La Educación Superior on line

Mediante este artículo voy a explicar mi experiencia como profesional-alumna de un Master on line.

Cuando me decidí a cursar un Master para ampliar mis conocimientos en Derecho Medioambiental me surgieron los siguientes interrogantes ¿debía ser vía Internet o presencial? ¿qué ventajas e inconvenientes tenía uno sobre otro?. En caso de optar por la enseñanza no presencial ¿cuál sería la metodología? ¿un Master on line resultaría útil? ¿podía confiar en que los resultados de un Master on line fueran tan satisfactorios como los de la enseñanza presencial? ¿sería posible hacerlo y compatibilizarlo con las exigencias de mi profesión y de mi puesto de trabajo? ¿sería valorado por mi entorno profesional y laboral?

Fotografía: www.hotelangela.com

La mayoría de estas cuestiones quedan respondidas a lo largo de este artículo. A la última cuestión sólo el tiempo me dará respuesta.

Desde que terminé la carrera de Derecho, hace ya seis años, la formación ha cambiado, ya no es la misma que cuando yo estudiaba, ha cambiado y mucho con la aparición de nuevas tecnologías que permiten la formación continuada a distancia de los profesionales sobre nuevos conocimientos y habilidades. Lo más destacado en este campo es que han surgido un conjunto de actividades y procedimientos formativos basados en plataformas tecnológicas y sistemas multimedia que se han venido a denominar e-learning. La formación on line ha irrumpido con fuerza, dadas las indiscutibles ventajas que aporta en el ámbito de la formación, desde la flexibilidad horaria hasta la reducción de costes.

La mujer profesional actual cuenta con la posibilidad de desarrollar un Master on line sin salir de su casa o empresa. La tecnología va ingresando en nuestros hogares y en nuestra vida cotidiana permitiéndonos desarrollar en segundos o pocos minutos tareas que antes llevaban consigo una gran cantidad de tiempo. De hecho, la tecnología se ha convertido en una herramienta fundamental para nuestro desarrollo intelectual y personal.

Hoy en día, muchos profesionales carecemos del tiempo necesario para asistir a un aula o bien tenemos problemas con la compatibilidad de horarios de clases y de trabajo. En otras ocasiones, los programas de formación son ofrecidos en diferentes ciudades o países, implicando estos programas un traslado y en consecuencia numerosos gastos adicionales que en la mayoría de las ocasiones, dado que todavía estamos iniciando nuestra carrera profesional, resultan difíciles de asumir. Esta situación nos plantea la obligación de buscar e intentar encontrar otras soluciones que aunque sean más económicas, mantengan la calidad de los contenidos formativos. Es en este punto en el que entran los estudios superiores on line ya que permiten al profesional acceder a una formación más asequible y adaptar el calendario del curso a sus necesidades.

Entre un sistema basado en el modelo tradicional, es decir, el presencial y otro basado en el nuevo modelo, la enseñanza on line, puede establecerse una nota común entre uno y otro, es el contenido formativo, ya que es el mismo en ambos medios, por lo que los resultados no deberían ser diferentes. En mi opinión en la formación on line el contenido y la forma jugarían un doble papel. Por un lado, ser materia formativa y por otro “simular” el papel del instructor, con la inclusión de demostraciones y explicaciones interactivas. Pero del papel del instructor hablaré más adelante ya que considero que juega un papel más fundamental, si cabe.

Si realizamos una comparación a grandes rasgos entre la formación presencial y la formación on line, desde el punto de vista del estudiante tendríamos por un lado que en el primer caso, existe una discusión e interacción cara a cara, mientras que en el segundo modelo la discusión e interacción se realiza a través del mail o el chat; en el primer modelo los estudiantes repasan notas escritas y apuntes, en el segundo los estudiantes pueden acceder cuantas veces quieran al material de la web; en el primer caso, la enseñanza se imparte a horas determinadas mientras que en el segundo, la enseñanza es asíncrona. Si esta comparación la realizamos desde el punto de vista del profesor, a primera vista lo que se nos ocurre es que cada vez que se da el curso la organización ha de incurrir en determinados gastos, como son: viaje, materiales, etc... mientras que en el segundo modelo, se incurren en altos costes de desarrollo iniciales y bajos costes posteriores, al aplicar el curso para muchos alumnos.

Y es que de la formación on line se pueden destacar las siguientes ventajas: el horario, está disponible las 24 horas -enseñanza asíncrona-, se desarrolla en cualquier lugar, ya que sólo es necesario un ordenador y una conexión a Internet, existe un seguimiento personalizado, ya que las nuevas tecnologías permiten a los profesores un seguimiento instantáneo de todos y cada uno de los alumnos, por ejemplo: desde las veces que el alumno visita cada página web, el tiempo que está conectado, los horarios de conexión de los alumnos y la trazabilidad de la información visitada…, existen módulos independientes fáciles de controlar y a los que acceder como son las prácticas, los seminarios, las preguntas de los profesores hacia el alumno. Las ventajas que aporta son innegables: gracias a la formación on line se puede ofrecer formación de calidad, de manera rápida, económica, en cualquier tiempo y en cualquier lugar, y a menudo a voluntad del alumno. Éste recibe contenidos adaptados a sus necesidades, contenidos que son homogéneos, y puede ser recibida por un gran número de estudiantes a la vez situados cada uno en un lugar del mundo distinto (de hecho en el Master que he cursado varios de los alumnos eran extranjeros, residían en Iberoamérica).

