El
pasado lunes 1 de julio la soprano María Bayo recibía
el premio Príncipe de Viana de Cultura 2002, en un solemne
acto celebrado en el monasterio de Leyre, por ser "una de
las sopranos más importantes del mundo" y por ejercer
de "gran embajadora de Navarra" en los más prestigiosos
escenarios operísticos. Un galardón que ha colmado
de satisfacción a esta artista fiterana de renombre mundial.
-¿Qué
sintió al saber que había conseguido el premio de
la cultura más importante de Navarra, su tierra natal? La verdad es que la
noticia me produjo mucha alegría. Se trata de un premio
que ni soñaba en mis inicios, cuando estaba en el conservatorio.
La satisfacción es doble, porque es muy prestigioso y porque
nunca se lo habían otorgado a alguien tan joven y en activo.
De este modo, lo saboreas con más ganas y te motiva en
tu trayectoria. Piensas en toda esa gente que aprecia el trabajo
realizado con mucho esfuerzo y dedicación.
-¿Resulta difícil
ser profeta en su tierra? No puedo decir eso.
En mis comienzos, ya me otorgaron el premio Ojo Crítico,
que también goza de gran prestigio. Además, he recibido
otros galardones que me obligan a sentirme profeta en mi tierra.
-¿Cómo
se ha sentido tratada en Navarra desde sus comienzos?
Mi carrera
la he realizado fundamentalmente fuera de la Comunidad Foral y,
hasta hace tres o cuatro años, venía poco porque
no existían teatros para poder ofrecer mis conciertos.
Por tanto, he estado mucho tiempo lejos aunque sí es verdad
que, cuando salí al extranjero a desarrollar mi carrera,
lo hice por medio de una beca del Gobierno de Navarra, beca que
me costó mucho esfuerzo conseguirla.
-¿Entraña
mayores dificultades llegar a ser una estrella del bel canto desde
un rincón del norte? Cuando analizamos muchas
carreras en España, vemos que una gran parte de ellas se
han desarrollado, se han llevado a cabo, se han forjado fuera,
en el extranjero. Pero, al final, quien tiene talento, ganas de
trabajar y también suerte, que todo hay que decirlo, sale
adelante. Mirar ahora hacia atrás y verme desde mi Fitero
natal hasta estos lares que he alcanzado me parece casi algo irreal.
Y eso que mi madre me aseguraba que yo cantaba casi desde que
nací.
-Por tanto,
sí es todo más complicado desde aquí. Claro, no cabe duda
que ciudades como Madrid o Barcelona ofrecen unas ventajas, poseen
una estructuras para el bel canto que ayudan a la realización
de una carrera y que no existen en otros lugares más cercanos
a mi tierra. A veces pienso cómo es posible lo que he hecho.
Todo era antes más complicado. La vida ha cambiado muchísimo.
Existen muchas más facilidades para poder salir de tu país,
para moverte de un lugar a otro. Los viajes que hice en mis comienzos
nunca los olvidaré.
-¿Cuál
cree que es la situación del bel canto en España?
¿Se pierden muchas voces? Existe un campo variado
y rico. Verdad es que idiomas como el español o el italiano
ayudan a que salgan voces. Aunque con tener una buena voz no todo
está hecho. Es preciso trabajarla. El trabajo es el noventa
y nueve por ciento de una carrera. En España hay una gran
mina de voces, que hay que fomentar y cuidar. Y en eso estamos.
No hay que olvidar que se han creado auditorios y orquestas, como
la de Euskadi, a un nivel muy alto.
-De hecho,
usted será la encargada de inaugurar Baluarte el próximo
año, el auditorio que se está construyendo en Pamplona. Así es. Será
un momento especial y esperado. Hacía falta hace mucho
tiempo un auditorio en la capital navarra. El Teatro Gayarre no
reúne las condiciones necesarias. No tiene una buena acústica
para la música clásica, carencia que desaparecerá
con Baluarte. He pedido ya a las autoridades que me concreten
la fecha de inauguración porque me gustaría participar.

-Cambiando
de escenario, ¿había pensado, había soñado
alguna vez que iba a triunfar mundialmente? No, no lo puedes esperar.
Sí tenía claro que la música era mi motor,
a lo que quería dedicarme profesionalmente pero... Soy
una persona insegura, dudo, me marco metas muy altas pero no podía
pensar que iba a hacer una carrera del nivel que estoy llevando
a cabo. Me he paseado por los principales teatros del mundo. Ahora
me doy cuenta y me digo: "¡Qué barbaridad! ¡Lo que he hecho".
Se va haciendo todo poquito a poco, por lo que echo la vista atrás
y me sorprendo.
