Profesionales
de la docencia de Gipuzkoa y Navarra creen que el fomento de la
lectura no es una tarea exclusiva de la enseñanza y apuestan
por incrementar el placer de leer
Cada
vez es menos frecuente encontrarnos con jóvenes con un
libro bajo el brazo, como si el hecho de leer un libro se remitiera
a una actividad meramente escolar. Sin embargo, prácticamente
toda la población española conoce el nombre de los
tres ganadores del exitoso programa de TVE Operación
Triunfo. Y no es que el hecho de conocer este dato sea algo
incompatible con la lectura, pero sí es verdad que vanagloriar
en exceso ciertos hábitos y olvidarse de otros, como sucede
con el fomento de la lectura, conlleva a encontrarse con datos
realmente alarmantes. No obstante, desde muchos centros escolares
y bibliotecas se están llevando a cabo innovadoras iniciativas
con el fin de lograr que la afición por la lectura no desaparezca.
Según
los datos correspondientes al año 2001 del Estudio sobre
hábitos de lectura, promovido por el Ministerio de Educación,
Cultura y Deporte y la Federación de Gremios de Editores
de España, sólo el 58% de la población española
lee un libro cada tres meses, mientras que un 48% de la población
admite no leer nunca. Y se especifica aún más al
apuntar que el 45% de los españoles mayores de 14 años
no lee nunca o casi nunca, y que este porcentaje ha descendido
en el primer trimestre del año 2001 un 3% respecto al año
2000.
Otro estudio de hábito
de lectura, realizado por la Fundación Bertelsmann hace
un par de años con 2000 niños de 8 a 16 años,
confirma que la lectura pierde adeptos entre los adolescentes.
La encuesta dice que les gusta "mucho" leer al 55% de
los alumnos de Primaria (de 6 a 12 años) y a sólo
el 8% de los de secundaria (13 a 16 años). Este informe
también refleja que el 64% de los encuestados afirma que
sus padres compran pocos o ningún libro, que el 47% dispone
en casa de menos de 20 libros, que sólo a un 15% le hace
ilusión que le regalen un libro, que al 73% le gustaría
tener más tiempo para leer en clase y que el 53% nunca
comenta en clase con sus compañeros los libros que lee.
Por otro lado, y
según se desprende del informe elaborado por el Gremio
de Editores de la Comunidad Autónoma Vasca y el Gobierno
Vasco, los hábitos de la lectura de libros ha descendido,
en el País Vasco, dos puntos y medio durante los dos últimos
años, y se sitúa en el 52´5% de la población.
Teniendo en cuenta
estos datos, no muy halagüeños, se han pasado unas
encuestas a alumnos y alumnas de primero y segundo de la E.S.O
(Educación Secundaria Obligatoria) de diversos institutos
–en Gipuzkoa y Navarra-, así como a alumnos de Primaria
–de Gipuzkoa-, con el fin de conocer cómo se encuentra
el interés por la lectura entre un sector determinado de
la población vasca y navarra, como es el sector infantil
y juvenil.
Datos, docentes
y... dinero De las encuestas realizadas
se obtiene que los alumnos de primero de la E.S.O del Colegio
Público Alkartasuna Lizeoa de Beasain (Gipuzkoa) leen una
media de nueve libros al año, sin tener en cuenta los que
se leen para clase. No es que sea un dato que decepcione,
teniendo en cuenta que la mayoría de los encuestados afirma
que les agrada leer. Así, una alumna dice: "A mí
me gusta leer porque es bonito, se aprenden muchas cosas y además
es emocionante". Una respuesta como ésta bien podría
ser digna de acaparar la atención de muchos diarios, pero
no sucede al no tratarse de la actitud de un colectivo mayoritario
en nuestro país. A quien realmente sí interesa este
dato es a la que hasta abril de este año ha sido la profesora
de literatura de estos jóvenes, la Licenciada en Psicopedagogía,
Diplomada en Educación Primaria y miembro de la Asociación
Literaria Galtzagorri, Leticia Grandes. Ella es la culpable de
que estos jóvenes estudiantes dediquen su tiempo a la lectura.
