Introducción
Hace
algunas fechas se publicó en esta misma revista un interesante
artículo del historiador Carlos Rilova Jericó sobre
"Piratas a la puerta de casa". Esto me recordó
un artículo que publique en 1991 en la revista de Lezo
sobre las primeras actas de defunción de dicha población.
En dicho trabajo aparecía una buena colección de
vecinos que murieron en el "oficio de corso". Por ello
y por si puede interesar a algunos el contenido de dicho trabajito
me atrevo a republicarlo.
La muerte en
Lezo
Aunque a primera
vista el tema puede antojársenos un tanto áspero
-aún más hoy, en que la muerte ha quedado prácticamente
desprovista de los ritos religiosos y sociales que hasta ayer
fueron inherentes, al contrario de lo que sucede con las ceremonias
y los banquetes de bautizos y bodas-, en realidad, si conseguimos
superar los prejuicios propios de nuestra cultura, descubriremos
que al tiempo que va perdiendo esa aureola siniestra, se presenta
ante nosotros con su cara natural como uno de los fenómenos
que dan sentido a nuestras vidas. Ya lo decía el romano-cordobés
Séneca: "En la vida hay que aprender a vivir, pero
también hay que aprender a morir en la vida".
Siguiendo
esta misma filosofía, me he sumergido en los libros de
difuntos de la parroquia de Lezo estudiando una a una todas las
actas de defunción. Han hecho falta muchas horas para cubrir
este empeño, cuyo resumen somero presentamos en el presente
artículo. A la luz de este simple listado de nombres y
fechas, hemos querido plasmar el modus vivendi y la actividad
de los naturales de Lezo en aquellos años del siglo XVII.
El primer registro
que aparece en los libros de finados de la parroquia de Lezo data
de 1638, y dice así:
" En
veinte y ocho de agosto murió D.Sebastiánde Zamora
en la villa de Tolosa. Recibió los sacramentos y testó.
Por la verdad,
D.
Esteban de Villariz"
Este mismo año
aparecen los asientos de María Domingo de Salaverría,
de quien se ignora dónde murió, y la de María
Joan de Iturarain, alias "Santua", fallecida en Alza.
A
partir de entonces se inscriben en dicho libro buena parte de
los finados en Lezo, aunque es a partir de 1645 cuando se hace
de forma sistemática, tal vez a consecuencia de la orden
dada por el visitador (comisario eclesial que periódicamente
visitaba las villas para comprobar el correcto funcionamiento
de las parroquias y certificar las necesidades y transformaciones
que debían acometerse) D. Pedro de Saravia y Mendoza, que
en dicho año instó a las autoridades locales a levantar
actas de defunción de todas las personas, indicando el
día exacto del óbito, así como si testó
o no, con la firma del párroco al pie de cada documento,
"bajo pena de excomunión mayor" si no lo hicieren. Así
se explica que en 1638 sólo hubiera nueve fallecimientos
registrados; dos en 1639; nueve en 1640; tres en 1641; el año
1642 son ocho; suben a doce en 1643, y ya en 1645 encontramos
veintinueve registros, continuando en ritmo ascendente los años
sucesivos.
En
ocasiones, muy contadas para nuestra desgracia, los libros indican
el oficio del difunto. En base a ello hemos elaborado la siguiente
lista (la fecha corresponde a la del asiento del documento, que
generalmente coincide con su defunción excepto si esta
se produjo fuera de la villa, en cuyo caso se anota al conocerse
la noticia):
-
El licenciado
don Esteban de Echaçarreta (7-V-1643).
-
Los bachilleres
don Antonio de Eliche (4-VI-1643) y don Miguel de Ayçaga
(24-XI-1643).
-
El canónigo
don Baltasar de Arizabalo (11-VI-1650).
-
El vicario don
Esteban de Villanueva (1-XI-1650).
-
El sacerdote
don Hugo Reli (16-VII-1658).
-
El estudiante
don Nicolás de Gainza (6-XII-1653).
-
El molinero de
Borda-aundia Martín de Aguirre (31-VIII-1645).
-
La "serora" de
la iglesia de Lezo María Martín de Arrieta (30-
I-1648).
Atípicos
son los asientos correspondientes a María Joan de Iturarain,
de quien ya mencionamos se cita su alias "Santua" (14-IX-1638),
y a María de Yribarren, alias "Mari-largura" (25-V-1640).
