas del Narcea y algún que otro concejo cercano. Pero el caso es que parece que durante toda la vida y en toda Euskadi ha existido esta supuesta cultura sidrera. No hay más que pasearse por cualquier centro comercial o zona céntrica de alguna gran ciudad estatal, como Madrid o Barcelona, para encontramos con multitud de franquicias que explotan tabernas con nombres y decoración al más puro estilo euskaldun y donde, cómo no, el producto principal es la sidra, vasca, por supuesto. De hecho, algunos de los responsables de estos establecimientos tienen la cara dura de denominar a los mismos "sidrerías", o incluso llegan al extremo de inventar palabras en euskera, como es el caso de "sagardueteria", que quiere significar sidrería.

Lo grave del asunto es que estas franquicias ya se están extendiendo por Europa, Portugal, Italia, Suiza o Alemania ya han caído utilizando su sidra por bandera. Esta la ambición de los vascos que ahora pregonan que la sidra fue inventada por ellos, aunque, por supuesto, no aportan (ni aportarán nunca) ni una sola prueba fehaciente de ello. Debe ser que según su lógica, a ellos, que se jactan de hablar una lengua de origen desconocido, les debemos atribuir la invención o descubrimiento de cualquier objeto o idea cuyo origen es incierto o desconocido. No contentos con esto están tratando también de imitarnos, pues aprovechando esa curiosa dualidad que ofrece la Asturies actual (una cultura fuerte y genuina asentada en una tierra débil política, social, moral y económicamente), se están dedicando a rapiñar sobre cualquier elemento de nuestro patrimonio que le pueda servir para sus intereses. Un ejemplo: la sidra vasca nunca se echó. Pues resulta que ya lo están haciendo, llegando incluso a alegar que forma parte de su acervo tradicional. Así venden su sidra y la gente que no entiende el tema, que es la mayoría, lo acaba aceptando como auténtico. Más aún, el público acabará creyendo que la sidra, que de por sí es una bebida que evoca fuerte tradición, es más vasca que asturiana, por constituir los primeros una "nacionalidad histórica" (según la ridícula Constitución que rige al Estado Español mientras que Asturies, con todo su bagaje histórico y cultural, ha sido injustamente relegada a la condición de región de tercera, equiparable a otras inventadas durante la transición, como es el caso de Madrid, La Rioja o Cantabria, todas ellas desgajadas de Castilla.

Oviedo Sidrería Ferroviario.  
Oviedo Sidrería Ferroviario.
Otro ejemplo de la pasión vasca por copiarnos lo hallamos en una sucursal de una de esas franquicias tan bonitas y tan bien ambientadas que hasta casi da pena pensar el dinero que se han gastado para recrear lo que nunca han tenido. Dicha sucursal está ubicada en un famoso centro comercial de Barcelona llamado "La Maquinista" y tiene, a cada lado de la puerta principal, un monigote con chapela echando sidra. Pero no es solamente esto lo que obliga a pensar que nos han imitado descaradamente, es el hecho de que tal monigote, en cuanto a la postura de escanciado, es idéntico al logotipo de ¡Sidra Escanciador!, pues ambas figuras se representan de frente, con los brazos extendidos y las piernas arqueadas. Otra prueba: hace años vivía en Argentina un asturiano conocido como "El Gaitero de Gijón". Este hombre se dedicó a comercializar en ese país una marca de sidra a la que otorgó su apodo. Al cabo de los años tuvo la mala ocurrencia de vender la empresa a una sociedad vasca, que siguió vendiendo la sidra bajo el mismo no nombre, "El Gaitero de Gijón", sólo que en el logotipo, en vez: de figurar un gaitero asturiano, aparecía, ¡cómo no!, un paisano con el traje tradicional vasco sosteniendo una gaita como si de un gaitero auténtico se tratase. ¡Buena idea!, al mismo tiempo que van copando el mercado sidrero, lentamente, además van incorporando a su folklore ese instrumento tan bello y original que es nuestra gaita, de la que no hará falta decir, claro, quién la ha inventado. El último caso de este cúmulo de despropósitos lo tenemos en el apartado de la gastronomía, pues se está empezando a notar que poco a poco estas franquicias están incorporando a su lista de tapas los chorizos a la sidra, plato de invención asturiana. La cadena Lizarrán es la principal causante de esta situación, preocupante, ya que esta moda se está extendiendo a otras franquicias de pinchos y tapas que no son vascas, según se observa en el local que una de ellas posee en las Ramblas de Barcelona. Precisamente la cadena Lizarrán cuenta con una taberna en el centro de Xixón, local en el que no se atreven a vender su sidra (una cosa es que se enteren los emigrantes asturianos, que políticamente no cuentan para nada, y otra muy distinta que los que viven en el denominado "Principado" se percaten de que otros pueblos cercanos nos lo estén arrebatando todo). Esto es así porque en el cartel que anuncia las bebidas del establecimiento que se tienen por típicas de Euskadi no aparece la sidra, que sí figura en los letreros que la misma cadena tiene expuestos en Barcelona. Estos carteles son iguales en todas las sucursales de esta franquicia y en el caso de Xixón, en el sitio donde en Barcelona aparece la mención a la sidra han colocado una pegatina con el nombre de la cadena.

