L
a historia reciente del Estado de las Autonomías en España
se ha caracterizado por el desarrollo de entramados institucionales
autóctonos que a menudo han vinculado las cuestiones identitarias
al tema de los imaginarios tradicionales: fiestas, rituales, expresiones
artísticas, musicales... En el ámbito vasco-navarro
el canto coral y la canción tradicional, en general, se han
considerado asuntos de gran arraigo y, por ello, de indudable interés
cultural. Por ello, la existencia de unas tradiciones corales ha
servido muchas veces de base argumental para justificar -tautológicamente-
su recuperación, preservación y promoción.
Incluso alguna vez, se ha presentado lo coral como uno de los temas
de política cultural preferentes. Sin embargo, la organización
de eventos y gestión de recursos humanos y materiales relacionados
con el coralismo se ha llevado a cabo gracias, sobre todo, al esfuerzo
continuado de colectivos implicados en las actividades corales,
y a la acción conjunta de centros específicos, cuya
interrelación se ha fortalecido si cabe estos últimos
años. En la actualidad se trata de un entramado institucional
que a menudo funciona en forma de red y su repercusión alcanza
a todo tipo de agrupaciones corales.
Después del Concilio Vaticano II en la década de
los sesenta, y aún más durante las décadas
de los setenta y ochenta, el movimiento coral vasco experimentó
una expansión espectacular. De manera que si a mediados del
s. XIX se puede hablar del desarrollo de un movimiento coral ligado
al renacimiento vasquista de la época, y a este período
le sigue la expansión coral de color eminentemente nacionalista
de las primeras décadas del s. XX, es a partir del período
posconciliar y, sobre todo, después de la instauración
de la democracia, cuando el fenómeno coral conoce un auge
sin precedentes. Es precisamente en este último período
donde vamos a ubicar nuestro análisis y donde vamos a tratar
de examinar la actividad coral vasco-navarra -en especial la de
los coros infantiles- en relación a la labor que vienen realizando
instituciones como ERESBIL (Archivo de compositores vascos), las
Federaciones de coros y los organizadores del Certamen Internacional
Coral de Tolosa.
ERESBIL (Archivo de compositores vascos)
Sito en el pueblo de Errenteria (Gipuzkoa), ERESBIL o el Archivo
de compositores vascos lleva recopilando desde el año 1974
partituras de compositores vascos de todos los tiempos -y autores
de referencia, en general-, cuya difusión se realiza a través
de la semana de música Musikaste. ERESBIL es un Patronato
cuya Presidencia ostenta el Gobierno Vasco desde el año 1986,
y colabora asiduamente con instituciones como: la Asociación
de compositores vasco-navarros, la Asociación de Txistularis,
la Asociación vasca de documentación musical (EUDOM),
Eusko Ikaskuntza, la Federación de coros de Euskalerria,
el Certamen Internacional Coral de Tolosa...
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Coro Itxas Soinua (Lekeitio) haur abesbatza.
Foto tomada en el Musikaste de Errenteria (6 de Octubre de 1977).
Director: Joseba Saenz de Ortuondo. |
En cuanto al repertorio coral, ERESBIL no sólo es la encargada
de seleccionar la partitura que aparece en cada número trimestral
de la revista Kantuz (revista publicada por la Federación
de Coros de Euskalerria), sino que dentro del archivo se ha creado
una sección aparte de partituras corales de los siglos XIX
y XX, llamada Biblioteca Coral de EAE (Euskalerriko Abesbatzen Elkartea).
Además, ERESBIL participa en el proyecto MUSICA: una base
de datos internacional de música coral. Así pues,
el Archivo es un centro al que pueden acudir y, de hecho, acuden
muchos directores y coralistas en busca de piezas que luego son
cantadas por sus coros. Hay que tener en cuenta que el mercado de
la música coral es muy pequeño, por lo que es necesario
recurrir a un archivo especializado como Eresbil para disponer de
obras corales de todo tipo. Curiosamente, las creaciones más
contemporáneas son las que menos se demandan, y aún
hoy en día se siguen interpretando mayormente las partituras
corales de autores enmarcados dentro del nacionalismo musical vasco
de la primera mitad del siglo XX.
