El recambio generacional
* Traducción al español del original en euskera
Xabier Muruamendiaraz

Durante las últimas décadas, la estructura de la explotación agrícola tradicional de Euskal Herria se ha visto afectada por una serie de profundos cambios, consecuencia de un duro proceso de adaptación que responde a la aparición de nuevos modelos basados en la tecnología y al hecho de haber entrado a formar parte de Europa.

Se podría afirmar que el modelo más típico al que responden las explotaciones agrícolas de Euskal Herria es el de la explotación de carácter familiar, que a pesar de colonizar el territorio y garantizar la conservación de la tierra rural, ha arrastrado una estructura que acusa varias lagunas.

Entre los problemas que condicionan su futuro cabe destacar la escasez de tierra que afecta a un buen número de explotaciones, el progresivo envejecimiento de los titulares de las mismas, la rigidez del mercado de tierras y la precaria formación de algunos titulares.

Ante esta realidad, y con el objeto de mejorar su competitividad y eficacia, se detecta la necesidad de plantear soluciones para la defectuosa estructura actual y modernizar las explotaciones agrícolas existentes.

La modernización no se traduce únicamente en incrementar la capacidad productiva, mejorar la calidad y condiciones de la producción, reducir costes, crear nuevas estructuras y adentrarse en nuevas producciones, sino que más bien se trata de mejorar las condiciones laborales y de vida de los agricultores y de responder a la demanda social.

De entre los problemas que hemos mencionado, nos detendremos en el concerniente al envejecimiento de los titulares de no pocas explotaciones, y haremos alusión a sus sucesores, a las nuevas generaciones, un tema para el que en Euskal Herria, y en el resto de Europa, habrá que hallar una solución, ya que los profesionales de las explotaciones agrícolas presentan una edad muy avanzada y los jóvenes recién llegados a este mundo se ven rodeados de multitud de problemas, y mucho más los que hacen lo posible por entrar en él.

Una de las prioridades que la Política Agrícola Europea ha fijado para los próximos años el rejuvenecimiento del sector agrario..

Eso mismo se ha propuesto el Departamento de Agricultura del Gobierno Vasco, teniendo en cuenta que dicho sector se encuentra ante muchos y muy variados problemas: la montañosa orografía que presenta nuestra geografía, el coste que suponen las primeras instalaciones, el precio de las tierras, etc.

A continuación daremos un breve repaso a los aspectos que convendría analizar para facilitar el acceso de la nueva generación a la agricultura:

  • La imagen del sector:

El sector de la agricultura en general y muy especialmente alguno de sus agentes sociales dan una imagen muy negativa del sector y de su futuro, lo cual hay que cambiar. Cierto que las explotaciones agrícolas están sumidas en una grave crisis, pero no debemos olvidar que la concentración empresarial es una realidad global en este momento.

Sin embargo, hay otra realidad que se muestra claramente, y es que las explotaciones cuya gestión corre a cargo de gente joven funcionan fabulosamente, en muchos casos con una tendencia hacia el crecimiento.

  • Formación:

La educación profesional es absolutamente necesaria. Los responsables de nuestras explotaciones tienen que poseer amplios conocimientos sobre aspectos tales como la gestión, la contabilidad, la alimentación, la salud, los abonos, la genética, la informática, etc.

En la medida de lo posible, las Escuelas de Agricultura deben tratar de inculcar a los alumnos un cierto espíritu empresario.

  • Monitorización:

Una vez finalizada esta educación general, los jóvenes deberían disponer de un servicio de monitorización que les ayudara a orientar y reforzar su nueva andadura.

Dicho servicio, formado por un grupo de técnicos, debería ofrecer asistencia y apoyo para resolver los problemas que pudieran surgir en esa nueva etapa.

  • Costes iniciales:

Hace falta mucho dinero para iniciarse en este mundo, a modo de inversión, y más aún si no se procede de un caserío. Para poder facilitar el acceso de los jóvenes en el sector, convendría establecer otro tipo de ayudas además de las actuales subvenciones.

Por ejemplo, facilitando a la empresa un capital durante sus primeros años, hasta que sea capaz de funcionar por sí sola, o suscribiendo acuerdos especiales con los bancos.

Foto: Horticultura Alberro Baratzaintza

  • El precio de la tierra:

El problema más grave con el que se van a encontrar los jóvenes agricultores es, sin duda, el del costo de la tierra, un aspecto en el que hay mucho que avanzar. Sin desechar otras posibilidades, convendría confeccionar un CATÁLOGO DE TIERRAS DE CULTIVO DISPONIBLE.

  • La asociación:

Es importante fomentar la asociación en lugar de actuar a título individual, principalmente porque:

    • Las posibilidades de desarrollo de la empresa se multiplican.
    • Aumentan las posibilidades para mejorar la calidad de vida.

Podríamos continuar detallando otros muchos aspectos, pero en mi opinión ya hemos citado los más importantes. En cualquier caso, y en lo que respecta al acceso de las nuevas generaciones a las explotaciones agrícolas, no podemos olvidar el Desarrollo Rural, y, dentro de él, el papel que ha representado, representa y representará LA MUJER, además de otros operadores como el transporte público de las zonas rurales, la salud, las escuelas, etc.

Esta grave problemática, por tanto, no es una cuestión que sólo afecte a unos pocos. Entre todos, deberíamos unir nuestras fuerzas y hacer frente a los nuevos retos que se plantean en el sector.


Xabier Muruamendiaraz, profesor en MENDIKOI FRAISORO

Euskonews & Media 169.zbk (2002 / 5-31 / 6-7)


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