-¿Cómo
ha llegado tan lejos? ¿En qué ha basado su trabajo? En pedirme el máximo,
pese a tener que dejar en ocasiones una familia, los amigos, y
pasando mucho tiempo de soledad. Asimismo, he intentado siempre
acudir a la persona adecuada para aprender y trabajar. Y cultivándome
en idiomas y estudiando el entorno histórico, social o
cultural de la obra que voy a representar, también. El
paso por ciudades, conocer a directores de escena te enriquece
tanto personal como profesionalmente.
-¿Qué
momento destacaría de su trayectoria? Me refiero a ése
que se le ha quedado especialmente grabado. Hay muchos. He debutado
en todos los grandes teatros. Pero también guardo gratos
recuerdos de otros pequeños. No puedo destacar un momento
en concreto. Ha habido muchos.

-¿Ha merecido
la pena el esfuerzo, vivir de aquí para allá, sin
el reposo, la tranquilidad de una vida normal? Sí ha merecido
la pena porque, en el fondo, lo que buscas es el enriquecimiento
personal. Desde luego, algunas cosas han quedado en el camino,
cosas que no te gustarían que fuesen así, como disponer
de más tiempo para ti y para los tuyos.
-Su próximo
destino, San Francisco, donde permanecerá mes y medio para
representar el papel de Micaela en "Carmen", de Bizet. ¿Hasta
cuándo piensa permanecer sobre los escenarios? ¿Se ha marcado
una fecha de retirada después de veinticinco años
de profesión? Desde que empecé,
estoy diciéndome que dentro de cuatro o cinco años
lo dejo, pero... Dependemos mucho de la salud, de la familia...
Te exiges y te agobias tanto... Llegará un momento que
lo decides y dices: "Hasta aquí hemos llegado". Ahora mismo,
la voz funciona estupendamente y mientras siga así y tenga
salud... Podemos hablar de diez años más pero no
se sabe.
-Y continuando
con el futuro, en el acto de entrega del Príncipe de Viana
de la Cultura, ¿habrá algún recuerdo, alguna mención
especial en
su discurso? Sí, habrá
un recuerdo muy especial para mi madre, que murió hace
un año. Ella se hubiera sentido orgullosa. Era una mujer
muy inteligente y sencilla a la vez, y me lo supo transmitir.
Se lo merece. Fue mi bastón, mi apoyo, estuvo siempre ahí.
-Como
punto final a esta personal partitura, formule un deseo para Navarra.
No sólo para
Navarra, para el mundo entero. Me gustaría que desapareciese
esa violencia tan terrible que nos está azotando, que aprendiésemos
a vivir en paz, a convivir entre las diferentes culturas. Para
Navarra, que prospere, porque los míos están allá.
María
Bayo (Fitero, 1958)
María
Bayo Jiménez nació en la localidad
navarra de Fitero en 1958. Cursó sus
estudios de música en el Conservatorio
Pablo Sarasate de Pamplona y, posteriormente,
recibió una beca del Gobierno de Navarra
para continuar su formación en la Hochschule
fur Musik de Detmold (Alemania). Su primer reconocimiento
profesional de prestigio llegó con el
primer premio del Concurso Belvedere de Viena.
Ha
cantado con figuras mundialmente reconocidas,
como Maazel Chailly, René Jacobs, Alessandrini,
Rousset, Víctor Pablo Pérez, López
Cobos, Ros Marbá, Frübeck de Burgos,
Sir Colin Davis, Jordan, Pappano y Krevin, entre
otras.
Como
cantante de ópera, ha interpretado la
trilogía de Mozart "De Ponte" en el Festival
de Salzburgo pero sus papeles más destacados
corresponden a los que ha cantado en "Las bodas
de Figaro", de Mozart, o "El barbero de Sevilla",
de Rossini.
Sus
interpretaciones de ópera desde 1979
comprenden 315 obras en foros musicales de Berlín,
Budapest, París, Moscú, Hamburgo,
Londres, Tokio, Los Ángeles, Viena y
Ámsterdam, entre otros.
A
lo largo de su carrera, ha desarrollado otra
faceta con los recitales basados en canciones
de música española, reservando
un lugar destacado a los compositores navarros.
De este modo, ha incluido en sus recitales obras
de Fernando Remacha y de García Leoz.
Ha
grabado además varias zarzuelas y ha
protagonizado "Doña Francisquita" en
el Teatro Real de Madrid y en el Teatro Colón
de Buenos Aires. Especialmente emotiva fue su
participación en la última grabación
que hizo Alfredo Kraus antes de morir, "Marina",
de Arrieta.
Su
currículum se completa con dos datos
más. Ha grabado más de veinte
discos y fue candidata a los premios Grammy
con un álbum de óperas y cantatas
de Haendel. |
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Fotografías:
Javier Salas (http://www.mariabayo.com)
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Euskonews & Media 174.zbk
(2002 / 7 / 5-12)
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