Javier
Retegui Ayastuy
Itzulpena euskaraz
A lo largo de los últimos años, el concepto de “Desarrollo Rural” ha ido progresivamente adquiriendo carta de naturaleza en nuestra Comunidad Autónoma. A partir de los esfuerzos realizados por el Departamento de Agricultura y Pesca y por los Departamentos de Agricultura de las DD.FF, la responsabilidad por su implantación ha ido extendiéndose al conjunto de las áreas del Gobierno y de las Diputaciones Forales hasta la actual situación en la que la sociedad en general se ve implicada.
El desarrollo histórico de este concepto, en el País Vasco ha ido en consonancia, e incluso, en algunos casos de forma adelantada, al pronunciamiento de las autoridades europeas. La formulación de los principios contenidos en el informe Mac Sharry en 1991 y la declaración de Cork en 1996, han sido los pilares de evolución de la política europea que han servido para ir modificando progresivamente la Política Agraria Comunitaria (PAC). Desde la política de sistema de precios de garantía que favorece a las grandes explotaciones, se pretende ir evolucionando para ponerse al servicio del medio natural y de la agricultura familiar de las áreas rurales.
Paralelamente la sociedad rural y los principios y valores que sustentaban su cultura han sufrido, en la segunda mitad del siglo XX, una impresionante transformación que modifica las formas de vida rurales. En estos momentos nos encontramos en los albores de un proceso nuevo, de reversión de los flujos migratorios, que condiciona profundamente el desarrollo rural, desligando o por lo menos diluyendo su dependencia del desarrollo relacionado con la agricultura.
Para analizar la evolución histórica del desarrollo rural y de la identidad cultural:
a) Estudiar los rasgos esenciales de la evolución del concepto de desarrollo rural.
b) Contemplar las modificaciones culturales que se han producido en la segunda mitad del siglo XX.
Para finalizar realizaré algunas reflexiones sobre el cometido del desarrollo rural en la necesaria regeneración social de nuestro País. (INDICE)
2.- EVOLUCIÓN DEL DESARROLLO RURAL EN LA C.A.P.V.
La evolución del concepto de desarrollo rural en la C.A.P.V. se inicia a partir de la asunción de las competencias por parte del Gobierno Vasco y las DD.FF. en el año 1981. Anteriormente, en el año 1936, en el breve periodo de su existencia, desde el Departamento de Agricultura del Gobierno Vasco encabezado por Gonzalo Nardiz se realizan importantes aportaciones de política agraria que no tuvieron tiempo para su materialización.
Antes de 1981 nos encontramos con un sector agrario aletargado y falto de competitividad y con un gran deterioro social y productivo.
La asunción de competencias supuso el inicio de un proceso de transformación, que podemos diferenciar en las siguientes etapas:
2.1. Etapa de modernización del sector agroalimentario.-
Desde las Diputaciones Forales y desde el Gobierno Vasco, en colaboración con los Municipios, se inicia un importante proceso de tecnificación del sector agrario, poniéndose en marcha iniciativas que progresivamente van a modificar sustancialmente la situación de deterioro en que se encontraban las áreas rurales. Podemos distinguir los siguientes avances:
. Infraestructuras rurales.-
Caminos, electrificación, teléfonos, agua y saneamiento, transporte escolar, etc.. Se trata de planes bien elaborados y que van implantándose en todas las áreas rurales. Generan inversiones cuantiosas.. Sanidad animal y mejora genética
A través de campañas se van erradicando enfermedades ganaderas endémicas, hasta su práctica desaparición.
En la misma medida se ponen en marcha procesos de mejora genética, animal y vegetal con importantes incrementos de productividad.. Infraestructura productiva.-
Las instalaciones agro-ganaderas se van dotando de maquinaria e instalaciones modernas que permite mejorar sustancialmente su productividad reduciendo las necesidades de mano de obra.. Vivienda rural.-
Se dignifican y modernizan las viviendas rurales.-. Vertebración del sector.-
Un sector atomizado se transforma a través del proceso asociativo que podemos diferenciar en las siguientes aspectos: Investigación y transferencia tecnológica (AZTI-SIO, Centro Técnico de la madera...), mejora genética (Aberekin, Oihanberri), gestión técnico-económica (Lorra, Lurgintza y Aga), comercialización (Iparlat, Appal, label, denominaciones de origen), articulación interna del sector (sindicatos, cámaras agrarias, asociaciones, federaciones, cooperativas...) y asociaciones comarcales de agricultura de montaña.