"Yo les dejo elegir sus lecturas, sin imponer ninguna; además,
les leo historias en voz alta sólo para escuchar, porque
leer no significa hacer una ficha del libro o un trabajo sobre
éste", recalca. Esta amante de las letras va más
allá en su intento de gestar la afición a la lectura,
porque asegura enseñarles "por casualidad libros que
me parecen interesantes, y les hablo de sus autores, ilustradores...
Además, siempre llevo algún libro o periódico
bajo el brazo y cuando entran en clase suelen encontrarme leyendo;
pues soy de las que opinan que hay que aprender con el ejemplo".
Lo ideal sería
que el hábito adquirido por estos jóvenes alumnos
no se extinguiese, o al menos no disminuyese excesivamente, puesto
que, según afirmaciones que han sido reiteradamente contrastadas
en muchos estudios sociológicos sobre la lectura, los jóvenes
son los que con más frecuencia leen. Además, el
índice de lectura suele ser muy alto entre los dieciséis
y veinticuatro años y decrece, de forma manifiesta, a partir
de los cuarenta. No obstante, hay fluctuaciones grandes en el
hábito del lector que vienen determinadas por el inicio
o final de diferentes etapas educativas. Así, los alumnos
del Colegio Público Obispo Irurita de Larraintzar, (Navarra),
parecen encontrarse en esta situación. De las encuestas
que se les han pasado se desprende que estos alumnos de primero
y segundo de la E.S.O leen una media de tres y cuatro libros al
año; la mitad que los alumnos del Colegio de Beasain, pero
igual que los alumnos del Colegio Público Txirrita Eskola
de Ereñozu, en Hernani (Gipuzkoa), aunque estos últimos
son de Primaria.

El tutor de los alumnos
navarros, Diego Tobar, Diplomado en Educación Especial
y a punto de licenciarse en Psicopedagogía, opina que "la
sociedad audiovisual tiene mucho que ver en todo esto". Así,
continúa, "a los jóvenes les cuesta concentrarse
en la lectura y hay actividades, como ver la televisión,
que a ellos les atrae más". En cualquier caso, este
profesor de Navarra explica que para motivar a sus alumnos les
dice que "todo se aprende por medio de la lectura".
Aún así, opina que "la lectura podría
fomentarse bastante más en el colegio" y que "las
bibliotecas escolares podrían mejorarse porque no siempre
hay quien se encargue de llevar con constancia el servicio de
préstamo, pues no hay una persona específica para
ello".
Precisamente esta
cuestión ha sido cuestionada y abordada por los políticos,
ya que el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte presentó
a finales del año pasado el Plan de Fomento de Lectura
con vigencia hasta el año 2004. Este plan ha previsto invertir
1.230 millones de pesetas (de los 22.356 con que cuenta) en el
área educativa, a pesar de que el PSOE a finales del año
2000 le pidiese, sin suerte, que se comprometiera a destinar 10.000
millones de pesetas a un plan de financiación de bibliotecas
escolares, de aula y de centro, que incluyera formación
de bibliotecarios. Por cierto, que la cantidad de los 1.230 millones
de pesetas previstos a invertir por el Ministerio de Educación,
Cultura y Deporte contrasta con los 27.500 millones de pesetas
que el Gobierno británico dedicó el curso pasado
a fomentar la lectura entre los escolares de 7 a 11 años.
El tesoro de los
libros Es bien sabido que además
de la familia, la escuela desempeña un papel fundamental
en la consolidación o rechazo del hábito lector.
Por ello, el desarrollo de buenas bibliotecas escolares debe ser,
según expertos en el tema, "tarea prioritaria",
y "debería estar en todos los estamentos docentes
y no sólo representado en el profesor de Lengua" porque
se dice que "de la imaginación y buena preparación
de su bibliotecario dependerá en buena parte la calidad
de sus lectores".
