Donostiako seme leiala
Euskaldun ume argiya,
Onraz betea goitu zuena
Beraren jayo erriya;
Arte ederrez ondekidatu
Zuen eskola berriya,
Beretzat dira sari aundiyak,
Beretzako da gloriya. |
Hijo leal de San Sebastian,
Ilustre hijo euskaldun,
Que realzó lleno de honra
El pueblo donde nació;
La nueva escuela que fundó
Con Bellas Artes
Para él son los grandes premios,
Para él la gloria |
Victoriano Iraola (1)
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Hijo
del francés, natural de Grenvielle (Diepe), Joseph Besne
Chavallie y la tolosarra María Antonia de Irigoyen Gaz, Juan
Manuel Besné nació en Donostia el 13 de julio de 1789,
siendo el mayor de ocho hermanos. Gracias a la documentación
existente en el Archivo Histórico del Obispado de San Sebastián,
sabemos que tanto el matrimonio de sus padres como el bautismo de
todos sus hermanos, fue celebrado en la Parroquia San Vicente Levita
y Mártir, de Donostia; sin embargo, a pesar de los esfuerzos
de Carmen Besné, descendiente del hermano menor del pintor,
a quien agradezco su auxilio en esta pesquisa, no ha sido posible
ubicar la partida de nacimiento de Juan Manuel.
Por lo tanto, a falta del documento original, nos remitimos al
magnífico trabajo de Juan A. Apoland, (Génesis
de la familia uruguaya, Montevideo, 1975) donde da cuenta de
la existencia del certificado de nacimiento de Besnes, adjunto a
la partida matrimonial que se halla en el Archivo de la Curia de
Montevideo, único documento en donde consta fehacientemente
la fecha correcta.
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Sobre la acuarela de Besnes de la antigua ciudadela
de Montevideo, el retrato de Juan Manuel Besnes e Irigoyen atribuido
al pintor uruguayo Juan Manuel Blanes. |
La circunstancia de que su apellido se transformara de Besné
Irigoyen en Besnes e Irigoyen, es aclarada por el propio pintor
en un añadido a su testamento fechado el 17 de Marzo de 1864,
según lo recoge Fernández Saldaña (El dibujante
Juan M. Besnes e Irigoyen, Montevideo, 1919): Habiendo en estos
momentos (1808) declarado la guerra de España contra los
franceses, fueron perseguidos no solamente éstos, sino aún
los que tenían el apellido francés, no encontré
otro remedio que aumentar al mío en la fe de bautismo una
s, de lo que resulta como se ve en ésta, el apellido Besnes
en lugar de Besné, que era francés.
De este modo españolicé mi apellido, al que añadí,
cuando llegué a Montevideo, el de mi madre... salvándome
de este modo, sin perjudicar a nadie, de las persecuciones y odios
que se declaraban contra los franceses y sus hijos...
Juan Manuel había llegado a Uruguay, procedente del puerto
de Pasajes, a bordo de la nave Nuestra Señora de la Concepción,
en 1808. Sus primeras actividades en suelo americano son inciertas,
atribuyéndole unos el puesto de escribiente del gobernador
Elío y otros, una ocupación más humilde y acorde
para un recién arribado, como empleado público.
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Día 9 de Marzo. De 1857 á las 12
del día.
Salida de la Barca Lasarte capn dn Celestino Albizu, salió
pº San Sebastián llevando el cuadro que trabajé
pº el Ayuntamiento, mi retrato, un caracol y un pañuelo
y la copia de un cuadro sacado al daguerrotipo
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El 20 de febrero de 1818, contrajo matrimonio con Juana Josefa Zamudio,
viuda de Esteban Durán, nativa de la ciudad de Buenos Aires.
No tuvieron descendencia, aunque sí adoptaron por lo menos
a tres niños, Ramón, Feliciano y Juan Irigoyen.
Una de sus primeras actuaciones públicas y de la cual se
sintió orgulloso hasta el fin de sus días, fue su
nombramiento como miembro de la Hermandad de la Caridad y la responsabilidad
que le cupo, como miembro de su Junta administradora, en la ampliación
de sus instalaciones. Soraluce recogía, de boca del propio
Besnes, las siguientes palabras: de todos los títulos
que he merecido, sólo podría decir que el que más
me enorgullece, es el ser uno de los fundadores de la nueva construcción
del Hospital de Caridad de Montevideo, hoy, quizá, uno de
los mejores de esta parte de la América del Sur, y que habiendo
trabajado por su engrandecimiento desde el año 1922, se me
elevó a "Hermano benemérito".