El esfuerzo es importante y se produce una profunda transformación del sector agrario, realizándose inversiones cuantiosas que modifican las estructuras productivas. Pese a los esfuerzos, la renta agraria pierde posiciones relativas en comparación con otros sectores fuera de la agricultura. Continua el despoblamiento del medio rural.
Quisiera rendir un homenaje a las personas e instituciones que con gran imaginación y esfuerzo pusieron en marcha todo este proceso, constituyendo entidades pioneras que son, hoy en día, verdaderos ejemplos. (INDICE)
2.2. Etapa de inicio del concepto de “desarrollo rural”.-
A partir de esta etapa anterior y justo recientemente producida la declaración de Mac Sharry, el año 1992 se elabora el Plan Estratégico Rural Vasco, que es sometido a debate en el seno del Parlamento Vasco, donde se aprueba, añadiéndose un importante número de resoluciones que le dan mayor precisión y legitimidad. El objeto del Plan es “realizar una decidida actuación integral que afronte coordinadamente: la competitividad del sector agroalimentario, la conservación de los recursos naturales y la promoción social y económica de sus núcleos de población”.
El Plan es un primer paso importante hacia la visión de la dimensión multifuncional del espacio rural y apuesta claramente por un cambio de la política agraria comunitaria, que del modelo basado en un sistema de precios de garantía (ayuda al producto), debe transformarse en ayudas directas al productor, primando la agricultura familiar de las áreas rurales que, a su vez, son la mejor garantía del mantenimiento del medio rural.
Este Plan integral aborda la actuación en tres ámbitos:
En relación a la vertebración y competitividad del sector agroalimentario el Plan profundiza en los avances realizados en la época anterior y ofrece un significativo desarrollo en otros aspectos como:
En relación al desarrollo rural, si bien el plan no contempla un programa concreto de actuaciones, apunta perfectamente los PRINCIPIOS Y LOS EJES DE ACTUACION y establece una política decidida a defender en los ámbitos comunitarios para ampliar la declaración de zonas 5b, susceptibles de recepción de ayudas.
En relación a la conservación del medio natural, el Plan distingue entre: la política forestal, los espacios naturales protegidos, la educación para la protección de la naturaleza, la protección de la flora y de la fauna y la pesca continental.
El Plan aprobado en 1992, fue pionero en fijar las condiciones del desarrollo rural, apuntando a la pluridisciplinalidad necesaria para afrontar problemas de esta naturaleza. Tiene como característica la de implicar especialmente a los departamentos de agricultura del Gobierno Vasco y de las diputaciones forales, pero en mínima medida al resto de Departamentos. (INDICE)
2.3.- Etapa de implicación social y política en el desarrollo rural.-
A partir del impulso que supuso la elaboración del Plan de 1992, se realiza un nuevo avance, y esfuerzo por articular el desarrollo rural y lo hace con las siguientes actividades:
Este conjunto de medidas viene a reconocer la multifuncionalidad del espacio rural que implica la acción conjuntada de los distintos Departamentos del Gobierno y de las Diputaciones, adaptando sus leyes, normas y programas, a las características esenciales del espacio rural, dotando a éste de la cobertura de servicios básicos para garantizar una calidad de vida equiparable al espacio urbano.
Esta bateria de iniciativas, obtiene el respaldo mayoritario y en el caso del Pacto Social, incluso unánime, de todas las fuerzas políticas y sociales que intervienen en los espacios rurales marcando así una firme voluntad de abordar seriamente el desarrollo rural.
A partir de este reconocimiento, se empiezan a producir transformaciones estructurales importantes en: educación agraria, investigación en materias agroalimentarias, adaptación de normas de otros departamentos al ámbito rural (Educación, sanidad, vivienda, infraestructuras, etc..), así como el fuerte desarrollo del sector terciario en los ámbitos rurales. (Parques naturales).
Sin embargo, es preciso señalar que el desarrollo rural no se puede abordar desde las leyes, normas o acciones gubernamentales, sino desde la decidida voluntad de los habitantes de las zonas rurales. El aspecto más difícil de conseguir es el de aglutinar e identificar la específica voluntad de cada zona rural de actuación, diseñando un plan de actividades, salvaguardando la propia identidad y cultura rural, promueva su desarrollo armónico.
El verdadero impulso ilusionado y creativo debe partir desde los habitantes de las zonas rurales identificando sus propias necesidades y voluntades. Las asociaciones de agricultura de montaña son buen soporte y también el apoyo decidido de Mendikoi como entidad especializada en el desarrollo rural.
A partir de estas iniciativas, los órganos de Coordinación como Landaberri o las equivalentes territoriales deben coordinar las actividades y darles coherencia para hacerlas operativas.