El asunto es que este problema de los chorizos a la sidra sucede por culpa de la tradicional modestia asturiana. Y es que antropológicamente, somos un pueblo muy curioso: individualmente somos muy fanfarrones, muy "grandones", pero colectivamente siempre nos humillamos despreciando nuestra cultura y abandonando cada vez más nuestras tradiciones. Si desde el primer momento a los chorizos a la sidra se les hubiera denominado "chorizos a la asturiana" a los vascos les hubiera sido más difícil copiamos, pues muy descarado sería utilizar la misma receta para simplemente transformar el nombre y así llamarlos "chorizos a la vasca”. Fijémonos en el caso del "pulpo a la gallega". Este plato, que en realidad no es originario de Galicia ya que fue inventado por los maragatos, era conocido hasta no hace mucho como "pulpo a feira", pues se solía servir en ferias y mercados (a donde solían acudir los maragatos, desde antaño hábiles mercaderes y transportistas). Pero los gallegos decidieron en estos últimos tiempos vender este plato bajo el nombre de "pulpo a la gallega", porque no son tontos y saben que si no obran de esa manera podrían acabar surgiendo multitud de pulpos: a la leonesa, a la vasca, a la cántabra, etc. Alguien puede alegar que cambiando el nombre al "chorizo a la sidra" se corre el riesgo de que el consumidor no lo identifique como tal. Este peligro es real, pero se puede solventar fácilmente poniendo tras el nuevo nombre la aclaración de que son "a la sidra", pero sólo "a la sidra", no a la sidra asturiana, porque en caso contrario estaríamos aceptando la existencia de otras sidras. Esta nueva denominación, por tanto, podría quedar fijada de la siguiente manera: "chorizos a la asturiana (a la sidra)". Es sólo una sugerencia ante esta situación tan alarmante. De no remediarlo, dentro de poco veremos anunciar fabada vasca. Qué pena da el pensar lo bien que vascos y asturianos nos hemos llevado desde siempre para que nos rapiñen de esta forma. ¡Ni que tuvieran patente de corso!.”

No voy a rebatir a tanto dislate, pero a cambio de la publicidad que le hago al editar entero su artículo me permitirá darle algunas lecciones de historia.

Oiartzun.
Oiartzun.

1ª Que la sidra no es patrimonio exclusivo de ningún pueblo. Si este señor hubiese viajado un poco por el mundo hubiera visto sidra en todos los continentes (ver mi artículo sobre este tema http://www.euskonews.com/0205zbk/gaia20503es.html).

2º Que siento comunicarle que ya existe la “fabada vasca”, nosotros le llamamos “alubia de Tolosa”, que incluso tiene su denominación de origen y su Cofradía y de paso recordarle que la alubia nos vino de América, por lo que tampoco es asturiana.

3º Que el hacer (producir) poco o mucho tampoco da derecho a nadie a tener una exclusiva de ningún tipo.

4º Que extravagancias folclóricas y comerciales hay en todo el mundo y de todos los tipos, sin que ello sea motivo para volver a poner en pie a la inquisición y las hogueras, o ¿es que en Asturias no hay franquicias de comida rápida?, por ejemplo. Pero de peor gusto es culpar al todo por la parte.

Garziategi Sagardotegia, Astigarraga.
Garziategi Sagardotegia, Astigarraga.

Me recuerda el señor García al juez de Burdeos Pierre Lancre, quien a principios del XVII mandó a la hoguera a varios cientos de personas acusadas de brujería (tres sacerdotes incluidos), ya que a su parecer, la cantidad de supersticiones y heterodoxias estaba causada por la sidra que aquí se bebía, jugo de la fruta demoníaca que provocó la condena de Adán y Eva.

5º Está documentado que los vascos llevábamos la sidra a toda la Península, incluso hasta Andalucía, Flandes y Terranova, y cuando se estableció la Real Compañía de Caracas, a Venezuela, entre otros destinos.

Barkaiztegi.
Barkaiztegi.

Para terminar un comentario: no creo sea la vía de buscar la confrontación la que ayude a potenciar y hacer valorar a la sidra. Existen sidras, pueblos y costumbres y todos somos propietarios de todos los valores de la humanidad, y por ende estamos obligados a cuidarlos y conservarlos. Atacando lo valores de los demás no hacemos sino destruir los nuestros. Unámonos y avanzaremos.

GAIAK
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2004/12/242005/01/05