Así, Esther
Iriondo, Diplomada en Educación Inglesa y Profesora de
Infantil y de todos los ciclos de Primaria del Colegio Público
Txirrita Eskola de Ereñozu, en Hernani (Gipuzkoa), reconoce
que, al menos en su colegio, "la biblioteca escolar no está
muy desarrollada porque la escuela es muy pequeñita y no
dispone de muchos medios". Añade que "existe
un aula-biblioteca, pero más que libros destinados a los
niños hay enciclopedias y obras de consulta y ampliación
de conocimientos".
No
obstante, a pesar de las limitaciones existentes, el personal
docente de este colegio gipuzkoano se ha encargado de llevar a
cabo una iniciativa "muy interesante", según
Esther Iriondo, "que además ha sido un éxito,
sobre todo entre los más jovencitos". Se trata de
Liburuen Altxorra (El tesoro de los libros). Esta iniciativa
comenzó cuando una cuentacuentos acudió a la escuela
disfrazada de pirata. Les dijo a los niños que había
traído un tesoro para que éstos lo cuidasen durante
un mes. Seguidamente empezó a contarles historias pero,
una vez comenzadas, las dejaba sin concluir e invitaba a los niños
a buscar el final en los libros que formaban el tesoro. Tal y
como asegura la profesora Esther Iriondo, "los niños
se quedaban intrigados". Finalmente, cuenta que el pirata
decía a los niños: "Nola bukatzen den jakin
nahi baduzue, irakurri liburua" ("si queréis
saber cómo termina, leed el libro"). Así pues,
en un aula de la escuela se instaló el cofre con los libros
y los niños podían, tal y como se hace en las bibliotecas,
tomarlos en préstamo para leerlos y luego devolverlos.
Según fuentes del colegio hernaniarra, el curso que viene
van a volver a solicitar la presencia de la cuentacuentos para
que se lleve a cabo esta experiencia, "pues el balance ha
sido muy positivo". "Hasta los de Infantil, aunque todavía
no dominan la lectura, han llevado libros a casa", comenta
la profesora Esther Iriondo y prosigue: "supongo que para
ver los dibujos y para escucharlos de boca de sus padres".
Sin embargo, no todos los alumnos han mostrado el mismo interés,
pues esta profesional de la enseñanza cree que "han
sido los más mayores los que menos entusiasmo han demostrado".
Por ello, se cree necesario este tipo de actividades para fomentar
el hábito de la lectura.
Y justamente para
fomentar el hábito de la lectura, Leticia Grandes, la profesora
del colegio público Alkartasuna Lizeoa de Beasain y miembro
de esta Asociación Literaria Galtzagorri, se encarga cada
año, junto a más miembros de la Asociación,
de seleccionar, entre las últimas novedades editoriales,
los libros infantiles y juveniles más propicios y aconsejables
para los alumnos de primaria y secundaria de los colegios vascos.
En cualquier caso, esta profesional de la docencia considera que
el hecho de fomentar la lectura entre los jóvenes "es
una misión bastante difícil porque los medios de
comunicación que regentan gran parte del Universo no ayudan
nada a promocionar la lectura".

Diego Tobar,
el Profesor del Colegio Público Obispo Irurita de Larraintzar
(Navarra), también cree que "vivimos en una sociedad
en la que manda lo audiovisual y las nuevas tecnologías,
en la que todo entra por la imagen". Igualmente, Esther Iriondo,
la profesora del centro de Hernani, insiste en que "la sociedad
audiovisual tiene gran influencia en los más jóvenes".
Así lo constatan también los datos que se desprenden
de la encuesta sobre hábitos lectores de la Fundación
Bertelsmann que afirma que los escolares encuestados eligen la
lectura como segunda opción de ocio favorita tras la de
escuchar música y antes que ver la televisión. Mientras
que a la edad de ocho años, la lectura en su principal
opción de ocio, a los 16 años prefieren escuchar
música, ver la televisión o jugar al ordenador antes
que leer.
Influencia de
la sociedad audiovisual
En
cualquier caso, en los últimos tiempos se ha encontrado
una excepción, puesto que las campañas de marketing
llevadas a cabo por los medios audiovisuales han conseguido
que los jóvenes se decanten por leer el libro de J.K. Rowling
sobre las aventuras de Harry Potter de una forma casi
masiva. Prueba de ello es el resultado obtenido en las encuestas
realizadas a los alumnos de los tres colegios anteriormente ya
citados, donde la mayoría de los alumnos aseguran que el
último libro que han leído es sobre las aventuras
de Harry Potter. Incluso los hay quienes se están
leyendo toda la colección.
