Platos limosneros en Gipuzkoa
Ignacio Miguéliz Valcarlos

Los platos limosneros son objetos litúrgicos en los que se recogían las limosnas dadas por los fieles en las celebraciones religiosas, tal y como ordenaba el visitador eclesiástico en muchas de sus visitas. En algunas ocasiones se usaron también como platos bautismales, platos de Extrema Unción y como piezas civiles.

Estas obras son conocidas como Dinanderies debido a que tienen su origen en el Valle del Mosa y sobre todo en la ciudad belga de Dinant-sur-Meuse, donde empezaron a fabricarse hacia el año 980, pasando a fabricarse en la segunda mitad del siglo XIV también a Alemania, especial desarrollo en Nuremberg. A mediados del siglo XV, debido a la decadencia de los talleres de Dinant, muchos de los artesanos emigraron, difundiendo por diversos talleres europeos la fabricación de estas piezas.

Este tipo de platos, que se fechan entre comienzos del siglos XV y el siglo XVI, a caballo entre el Gótico y el Renacimiento, abundan en las iglesias españolas, siendo usados la mayoría de las veces como platos limosneros, aunque también hay casos en los que se especifica su uso bautismal, para administrar la Extrema Unción, e incluso su uso civil, por la decoración de escudos heráldicos. Su presencia en Gipuzkoa no resulta extraña, dadas las estrechas relaciones comerciales entre los puertos guipuzcoanos, así como del resto del Cantábrico y de Castilla, con Flandes.

Los materiales empleados en la fabricación de los platos limosneros son los metales comunes, sobre todo el latón, siendo menos corrientes los platos elaborados en estaño o cobre. Su tipología se mantuvo, sin cambios, a lo largo de los siglos, consistiendo en platos circulares de gran tamaño y escasa profundidad, con una orilla plana de boca moldurada, campo cóncavo y emblema.

Iconográficamente, tampoco experimentaron grandes cambios, presentando una decoración a base de cenefas vegetales, gallones e inscripciones, generalmente fórmulas de bendición, que tienen la función de estructurar las piezas, creando zonas de luces y sombras que atenúen el planismo de las superficies, rodeando a un medallón central de tema iconográfico, con representaciones bien figuradas o bien vegetales, de marcado carácter flamenco, siguiendo los modelos imperantes en estos momentos en Flandes, tal y como podemos ver en los cuadros y grabados de esta época, como por ejemplo los de Martín Schongauer o Israhel van Meckenem.

Los temas más recurrentes en estos platos son la alegoría veterotestamentaria, Adán y Eva, la Anunciación y los Santos, siendo normalmente temas de carácter universal ya que estos platos no se realizaban por encargo.

En los veintisiete platos conservados en Guipúzcoa aparecen temas figurativos generales como Adán y Eva, la Anunciación y las alegorías del Regreso de la Tierra prometida y el Pelícano Eucarístico, así como temas menos comunes como el Martirio de San Sebastián o la Virgen con el Niño. Igualmente nos encontramos con platos de tema vegetal, con representaciones de girasoles y capullos de flor.



Fotografías: Arantza Cuesta Ezeiza

Euskonews & Media 168.zbk (2002 / 5 / 24-31)


Dohaneko harpidetza | Suscripción gratuita | Abonnement gratuit |
Free subscription


Aurreko Aleak | Números anteriores | Numéros Précedents |
Previous issues


Kredituak | Créditos | Crédits | Credits

Eusko Ikaskuntzaren Web Orria

webmaster@euskonews.com

Copyright © Eusko Ikaskuntza
All rights reserved