Pero con su ingreso en el Hospital de Caridad, Besnes dio un paso
aun más trascendente: su ingreso a la masonería. Efectivamente,
aunque con suma discreción y encubiertas intenciones, la
Hermandad de San José y Caridad era una logia masónica
en la cual habían participado conspicuos personajes del Montevideo
colonial. Su orgullo de pertenecer a esta Logia, amén de
las palabras que más arriba reproducimos, quedó consignado
el daguerrotipo que se tomó ya de avanzada edad, y en el
que incluye los iconos que jalonaron su vida: la banda de la Hermandad
San José y Caridad, la Orden de Isabel la Católica,
una de las tantas medallas con que fueron premiados sus trabajos,
la escribanía de plata obsequiada por el Ayuntamiento donostiarra
y una pluma, instrumento de su profesión de calígrafo
y dibujante.
En su actividad masónica lo hallaremos, en enero de 1831,
como miembro fundador de la Logia Nº2 Constante Amistad. Hacia
1857 era miembro de la Logia Sol Oriental.
En 1826, la Hermandad de la Caridad fundó una escuela, designando
a Besnes como su director, cargo que dejaría en 1829 para
hacerse cargo de la dirección de la Escuela Normal del Estado,
en donde tendría como alumno al más tarde presidente
argentino Bartolomé Mitre. En este último cargo sería
muy criticada su decisión de brindar educación a las
niñas. En 1857 fue nombrado miembro del Instituto de Instrucción
Pública.
En reconocimiento a su larga trayectoria como docente, dos meses
antes de su fallecimiento, la Junta Económica Administrativa
decretaba que la Escuela de Niñas Nº 2, llevara su nombre.
En 1836, el propio Gobierno reconocería sus méritos
como artista al destinar dos obras suyas a la Biblioteca Nacional.
Se trataba de los retratos de los generales Rivera y Oribe, ambos
presidentes de la república. En agosto de 1839, ambas obras
serían elegidas para representar a Uruguay en París.
Ambas se extraviaron en la travesía.
En marzo de 1839 las autoridades nacionales nombraron una comisión
para viajar hasta la ciudad de Durazno, distante 180 kilómetros
de la capital, con la encomienda de tomar juramento constitucional
al general Rivera, nuevo presidente de la república. Integrando
la misma, como secretario, se designó a Juan Manuel Besnes
e Irigoyen, a la sazón oficial de la Comisión Topográfica.
En este viaje Besnes dibujaría su famoso cuaderno de acuarelas
titulado "Viaje a la Villa del Durazno", en donde recoge
meticulosamente lo que sería el primer registro gráfico
de la ciudad San Pedro del Durazno, así como interesantes
detalles de construcciones rurales y costumbres de sus habitantes,
por lo que, más allá de su mérito como pintor,
justifica un justo reconocimiento como atento y fiel cronista gráfico
del nacimiento de una nación.
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Panorama de la Plaza de la Villa de Guadalupe
o Canelon. A. Lado del N. - B.O. - C.S. - D.E.----20 de Marzo
de 1839. |
En 1843, siendo miembro de la Comisión Topográfica,
sus habilidades le hacen merecer el nombramiento de "Litógrafo
del Estado". A partir de ese año, inicio del prolongado
Sitio de Montevideo que, prolongado por casi nueve años,
sería bautizado por Alejandro Dumas como "La Nueva Troya",
realiza una serie de acuarelas en las que deja un fiel testimonio
de la sangrienta gestación de esta república platense.
También en ese período es donde fructificaron sus
esfuerzos en la recién llegada técnica de la litografía,
y en el periódico "El Telégrafo de la Línea",
a la manera de moderno corresponsal de guerra, publicó una
serie de litografías que pretendían informar a los
lectores sobre los sucesos más destacados de la guerra.
En 1859 reúne en un nuevo cuaderno una gran cantidad de
trabajos acuarelados que constituyen, cada uno de ellos, en un precioso
documento de su época. Allí encontramos numerosas
marinas detallando fecha, hora, nombre y destino de los buques dibujados;
su viaje a Monte Caseros, Argentina, donde viajó en misión
oficial a visitar al general Urquiza; múltiples episodios
militares, escenas rurales, pruebas litográficas, viajes
a villas del interior del país y un largo etcétera.