De todas formas,
cabe destacar la cantidad de horas que los alumnos de estos centros
pasan frente al televisor. Mientras que los del Segundo Ciclo
de Primaria del colegio de Hernani la ven nueve horas a la semana,
al igual que los alumnos de primero y segundo de la E.S.O del
colegio de Beasain, los estudiantes del centro navarro –también
de primero y segundo de la E.S.O- pasan una media de dieciocho
horas semanales viendo televisión. Y no es que la televisión
sea algo negativo, pero sí lo es el hecho de pasar frente
a ella excesivo tiempo, pues tal y como reconoce el profesor García
Lamas en un artículo publicado el 12 de julio de 1992 en
el diario El País, "se tiene la impresión de
que muchos estudiantes han ido perdiendo la memoria visual de
los signos y escriben de oído: su escritura es eminentemente
fonética".
En cualquier
caso, son muchos los profesores que apuestan por poner en manos
de los alumnos un libro atractivo para que por propia convicción
los alumnos se den cuenta de que leer es tan o más interesante
que ver la televisión, puesto que, tampoco es plan de hacer
a la televisión objeto de todos los males habidos y por
haber, porque en contadas ocasiones se aprovechan las historias
que se han llevado a la gran pantalla basadas en libros infantiles
o juveniles para demostrar que un libro puede ser preferible a
su versión en imágenes.
Resulta
que el papel de promocionar la lectura se ha convertido en una
misión muy importante para muchos educadores, pues son
conscientes de que la lectura no se encuentra entre las aficiones
preferidas por los alumnos. Y es que no son pocos los maestros
que resaltan lo beneficioso que resultaría la implicación
de todo el profesorado de cada centro en la tarea de favorecer
los hábitos lectores porque, en contadas ocasiones, hay
profesores -que imparten clases de distintas materias- que quedan
al margen o se implican poco en las actividades de animación
lectora y luego son los que más se quejan de la escasa
comprensión lectora de sus alumnos, de la incapacidad para
hacer una síntesis o del vocabulario pobre.
Por ello, los
padres –también educadores de los niños- tienen
mucho que aportar en toda esta aventura. Así lo constata
la escritora vasca Mariasun Landa, quien además es profesora
de Didáctica de la Literatura en la Escuela de Magisterio
de San Sebastián de la UPV-EHU, al afirmar que "si
los niños ven a sus padres disfrutar de la lectura, haciendo
de ella una actividad cotidiana, lo más lógico es
que los niños, por imitación, también lo
hagan y así consigan ver la lectura como una actividad
placentera". De todas formas, la escritora vasca es consciente
de que "no todos los padres saben lo importante que es el
hecho de inculcar el amor hacia los libros".
Y es que resulta
fundamental que los padres cuenten y lean historias a sus hijos
pequeños y que comenten las lecturas con ellos cuando ya
sepan leer solos, ya que, es difícil que un niño
se haga lector si sus padres no leen y no está acostumbrado
a ver libros en casa. Por eso, los padres deberían pedir,
además de en el colegio, en bibliotecas y librerías
especializadas sobre las lecturas más apropiadas para sus
hijos.
Bebeteca en la
biblioteca
Precisamente, quienes pueden corroborar
esta idea son las encargadas de la Biblioteca Infantil Municipal
de San Sebastián. En esta Biblioteca, situada en la calle
Fermín Calbetón de la Parte Vieja donostiarra, se
halla una sala llamada "bebeteca" que cuenta con socios
de escasos meses de vida que tienen oportunidad de mantener su
primer contacto con los libros, y todo, gracias a sus padres que
son los encargados de llevarles allí. Aunque obviamente
los bebés no saben leer, sí que tienen libros de
goma que pueden tocar e incluso chupar para ir familiarizándose
con ellos. También hay otra sala repleta de libros infantiles
y juveniles adecuadamente organizados por secciones fáciles
de reconocer, en la que hay instalados originales sofás
con formas geométricas, además de una caseta, donde
los niños pueden sentarse cómodamente a leer las
aventuras que se narran en los libros que escogen. Esta biblioteca,
que además posee un fondo de documentación, organiza
un calendario de visitas guiadas por la misma para que los escolares
la conozcan y surja la posibilidad de encender la llama que ilumine
el ansia por la lectura.