Las razones por las que apenas se interpretan las composiciones
corales más recientes son eminentemente técnicas:
muchos coros aficionados y sus directores no están capacitados
para abordar las innovaciones que plantean gran parte de las creaciones
contemporáneas. Veamos este problema en relación al
Certamen Internacional Coral de Tolosa y al Concurso de Composición
Coral (infantil) organizado por la Federación de Coros de
Gipuzkoa y el Certamen Coral.
Certamen Internacional Coral de Tolosa
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12º Gran premio Europeo de canto coral.
Celebrado en Tolosa el 18-06-2000. |
En otoño, el evento coral más importante dentro del
ámbito vasco-navarro es el Certamen Internacional Coral de
Tolosa (Gipuzkoa). Durante la última semana de octubre, el
CIT o Centro de Iniciativas y Turismo de Tolosa, organiza este Certamen
Coral, con el patrocinio del Departamento de Cultura del Gobierno
Vasco, entre otros. Es tal la proyección exterior de este
Certamen Coral que los coros ganadores en Tolosa -en cualquiera
de las modalidades: voces mixtas, voces iguales, coros infantiles
y grupos vocales- compiten al mismo tiempo para conseguir la nominación
para el Gran Premio Europeo. Lo mismo ocurre en cualquiera de los
Certámenes Internacionales de Arezzo y Gorizia en Italia,
Debrecen en Hungría, Tours en Francia, y Varna en Bulgaria.
Así pues, un coro infantil puede obtener dicha nominación,
si resulta ser la más puntuada ese año. Esto es lo
que sucedió, por ejemplo, en el XXXI Certamen Coral de Tolosa
1999, donde el coro infantil ruso de Vesna resultó nominado
para el 'Grand Prix'.
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Coro infantil Vesna (Moscú - Rusia) |
Por otro lado, la Federación de Coros de Gipuzkoa, en colaboración
con el Certamen Internacional Coral, organiza desde comienzos de
los años setenta el Concurso de Composición para masas
corales, en cuyas sucesivas ediciones han tomado parte compositores
de renombre como Tomás Garbizu, Tomás Aragüés
o Juan Cordero, entre otros. El propio CIT editó muchas de
las obras premiadas en este concurso, aunque dejó de hacerlo.
El mayor problema radicaba en que esas obras no tenían ni
salida comercial ni artística (casi nunca eran interpretadas
por los coros). Tampoco tuvieron mucha difusión las piezas
corales recogidas en el libro Euskal-Herria Kantari (1991):
compilación de obras encargadas por la Federación
de coros de Euskalerria a los más famosos compositores vascos
del momento, con el objeto de crear un repertorio coral contemporáneo
presentable ante los coralistas extranjeros asistentes al Festival
Europa Cantat que se celebraba en el mes de julio de 1991 en Vitoria-Gasteiz.
Este libro de partituras fue financiado por el Departamento de Cultura
y Turismo del Gobierno Vasco.
Algo parecido sucedió también con las composiciones
para coros infantiles. A finales de los ochenta la Federación
de coros de Gipuzkoa encargó la composición de piezas
corales infantiles a más de una treintena de autores. Se
publicaron dos libros de partituras: Txio-txioka (1989) y Xo! (1993).
Ambos libros fueron financiados también, entre otros, por
el Departamento de Cultura y Turismo del Gobierno Vasco. El objetivo
que perseguían esas publicaciones era paliar en la medida
de lo posible la falta de partituras para coros infantiles. A pesar
de que un buen número de piezas contenidas en esos libros
son de un nivel de dificultad aceptable; es decir, son perfectamente
cantables por la mayoría de los coros infantiles, tampoco
han tenido el calado previsto y la mayor parte de esas partituras
no han sido todavía estrenadas.
