Posibilidades y límites de una ciencia unificada de la comunicación: ideología y significación en el periodismo científico
Blanca Muñoz

COMUNICACIÓN, PERIODISMO CIENTÍFICO Y EPISTEMOLOGÍA

A la vista del funcionamiento de los procesos culturales, la pregunta que surge de inmediato no puede dejar de ser sino la interrogación sobre las posibilidades de objetividad en la transmisión de información. En este sentido, nos encontramos con los tres tipos de periodismo: informativo, interpretativo y de opinión, mediante los que se elabora la construcción comunicativa de la realidad.

En efecto, en las tres modalidades a las que nos estamos refiriendo se observa una fuerte carga de reconstrucción. Información y comunicación, en último término, tratan de establecer un nexo de veracidad a partir de la cual el receptor descodifica los mensajes. Sin embargo, tanto en el periodismo interpretativo como en el de opinión el receptor conoce el factor de subjetividad que se transmite. El problema, entonces, va a provenir del periodismo informativo, ya que la equivalencia entre realidad e información resultará problemática. De esta forma, se entra en el tema de qué puede considerarse como Periodismo Científico y, especialmente, cuando se utiliza el término "científico", a qué modelo de ciencia nos estamos refiriendo.

Desde el punto de vista epistemológico. habrá que retomar la clásica distinción entre ciencias nomológica y ciencias ideográficas; es decir, las primeras serían las de regularidades empíricas como es el caso de las ciencias de la Naturaleza, siendo el segundo tipo las ciencias historiográficas. Ciencias éstas que el Historicismo, y también Dilthey y Weber, consideraban como de caso único". En el caso del periodismo, el modelo ideográfico se hace evidente. El acontecimiento se caracteriza por su propia singularidad, diferenciándose nítidamente del resto de acontecimientos. Pero el acontecimiento viene mediado desde el mismo momento en el que se recoge la noticia y "es jerarquizada" en un conjunto de "otras noticias". Por tanto, el periodismo informativo se ve sometido también a la valoración de las prioridades de la actualidad.

El componente científico en el periodismo, en consecuencia, tiene que provenir de la reflexión sobre la tipificación del grado de importancia que se asigna al acontecimiento. Por ejemplo, en el caso de un acontecimiento en el que la violencia intervenga, dependerá su información de lo que los estructuralistas denominaban como matrices significantes. Esto es, unos tipos de acontecimientos serán engrandecidos y magnificados, mientras que otros en los que asimismo intervengan formas de acción violenta serán relegadas a las páginas de sucesos o a las secundarias de un informativo. En estas condiciones, el periodismo informativo que trate de establecer fundamentos científicos deberá necesariamente que replantear las dimensiones valorativas que jerarquizan la transmisión de acontecimientos. Y aquí, de nuevo, nos encontramos con las mediaciones ideológicas a las que más arriba nos hemos referido.

Se llega, pues, al concepto de periodismo científico como capacidad para transmitir objetivamente la información. Mas, como hemos visto desde el punto de vista de la fundamentación epistemológica, la construcción de la noticia se ve afectada por la construcción social de la realidad. Entramos en el tema central de las ciencias ideográficas: cómo no caer en la ideología precisamente cuando se trata de alcanzar la objetividad. Las respuestas a esta cuestión determinan los grandes problemas epistemológicos de la información y de la comunicación.

La Epistemología así ha definido su área de investigación dentro de las condiciones posibles de llegar a unos criterios de objetividad y certeza de carácter intersubjetivos. Ahora bien, mientras que estas condiciones se hacen evidentes en las ciencias de la Naturaleza -las ciencias nomológicas-, nada más complejo que su traslación a las ciencias multiparadigmáticas como son las ideográficas. Y es, quizá, el campo comunicativo-informativo el que presenta los problemas más complicados a causa de que es en él en donde se sintetizan procesos tecnológicos con procesos ideológicos. Así, la investigación tecnológica nos situaría en un modelo de investigación netamente nomológico, mientras que la significación ideológica informativa y comunicativa lleva de una manera directa hacia el modelo ideográfico, pero subrayándose a este respecto la sofisticada intersección entre ambos modelos de investigación. De este modo, sólo puede ser periodismo científico el que tenga en cuenta la doble faz de los procesos de información.