En la portada de este álbum, titulado "Prontuario de
Paisajes", escribió: Dedicado a mi hermano Pedro
María Besné e Irigoyen, natural de San Sebastián
de Guipuzcoa y residente en dicha ciudad. Montevideo, septiembre,
1859.
En la cuarta cláusula de su testamento disponía que
Todos los diplomas, condecoraciones y Álbumes se remitirán
á mi hermano á San Sebastián para que los deposite
en el cabildo donde se hallan varios trabajos míos. Esta
cláusula no llegó a cumplirse cabalmente, y el Prontuario
de Paisajes se encuentra actualmente en la Biblioteca Nacional de
Montevideo.
A pesar de ser donostiarra, se considera a Besnes e Irigoyen como
el primer pintor uruguayo, ya que obras anteriores o contemporáneas
a las suyas se deben a artistas extranjeros que se encontraban de
paso por el país. Se le considera además, con merecido
mérito, precursor de la pintura costumbrista uruguaya y se
le reconoce su influencia en Juan Manuel Blanes, proclamado como
el mejor exponente de la pintura nacional.
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"Mesa revuelta". Obra de Juan Manuel
Besnés Irigoyen |
Pocos son los libros de historia uruguaya que se han permitido ignorar
sus numerosos óleos y acuarelas. Cada vez que nos referimos
a hechos claves de nuestra vida institucional, su legado se nos
presenta recreando con luminosa claridad diversos episodios históricos
que cambiarían para siempre la vida de los países
del Plata. Es además una fuente ineludible para los historiadores
a la hora de estudiar diversos aspectos del Uruguay del siglo XIX,
tales como la evolución edilicia, los uniformes militares
y acontecimientos históricos tan relevantes como la Jura
de la Constitución o diversas batallas.
Sin embargo, algunas de sus obras trascendieron más allá
de fronteras logrando obtener numerosos premios internacionales.
En la Exposición de París de 1885, su copia de "El
descendimiento de la Cruz" de Rubens, obtuvo un diploma y la
medalla de cobre otorgada por la Sociedad Universal de Artes e Industrias
de Londres. También obtuvo una medalla el tema alegórico
enviado en 1847 al Papa Pío IX.
En 1852, una obra suya enviada a la Reina Isabel II de España
le valió el título de Caballero de la Orden de Isabel
la Católica. Esta fue entregada en manos a la soberana por
su hermano menor Pedro Besné, radicado en su ciudad natal.
Calígrafo de destacadas dotes, dejó testimonio de
su habilidad en cuadros, diplomas, libros de visitas, ridículos
y cuadernos de viaje. A pesar de la distancia y del prolongado tiempo
que estuvo alejado de su solar natal, jamás olvidó
su cuna. En diferentes oportunidades obsequió con diversas
composiciones caligráficas al Ayuntamiento de San Sebastián,
cuyo Cuerpo en reciprocidad le otorgó, en 1857, un plano
de la ciudad de esta ciudad, y su campo con los nombres de todas
las caserías; y en 1864, una Escribanía de plata que
llevase gravado el escudo de las Armas de la Ciudad.
Algunas de las composiciones caligráficas con las que obsequió
a su ciudad natal son custodiadas por el Museo San Telmo de Donostia.
Guardadas en sus depósitos, algunas de ellas reflejan el
daño producido por el paso del tiempo y la humedad. También
es posible hallar, entre otros objetos de su pertenencia, la mascarilla
mortuoria de su mano y algunas de las plumas con las que realizó
tales trabajos.
Falleció en Montevideo a la edad de 77 años, el 20
de agosto de 1865. El periódico El Pueblo decía:
Si como la iglesia canoniza sus santos, la sociedad tuviese un padrón
donde inmortalizar el nombre de los que sirvieron con sublime dedicación,
Irigoyen ocuparía en él un puesto eminente, como propagandista
de la educación de los niños.
Pocos días más tarde, el Ayuntamiento donostiarra
rendía tributo a quien -decían- en medio de la
distancia que lo separaba y del transcurso de medio siglo, ni olvidó
su patria ni se entibiaron sus sentimientos filiales.
Desde 1919, una calle montevideana lleva su nombre, y en 1983, la
ciudad de Durazno hacía lo propio, recordando de esta manera
a quien fuera su primer cronista gráfico.
(1)
Juan Manuel Besnes eta Irigoyen. Poesía señalada
con mención honorífica en los Juegos Florales de San
Sebastián. Euskal Erria, 1884.
Alberto Irigoyen Artetxe |