Otra cuestión diferente es el Concurso de Composición
Coral Infantil que desde hace quince años convoca la Federación
de coros de Gipuzkoa, con la colaboración del Certamen Coral
Internacional de Tolosa. Las obras premiadas en las primeras ediciones
del concurso eran de tal dificultad que resultaban imposibles de
cantar por un coro infantil medianamente formado. Por ello, en recientes
convocatorias del concurso se ha establecido una única modalidad
de composición de obras a dos voces iguales (en euskera),
y se insiste en crear un repertorio cantable, donde prime el interés
musical frente a la dificultad de ejecución. Además,
en la actualidad las obras premiadas en cada edición no sólo
se presentan en el acto de clausura del Certamen Coral de Tolosa,
sino que -como consta, por ejemplo, en las bases del XIV Concurso
para Coros Infantiles 2002- la organización del concurso
se compromete a estrenarlas el año siguiente en conciertos
corales públicos.
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XIV Concurso para Coros Infantiles |
Asimismo, hoy en día, CM-Ediciones Musicales (www.cm-ediciones.com),
en colaboración con la Federación de Coros de Gipuzkoa
y la Diputación Foral de Gipuzkoa, edita las obras ganadoras
del Concurso o los encargos que los autores reciben directamente
de la propia organización del Certamen Coral de Tolosa. Éstas
son algunas de las partituras para coros infantiles que pertenecen
a la colección coral de CM-Ediciones Musicales: Bost joku
zerutiar de David Azurza, Primer premio del XI Concurso de Composición
para Coros Infantilles 1998; Juaniko Olabarriko del mismo
autor, obra de encargo para el Certamen Coral de Tolosa 2000; Nere
bizitzako urte bat de Josu Elberdin, ganadora del XIII Concurso
de Composición para Coros Infantil 2001, y las tres obras
seleccionadas ese mismo año para ser editadas, Orbelaun
de Jesús Mari Sagarna, Hitz jolasak de Eva Ugalde,
y Txokolo-Mokolo de José Antonio Galindo. Merece también
hacer mención de la obra Horra Mari de David Azurza,
por la gran versatilidad que ofrece y por la aceptación que
ha tenido: se ha grabado en CD y ya ha sido estrenada en concierto
monográfico, puesto que se trata de un cuento coral de carácter
navideño de unos veinte minutos de duración, estructurado
con canciones independientes escritas para coro infantil (SA) y
narrador (tanto en euskera como en castellano), y con la posibilidad
de acompañamiento con grupo de cuerda o piano.
En definitiva, más allá del tema de repertorio y
edición de partituras corales infantiles, las acciones conjuntas
que se están llevando a cabo entre compositores, intérpretes
y editores, muestran el interés creciente por el mundo coral
infantil. Esto se refleja también a nivel de instituciones
federativas, donde el coralismo infantil está tomando una
dimensión educativa y cultural que conviene estudiar con
más detalle.
Federaciones de coros
En la década de los ochenta se crea la Federación
de Coros de Euskalerria (Euskalerriko Abesbatzen Elkartea, EAE,
1983): institución que engloba las tres federaciones provinciales
de la Comunidad Autónoma Vasca, la federación de Navarra
y la de Iparralde (o País Vasco francés).
La propia denominación de esta estructura federativa transfronteriza
representa de algún modo aquella identidad 'étnica'
que el nacionalismo vasco idearía a lo largo del siglo XX.
Ahora bien, frente a las reivindicaciones ideológicas, las
actuales federaciones de coros que integran la Federación
de Coros de Euskalerria tratan de primar los aspectos técnicos
y profesionales del mundo coral. De este modo, las diversas agrupaciones
que engrosan las listas de los coros federados -incluidos los coros
infantiles- orientan sus objetivos primordiales hacia la consecución
de determinados criterios de calidad, que son los que nos interesa
examinar ahora.
Con el objeto de elevar el nivel técnico de los coralistas
y directores de coro, las federaciones vasco-navarras llevan bastantes
años organizando cursos de técnica vocal y dirección
coral. La misma Federación de Coros de Euskalerria organiza
anualmente un Curso de Dirección Coral que está estructurado
en tres niveles (un año por cada nivel) y donde se imparten
materias que van desde el gesto, la técnica vocal y las técnicas
de ensayo, hasta el repertorio, la historia y la estilística
de las obras. Muchos de los profesores que imparten las clases en
dicho curso, son nombres de prestigio y profesionales cada uno de
ellos en su campo: canto, dirección de coro y orquesta...
