No
sabía bien Voltaire el éxito que alcanzaría
la célebre frase con la que a principios del siglo XVIII
definió a los vascos como "un pueblo que baila
al pie de los Pirineos". Así como algunos observadores
se sintieron atraídos por la peculiaridad del idioma, parece
que al filósofo francés le llamo la atención
la afición de los vascos por el baile. No fue ni el primero
ni el último en destacar esta característica, pero
debido a las frecuentes alusiones que se le han hecho en textos
sobre danza vasca, las palabras de Voltaire, además de
ser las más conocidas, han contribuido sustancialmente
al romántico imaginario de los aficionados a la danza vasca.
A día de hoy no parece que sea precisamente la afición
por la danza lo que mejor defina a los vascos, aunque los grupos
y agentes dinamizadores de danzas tradicionales están haciendo
todo lo posible para que la descripción de Voltaire siga
siendo válida.
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Itsasi
Euskal Kultur Taldea. http://www.itsasi.com |
En general, han sido
los grupos de danza los que han asumido la responsabilidad de
velar por las danzas tradicionales, y son estos grupos los que
danzan en gran parte de los rituales tradicionales y en funciones
locales. Durante las últimas décadas, al constatarse
cómo la danza tradicional ha ido perdiendo su parte lúdica
y que el pueblo que describiera Voltaire va dejando de bailar,
se está desarrollando una importante labor para invertir
esa tendencia y recuperar la costumbre de bailar en plazas y romerías.
Los primeros esfuerzos se realizaron en los años 70 y 80.
Uno de estos primeros intentos fue la creación de herri-dantza,
un baile inspirado en el mutil-dantza del Baztán y en los
saltos o jauzis del País Vasco continental. Se concibió
para que fuera practicado en cualquier plaza de Euskal Herria
y se organizaron numerosos cursillos para su enseñanza.
Pero el experimento no obtuvo el éxito esperado, ni en
lo que se refiere a su expansión, ni a su duración.
Mejor suerte ha conocido la Larrain-Dantza o Baile de la Era de
Lizarra, difundida por Euskal Dantzarien Biltzarra a través
de los Dantzari Egunak, que consiguió salir fuera del circulo
de los grupos de danza y 25 años después, es bailada
por miles de personas que no participan en grupos organizados.
A principios del
tercer milenio, son abundantes las iniciativas por recuperar,
fomentar e impulsar los bailes populares vascos. Uno de los precursores
en este oleada de programas para recuperar el aspecto lúdico
de los bailes tradicionales se encuentra en Vitoria-Gasteiz.
Se trata de la Academia de Folklore de la capital alavesa que
acumula más de una década de experiencia en esta
labor. Con el nombre de Dantza Plazan (1),
los sábados a la tarde, desde primavera hasta otoño,
los profesores de la Escuela de Folklore se dan cita en la Plaza
Nueva, en la Plaza del Machete o en el Barrio de Judimendi acompañados
de txistu y tanbolin, trikitixa, alboka o dulzaina para bailar
junto con los alumnos, ex-alumnos y personas ajenas a la Escuela
de Folklore danzas populares como fandango y arin-arin, porrusalda,
esku-dantza, txulalai, zazpi jauzi, el Baile de la Era, Zortziko
de Lantz, bolant dantza etc. Se trata simplemente de poder disfrutar
de la agradable sensación que produce mover el cuerpo al
ritmo de la música, esto es, explotar el aspecto lúdico
del baile.
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Plazara
Dantzara.
Foto: Jose Valderrey |
En vista que la labor
desarrollada por la Academia de Folklore Vitoria-Gasteiz ha conseguido
crear un ambiente propicio para el baile, la experiencia alavesa
ha sido imitada en otras localidades. Así, los grupos y
escuelas de baile de los municipios de Deba, Elgoibar y Eibar
organizaron a comienzos de los 90 el circuito de romería
Plazara Dantzara (2)
con el objetivo de recuperar y afianzar la costumbre de las romerías
en las tradicionales ferias de otoño e invierno: la feria
de San Andrés en Eibar el 30 de noviembre, la feria de
Gabon Zahar de Elgoibar el último sábado del año,
y la Feria del Loco del primer sábado del año en
Deba.
