A
finales de mayo se celebra la fiesta de la Marca de Urepel en Sorogain.
Año a año se renueva así la tradición
de marcar a fuego en la piel de las vacas de Urepel las letras V.
E. (Valle de Erro) para que puedan pastar en verano en los terrenos
del valle altonavarro.
La demarcación de límites ha traído a lo largo
de la historia innumerables conflictos sobre este territorio. Las
facerías o acuerdos entre valles limítrofes son una
muestra del esfuerzo por convivir pacíficamente que desde
antiguo han mostrado los vecinos del lugar.
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País de los Aldudes y País de Baigorri |
En la vertiente norte del macizo montañoso que da nombre
a este terreno fronterizo encontramos el bajonavarro Valle de Alduides,
regado por un afluente del río Errobi y formado por las localidades
de Alduides, con su barrio de Esnazu, Urepel y Banka, y un poco
más al norte Baigorri. En la vertiente sur queda el Valle
de Erro, al Este muga con Burguete y Valcarlos y al oeste con los
valles de Baztan y Esteribar. Alduides es también conocido
como Quinto Real debido al tributo ("eiurdea") que se
le daba al rey por los puercos que pastaran en él y no fueran
del Valle de Erro.
Originariamente debió ser del Valle de Erro y fue confirmado
así por Carlos III el Noble en 1413. También de tiempo
inmemorial eran determinados derechos de disfrute que tenían
Roncesvalles, Valcarlos y el valle de Baztan.
Casi cuatro siglos bajo la misma corona
En la última década del siglo XII comenzó
la penetración navarra en Ultrapuertos bajo el reinado de
Sancho el Sabio, quien unos treinta años antes, hacia 1160,
había mudado su título de "rey de los pamploneses"
por "rey de los navarros". La prolongación transpirenaica
del reino más allá de la "cruz de Carlos"
(Ibañeta), se verificó a partir de la consolidación
de la "tenencia" de San Juan de Pie de Puerto y mediante
un complicado tejido de relaciones feudo-vasalláticas. Finalmente
esta Baja Navarra, salvo el término de Valcarlos, fue abandonada
hacia 1528-1530 por el emperador Carlos I en manos de Enrique II
de Albret con la convicción de que éste era el único
modo de asegurar la paz duradera con Francia en el Pirineo Occidental,
que requería su política.
Ganadería, pequeñas industrias y contrabando:
ejes de la economía
Conflictos por los pastos
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Baigorritar. Dibujo de Tillac |
Aunque la tradición pastoril de nuestra tierra se remonta
a hace más de cinco mil años fue con el siglo XV cuando
comenzaron los problemas y pleitos sobre linde de aprovechamientos
de pastos. En el año 1400 se firmó una sentencia en
San Esteban de Baigorri donde se fijaron los derechos de baigorrianos
y valderros, en la que se reconoce que los montes de Alduides eran
privativos de Valderro.
Durante la Edad Moderna y hasta finales del siglo XVIII hubo numerosos
enfrentamientos por la cuestión de los pastos hasta que el
25 de agosto de 1785 se intentó dejar zanjada la cuestión
con la firma entre gobiernos del tratado de Límites de Elizondo.
Se estableció así una frontera que no sigue las crestas
y collados de la divisoria de aguas Cantábrico-Mediterránea,
sino que va en línea recta. Esta decisión volvería
a quedar ratificada por el acuerdo de 1856.
Según estos tratados se concede a Baigorri el goce exclusivo
de pastos en un terreno de cerca de 2.500 hectáreas situada
entre la divisoria de aguas y la frontera a cambio de un canon del
que el 52% es para Erro y el resto para Baztan. (En 1980 era de
un millón de pesetas, aproximadamente).
Además de esto existen una serie de acuerdos de facería
entre los diferentes valles, como el que establecido entre Baigorri
y Erro y que permite que las vacas de Urepel pasten en verano en
los prados de Sorogain.