No es de extrañar que este Curso tenga una orientación
marcadamente técnica y se inspire en modelos provenientes
del mundo profesional. Incluso es lo que se exige cada vez más
en los entornos competitivos de los Certámenes y Festivales
Internacionales, donde muchas veces los integrantes de los coros
y grupos vocales están en una situación real semiprofesional
(o después de algunos triunfos se hacen profesionales). Todo
ello, sin embargo, contradice las bases de esos Certámenes
donde queda claro que las formaciones corales deben estar integradas
exclusivamente por cantantes no profesionales.
El caso de los coros infantiles es un tanto especial, aunque está
supeditado a los mismos modelos. Las federaciones son cada vez más
conscientes de la relevancia del trabajo con la cantera. Más
aún si tenemos en cuenta que los coros del Este y Norte de
Europa dominan el panorama de los Certámenes Internacionales.
En efecto, son muchas las voces que están destacando el interés
renovado del coralismo infantil en el ámbito internacional,
y los gestores federativos no son ajenos a éste fenómeno;
de manera que hay una preocupación especial por potenciar
ese mundo coral infantil, creando repertorio, organizando cursos
de técnica vocal y dirección coral infantil, conciertos...
En este sentido, la Federación de Coros de Euskalerria ha
pasado en pocos años de dedicar unas cuantas horas al tema
coral infantil a plantear jornadas monográficas dentro del
Curso de Dirección Coral general. Incluso ha organizado un
Curso de Pedagogía y Dirección Coral Infantil, con
tres niveles y para tres años -igual que en el Curso de Dirección
Coral general-.
En marzo del año 2002 se impartió el Curso correspondiente
al primero de esos tres años, y la convocatoria fue todo
un éxito desde el aspecto de participación. Según
los datos de la Federación, en el Curso tomaron parte 44
estudiantes en total (algunos tuvieron que quedar fuera por falta
de plazas): 18 estudiantes de Gipuzkoa, 8 de Bizkaia, 6 de Navarra,
4 de Araba, 3 de Tenerife, 1 de Burgos, 1 de Cantabria, 1 de Iparralde,
1 de Lugo, y 1 de Zaragoza.
A la mayoría de los estudiantes -a su vez profesores en
Escuelas de Música, coralistas o directores de coros infantiles-
ese Curso les permitía adquirir o mejorar los conocimientos
de repertorio, técnica vocal, de ensayo... necesarios para
formar un coro infantil. Para ello contaban con el ejemplo de profesores
en activo que hablaban desde su experiencia práctica (incluso
dispusieron de un coro infantil piloto): desde profesores de canto
y directores de coros infantiles, hasta foniatras que trabajan con
niños o compositores especializados en música para
coros infantiles, como es el caso del citado Josu Elberdin.
Este autor presentó, entre otras, su obra Dragoi Bakartia:
pieza obligada en el último Certamen Coral de Tolosa 2002,
que tuvo buena acogida, pero fue también criticada por su
dificultad. Otros profesores, como Xavier Sarasola -miembro del
jurado del XIII Concurso de Composición para Coros Infantiles-
presentaron también varias de sus creaciones: entre ellas
estaban, por ejemplo, la partitura Anton eta Peru... -armonización
para flauta, voz (SS) y piano de una canción tradicional
recogida en el cancionero del P. Donosita-, Gau ilunak ez badu...
-también para flauta, voz y piano- y Lau euskal abesti
-cuatro melodías tradicionales vascas arregladas para voz
(SA) y piano-.
Quizás el nivel técnico requerido para interpretar
algunas de esas obras se apartaría un poco de las posibilidades
reales de los coros escolares, al menos en el contexto educativo
vasco-navarro. Por lo demás, el Curso presentaba un apartado
de Psicología y experiencia corporal, y otro de Pedagogía,
con unos planteamientos prácticos sumamente interesantes,
aunque quedaba como interrogante la conveniencia o no de introducir
asignaturas que complementaran la práctica con unos soportes
básicos de teoría pedagógica. En todo caso,
la experiencia servía para que la Federación de Coros
de Euskalerria reflexionara acerca del rumbo que quieren tomar esos
Cursos, y acerca del tipo de formación y educación
que se pretende para los futuros directores de coros infantiles:
tanto para que los maestros especialistas de música y profesores
de Escuelas de Música vean atractivas las propuestas e iniciativas
federativas, como para que de verdad la educación coral forme
parte de la educación musical integral de los niños.