También
puntual es la aparición de nombres de caseríos lezotarras
existentes en aquella época: CORTABURU (5-V-1652, donde
murió un francés), ALZATE (21-XII-1678), BORDA-AUNDIA
(31-VIII-1645) y BORDA-LA-BORDA (27-VI-1703).
Por el contrario,
sí era corriente que se explicitara el motivo del fatal
desenlace. Veamos algunos casos:
ASESINADO
Un criado de
Miguel de Gainça (no se da su nombre ni apellidos) murió
a consecuencia de una herida que le propinaron.
AHOGADOS EN EL
MAR
Cuando pescaban
(supondremos que se hundieron con la lancha) murieron en un mismo
día (11-VII-1649):
- Martín de Yturain- Joan
de Dorronsoro
- Martín de Arrillaga
- Pedro de Darieta
- Joanes de Gamboa
- Marcos de Gamboa
Asimismo laborando
en el mar desaparecieron:
- Miguel de Olayçola (21-IV-1699)
- Juanes de Martiarena (31-IV-1662)
Se ahogaron,
aunque sin citar las circunstancias:
- Miguel de Alfaro (1645, no se
cita día ni mes)
- Bernando de Elizon (20-V-1696)
- Josep de Aguirre (llegó
la noticia el 02-VI-1697)
- Agustin de Charte (18-IX-1701)
- Miguel de Arrieta (3-VIII-1710)
- Joan Antonio de Elizondo (9-VIII-1710)
- Juanes de Barrechea (9-VIII-1710)
- Manuel de Echeverria (10-VIII-1710)
Otros casos también
relacionados con el mar fueron los de:
- Juanes de Salaverría,
que se ahogó en el puerto de Arsucoa en Fuenterrabía,
pescando posiblemente (1-VI-1688)
- Sebastián de Darieta, Juan
Nuñez de Iturain y Juan de Gamboa, que "se perdieron
en el mar en un navío llamado San Sebastián" (16-XI-1658)
- Martín de Elizondo, quien
cayó de un navío (22-VII-1693)
- Erramus de Urbieta, murió
en la mar a causa de una enfermedad (1-VIII-1710)
MUERTOS EN EL
CORSO
Esto es, persiguiendo
y saqueando las embarcaciones mercantes del enemigo, actividad
amparada y fomentada por la corona como práctica común
en tiempos de guerra, especialmente en estos años en que
la disputa por el dominio de los mares entre españoles,
franceses e ingleses hizo de la marina el baluarte principal de
la expansión de las nuevas potencias, coincidente con el
ocaso del imperio español:
- Roque de Yriberri (7-V-1640)
- Joanes de Yrigoyen (29-X-1641)
- Joan de Torre y Miguel de Miura
(29-I-1644)
- Domingo de Alfaro (30-I-1644)
- Leon de Ollo (23-IV-1644)
- Miguel de Largo (2-VI-1644)
- Joanes de Arrigaga (1-VIII-1647)
- Francisco de Careaga ("dicen sus
camaradas le mató el enemigo andando al corso") (14-IX-1651)
- Joan de Berayz (9-IV-1658)
- Lucas de Elorriaga (11-IX-1658)
- Sebastián de Largo (1-X-1692)
- Domingo de Echegaray (28-IV-1693)
MUERTOS EN LA
ARMADA
Es
sobradamente conocida la tradición marinera del pueblo
de Lezo, que además de haber dado grandes nombres a la
historia de la armada española, también ha entregado
la vida de muchos de sus hijos en las expediciones militares y
aventureras.
Así por
ejemplo, gracias al excelente trabajo de José Ignacio Tellechea
Idígoras "OTRA CARA DE LA INVENCIBLE" (Grupo Dr. Camino,
Sdad. Guipuzcoana de Ediciones y Publicaciones. Donostia- 1988),
sabemos que seis lezotarras perdieron la vida en el desastre de
la Armada Invencible el año 1588 (Juan de Zabalaga, Joanes
de Joanmarindegui, Miguel de Inurruzu, Martín de Aurela,
Hernando de Aranheder y Tomás de Apaezyarza). En concreto,
y ya volviendo al siglo XVII, embarcados en naves de la armada
real como marinos o soldados fallecieron los vecinos de Lezo:
- Gregorio de Sançenea (10-IX-1642)
- Esteban de Arrillaga, que murió
"en el puerto de Mahón sirviendo en la armada real" (10-VII-1648)
- Gabriel de la Cuesta (20-I-1667)
- Joseph de Picoaçarate "yendo
embarcado en los navíos de la
armada para Cádiz" (28-X-1690)
- Joseph de Carega (24-II-1692)
- Vicente de Arpide, en Cádiz
(3-I-1700)
MUERTOS EN EL
EJERCITO
Se especifica
que cayeron en acto de servicio durante esos tormentos años:
- Joanes de Soroeta, soldado, que
murió estando sobre Lérida (3-XII-1647)
- Esteban de Arizabalo y Joan Nuñez
de Darieta, "murieron en la armada que a su cuenta llevo el
Sr.D. Joan de Austria a la composición de la ciudad de
Nápoles" (11-II-1648)
- Joan de Villaviciosa, alférez
de una compañía caído durante el sitio
de Barcelona, último capítulo de la llama "guerra
dels Segadors" (19-III-1652)
Y como presos
de guerra en los Países Bajos durante su guerra de independencia:
- Juanes de Vidarte (8-VI-1641)
- Santiago de Garaicoechea, piloto
(17-V-1642)
Como vemos, siempre
que tuviera lugar fuera de los límites de la villa se acostumbraba
a indicar el lugar donde se produjo el luctuoso acontecimiento.