El mapa del desarrollo rural de la C.A.P.V. señala niveles diferentes de consolidación en función básicamente de la voluntad y entusiasmo que se haya puesto por parte de sus habitantes.
La consecución del desarrollo rural y la equiparación razonable de medios de vida y de servicios entre el ámbito urbano y el ámbito rural, no son, sin embargo, suficientes para interpretar y entender las profundas transformaciones culturales que se han producido y que es preciso analizar para enfocar el futuro. Es preciso conocer la evolución de la identidad cultural para interpretar adecuadamente el sentido del desarrollo rural. (INDICE)
2.4.Conclusiones de estas etapas.-
Una primera constatación importante es la continuidad básica de las políticas agrarias y de desarrollo rural que ha ido añadiendo eslabones a la larga cadena del desarrollo, sumando los esfuerzos realizados en las diferentes legislaturas.
La anticipación en la aplicación de políticas avanzadas, ha hecho que la experiencia del País Vasco se haya ido adaptando e integrando rápidamente en las políticas y objetivos que se iban definiendo en la Unión Europea, participando ampliamente de los programas que se han implantado.
Queda una sensación de cierta frustración cuando se constata que las políticas que se desean implantar, aunque tengan una gran acogida y respaldo en los ámbitos comunitarios, tiene un retraso considerable en su implantación y quedan muchas veces recortadas cuando se trata de aplicarlas, porque afectan a los intereses de poderosos estados. De la misma forma, las distintos intereses de las comunidades autónomas del Estado Español, y la representación estatal ante los organismos comunitarios, frenan y dificultan la defensa de legítimas aspiraciones recogidas en las políticas proclamadas y asumidas por los órganos comunitarios.
Por último, es preciso señalar que el desarrollo rural, aunque está influenciado por las políticas públicas, depende en gran medida de las actitudes, valores y culturas que conforman la voluntad de sus moradores y que sin su impulso e implicación no es posible avanzar. (INDICE)
3.- EVOLUCIÓN DE LA IDENTIDAD CULTURAL
A la hora de enfocar el desarrollo rural, es preciso analizar la evolución de la identidad cultural de sus habitantes pues la áreas rurales no se componen solo de fauna, flora, agua, etc., sino que viven comunidades de personas que tienen unos valores culturales y unas formas de vida determinadas.
A lo largo de la historia ha habido un buen equilibrio entre naturaleza y sociedad, donde aquella ofrecía el medio de vida a sus habitantes y éstos mantenían un equilibrio armónico de la naturaleza. La cultura rural se fue acuñando durante siglos, consolidando valores y formas de vida características.
Durante la última mitad del siglo pasado, se ha producido una profunda mutación rompiéndose el equilibrio histórico que se había mantenido hasta entonces. Esta ruptura modifica sustancialmente los valores culturales de la vida rural, imponiendo nuevas formas de vida y costumbres. (INDICE)
3.1.- Aportes culturales del medio rural a la vida social.-
La sociedad rural ha mantenido y conservado muchos de los valores que conforman la cultura vasca, pasando intactos de generación en generación hasta nuestros días.
Debemos señalar en primer lugar, que la sociedad rural ha sido conservadora de gran parte de nuestro patrimonio cultural:
Se mantiene y conservan numerosos vestigios culturales gracias a la acción conservadora del medio rural.
Ha habido y existen numerosos trabajos de investigación que, especialmente durante el último siglo, han recogido y analizado estas aportaciones culturales. Podemos citar los trabajos realizados por José Miguel Barandiarán, Julio Caro Baroja, Willian Douglas y Sandra Ott y una pléyade de investigadores posteriores que han ido enriqueciendo nuestro acerbo cultural.
Es de especial relevancia los trabajos realizados por: las Secciones Científicas de EI-SEV, la Sociedad Aranzadi de Ciencias Naturales y especialmente, la Sociedad Labairu y el grupo Etniker así como la publicación del Atlas Etnográfico del País Vasco. Todos estas entidades han ido desgranando los aspectos antropológicos y etnográficos que fundamentalmente se han conservado en las sociedades rurales.
Además de los aspectos señalados, en el medio rural se han conservado valores y modos de vida y costumbres que tienen mucho que ver con nuestra forma de ser.