Resulta muy ventajoso para que este modelo de formación pueda seguir mejorando y enriqueciéndose, el mostrar las sombras de las que adolece como son: el aislamiento, ya que no todos los sistemas han logrado romper con la desmotivación que provoca el estudio aislado frente a la “máquina”; hay quienes plantean que se rompe la dinámica del proceso enseñanza-aprendizaje, debido a la limitada interacción con los otros estudiantes; el alumno debe ser muy organizado y metódico para completar satisfactoriamente los programas académicos; se reduce la interacción física con los demás compañeros, llegando en ocasiones a no contactarse en absoluto.

Fotografía: www.leica-geosystems.com

Pero una vez que se establece la elección del Master on line que resulta más adecuado es conveniente resaltar que todavía existen numerosas resistencias culturales al e-learning que han de salvarse. Esta resistencia cultural a la formación on line viene por múltiples vías, que van desde la opinión de que la formación a través de e-learning es de menor calidad que la formación presencial (lo que sin duda es un error de base) hasta la dificultad de desvincular la formación con el marco donde se desarrollaba tradicionalmente, las aulas. Pero, a pesar de estas resistencias culturales, el hecho es que la formación on line ya está aquí y viene para quedarse. Es cierto que necesita madurar, generar confianza y desarrollar mayor interactividad y dinamismo, todo ello favorecido por la tecnología y el profesorado, pero sólo es cuestión de tiempo.

El mundo se encuentra en constante evolución y, por ello, la formación se convierte en la piedra angular para la integración en la sociedad actual. ¿Realmente el hombre y la mujer de hoy pueden disponer de varias horas al día para recibir formación presencial? Evidentemente, la respuesta es no. La formación on line o e-learning, es una nueva forma de concebir la enseñanza.

¿Qué he de tener en cuenta para escoger el mejor Master on line? Como elemento fundamental resaltaría el hecho de que el alumno debe contar con un servicio de asesoramiento, los sistemas de tutoría y seguimiento deben permitir un contacto con el tutor permanente y ágil, aunque es el alumno quien decide dónde, cuándo, cómo y qué desea estudiar en cada momento, ha de contar siempre con el apoyo de tutores especializados. De esta manera se logrará la interactividad y el dinamismo de los que hablábamos antes.

Y ¿Cómo se cursa un Master on line? Mediante una metodología basada en una plataforma web, de la que conviene destacar su fácil manejo para todos sus usuarios: alumnos, profesores y coordinador. La programación del curso se basa en una estructura secuencial que permite optimizar nuestro aprendizaje, así como garantizar el feedback deseado con el profesor on line responsable de cada módulo, vía mensajería, seminarios, tutorías, etc... y cuantas herramientas se estimen oportunas. Uno de los principales datos a destacar en estos Master es el papel tan fundamental que protagonizan los profesores como dinamizadores. Ellos son los que deben fomentar la interactividad entre el profesor y el alumno y esto únicamente se consigue mediante la continua tutorización por parte de los profesores y el establecimiento de metas parciales en la realización de ejercicios. El profesor ha de desarrollar un papel de facilitador. No sólo se ocupa del seguimiento y orientación de los alumnos, sino que también debe encargarse de animarles e incitar su participación, utilizando en ocasiones “despachos virtuales” donde atender dudas individuales y poner a disposición de los alumnos material bibliográfico adicional. Los alumnos debemos trabajar diariamente, según la planificación realizada por el profesor. Cada curso cuenta con un coordinador, que es la persona de referencia para los alumnos en todo aquello que se refiere a los aspectos técnicos o de logística.

Pero es en este punto en el que me gustaría fomentar la reflexión, ya que tras mi experiencia se me plantea algún que otro interrogante, y es el relativo al papel del profesor, ya que he de destacar que el esfuerzo y el trabajo que ha de dedicar un profesor en un Master on line es muy superior al que realizaría en un Master presencial, aquí debe estar en constante revisión de los trabajos y entregas realizadas, así como respondiendo a toda clase de dudas y tutorías que se planteen, y todo ello, ha de realizarlo partiendo de la base de que un Master de estas características tiene un menor coste para el estudiante, y ¿cómo va a ser posible combinar todo este trabajo de más para el profesor con el menor coste del mismo? ¿hasta qué punto un Master de estas características debe tener un menor coste? Se dice que en las aulas no debe hablarse de aspectos dinerarios, pero creo que es una cuestión que en el mundo en que vivimos no puede eludirse, es una simple cuestión de costes y de esfuerzo que en ningún caso guarda proporción y que no resulta baladí.

A modo de conclusión, sólo indicaría que las nuevas tecnologías han de utilizarse en el mundo de la educación superior. Desde mi experiencia animo a todos a cursar un Master on line, hay que desterrar aquellas viejas y obsoletas ideas de que la enseñanza on line es de menor calidad, ya que sin duda esos comentarios provienen de quienes no han cursado este tipo de formación. Hay que destacar el papel que juegan los profesores en la educación on line y sin duda, como en otros aspectos de la vida, también en la enseñanza hay que “renovarse o morir”.