Es
muy difícil explicar por qué uno se pone a buscar
sus raíces. Sobre todo a gente que las tiene ahí...
en la otra ladera de la montaña... o en el otro extremo del
pueblo...
Es muy difícil. Más aun cuando uno las tiene al otro
lado del océano.
Muchas veces me han preguntado ¿por qué?... Y no me
resultó fácil dar "razones" de esa búsqueda.
No sé por qué. Al fin y al cabo, de veintiún
primos y hermanos que somos, sólo a dos se nos ocurrió
emprender esta búsqueda.
No sé por qué. Sólo puedo decir que nos viene
desde las entrañas.
En mi familia se tenía la certeza de que la abuela (que murió
mucho antes de que mis padres se conocieran) había nacido
en Rentería y, se decía, que el abuelo había
nacido en Hernani (él murió cuando yo apenas tenía
dos meses). Pero sus imágenes, transmitidas por mamá
y las tías, por momentos se "corporizaban" a través
de anécdotas y cuentos.
La abuela era muy piadosa, le hacía rezar la misa en latín
a toda la familia. Tenía una salud muy frágil, fue
una de las primeras personas, en el país, operadas de riñón.
Sólo comía pollo no mayor de 3 meses y verduras, todo
hervido...
El abuelo era macizo, rígido, severo, parco... ¿Sería
parco?... O, tal vez, le costaba expresarse en castellano. Cuando
necesitaba contratar un peón, esperaba a que llegara a Buenos
Aires algún barco que hubiera tocado puerto vasco, después
se iba al Hotel del Inmigrante a buscar algún eukaldun, porque
ese señor se sentaba a la "mesa de los grandes":
en ella se hablaba en euskera.
Pero no era suficiente, yo necesitaba más.
En mi ciudad hay una Biblioteca Genealógica y , después
de una conferencia divulgativa que se dio en Euzko Etxea, decidí
intentar la consulta.
Hace más de 15 años...
Pedí los microfilms de bautismos del siglo XIX de Renteria
y de Hernani. Y esperé más de tres meses a que los
enviaran desde Estados Unidos. Finalmente los pude consultar y con
gran decepción comprobé que en Hernani no había
ningún Arruti.
Sin embargo en Rentería los Eceiza abundaban, pero la abuela
no aparecía. Era tan grande la confusión que comencé
a juntar los hijos que correspondían a un mismo matrimonio.
Hasta que apareció Salvador... Y como me "salvó".
Yo sabía que era el hermano menor de la abuela, que no lo
había conocido porque nació después que ella
se vino a América. Pero... ¿Cómo era posible
que el apellido materno no coincidiera?.... Así que tuve
que retroceder en el tiempo y en el microfilm para reconstruir la
familia de la amona. De esa manera descubrí que Salvador
y otros hermanos eran hijos de un segundo matrimonio del padre,
y que mi abuela, la muy coqueta... SE QUITABA NUEVE AÑOS...
Fue muy emocionante, leer el acta de bautismo de esa amona que se
vino muy jovencita acompañando a la familia del Cónsul
belga... Pero el abuelo no aparecía.
Cuando me enteré que una amiga iba a viajar para allá
le pedí que averiguara en los registros civiles. Su primo,
que trabaja en el Ayuntamiento de Hernani, revisó todos los
archivos y tampoco aparecía allí. Otra decepción.
Al tiempo alguien me explicó que Lasarte era un desprendimiento
de Hernani así que volví a la biblioteca para pedir
nuevamente los microfilms de la Iglesia de San Pedro. Nueva espera,
nueva búsqueda y nueva decepción: en Lasarte tampoco
había algún Arruti... Más decepción
En tres oportunidades tuve el privilegio de viajar a Euskal Herria
y en cada una busqué en la Parroquia de San Juan Bautista,
en la ermita de San Antonio de Padua de Ereñozu y en el Archivo
Diocesano de San Sebastián pero los intentos resultaron ser
otros tantos fracasos y, por lo tanto, nuevas decepciones.
Los abuelos se conocieron y se casaron aquí, en La Plata.
Tuvieron siete hijos: Francisca, Elena, Nieves, Gregorio Francisco,
Hilaria, María Luisa y José Agustín. Sólo
Dios conoce el sacrificio que les costó sacar adelante a
toda la familia. En su acta de matrimonio él aparece como
"oriundo de Antigua - Guipúzcoa". Yo sabía
que no había ningún pueblo con ese nombre. Por lo
que especulé que quizás se refería a la ermita
de Zumárraga. Escribí al Ayuntamiento y el archivero,
muy amablemente, me contestó que la ermita es "un templo
no parroquial" y por lo tanto en él no se administran
sacramentos salvo en contadas excepciones. Otra decepción...
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En la foto estan: los abuelos (Agustín
Arruti y Ma. Juana Placida Segunda Eceiza) y sus siete hijos.
(de izq. a der. de pie) Gregorio Fco., Nieves, Elena. (sentada
en el medio) Francisca la mayor. (sentada en el suelo) Hilaria.
(en brazos de la abuela) José Agustin y
(sentada a la derecha del abuelo) Ma. Luisa (nire ama que
acaba de
cumplir
90 años y es la única sobreviviente).
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Había pensado iniciar una búsqueda "tipo rastrillaje".
Es decir, en todos y cada uno de los pueblos de los alrededores,
de manera ordenada y sistemática.
Pero sólo fue necesario que se me rompiera el televisor y
que, por matar el tiempo, me pusiera a ordenar mi biblioteca y allí
encontrara un libro sobre cartografía antigua de San Sebastián
que me habían regalado.
Al hojearlo, en un mapa de San Sebastián de 1874, descubro
que, lo que hoy se llama el barrio del Antiguo, se denominaba "La
Antigua", que el "camino a Hernani" pasaba muy cerca
y que del convento del mismo nombre sólo queda una parte
de la iglesia: San Sebastián del Antiguo.
Las preguntas volvían, una y otra vez: ¿Sería
de Hernani? O tal vez cansado de repetir en su mal castellano "en
el camino a Hernani" lo redujo a "Hernani". O quizás
nació en el término de Hernani pero era época
de gran convulsión y el camino a Hernani estaría plagado
de fortificaciones, y posiblemente resultara más accesible
"La Antigua" por lo que sus padres lo hubieran llevado
a bautizar a San Sebastián...
Nuevamente fui a la biblioteca y comencé con todo el periplo...
... Y esta vez no hubo decepción...
¡Dios mío!....¡Ahí está!... El
primer bautizado de 1877: y están los nombres de los padres
y los abuelos de mi aitona, y los pueblos de origen y sus oficios.
¿Cómo explicar lo que se siente, si lo que hay que
decir desborda el alma?
....Zergatik?....
...¿Por qué?....
Después de tanto reflexionar para escribir estas líneas
creo que he encontrado la respuesta: si uno no tiene pasado no puede
tener futuro. Porque quiero tener futuro es que busco mi pasado...
Es una tarea ardua, lenta y que requiere inmensa paciencia. ¡Pero
el resultado bien vale la pena!
Mª Cristina Maldonado
Arruti
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