En suma, la epistemología comunicatica -o búsqueda de los fundamentos científicos de la información y, en concreto, del periodismo- tiene siempre que partir de la sospecha. Sospecha ante qué tipo de conocimiento estamos manejando. Con ello, se pretende llegar a situar "los peligros" en los que está inmerso el constructor de noticias objetivas. Es decir, el periodismo científico tiene que, como afirmaba Weber, ser consciente de que en los modelos ideográficos de ciencia siempre existe el problema de la proyección de valores por parte del emisor y, a su vez, de este mismo problema y peligro por parte del receptor de la noticia. En consecuencia, los "peligros" que acechan las posibilidades de objetividad del periodismo científico se podrían resumir en:

  • La jerarquización que en importancia se establece en una determinada información.

  • Los valores y significados asignados en esa organización informativa.

  • El tipo de trasfondo cosmovisivo al que responde la mentalidad del informante y su medio comunicativo.

La consecuencia de lo anterior no puede dejar de ser sino la connotación ideológica. La modelización de los discursos connotados alcanza de una forma muy sofisticada al periodismo científico. Para Barthes, "el efecto de la realidad" se convertía en uno de los más esenciales problemas de la información que quiere presentarse como objetiva. En este punto, la advertencia que el Estructuralismo -y, específicamente, Roland Barthes- hacía de los niveles en los que se articula la ideología afecta de manera extraordinaria a la búsqueda de cientifidad informativa.

Los niveles, por consiguiente, de la ideología en la transmisión del periodismo científico tienen que ser investigados a partir de un nuevo concepto de objetividad que tenga en cuenta las posibilidades de generar sistemas de clasificación de la realidad en la audiencia y en los receptores. Sociología del Conocimiento y Seniología deben actuar como guardianes vigilantes ante la proyección de<sistemas de valores no codificados de una forma consciente. El periodismo científico muestra así las enormes complejidades que puede conllevar, ya que, en su deseo de llegar a ser veraz, el "efecto de realidad" puede llevar más carga ideológica que otros mensajes connotados del tipo, por ejemplo, de la publicidad. Estar atentos a la lógica que subyace, no tanto en el mensaje cuanto en el medio que lo difunde, puede ser un saluble ejercicio de autoconsciencia del comunicador.

En resumen, se abren ingentes interrogantes en el análisis epistemológico de los fundamentos de objetividad de un tipo de periodismo que aspira a la certeza. Sin embargo, la objetividad es una conquista que sólo se logra desde la desconfianza de las evidencias recibidas. Como si de in psicoanálisis se tratase, el periodista de investigación científica tiene que reformularse los componentes de verosimilitud que se muestran aparentemente como irrebatibles. Sólo un ejercicio de autointronspección puede hacer salir de un "mundo de evidencias" que, a menudo, no son más que preconcepciones y convenciones colectivas. Ahora bien, únicamente el periodismo científico puede aspirar a salir de una pseudoinformación, y replantearse explicar y aclarar las causas -y la causalidad- en la que los acontecimientos están enmarcados.

En definitiva, una epistemología del periodismo científico se construye con una ruptura de las evidencias. Y en este sentido, se está ante una labor de información en lucha con la ideología dominante convencionalizada. Es labor del informador entonces identificar las deformaciones temáticas, los contenidos prefijados y las prácticas de proyección psicológica que sobre las audiencias y públicos se pueden llegar a ejercer. En estas condiciones, la práctica del periodismo científico conlleva una atenta labor de prevención ante las rutinas y "las agendas" informativas. Descifrar los mecanismos que acechan el paso de la información y la comunicación en mera y simple persuasión significa la misión de un análisis epistemológico y sociológico, en sentido amplio, que no quiera caer en la repetición de los sentidos y significados emanados artificialmente de mensajes en los que prima el interés y la ocultación.

POSIBILIDADES Y LÍMITES DE UNA CIENCIA DE LA COMUNICACIÓN Y DE SU INFLUENCIA EN EL PERIODISMO CIENTÍFICO

La construcción del conocimiento colectivo, pues, es el núcleo de la Epistemología actual. Frente a la racionalidad científica que había sido el centro de la investigación epistemológica, la racionalidad comunicativa permite una perspectiva en la que el método dialéctico tiene que ser su fundamento. En este marco, los diferentes paradigmas comunicativos convergen en un modelo epistemológico en el que se abren nuevos campos de conocimiento a partir del estudio de las formas de significación e interpretación de lo real que hacen los ciudadanos de las sociedades masificadas. De esta forma, las posibilidades epistemológicas de la Ciencia Comunicativa deberían articularse en:

  • La búsqueda de las contradicciones y oposiciones que conforman las interrelaciones entre consciente e inconsciente, cultura y sociedad, individuo y estructuras y, en general, todo aquello que organiza las posibilidades de los sistemas de conducta.