Así mismo,
también se fomenta la hora del cuento, donde un cuentacuentos
propicia el ambiente adecuado para cautivar con sus historias
a los más jóvenes que escuchan atentos. Y es que,
como dice el escritor francés Daniel Penac en su libro
Como una novela, "el amor a la lectura depende de
la tradición oral". Por lo tanto, fomentar la hora
del cuento, tanto en bibliotecas, colegios y en la familia, es
una actividad positiva que induce a ello, pues está más
que constatado que al contar cuentos o historias se crea un vínculo
afectivo entre narrador y oyente, una especie de hilo invisible
que los mantiene unidos y que aporta extraordinarias ventajas
a medio y largo plazo. Por ello, compartir lecturas es otro modo
de crear vínculos, puesto que la mejor estrategia para
hacer lectores es contagiar a los alumnos el entusiasmo por lo
que se lee.
Y encargándose
de esta tarea se encuentran día a día muchos profesionales
de la docencia, entre ellos, Leticia Grandes, Diego Tobar y Esther
Iriondo –todos ellos profesores en colegios públicos del
País Vasco y Navarra-, que con tesón y esfuerzo,
contribuyen a que el interés por la lectura no se pierda
porque, como dice la escritora nacida en Errenteria Mariasun Landa,
"los libros tienen muchos ingredientes muy nutritivos y muy
placenteros, que abren a los jóvenes la posibilidad de
nuevas experiencias; además, la literatura es algo que
hay que experimentar, ya que, si después de leer un libro
descubres que ya no eres la misma persona, te ha ocurrido algo
maravilloso".
La
Asociación Literaria Galtzagorri
Los
creadores de este tipo de iniciativas se agrupan en
una Asociación llamada Galtzagorri. Galtzagorri
Elkartea surgió en 1990 y entre sus proyectos
están la preocupación por el fomento
y conocimiento de la Literatura Infantil y Juvenil.
En esta Asociación participan todas aquellas
personas que se encuentran vinculadas con este tipo
de Literatura; desde ilustradores hasta profesores,
bibliotecarios, traductores, libreros o amantes de
la lectura. Con todo, no se acaban ahí las
actividades de Galtzagorri Elkartea, pues como ya
viene siendo habitual en los últimos años,
en la IBBY (International Boarding Book For Young
People) la representación vasca de la OEPLI
(Organización Española para el libro
infantil y juvenil) es la Asociación Galtzagorri.
Por este motivo se encargan de proponer distintos
candidatos
vascos
en los certámenes que en España se organizan,
como son el Premio Lazarillo o el Premio
Nacional de Literatura Infantil. Junto a esto,
Galtzagorri también se encarga de proponer
escritores, ilustradores y traductores vascos para
la Lista de Honor de IBBY y para el Premio
Andersen, que junto a las demás naciones
impulsa la IBBY. Pero entre las actividades más
afianzadas que se llevan a cabo todos los años
se encuentran la de organizar el habitual Concurso
de Literatura entre los alumnos de la E.S.O de
todos los colegios públicos vascos, la ya mencionada
actividad Liburuen Altxorra (El tesoro de los
libros) para los alumnos de Infantil y Primaria que
reciben "inesperadamente" la visita de un
pirata que se encargará de inducirles en el
mundo de la lectura mediante un cofre lleno de libros
que permanecen temporalmente en los colegios a modo
de servicio de préstamo. De igual forma, impulsan
en los Concursos de Narración y Poesía
que los trabajadores del diario Euskaldunon Egunkaria
organizan. Además de esto, entre las publicaciones
de Galtzagorri se encuentran el Catálogo
de escritores vascos y la revista Behinola,
que se publica dos veces al año.