Minas, ferrerías y fundiciones
Durante el XVIII era famosa, además de la ferrería
de Larrau que dejó de trabajar hacia 1785, la de los Etxauze,
repartida entre el vizconde y el valle de Baigorri. Producían
balas de cañón y cañones para la marina, que
servían tanto para los corsarios de Baiona como para los
buques mercantes de la Real Compañía Guipuzcoana de
Caracas. Esta ferrería y la fundición de cobre de
Banka estuvieron a punto de acabar con los bosques de la zona. En
1753 se dio orden de replantar 3.000 pies de terrenos anuales.
Contrabando
Los orígenes del contrabando en la frontera pirenaica hay
que buscarlos a mediados del siglo XIX.
Tras su incorporación a la Corona de Castilla en 1515, Navarra
conservó el sistema aduanero vigente desde la Edad Media.
Durante los siglos XVI a XVIII las Cortes navarras legislaron en
todo lo referente al comercio exterior del reino y establecieron
los gravámenes que consideraban justos en sus relaciones
con territorios vecinos. Las "tablas" o puestos aduaneros
navarros en el Pirineo tenían muy escaso rigor. De esta manera
traer productos de Francia para consumo propio de los naturales
del país era barato. Las "tablas" de las fronteras
con Castilla y Aragón, sin embargo eran muy rigurosas, lo
que suponía un gran inconveniente para los navarros que querían
vender sus mercancías libremente en los mercado aragonés
y castellano, que incluía las Indias.
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Término municipal Banca en Baigorri |
De esta manera, el contrabando en las fronteras del Ebro, tanto
de productos propios como de ultramarinos traídos desde Francia,
se convirtió en fecundo negocio para mucha gente.
En 1841, con la reforma de los fueros se suprimen las antiguas "tablas"
privativas navarras y con ellas las fronteras de Castilla y Aragón
y se fijan las aduanas en el Pirineo y en Guipúzcoa, tal
y como deseaba el Estado y muchos navarros interesados en hacer
negocios con los vecinos del sur.
Hasta entonces se compraba a Francia curtidos, quincalla, tejidos
de lana, cacao, sederías, lienzos, cera, ganado vacuno, mular
y porcino y se vendía lanas, aguardiente, regaliz, hierro,
sal y pieles.
Emigración
En 60 años, de 1832 a 1891, 80.000 personas emigran del
País Vasco-francés a América. Desde 1897 a
1921 19.416 nuevos emigrantes parten de Zuberoa y Baja Navarra.
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Aldudes- Baja navarra |
Las guerras, la desaparición de la pequeñas industrias
rurales, del tejido artesanal, el fin del contrabando y la enfermedad
de las viñas impulsaron esta emigración masiva.
Monumentos megalíticos
La prueba de que este territorio ha sido habitado desde antiguo
es el gran número de monumentos megalíticos que encontramos
en él. Trece ejemplares forman la estación dolménica
situada en los términos de Irurita, Burguete y Valcarlos
y descubierta por J.M. Barandiarán en 1926.
Por su parte Santiago Echandi habla en su obra "Corpus de
rolandiana pirenaica. Lugares y leyendas de Roldán en los
Pirineos", de cuatro piedras relacionadas con Roldan situadas
en Baztan: el "Dolmen de Rolán", el "Monolito
de Ehiartze", la "Piedra de Larreta" y "Harrikulunke"
situada en el monte Argibel, en la muga entre Erratzu y Alduides,
justo en el actual mojón internacional 124. Esta función
de "borne" de estas grandes piedras debe de ser originalmente
prehistórica, como plantea el investigador Jaques Blot, al
referir éste y otros seis monolitos que marcan la muga entre
el valle de Baztán y el País de Baigorri. Estos monumentos
fueron "integrados" por el tratado de fronteras de 1856
y a ellos se sumó uno nuevo situado dentro de un cromlech.
Blot propone que estas piedras han delimitado desde la prehistoria
espacios pastoriles , "aunque esta función prosaica
fue inseparable de que sobre ellas reposaba una sanción simbólica,
mítica, sacralizada, como en los mojones de griegos y romanos
o, más gráfico, como perdura en la Piedra de San Martín,
, muga entre Roncal y Baretous, sobre la que se oficia el Tributo
de las Tres Vacas", como explica Echandi.
Reyes Ilintxeta,
Fotografías: Auñamendi |