El esfuerzo por difundir
el Baile de la Era e instituirlo como "baile nacional"
se ha prolongado durante mas 20 años. Para los 90 ya había
conseguido llegar a ser parte integrante de las fiestas de muchos
pueblos y ciudades, que reservan en su programación un
espacio para bailarla, acompañada en ocasiones por fandangos,
arin-arin, txulalai o el zortziko de Lantz. El propósito
también ha cuajado en las fiestas de las capitales como
se pueden ver en la Plaza del Machete durante las fiestas de Vitoria-Gasteiz
o en la Plaza Nueva de Bilbao en Semana Grande, y como se ha venido
desarrollando en la Plaza del Castillo de Pamplona en Sanfermines.
Junto a ellas, en cierto número de romerías de pequeños
barrios y ermitas, y en determinadas fiestas que cuentan con una
personalidad especial y empuje propio, como la Fiestas Vasca de
Zarautz, se ha seguido bailando con más o menos naturalidad
y espontaneidad, pero sin necesidad de intervenciones de salvamento.
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Jauziak.
Foto: http://www.euskaldantzarienbiltzarra.com |
En los años
80 y 90, numerosas localidades de Euskal Herria empezaron a impartir
cursos de bailes populares destinados a adultos que en principio
no pertenecían a ningún grupo de baile. En ellos
se aprendían principalmente el fandango, el arin-arin,
los saltos vascos o jauziak y el Baile de la Era. Estos cursos
obtuvieron cierta popularidad en algunas zonas, y concretamente
en la costa de Laburdi y a primeros de los 90, fueron masivamente
seguidos (3). Xabier Itzaina
apunta que en 1996, 32 de los 57 grupos adscritos a Iparraldeko
Euskal Dantzarien Biltzarra organizaban este tipo de cursos para
adultos. Como consecuencia de este fenómeno, parece ser
que en los últimos años, en gran parte del Laburdi
y Baja Navarra se ha recuperado la plaza pública como espacio
natural para el baile, y numerosos jóvenes y mayores bailan
jauzis o saltos vascos en funciones organizadas y tardes de domingos.
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Herri
Dantzari 2001. Foto: http://www.zirikolatz.com |
Junto con los cursos
para mayores y las romerías organizadas, en los
años 90 nos encontramos con un nuevo elemento: se trata
de los dinamizadores de los bailes populares. En la Dantza Plazan
de Vitoria-Gasteiz, en el Plazara Dantzara de Debabarrena, en
los mutxiko del País Vasco continental, o en cualquier
romería organizada popular, es habitual la presencia
de monitores que guían el baile y van marcando los pasos
a efectuar. A primeros de los años 90, la presencia de
estos profesores de baile solía ser más bien discreta,
pero a partir de mediados de la década algunos agentes
dinamizadores salen de la sombra y comienzan a dirigir el baile
abiertamente. Micrófono en mano, asumen la responsabilidad
del desarrollo del baile y van indicando e instruyendo sobre los
pasos y bailes a realizar. En algunos eventos, como en el pionero
Dantza Plazan de Vitoria-Gasteiz son los profesores de la Academia
de Folklore los guías del baile, pero en otros casos, los
maestros asumen un mayor protagonismo y las sesiones se anuncian
ya incluyendo como reclamo el nombre del director del baile, como
por ejemplo "Dantza Piko" de Patxi Perez y "Urbeltzen
Dantza Ganbara", de Juan Antonio Urbeltz.
Patxi
Perez, ha adaptado una fórmula de baile bastante extendida
en Europa, y está recorriendo con éxito un gran
numero de plazas, tanto con su grupo Batbiru, como con
Tapia eta Leturia. Se introduce entre el público,
en mitad de la plaza, y comienza a enseñar sencillos pasos
de baile. A medida que el público trata de imitar los pasos
que va marcando, los músicos comienzan a tocar al ritmo
de la enseñanza. Unas pocas nociones, y comienzan a bailar
aleccionados por Patxi Perez, que durante el baile sigue ofreciendo
indicaciones. Junto a los jauziak y fandangos y arin-arin, se
bailan varias contradanzas y mazurcas de otras regiones de Europa
propicias para ser enseñadas y bailadas directamente en
la plaza.
"Urbeltzen
Dantza Ganbara" desarrolla una fórmula parecida
y se realiza con un repertorio compuesto principalmente de jauzis,
dantza-luzes e ingurutxos. El investigador folclorista Juan Antonio
Urbeltz, acompañado por maestros de danza y músicos
del grupo Argia, se encarga de dirigir la sesión de bailes.