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Plan
de Fomento de la Lectura
La ministra
de Educación, Cultura y Deporte, Pilar del
Castillo, presentó el 7 de mayo de 2001 el
Plan de Fomento de la Lectura, que prevé una
inversión de 22.356 millones de pesetas durante
el periodo 2001-2004. El objetivo básico del
plan es potenciar los hábitos de lectura, especialmente
entre la población infantil y juvenil. Además,
definen el plan el objetivo de mejorar la Red de Bibliotecas
públicas y escolares; el fortalecimiento de
las campañas de promoción y dinamización
de la lectura; la colaboración con las actividades
del sector del libro, fundaciones y otras instituciones,
en relación con la promoción de la lectura;
y el carácter abierto a la incorporación
de nuevas iniciativas y a la colaboración con
otras administraciones públicas, instituciones
públicas y privadas, y medios de comunicación.
Asimismo, se potenciará el Simposio Iberoamericano
de Literatura Infantil y Juvenil, que se unirán
a otras actividades ya tradicionales como la celebración
del Día del Libro, los Salones del Libro Infantil
y Juvenil, y la campaña "Libros a la calle"
en medios de transporte público y colectivo,
que se desarrolla en colaboración con la Federación
de Gremios de Editores de España. Precisamente,
Emiliano Martínez, presidente de la Federación
de Gremios de editores, cuenta con un presupuesto
de algo más de 1.200.000 euros (casi 200 millones
de pesetas) para esta campaña de sensibilización
porque su objetivo es "apoyar una mejora de la
sociedad a través de la lectura". El plan
de fomento de la lectura de la Federación tiene
una duración de cuatro años, al igual
que el iniciado desde la Administración, y
está realizando un seguimiento trimestral sobre
los índices de lectura en España.
PRESUPUESTO
PÚBLICO DEL PLAN
PRESUPUESTO
PÚBLICO (millones
de ptas) |
2001
|
2002
|
2003
|
2004
|
Total
|
Instrumentos
de análisis |
83 |
87 |
91 |
96 |
357 |
Bibliotecas
escolares y área educativa
|
257 |
300 |
323 |
350 |
1.230 |
Bibliotecas
públicas |
3.281 |
4.500 |
4.600 |
4.700 |
17.081 |
Acciones
de comunicación |
520 |
800 |
850 |
900 |
3.070 |
Otros
programas |
123 |
160 |
165 |
170 |
618 |
Total
|
4.264
|
5.847
|
6.029
|
6.216
|
22.356
|
|
|
El
derecho del niño a no acabar un libro
La psicopedagoga
y maestra Leticia Grandes, en su afán por fomentar
la lectura, desvela una de las claves para que sus
alumnos no aborrezcan la lectura. "Les digo que
no siempre hay que decir "me ha gustado el libro".
Hay que ser críticos, puesto que por no gustarles
un libro no van a suspender. Es más, les doy
derecho a no acabar un libro". Esta es una opinión
que la escritora vasca Mariasun Landa, profesora de
Didáctica de la Literatura de la UPV, también
comparte. Además esta escritora, a la que acaban
de incluirle su libro Elefante txori bihotza
(Elefante con corazón de pájaro) en
la prestigiosa lista de los Mirlos Blancos –libro,
por cierto, que va a centrar la campaña que
va a desarrollar el Departamento de Cultura del Gobierno
Vasco para potenciar la lectura infantil- afirma que
"un cuento es tan vital para un niño como
el vaso de leche".
|
|
Erica Grandes Mateos, diplomada en
Educación Primaria y estudiante de Periodismo
Fotografías: De las páginas web: www.univalle.edu.co/~eslengua/
programas/lectura.html
www.magisnet.com/imagenes/ Lectura-y-Biblioteca.jpg
www.imaginaria.com.ar/ 00/6/lectura.jpg
www.zfm.com/mnav/graficos/ biblio1.jpg
www.aprendemas.com/reportajes/ lecturarapida/gif/Dscn0397.gif
www.lecturayvida.org.ar/ Imagenes/Imagen_1.gif |