El perro Pastor Vasco
Ekain
VELEZ DE MENDIZABAL ETXABE
Traducción: Ekain VELEZ DE MENDIZABAL ETXABE
Jatorrizko bertsioa euskaraz
El hombre, ya desde cuando moraba en las cavernas, ha tenido junto a sí al perro, bien para que le asistiera en sus tareas, bien para que le hiciera compañía, bien para entretenerse. Desde los primeros movimientos ganaderos que hubo la Prehistoria, pasando por los desiertos de Egipto y por los castillos de la Edad Media hasta la actualidad, el perro ha desempeñado diversos papeles, entre otros el de amigo fiel, el de pastor y el de reflejo de modernidad y poder. Incluso ha llegado a ser considerado como divinidad.
La
mayoría de los incondicionales de los perros tendemos a dar con aquel
animal que reúna todas las condiciones posibles, y pasamos años
soñando con que nuestro fiel compañero esté dotado de
hermosura, bondad, fuerza, carácter y espíritu hacendoso. Y,
afortunadamente, en un acercamiento hacia lo inalcanzable, se cruza en nuestro
camino el perro Pastor Vasco.
Exceptuando el círculo de los domesticadores y fervientes amantes de la raza perruna, hoy en día resulta francamente difícil encontrar un perro Pastor Vasco de pura raza. En las bordas, caseríos y ciudades vemos a animales de enorme parecido con el perro Pastor Vasco. La de veces que, delatando nuestra ignorancia, habremos exclamado aquello de “¡anda, un perro Pastor Vasco!". En alguna que otra ocasión estaríamos en lo cierto, pero muy equivocados la mayoría de las veces. Y es que nuestro querido amigo, al igual que otros muchos animales, está a punto de desaparecer. Es muy fácil confundir el perro Pastor Vasco con el perro Pastor Pirenaico o el gos d´atura catalán.
Y es que la Madre Naturaleza, haciendo gala de su sabiduría y de su condición democrática, no entiende ni de razas, ni de colores, ni de dimensiones...
Dos tipos de perro Pastor Vasco
Precisamente
porque he mencionado que no es una utopía disfrutar del perro Pastor
Vasco, voy a presentarles las dos “variedades" de esta raza: la
“Peluda” y “la de Gorbea”.
En lo que a su apariencia general se refiere, ambas especias destacan por su belleza y por su pelo rizado, de distintas tonalidades de color canela. El “Peludo", como su propio nombre indica, tiene más vello, una trufa o nariz que siempre será negra, los ojos de color castaño y las orejas dobladas en forma triangular.
La especie “del Gorbea” luce un pelo más rojizo, en ocasiones presenta lunares negros en el hocico, y tiene el rabo más largo que el “Peludo", pero, en cualquier caso, el cuerpo de ambas especies es prácticamente idéntico.
Habida cuenta de su gran tesón, estos perros tienen el cuello, la espalda y la grupa altamente desarrollados. En cuanto a la altura, los machos rondan los 47-63 cm y presentan un aspecto más robusto que las hembras. El peso medio de ambos sexos es de entre 17 y 30 kilos.
Cabe destacar que la mayoría de las veces suelen tener dos espolones en cada pata trasera, que en el caso del perro Pastor Vasco sólo pueden ser de color canela.
En cuanto a las diferencias que hay entre las dos especies, decir que viven en distintos entornos: así como “el de Gorbea” habita en las inmediaciones del monte Gorbea, la especie “Peluda” está más extendida por todo el territorio vasco.
Para quienes, en mayor o menor medida, sentimos un especial aprecio por esta especie perruna, así como para todas aquellas personas que se animan a conocerlo de cerca, es todo un placer contemplar cómo faena en su entorno natural, en las praderas de las montañas, custodiando a las ovejas o vacas y obedeciendo con afabilidad y entereza los mandatos de su dueño.
Incluso hallándose a cientos de metros, el perro acatará las órdenes que le dirija su dueño (“¡túmbate!”, “¡ven aquí!”, “¡levántate!”) como si de un juego se tratara.
Puede que en un momento dado lo perdamos de vista o veamos que se aleja, pero tengan por seguro que sabrá perfectamente dónde se encuentran tanto el rebaño a custodiar como su dueño. Lo que pasa es que es un animal muy seguro de sí mismo que, sin embargo, necesita disponer de su propio espacio.
El perro Pastor Vasco es un espléndido animal para convivir en el seno de una familia, a la que indudablemente protegerá. No obstante, conviene recordar que, al tratarse de un perro tremendamente activo, necesita estar en perpetuo movimiento.