Aparte de los ya indicados hasta ahora, conozcamos otros casos:
EN FRANCIA
Es de suponer
que muchos perecerían en el curso de las batallas que precedieron
y siguieron a la Paz de los Pirineos entre las dos naciones enfrentadas:
- Salvador de Iturain "soldado en
la armada que está sobre Burdeos" (11-VIII-1652)
- Jaques de Febres, que murió
en "Bure" (¿Burdeos?), reyno de Francia" (28-XI-1652)
- Pascoal de Aguirre, murió
"de enfermedad en la ría de Burdeos en el navio llamado
La Soledad" (1-XI-1653)
- Nicolas de Lete (1-X-1678)
- Rafael de Echarta (4-I-1684)
- Joseph de Salaverria (24-IX-1684)
- Santiago de Yriberri (22-X-1684)
- Juanes de Laforzada (14-I-1690)
- Juan Bautista de Carceaga (30-V-1690)
- Joseph de Salaverría (21-I-1691)
- Joseph de Lasarte (12-IV-1693)
Y víctima
también de la disputa imperial entre las coronas de Francia
y España fue María Domingo de Salaverría,
que murió "cuando entró el francés", que
se cita en un asiento de 1645 aunque sin fecha concreta.
EN ANDALUCIA
Dada la muy importante
relación entre Cádiz y Guipúzcoa en esa época,
por ser aquélla la puerta de entrada y salida hacia o desde
"las Indias" (el continente americano), numerosos marinos y emigrantes
vascos llegaban a aquellas tierras, al igual que grandes cantidades
de hierro y herramientas construidas en nuestras ferrerías.
No es de extrañar por lo tanto que en medio siglo todos
estos naturales de Lezo vieron apagarse sus vidas en aquella hermosa
ciudad andaluza:
- Diego de Aldave (1-II-1646)
- Diego de Aguirre (8-XI-1657)
- Miguel de Yanci (16-XII-1677)
- San Juan de Vidarte (21-VIII-1678)
- Juan López de Larrizaval
(15-I-1690)
- Joseph de Arpide (19-X-1694)
- Benito de Arpide (6-I-1696)
- Ignacio de Aristizabal (31-X-1696)
- Antonio de Olayzola (26-VII-1701)
- Bernardo de Muxica (25-V-1706)
Otras citas que
encontramos referentes a tierras sureñas son:
- Martín de Yribarren, "en
Andalucía" (16-VI-1645)
- Joseph de Endara, "en Cádiz
o Sevilla " (6-X-1652)
- Nicolás de Arrieta, en
Sevilla (29-VI-1709)
- Patricio de Larzabal, en Córdoba
(14-XII-1677)
- Miguel de Yturain, murió
"de vuelta de la Andalucía" (24-VIII- 1658)
- Pedro de Salavarría, que
murió en el "lugar de Christalina, tierra de Burgos",
a la vuelta de Cádiz (10-X-1677)
- Esteban de Zubigaray, que murió
en el hospital de Burgos, cuando volvía de Andalucía
(28-XII-1668)
- Se perdieron en el mar volviendo
de Cádiz, suponemos que a causa de un naufragio (8-IX-1662):
Vicente de Arrillaga, Juanes de Zuloaga, Bautista de Camusarri
y León de Yriberri
EN "LAS INDIAS"
En este caso
las fechas corresponden al día en que llegó a Lezo
la noticia de la muerte, que como es lógico ocurría
mucho tiempo antes:
- Bartolomé de Arranamendi
(30-III-1644)
- Joanes de Gamboa (5-V-1644)
- Manuel de Maynçia (1645,
no se indica día ni mes)
- Joseph de Zumarrista (23-III-1649)
- Juan Núñez de Muru
y Lezoandia (11-IX-1652)
- Capitán Juan de Iturayn
(septiembre de 1658)
- Joseph de Zuloaga (16-VII-1665)
- Miguel de Yturrasayn (8-X-1665)
- Félix de Irigoiti (15-XI-1679)
- Sebastián de Careaga (17-XII-1684)
- Juan Bautista de Gainza (6-I-1692)
- Lázaro de Torres (1-I-1695)
- Felipe de Salaverría (11-V-1695)
