El
Papa Pio XII por la Bula Pontificia "Quo commodius"
de 2 de noviembre de 1949 desmembró la Diócesis
de Vitoria en tres Diócesis: Vitoria, Bilbao y San Sebastián,
creándose así la Diócesis de San Sebastián
con jurisdicción para toda la provincia. Con este motivo
se eligió el día 31 de diciembre como la fecha en
la que los guipuzcoanos celebrasen tal acontecimiento, para lo
cual se voltearon las campanas en toda la Diócesis y la
Diputación asistió al solemne Te Deum que
se celebró en la iglesia donostiarra de Santa María
del Coro.
La decisión
de separar eclesiásticamente a las tres provincias si bien
obedeció entre otros a intereses de carácter político
(presión del poder franquista en El Vaticano para separar
al clero vasco), fue muy bien acogida en San Sebastián
porque constituía un viejo anhelo guipuzcoano. En el año
1600 las Juntas Provinciales habían realizado la primera
petición para la creación de una Diócesis
para Gipuzkoa, pero debido a diversas circunstancias no se llevo
a cabo y nuestra provincia estuvo adscrita primeramente de forma
parcial a las Diócesis de Calahorra-La Calzada, Bayona,
Pamplona y posteriormente a la de Vitoria.
Aunque estaba firmada
la Bula de erección de las nuevas Diócesis desde
noviembre de 1949, no se conoció hasta el 13 de mayo del
año siguiente el nombre de los nuevos Obispos, habiendo
sido designado para la de San Sebastián el hasta entonces
Obispo de Zamora, el M.I. Dr. D. Jaime Font Andreu. El nombramiento
se hace público en Junio de dicho año y tan pronto
como se conoce el Presidente de la Diputación don Avelino
Elorriaga Zabala junto con los señores diputados don Antonio
Tamés, don Dionisio Tellería, don Francisco Legorburu
y don Ignacio Arratíbel le enviaron un telegrama de felicitación
y posteriormente acudieron a visitarle.
La entrada de D.
Jaime Font Andreu en la Diócesis tuvo lugar el 3 de Septiembre
de 1950. La Corporación Foral acudió al alto de
Etxegarate para darle la bienvenida y después lo acompañó
en todo su recorrido hasta su llegada al término de San
Sebastián, donde fue recibido solemnemente por los miembros
del Ayuntamiento. Al llegar al centro de la ciudad, el Obispo
se dirigió a la basílica de Santa María donde
se cantó una salve y seguidamente se organizó una
procesión hasta la nueva Catedral del Buen Pastor, donde
el arcipreste D. Ignacio Lasquibar dio lectura en latín
y castellano a la Bula Pontificia por la que se nombraba Obispo
de la Diócesis a D. Jaime Font y Andreu. El nuevo prelado
ocupó el trono correspondiente, pronunció un sermón
y se levantó acta notarial de la toma de posesión,
finalmente los fieles desfilaron ante él mostrándole
su adhesión.
Con posterioridad
la Diputación de Gipuzkoa propuso a D. Jaime Font Andreu
la creación de una galería de retratos al óleo
de los señores Obispos que se iban a suceder en la Diócesis
de San Sebastián, con destino al Palacio Episcopal de la
misma en Villa Castilblanco, iniciándola con él.
Dicha iniciativa fue muy bien acogida por el Obispo, que envió
su contestación por medio de un oficio en el que agradecía
tan honorífica distinción. Con este motivo, el Presidente
de la Diputación se entrevistó con el pintor donostiarra
Jesús Olasagasti Irigoyen para realizar el retrato y en
sesión ordinaria de dicha Diputación de 7 de Febrero
de 1951 se acuerda la ejecución del mismo por dicho pintor
y que sea en un lienzo de 1,45 x 1,20 m. aproximadamente y por
el precio de 20.000,-Ptas.
Estos datos han motivado
que el retrato existente en la Sala Capitular de la Catedral del
Buen Pastor de San Sebastián, fuera adjudicado a Jesús
Olasagasti. Un estudio más riguroso del estilo y de la
firma (parcialmente oculta por el marco) nos ha llevado a su auténtica
autora MARIA TERESA PEÑA ECHEVESTE, pintora de
reconocidos méritos.
El canónigo
D. Ignacio Bereciartua Mancisidor conocía al hermano de
dicha pintora, Juan Ramón por haber sido alumno del Colegio
del Sagrado Corazón de Jesús en la calle Sánchez
Toca, del que D. Ignacio era capellán y seguía manteniendo
contacto con él, por lo que el citado canónigo estaba
al corriente de la brillante carrera artística de María
Teresa. Poco después de la muerte del Obispo Font Andreu,
en el Cabildo Catedralicio se decidió crear el episcopologio
(catálogo y serie de los Obispos de una iglesia) con los
retratos de los Señores Obispos de la Diócesis como
es costumbre en otras catedrales españolas, comenzando
con el retrato del Obispo fallecido y al conocer D. Ignacio Bereciartua
a la familia de la pintora, a través de su hermano se hizo
el encargo por importe de 10.000 pesetas. El retrato se realizó
a partir de una fotografía, en un ático situado
en el Teatro Bellas Artes que fue prestado a María Teresa
Peña por unos amigos y cuando estuvo acabado se entregó
al Sr. Bereciartua quien lo pagó y se lo llevó a
la Catedral del Buen Pastor. Por las Actas Capitulares de dicha
Catedral sabemos que en reunión del Cabildo de 4 de Junio
de 1964 se acordó colocar el cuadro del Sr. Obispo. En
un principio estuvo ubicado en la sacristía de la S.I.