  • La necesidad de unos planos lógicos en los que se hagan evidentes las condiciones de validez y pertinencia de los contenidos teóricos que fundamentan las categorías comunicativas, debe ser básica a la hora de establecer otros parámetros y límites sobre las relaciones sociales-comunicativas posibles.

  • Las regularidades de las mediaciones entre estructuras y fenómenos manifiestan la necesidad de una conceptualización que describa los niveles de la realidad contemporánea. La realidad socio-histórica entonces entra como punto de partida para comprender las estructuras ideológicas y valorativas y sus modificaciones.

  • La historicidad se expresa como el ámbito objetivo de la cientificidad determinable por la práctica. En este punto, la comunicación -en cuanto construcción ideológica de carácter histórico- refleja los condicionantes que fortalecen los principios de dominación colectiva.

Por tanto, una Ciencia de la Comunicación se tiene que concebir como la reconstrucción conceptual que amplía las ecplicaciones paradigmáticas de la Ciencia Social: esto es, el reencuentro entre Ciencia de la Sociedad y Ciencia de la Significación señala nuevas dimensiones en la formación de la conciencia histótica post-industrial. Como consecuencia, la comunicación se presenta como la mediación entre lo político y lo histórico, y sus alienaciones. La función epistemológica de una Ciencia de la Comunicación histórica, causal y racional abre el camino hacia un proyecto crítico nuevo.

En efecto, la cuestión que ha recorrido todo el itinerario de la Epistemología no deja de ser sino el modelo de racionalidad con el que se reconstruye la realidad sociohistórica. Este planteamiento nos sitúa en las diversas formas en las que se enfoca la relación emtre sujeto y objeto. Pero en la sociedad en la que prevalecen los discursos connotados comunicativamente, la posición epistemológica ante la racionalidad tienr que partir de un proceso construido que establezca las dimensiones complejas de la subletividad humana en estrechísima interdependencia con la organización económica y de intercambio mercantil. A este respecto, el factor social del conocimiento se encuentra dentro de las operaciones de los sistemas de signos que dominan las formas de conciencia de la Sociedad de Masas. La función, entonces, de una Ciencia de la Comunicación que busca identificar necesariamente -como afirmaba Göran Therborn- "la ideología del poder y el poder de la ideología"*, se vincula a un programa en el que se debe investigar de un modo global la "deconstrucción" de las psicologías -conciencias- desde el punto de vista de la acción del consumo sobre ellas.

La Ciencia de la Comunicación, pues, tiene sus posibilidades en el replanteamiento temático y metodológico de la deformación del conocimiento colectivo a través de técnicas persuasivas de índole psicológica. El programa de investigación podría abordar unos ejes problemáticos tales como:

  • Los efectos medibles cuantitativa y cualitativamente de la actuación de los medios de comunicación sobre los receptores.

  • Las prácticas de consumo a través de la creación artificial de gustos.

  • La conexión entre subjetividad e intersubjetividad y formas sociales de discursividad mediática.
  • La adaptación colectivamediante un simbolismo dominante y unos discursos estandarizados.

  • De lo anterior, se deduce una posibilidad de investigación de los simbolismos y estructuras normativas dominantes, y simbolismos y normatividad dominados; esto es, la identidad entre prácticas comunicativas y sistemas de creencias en el estadio del capitalismo avanzado.

  • En definitiva, el nuevo modelo cultural-comunicativo que se está generando resumiría los procesos de la reproducción ideológica considerada como "objeto construido" que interviene sobre la psicología social.

En consecuencia. este núcleo de problemas suministra una comprensión penetrante de las nuevas relaciones sociales, culturales y cognoscitivas a partir de los desajustes que en los sistemas de consumo, legitimidad y consenso se producen mediante modelos de opinión elaborados con procedimientos tecnológicos y mediáticos. Es por ello por lo que las tareas actuales de la investigación sociológica y politológica adquieren dimensiones nuevas al introducir procedimientos semióticos, textuales o de psicología cognitiva dentro de sus planteamientos. Los niveles denotativos requieren ser examinados desde las vertientes de las variantes ideológicas que operan como formas de connotación colectiva.

* THERBORN; G. La ideología del poder y el poder de la ideología. Madrid: Siglo XXI, 1987; pp.74-91.


Blanca Muñoz, Universidad "Carlos III" de Madrid

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