Hace
ya algún tiempo que el tema de dopaje se ha incorporado
a las conversaciones deportivas que de forma cotidiana comparte
cualquier
grupo de amigos o compañeros de trabajo. El alcance de
la cuestión puede medirse en términos sencillamente
estadísticos, considerando el número de positivos
en competiciones sometidas a control, pero también puede
valorarse desde el punto de vista de las repercusiones que a medio
o largo plazo puede suscitar esta cuestión. Dentro de esta
segunda perspectiva, cabe plantear el problema del dopaje en categorías
de aficionados de algunos deportes o incluso en edades de crecimiento.
Aún en ausencia de datos objetivos, dado que los controles
están hoy en día restringidos a determinadas competiciones
y categorías, se trata de una preocupación latente
entre no pocos técnicos deportivos.
¿QUE FACTORES INCIDEN
EN EL PROBLEMA?
Como ocurre casi
siempre, el comportamiento humano no responde a estímulos
unívocos y sí al efecto multifactorial del ambiente
en el que vivimos. A continuación se citan algunas circunstancias
que pueden ser tenidas en cuenta en la génesis de este
problema.
El consumo extendido
de medicamentos de mayor o menor complejidad farmacológica,
fuera del control médico, en la población general,
es una práctica extendida que parece restar importancia
a los posibles efectos biológicos a los que pudieran dar
lugar.
La
proliferación de drogas de diseño, que toman como
presas a personas de edad joven, en relación con su tiempo
de ocio; es también una cuestión de plena actualidad.
En los últimos meses tan solo las consecuencias fatales
de este tipo de sustancias en algunos jóvenes han podido
crear una cierta alarma social.
Una incorrecta interpretación
del rendimiento deportivo en edades de formación es otro
elemento a considerar. El aficionado de turno, hueco de criterio
técnico, tiende a pensar que un buen resultado en la edad
juvenil poco menos que garantiza el éxito deportivo futuro.
Nada más lejos de la realidad. Los objetivos a corto plazo
en deportistas jóvenes no hacen sino hipotecar la planificación
a largo plazo y el proceso de construcción de un deportista
que , salvo en ciertas modalidades, se cifra en un período
no inferior a los diez años.
Es ya un término
extendido el de la "presión" que soporta el deportista
para alcanzar sus objetivos. Se conoce además cómo
este concepto, no muy bien manejado por técnicos ansiosos
de éxitos prematuros o por padres que intuyen una solución
económica de futuro, puede alcanzar categorías menores
con efectos devastadores.
Quizás no
esté tan claro en la sociedad que se puede llegar al vértice
sin utilizar sustancias prohibidas, es posible que más
tarde, con más esfuerzo, con mejores técnicos,...
pero debería quedar diáfano que existe ese camino
y que es el de la mayoría de campeones de la mayoría
de los deportes.
Otra vía
frecuente de confusión es la de mezclar en un mismo cajón
las drogas con los productos ergogénicos que como complemento
a los procesos alimentarios se utilizan con asiduidad y se prescriben
bajo control médico. Suplementos polivitamínicos,
hierro o bebidas regeneradoras a base de hidratos de carbono son
de uso frecuente en jóvenes con un nivel de dedicación
deportiva alto. Sin embargo, intereses diversos en la materia
son proclives a crear un estado de opinión en el que "todo
es lo mismo".

Por último,
existen circuitos de comercialización y distribución
de sustancias dopantes, uno de cuyos cometidos es facilitar el
acceso a este tipo de productos de un número importante
de gente, sin importar demasiado el nivel deportivo. Al fin y
al cabo subyace un negocio de un enorme potencial económico.
¿CUÁLES SON
LAS SUSTANCIAS?
Aun con el riesgo
de caer en la excesiva simplificación y sin perder de vista
las verdaderas listas de sustancias prohibidas que se manejan
en instancias oficiales, es posible diferenciar dos tipos de productos.
Por un lado estarían los estimulantes psicomotores donde
entrarían buena parte de las denominadas "drogas de
diseño". Su objetivo es crear un estado de hiperactividad
previo a la competición deportiva.
Por otro lado estarían
las sustancias de naturaleza hormonal con especial incidencia
en productos como los corticoides , la hormona de crecimiento
(GH) o sus mediadores (IGF-1) o la popularmente conocida eritropoyetina
(EPO).
LAS POSIBLES CONSECUENCIAS
Las sustancias psicoestimulantes
propician en general la supresión de los mecanismo de fatiga,
poniendo en peligro la integridad del organismo en situaciones
de alta exigencia física. Además es habitual que
este tipo de drogas den lugar a "efecto rebote", siendo
consecuencia de su uso repetido la génesis de estados depresivos
graves.
Las
hormonas, por su parte, son sustancias químicas sometidas
a complejos mecanismos de regulación que dejan de funcionar
cuando los niveles plasmáticos se modifican artificialmente.
Por tratarse el sistema endocrino de uno de los sistemas de regulación
metabólica y general básicos del organismo las consecuencias
de una falta de control suelen ser característicamente
multiorgánicas.
La peor de las consecuencias
puede ser, sin embargo, identificar el rendimiento deportivo con
este tipo de prácticas, de forma que el efecto del entrenamiento
quede devaluado y minimizado ante la tentación de acortar
un camino que no conoce más atajo que el del entrenamiento
y la firmeza mental ante el esfuerzo físico diario.
¿ES NECESARIO TOMAR
MEDIDAS?
Pudiera parecer
precipitado intentar incidir sobre un problema aún no manifestado.
La ausencia de datos objetivos que ilustren de forma más
objetiva esta cuestión es real. No obstante, la sociedad
debería anticiparse a los problemas previsibles. Más
todavía cuando cuestiones educativas y sanitarias (pilares
de la construcción social) están en juego.
Las campañas
dirigidas a crear hábitos positivos en torno a la práctica
deportiva y el consumo de medicamentos, una mejora en la formación
de nuestros técnicos deportivos y un control legal de la
cuestión pueden ser algunos de los caminos pendientes de
recorrer. José
Antonio Lekue Gallano y Xabier Leibar Mendarte, Hobekuntza
Teknikorako Zentrua-Centro de Perfeccionamiento Técnico de
Fadura -Getxo. Dirección de Deportes . Departamento de Cultura
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