Catedral, que fue, anteriormente capilla de la Inmaculada y ahora
es la capilla del Santísimo. Desde que se iniciaron las
últimas obras en la Catedral el 27.05.1998, se encuentra
dicho retrato de Teresa Peña en la Sala Capitular de la
Catedral del Buen Pastor encabezando los retratos de los obispos
de nuestra Diócesis.
FICHA TÉCNICA
DEL CUADRO
"Retrato del Obispo
Font Andreu"
Soporte y Técnica:
óleo sobre lienzo Medidas: 108 x 93 cm. (124
x 109cm. con marco) Firmado: SI, T. PEÑA
(áng.inf. drcho) Fecha: 1964
Descripción:
ante nosotros tenemos un retrato de D. Jaime Font Andreu que
nació en Vich (Barcelona) el 23.01.1894; fue consagrado
Obispo de Zamora el 10.09.1944 y trasladado a San Sebastián
el 13.05.1950 en donde falleció el 13 de Febrero de 1963.
El prelado está sentado, de perfil, mirando al espectador.
Vestido con manteo de obispo, en la cabeza el solideo y sobre
el pecho el pectoral con la cruz. Los brazos y las manos se apoyan
en los brazos del sillón y en la mano derecha lleva el
anillo episcopal.

Es una pintura fruto
de una reflexión cuidadosa y de un trabajo preparatorio
de varios dibujos y bocetos para equipararlos y razonarlos, lo
cual hace que el cuadro en su terminación sea más
expresivo y que parezca realizado en poco tiempo.
La figura del Obispo
esta en primer plano, casi ocupa todo el espacio, hay una condensación.
Como podemos apreciar para Teresa Peña la línea
no es lo importante, sino el volumen. Los rasgos de la cara son
más precisos, como corresponde a un retrato oficial y,
sin embargo, en el manteo la pincelada es más suelta a
base de pequeños planos que recuerdan al estilo cezanniano
de Vázquez Díaz utilizado también por Olasagasti,
lo que ha dado lugar a que ante el conocimiento de que Olasagasti
había hecho un retrato del Obispo de San Sebastián
se pensase que éste era el cuadro de dicho pintor.
El cromatismo se
basa principalmente en tonos grises y negros que contrastan con
las gamas cálidas de carmines y granates. La pintora parte
de un fondo plano en carmines oscuros que se van suavizando hacia
la superficie por medio de finas veladuras.
Teresa Peña
nos muestra su maestría en el manejo de la luz por medio
de destellos precisos que iluminan el rostro y la mano derecha,
la que bendice, agrandada conscientemente.
En cuanto a la composición
tiende a la esencialización, con formas muy sólidas
y compactas y los detalles apenas señalados.
CONSERVACIÓN
Buena. No ha tenido restauraciones.
EXPOSICIONES
Este cuadro ha formado parte de la
exposición que organizó el D.E.M. Donostiako Elizbarrutiko
Museoa-Museo Diocesano de San Sebastián y el Archivo Histórico
Diocesano, durante los meses de Diciembre 2000 y Enero 2001 "Una
mirada a nuestra memoria" .
En la actualidad esta expuesto en
la Sala de Exposiciones Kutxa, en Boulevard 1, de Donostia-San
Sebastián formando parte de la exposición "Temas"
de la pintora Teresa Peña Echeveste del 22 de marzo hasta
el 14 de abril de 2002.
REPRODUCIDO en las siguientes
publicaciones
LÁMINA en la pág.
136 del catálogo correspondiente a dicha exposición,
sin poner autoría.
En la portada del catálogo
manual de la exposición "Temas" de Teresa
Peña en la Sala de Exposiciones Kutxa del 22 de marzo
al 14 de abril de 2002.
Con respecto a este cuadro podemos
añadir como comentario, que algunos datos sobre el mismo
figuran en el artículo de AYCART, M.: "Cuatro obispos,
cuatro retratos, para el futuro" El Diario Vasco,
San Sebastián, 1.05.1984 entre los cuales destacamos la
autoría a María Teresa Peña y una atribución
a Jesús Olasagasti de dicho cuadro por el pintor Pedro
Echeverría Ansa.