- Antonio de Echevelzyte (19-X-1698)
En algunos casos
el asiento señala exactamente el punto de América
en que murió, como por ejemplo:
- Joan de Aduna, murió en
Campeche (México) (18-VIII-1645)
- Onofre de Enparan, en Panamá
(9-III-1687)
- Baptista de Darieta, "que murió
en el viaje de los galeones en el puerto de La Habana" (9-IV-1673)
- Lucas de Yrigoyen, murió
en Santo Domingo (21-V-1646)
- Bonifacio de Aguirre, en Buenos
Aires (6-IV-1704)
- Juan Antonio de Yribarren, en
"Riojanero (Río de Janeiro) viniendo de Buenos Arayeres
(sic)" (17-IV-1706)
- Joan y Antonio de Echeveste, que
murieron en viaje al nuevo
continente (3-VI-1674)
- Sebastián de Carega, tambien
en ruta (4-XI-1665)
- Fermín de Iribarren, en
el viaje de regreso (6-III-1672)
- Miguel de Aramburu, murió
en Cantalapiedra (Salamanca) "viniendo de Yndias" (25-IV-1644)
En
cuanto al lugar de enterramiento, lo más normal era la
inhumación en el interior de la iglesia parroquial de Lezo,
en donde cada familia poseía un carnario. No obstante,
en los libros hallamos también algunas citas de personas
que falleciendo en Lezo deseaban ser enterrados en otros términos,
fundamentalmente en sus villas de procedencia. Así se dan
traslados funerarios a Rentería, "Pasajes de la parte de
San Sebastián" (hoy Pasajes de San Pedro) o "Pasajes de
la parte de Fuenterrabía" (hoy Pasajes de San Juan o Pasai
Donibane).
En estos casos,
en lugar de pagar un funeral completo, abonaban los familiares
al cabildo una cuarta parte del importe de un funeral completo,
lo que se designaba "cuarta funeral". En caso de carecer de medios
y si era natural del pueblo se le hacía un "funeral de
Caridad". Los funerales se realizaban en el lugar del enterramiento,
y si moría en el Nuevo Mundo o lejos de aquí, al
llegar la noticia a la villa se oficiaba un funeral como cualquier
otro, sin distinción alguna con los fallecidos en la localidad.
Por último
trascribimos un documento fechado el 23 de octubre de 1645, que
sirve de modelo y descripción de los rituales típicos
en aquellos lejanos años. Su lectura nos hará pensar
hasta qué punto han cambiado las cosas:
" ...murió
Simona de Arrillaga, hija legítima de Nicolás de
Arrillaga y Magdalena de (en blanco). Recibió los sacramentos
y mandó que fuese enterrada en la parroquia del Pasaje
de la parte de Fuenterrabía; pagaron la quarta funeral
sus padres y se repartió la dicha quarta entre los beneficiados
de este lugar, la iglesia y serora a cada uno un ducado de plata
y a la serora medio ducado y porque murió en la jurisdicción
y feligresía de este lugar el vicario y beneficiados dieron
en su casa a su cuerpo el responso con la cruz, candelas encendidas
y capa y le acompañaron hasta la casa de Navetas Liçarça
y allí lo recibieron el vicario y beneficiados de dicho
Pasaje, siendo testigos el canónigo D. Baltasar de Ariçabalo,
D. Joan Chacón, D. Joan de Ezpeleta, Joanes de Gamboa,
Joan de Arreche, Nicolás de Arrillaga y otros muchos y
por la verdad firmo,
D.
Esteban de Villariz"
Antxon Aguirre Sorondo, miembro de
la sección de Antropología de Eusko Ikaskuntza
Fotografías: Página web del Ayuntamiento de Lezo http://www.gipuzkoa.net/~lezo/index.html |