La
presencia de la meteorología en la sociedad actual es una
constante. En la práctica no hay un solo sector económico
que, de uno u otro modo, sea ajeno al medio atmosférico.
La interacción entre la meteorología y las distintas
actividades humanas es un factor que, a menudo, condiciona el resultado
económico de las mismas. El conocimiento que hoy en día
esta disponible sobre esta materia, hace posible incluirlo entre
los factores a considerar en la logística y toma de decisiones.
El conocimiento del tiempo previsto a escala global, regional y
local debe tenerse en cuenta en la toma de decisiones relevantes
en multitud de actividades económicas. El conocimiento fiable
del "tiempo futuro", predicción del tiempo, es
un elemento clave en multitud de actividades relacionadas con la
logística, transporte, protección civil, control de
recursos, aviación, agricultura, planificación de
eventos, turismo, actividades industriales, etc.
La recopilación de información meteorológica
a partir de fuentes diversas y su procesamiento en tiempo real permite
conocer el "tiempo presente", es decir, el estado de la
atmósfera en ese instante. Esto posibilita las labores de
vigilancia necesarias en distintas actividades; situaciones de emergencia
por accidentes químicos, seguimiento de incendios o cualquier
tipo de actividad que se desarrolle al aire libre, en el que una
situación de meteorología adversa pueda causar problemas.

Conocer el clima, "tiempo pasado", de una determinada
región y cómo fluctúan las variables meteorológicas
a lo largo del año y durante las estaciones climáticas,
puede facilitar a las empresas una herramienta de trabajo para planificar
actividades varias como construcción, ingeniería,
arquitectura, turismo, industria alimentaria y textil, agricultura,
recursos hídricos etc. Por ejemplo el estudio del comportamiento
de los vientos predominantes auxilian en la elección de la
ubicación apropiada para parques eólicos o en la construcción
de pistas de aeropuertos, mientras que el estudio de la insolación
determina la ubicación óptima de instalaciones de
placas solares.
A continuación veamos como un buen conocimiento del medio
atmosférico pasado, presente y futuro puede ayudar a la correcta
gestión y desarrollo de distintas actividades económicas,
bien sean industriales, del sector agrícola o de servicios.
En el sector energético la información meteorológica
es esencial tanto en fase de planificación como en la explotación
y distribución. El conocimiento de la climatología
local es esencial a la hora de determinar la utilización
de diferentes tipos de energías (térmica, hidráulica,
eólica, solar, etc). A la hora de establecer la ubicación
idónea de centrales térmicas, para minimizar posibles
problemas medioambientales, o eólicas y solares, con objeto
de situarlas en zonas de máximo potencial energético,
es imprescindible disponer de una buena caracterización del
medio atmosférico. Los valores extremos de temperatura son
un factor determinante en la planificación de la demanda
energética, de forma que conocerlas con antelación
permite ajustar la producción a la demanda. Por su parte
las condiciones de temperatura y humedad tienen una incidencia directa
sobre el rendimiento de las centrales térmicas. El conocimiento
del viento y las condiciones de estabilidad, entre otras, son esenciales
a la hora de determinar la dispersión de contaminantes.
En la construcción, las aplicaciones meteorológicas
van desde la ejecución de obras públicas hasta la
planificación urbanísticas. La predicción del
tiempo a corto y medio plazo, particularmente el conocimiento de
umbrales de viento y precipitaciones previstas, es esencial a la
hora de organizar el trabajo en la construcción, especialmente
en la temporización de tareas que requieren condiciones despejadas
o ausencia de viento. Dentro de la planificación urbanística
son esenciales los estudios climáticos en cuanto al estudio
de orientación y la minimización de los costes de
climatización. El viento, los cambios de temperatura y el
volumen de precipitación son factores a tener en cuenta en
cuanto a la elección de materiales, cálculos de dilatación
y contracción de materiales, sobrepesos y estudios de cargas.
Cualquier tipo de actividad industrial que se desempeñe total
o parcialmente al aire libre puede sacar ventaja del conocimiento
meteorológico, fundamentalmente a partir del correcto almacenaje
de materias primas y productos y la posibilidad de adopción
de medidas preventivas en casos de meteorología adversa.