Los conceptos esenciales de pertenencia y vinculación con una tierra, empezando desde el caserío que era algo más que una vivienda. El primer nivel de solidaridades era la familia, entendida en su sentido amplio, algo así como el clan familiar, que estaba vinculada a un territorio y a unas montañas. Junto con la familia era la comunidad en la que se compartían montes y pastos comunales de explotación conjunta y se participaba en los acontecimientos familiares, donde nadie era extraño de nadie. Ante los acontecimientos de bodas, bautizos o entierros o también, ante trabajos extraordinarios como: labrar la tierra, recogida de la cosecha, matanzas, etc., se podría perfectamente compartir con los vecinos de la comunidad.
El concepto de auzo-lan ante tareas extraordinarias que afectaban a toda la comunidad era una actitud normal y las personas se unían compartiendo trabajos y responsabilidades.
Los valores de solidaridad y cooperación eran rasgos característicos de esa sociedad, así como la vinculación a las raíces familiares y el amor a la naturaleza.
Todos estos valores son un legado de la vida rural a la sociedad vasca y aun hoy persisten en el fondo de nuestros sentimientos y actitudes ante la vida.
En los cimientos del cooperativismo vasco ha tenido mucha influencia los sentimientos de solidaridades y cooperación procedentes de la cultura rural vasca.
La palabra auzo, está presente en algunas de las instituciones cooperativas, cuyo significado es más que aldea, barrio o vecindario, significa comunidad.
A través de la etnografía se conocen con detalle las formas de vida y las costumbres de las poblaciones de montaña, que han conservado durante siglos sus tradiciones hasta los últimos cincuenta años en los que se ha producido una profunda mutación. (INDICE)
3.2. Mutación del medio rural en la segunda mitad del siglo XX.
Las formas de vida en el medio rural se van a ver profundamente alteradas durante la segunda mitad del pasado siglo. De la economía diversificada con producción orientada al autoconsumo y a suministrar a una mercado próximo, se ha pasado al abandono del campo y a su explotación económica, no para subsistencia.
La tecnificación agraria y el abandono de las formas de cultivo tradicionales, junto con el atractivo de la vida urbana y el proceso expansivo de las ciudades, hace que se produzca una masiva emigración del campo a la ciudad.
Durante la década de los años 60, la ciudad se industrializa creando urbanizaciones de grandes proporciones, concentrando la población en grandes barrios residenciales. (Población procedente en gran parte, del medio rural). El espacio rural pasa a ser explotado económicamente no para subsistencia. La montaña pasa a ser espacio de ocio y lúdico más que a ser explotada al servicio de la casa.
Se genera un proceso discotónico entre lo rural y lo urbano:
Estos sentimientos junto a la modificación de las formas de explotación económica del campo, generan una masiva y unilateral migración del campo a la ciudad. Lo urbano en progreso frente a la ruralidad atrasada genera un círculo vicioso de aislamiento, envejecimiento, masculinización, desaparición de servicios y despoblamiento.
En la dimensión cultural, se modifica profundamente las formas de enfocar los problemas. Desde la visión rural tradicional donde la sociabilidad esta relacionada con el parentesco, su pertenencia a la comunidad y orientación solidaria, se pasa a que el individuo libera sus ataduras sociales, pierde los vínculos comunitarios, creándose un ambiente individualista y deshumanizado. En esta transformación se produce un vacío cultural con el abandono de costumbres, secularización de la vida social y abandono de los ritos tradicionales.
De la diversidad e identidad de grupos diferenciados se ha pasado a la uniformidad y al individualismo característico del medio urbano y que la modernidad aporta (desarraigo). (INDICE)
3.3.- Crisis del medio urbano.-Multifuncionalidad del medio rural.-
En estos últimos años se empieza a producir un nuevo fenómeno donde se plantea la inversión en el proceso migratorio, entre lo rural y lo urbano.
Por una parte, existe un cambio de los sectores y modelos productivos clásicos, donde la concentración generaba economías de escala. Hoy los sectores terciarios y de servicios y los relacionados con las nuevas tecnologías, generan tanta o más riqueza que los sectores clásicos industriales y no requieren de la concentración para ser competitivos.
La existencia de grandes centros urbanos congestionados, genera deseconomías y pérdida de calidad de vida, degradándose profundamente la vida cotidiana. También la extensión de servicios, antes exclusivos de la ciudad, a los municipios rurales, valoriza el entorno natural y hace apetecible la vida en el medio rural. La extensión de los medios de comunicación junto a la generalización del transporte privado genera a su vez unos grados de comunicación donde la movilidad sustituye al éxodo rural.
Todos estos procesos están creando una nueva visión de lo rural y además las sociedades rurales van evolucionando hacia un complejo abanico de miembros:
Existe una gran heterogeneidad social en los municipios rurales.