Es significativo que, según los datos facilitados por la
Federación de Coros de Euskalerria (datos del año
2002), el número de coros infantiles federados sea más
bien escaso:
| Coros | Coros infantiles |
Araba | 51 | 18 |
Bizkaia | 116 | 20 |
Gipuzkoa | 101 | 32 |
Iparralde | 16 | 5 |
Navarra | 32 | 3 |
TOTAL | 316 | 78 |
(Más de 12.500 coralistas)
Estos datos nos dan una idea de la desconexión existente
entre los circuitos federativos y los educativos, en lo cuales se
gestan los coros escolares. Así, en los casos de Bizkaia
y Gipuzkoa existe una gran desproporción entre el número
de coros federados y el de los coros infantiles federados. Estos
datos muestran además la desigual implicación territorial:
en los casos de Iparralde y Navarra el número de coros (infantiles)
federados desciende drásticamente. En Araba, a pesar de no
haber muchos coros federados, la proporción entre éstos
y los coros infantiles es más equilibrada. No hay que olvidar
que existe la Federación de Coros Infantiles de Araba que
impulsa de un modo especial el coralismo infantil, organizando macroconciertos,
encuentros e intercambios corales, colaborando en la creación
de materiales didácticos para los escolares de la provincia...
En definitiva, el conjunto de las Federaciones de Coros en el ámbito
vasco-navarro están haciendo un esfuerzo importante en pro
de los coros infantiles y, más allá de las mitificadas
tradiciones corales, la gestión federativa pretende un trabajo
urgente y necesario de cantera. Para ello se organizan cursos, concursos,
conciertos, encuentros... Además, el problema de la escasez
de coros infantiles (federados) y falta de motivación por
parte de los niños, maestros y directores de coro hay que
situarlo en un contexto educativo general donde es cada vez más
difícil encontrar un lugar para la actividad coral (normalmente
tratada como actividad extraescolar) dentro de los saturados horarios
de los niños. En cualquier caso, harán falta soluciones
imaginativas que sepan estrechar más los lazos entre cultura
y educación, y para ello se deberá partir de una revisión
profunda del concepto mismo de cultura musical: una concepción
más rica y plural que aglutine no sólo la diversidad
territorial e ideológica, sino que sobre todo intente acercarse
y comprender la complejidad y los intereses reales de los niños
y jóvenes de hoy.
Partituras corales:
AA.VV. (1989): Txio-txioka. Gipuzkoako Abesbatzen Elkartea.
AA.VV. (1993): Xo! Haur Abesbatzentzat Musika Korala. Euskalerriko
Abesbatzen Elkartea.
AA.VV. (1991): Euskal-Herria Kantari. Gaurko Euskal Koru Musika.
Euskalerriko Abesbatzen Elkartea.
AZURZA, D. (2000): Bost joku zerutiar. Bilbao. CM Ediciones
Musicales S.L.
-(2000): Horra Mari. Bilbao. CM Ediciones Musicales S.L.
-(2000): Juaniko Olabarriko. Bilbao. CM Ediciones Musicales
S.L.
ELBERDIN, J. (2002): Nere bizitzako urte bat. Bilbao. CM
Ediciones Musicales S.L.
SAGARNA, J. M. (2002): Orbelaun. Bilbao. CM Ediciones Musicales
S.L.
UGALDE, E. (2002): Hitz jolasak. Bilbao. CM Ediciones Musicales
S.L.
GALINDO, J. A. (2002): Txokolo-Mokolo. Bilbao. CM Ediciones
Musicales S.L.
SARASOLA, X. (1999): Antón eta Peru... Errenteria.
Gipuzkoako Abesbatzen Federazioa.
-(1999): Gau ilunak ez badu... Errenteria. Gipuzkoako Abesbatzen
Federazioa.
-(2000): Lau euskal abesti. Bilbao. CM Ediciones Musicales
S.L.
Gotzon Ibarretxe, Profesor
en la Universidad Pública de Navarra |