Especialmente delicadas serán aquellas actividades que requieran
de ciertas condiciones de humedad ambiental con objeto de proceder
a reposo o secado de materiales diversos.
En las actividades relacionadas con turismo y ocio el conocimiento
del clima es esencial a la hora de determinar las zonas adecuadas
para cada tipo de actividad. El conocimiento del tiempo actual y
la previsión a corto plazo, condiciona el desarrollo de eventos
lúdicos y deportivos, permitiendo la adopción de medidas
preventivas, especialmente frente a situaciones potencialmente peligrosas.
La predicción del tiempo a medio y largo plazo posibilita
una correcta gestión de personal y almacenamiento de productos
perecederos en el sector hotelero y de instalaciones lúdicas
(parques temáticos, atracciones, acuáticos, etc).
Disponer de una adecuada información sobre el tiempo previsto
y el estado del mar es esencial en la operativa de puertos deportivos,
o en el desarrollo de actividades acuáticas.
En
el sector del comercio, la previsión del tiempo permite planificar
la demanda de determinados productos de calzado, textiles o alimentarios.
En las actividades de transporte las aplicaciones posibles de la
meteorología van desde la planificación de rutas de
transporte adecuadas, pasando por la determinación de situaciones
de riesgo durante el transporte marítimo, aéreo o
terrestre, hasta la correcta orientación de pistas de aterrizaje
en función del viento dominante. La presencia de nieve o
hielo en las carreteras es un factor de riesgo para el transporte
terrestre. Así mismo las condiciones de temperatura y humedad
son determinantes a la hora de establecer las condiciones de transporte
de alimentos, animales y mercancías. El sector agrícola es especialmente delicado, las fluctuaciones
del tiempo son uno de los factores responsables de la variabilidad
anual de la producción. Los factores más relevantes
son la temperatura del aire, la precipitación, la humedad
del aire y del suelo, la evapotranspiración y los fenómenos
extremos como granizo, heladas y sequías. El conocimiento
de las condiciones meteorológicas permite tomar decisiones
estratégicas para la planificación a largo y medio
plazo, particularmente en la utilización de maquinaría
de diverso tipo, las estrategias de regadío y la selección
de cultivos.

La actividad pesquera se ve profundamente afectada por las condiciones
atmosféricas. La persistencia de meteorología adversa
repercute automáticamente en el precio de los distintos productos,
ya que imposibilita el desempeño de esta actividad. Los valores
de temperatura del mar condicionan la presencia y tasa de reproducción
de las distintas especies. La correcta previsión de factores
como dirección y fuerza del viento, temperatura del agua,
precipitaciones y situaciones de temporal son de gran utilidad a
la hora de planificar el comportamiento del mercado y el desarrollo
de esta actividad.
Dentro de la actividad ganadera los factores meteorológicos
son determinantes, siendo los responsables de una posible reducción
de la producción. El conocimiento de los valores de humedad,
temperatura, precipitación y vientos dominantes, son un factor
determinante a la hora de planificar la provisión de alimentos
o la vacunación. Las condiciones ambientales, (heladas, bajas
temperaturas, sequía, etc) pueden originar un ambiente propicio
para la propagación de enfermedades o un deterioro de las
condiciones de vida, que puede afectar a la cantidad y calidad de
la producción.
Como hemos visto, hay multitud de actividades concretas para las
cuales es conveniente conocer cual ha sido, es o será el
comportamiento del medio atmosférico. Las modernas técnicas
de adquisición de datos a través de estaciones automáticas,
sensores remotos y satélites, junto con las crecientes capacidades
de transmisión, procesamiento de datos y cálculo,
posibilitan que la aplicación del conocimiento meteorológico,
tanto en su vertiente climática como de diagnóstico
o pronóstico, sea una realidad a incorporar como un factor
más a tener en cuenta en la toma de decisiones.
Santiago Gaztelumendi,
Director Área Meteorología EUVE |