Urbeltzen Dantza Ganbara se ha concebido fundamentalmente
para ser realizado en recintos cerrados, y aunque se ha llevado
a cabo en varias localidades su sede principal se encuentra en
los Kafe Antzokia de Bilbao y Ondarroa. El grupo de baile Argia
lleva ya cuatro años realizando mensualmente el "Urbeltzen
Dantza Ganbara" en el Kafe Antzokia de Bilbao, una sesión
que se ha convertido en cita obligada para muchos amantes del
baile.
También en
Bilbao, la asociación Bizkai Folklor Elkartea que dirige
Sabin Egiguren ha desarrollado una importante labor de difusión
de danzas tradicionales a través de numerosos cursillos
que ha ido organizando desde hace 20 años. Tratando de
recuperar el placer por bailar en la plaza, esta asociación
organizó durante varios fines de semana del año
pasado en el Arenal De Bilbao una romería denominada "Bilbo
Dantzan euskal erromeria". En la programación
del 2002 el programa ha contado con el patrocinio del Ayuntamiento
de Bilbao y la participación de varios grupos de baile
de la capital vizcaina junto a Bizkai Folklore Elkartea. De este
modo, las romerías se han extendido también a Santutxu,
Basurto y Deusto. (4)
En
este mismo marco que trata de impulsar los bailes de plaza se
pueden encuadrar también la "Erromeria Eguna"
que se celebra en Renteria desde 1999 y la "Erromeria
Nazionala" que ha organizado Euskal Dantzarien Biltzarra
en 2002 en Bergara y que llegará a una nueva localidad
vasca cada dos años. En ambos casos, trikitilaris, albokaris,
txistularis y grupos de música tradicional interpretan
melodías que invitan al baile en calles y plazas durante
toda la jornada. Las semanas previas a su celebración se
organizan cursillos para que la gente que desee participar en
las romerías pueda aprender a bailar.
Resulta inevitable
preguntarse por el motivo que lleva a diferentes asociaciones,
entidades y personas individuales a encaminar sus esfuerzos en
parecida dirección. Xabier Itzaina se plantea varias interesantes
preguntas al analizar las causas de este fenómeno en el
País Vasco continental. "¿Acaso tratan de recuperar
una identidad ya perdida los nuevos defensores del folklore? ¿Quizás
porque el baile resulta una herramienta más fácil
de adquirir para acceder al mundo vasco? ¿Es quizás el
nuevo "baile comunitario" una
manera de reforzar el vínculo social en vías de
desaparición?". También nosotros nos preguntamos
qué se esconde tras este amplio cúmulo de actividades.
Y es que si bien ante la homogeneización cultural que empieza
a imperar a la par que la globalización, la búsqueda
de la identidad perdida constituye uno de los puntos más
importantes junto con la reivindicación de las características
diferenciadoras, tampoco se debe olvidar el poder de atracción
del placer de bailar, de moverse al ritmo de la música.
Pero en una sociedad que presenta tan amplia oferta de baile,
desde el Baile de la Era hasta los bailes de salón, desde
las sevillanas al Aserejé, tampoco es de extrañar
que los impulsores de las danzas tradicionales se mantengan alerta
y experimentando nuevas estrategias.
(1)
"Dantza Plazan, bailar por el placer de bailar" in Doinu
eta Dantza N.8, Boletín de la Escuela Folklórica de
Vitoria-Gasteiz, nº 8, 6 de junio de 2002, pág. 6. (VOLVER)
(2) ARAOLAZA, Oier, "Haritz Euskal Dantzari
Taldea 25 urte dantzan" in Elgoibar Dantzan, Ongarri, Elgoibar,
1999, pág. 108. (VOLVER)
(3) "kasik masifikazio fenomeno". ITZAINA,
Xabier, "Herri kulturatik euskal kulturarat. Dantza Ipar Euskal
Herrian", in Sukil3. Cuadernos de Cultura Tradicional, Ortzadar
Euskal Folklore Taldea, Iruñea, 2000, 337. orr. (VOLVER)
(4) ANGULO, Joselu, "Bilbao Dantzan",
in dantzan.com, http://www.dantzan.com/1012209559/index_html
(VOLVER)
Oier Araolaza, dantzari
y antropólogo
Fotografías: http://teleline.terra.es/personal/edbiltza/multimedia.html
http://www1.euskadi.net/kultura/danza/danza02_e.htm
http://www.navarra.com/identidad/cantos.htm |