Mientras tanto el espacio rural se va diversificando hacia la multifuncionalidad generando servicios y actividades económicas en los sectores primarios, secundarios y terciarios. Ya la agricultura no es el centro de la actividad económica, si bien, sigue teniendo una influencia considerable y significativa relacionada con el medio natural.
En esta relación multifuncional y multidireccional, la sociedad rural está en proceso de metamorfosis desprendiéndose de los anclajes que la mantenian ligada a la tierra y a los entornos domésticos y donde se rompe el concepto dicotómico entre el medio rural y el urbano para transformarse en un todo continuo.
En el ámbito cultural se está produciendo también un retorno a una cultura enraizada y donde se busca la identidad y afinidad con los orígenes, huyendo de la cultura individualista y desarraigada que se generaliza en el mundo a través de los modernos medios de comunicación.
En este proceso de metamorfosis y de cambio no vale el simple retorno al pasado sino que es preciso generar una nueva cultura, adaptada a las nuevas formas de vida y de heterogeneidad de los miembros de las sociedades rurales. Emerge una fructífera reflexión sobre la construcción social de lo rural. El problema no es solo económico o de infraestructuras sino de construir los valores sociales y morales.
Hay una propuesta para el XVI Congreso de Estudios Vascos, de EI-SEV “Reinventando la ciudad”. Yo añadiría también la necesidad de reinventar el medio rural, ¿Vienen a ser conceptos distintos?.
Cuando se analicen los programas de desarrollo rural es preciso tener en cuenta los procesos cambio que se vienen sucediendo durante los últimos años y ahondar en las raíces culturales, superando las superficiales manifestaciones de la cultura popular como “cultura de añoranzas”, para adentrarse en los conceptos de solidaridad y cooperación, aglutinadores, de auténticas comunidades sociales. (INDICE)
4.- DESARROLLO RURAL PALANCA CLAVE DE REGENERACIÓN SOCIAL
En todos estos cambios sociales y culturales que se vienen produciendo, el desarrollo rural adquiere una nueva dimensión y protagonismo, porque puede ser la base de una regeneración de la vida social que se sustente en los profundos valores tradicionales que han constituido la esencia de nuestro pueblo.
La consecución de una equipotencialidad de servicios y medios de vida que permitan que el medio rural no desmerezca al medio urbano, es un primer objetivo a conseguir. En la consecución de este objetivo debe buscarse el máximo respeto e identificación con la naturaleza dentro de una visión multifuncional, siendo la agricultura el sector significativo no único.
En todo este proceso de desarrollo es importante la búsqueda y el reequilibrio de las profundas raíces culturales, vinculadas e integradas con la naturaleza y en el amor a la tierra. La reconstrucción de una cultura de pertenencia, en solidaridad y cooperación, generadora de identidades compartidas, es una tarea indispensable para contrarrestar con la amorfa y globalizada cultura, egoísta e individualista que se viene imponiendo en el mundo.
Es preciso crear verdaderas comunidades sociales con personas y grupos amalgamados y cohesionados que funcionen con responsabilidades asumidas y conceptos de autogestión.
“Los pueblos que triunfan son los que mejor se prestan y saben acelerar sus procesos de acción uniéndose para construir “(Arizmendiarieta)
“Formemos una comunidad convencida de serlo y su fuerza será inmensa. Colaboremos con todos sin discriminación, siempre que sean personas de buena voluntad” (Arizmendiarrieta).
La verdadera aportación del desarrollo rural a la vida social vasca será la creación de comunidades de personas que asumiendo y regenerando sus valores de solidaridad y cooperación se apresten a afrontar el futuro en desarrollo equilibrado y en perfecta sintonía con la naturaleza.
La consecución de estos objetivos conllevará la superación de conceptos dicotómicos entre lo rural y lo urbano generando un equilibrio en los flujos migratorios, siendo el fermento para la creación de una nueva cultura que se enraíza en los profundos valores tradicionales. (INDICE)
Bibliografía:
- Plan de desarrollo rural vasco.- (Junio de 1992).
- Declaración de Cork.- “Un medio rural vivo” (1996)
- Plan estratégico rural vasco.- (1997-2000).
- Ley de desarrollo rural.- (4 de Mayo de 1998).
- Pacto social para el desarrollo del espacio rural vasco.- (1998).
- Paisaiaren adiera (Fdez. de Larrinaga Kepa).
- La montaña como espacio privilegiado de identificación socio-cultural (Martinez de Montoya Josetxu).
- Estructuración y reestruturación de espacios
y sociedades rurales. Nuevas reflexiones sobre unos procesos no esperados.
(Oliva Serrano Jesús).
(INDICE)
Aurreko Aleetan |