CUADRO DE JESÚS OLASAGASTI
Después de
identificar la autoría del cuadro que se encuentra en la
Sala Capitular de la Catedral del Buen Pastor como de María
Teresa Peña, se buscó el auténtico Olasagasti
que se encuentra actualmente en las dependencias del Archivo Histórico
Diocesano en San Sebastián, sito en el edificio del Seminario.
Como ya hemos comentado con anterioridad, el pintor lo realizó
a petición del entonces Presidente de la Diputación
de Gipuzkoa, D. Avelino Elorriaga para la galería de retratos
del Palacio Episcopal que estuvo ubicado en "Villa Castilblanco"
al lado del Seminario, por eso estuvo colgado en Castilblanco.

El retrato fue realizado
en dicha residencia episcopal por él entonces popular artista
donostiarra JESÚS OLASAGASTI IRIGOYEN. A Jesús,
le iba a buscar el chófer del Obispo para conducirle a
Villa Castilblanco donde pintaba él únicamente el
referido cuadro y al terminar cada sesión el mismo chófer
lo llevaba de nuevo a su casa en el Paseo de Colón, 3-3º
del barrio de Gros. (Según testimonio de Josefina Martín
y Angelita Casado que convivieron con el Obispo en Villa Castilblanco).
FICHA TÉCNICA
"Retrato de D. Jaime
Font Andreu"
Soporte y técnica:
óleo sobre lienzo
Medidas:138 x 118 cm.
; con marco 152,5 x 132 cm. En principio las medidas que se encargan
son un lienzo de 1,45 x 1,20 cm. aproximadamente. Firmado: J.Olasagasti
(áng. inf. drcho.) Fecha: 51 (1951) (áng.
inf.drcho.)
Descripción:
Se trata de un retrato tamaño tres cuartos que representa
al que fue primer Obispo de San Sebastián D. Jaime Font
Andreu. El Obispo aparece de pie, ligeramente apoyado en una silla
sujetándose el manteo con la mano derecha y con la mano
izquierda sostiene la teja, el solideo le cubre la cabeza. Sobre
el fondo en el ángulo superior derecho aparece el escudo
del prelado.
Es un retrato oficial
por lo tanto es un retrato naturalista, en el que la figura del
Obispo destaca sobre un fondo neutro. Los rasgos del rostro y
de las manos se representan de manera realista y únicamente
se aprecia una pincelada más suelta, más moderna,
en los pliegues de la capa. El volumen lo consigue a base de gradación
de carmines y negros, pero en este retrato al tratarse de un encargo
Olasagasti se plegará más a las cualidades del retrato
tradicional de fondos de tonalidades oscuras característicos
del retrato solemne y abandonará sus propios logros en
el retrato como es la configuración del mismo, conseguida
armonizando el retrato tradicional con el retrato impresionista,
su cromática luminosa y su manera de no terminar demasiado
el retrato dejando zonas sugeridas.
En cuanto a la ejecución
de la obra sabemos que D. Jaime posó para la realización
de la misma y el resto el pintor lo fue copiando de una foto cuyo
negativo también se utilizó a la muerte del Obispo
para los recordatorios.
Localización:
Actualmente se encuentra en el Archivo Histórico Diocesano
de San Sebastián. A la muerte de D. Jaime Font Andreu el
cuadro siguió en Villa Castilblanco (entonces Palacio Episcopal)
inclusive en vida del Obispo siguiente D. Lorenzo Bereciartua,
porque cuando D. Lorenzo pasó a residir en la calle Urdaneta
10 de San Sebastián en Diciembre de 1965, se dejó
el Palacio tal cual y todo se quedó allí hasta el
desmantelamiento de Castilblanco a la muerte del Obispo en 1968.
(Según testimonio de D. Santiago Panizo). A partir
del desalojo de Castilblanco, el cuadro pasaría a dependencias
del Obispado hasta que se habilitó la Vicaría Pastoral
en el 4º piso de Urdaneta 10 y entonces se ubicó en la
Sala de Reuniones de dicha Vicaría Pastoral. (Según
testimonio de D. José Mª Madina, Vicario Episcopal).
Con posterioridad pasó al Salón del Obispo en el
Seminario Diocesano (Según testimonio de D. Ignacio
Altuna, entonces su Rector), de allí se trasladó
al Museo Diocesano por el entonces director del mismo D.Edorta
Kortadi Olano y una vez reformadas todas las dependencias e instalaciones
del Archivo Histórico Diocesano, ha sido colocado en la
Sala de Reuniones del mismo.
CONSERVACIÓN
La conservación es buena,
pero necesita una limpieza y un retensado. No ha tenido ninguna
restauración.
EXPOSICIONES
No se ha expuesto en ninguna ocasión,
ni se ha reproducido en ningún libro.
OTROS CUADROS
DEL OBISPO font ANDREU
A la muerte de D.
Jaime Font y Andreu el 13 de Febrero de 1963 en Sesión
Extraordinaria el Ayuntamiento de Vich, decide nombrar una Delegación
para que asista a las honras fúnebres a celebrar en la
Catedral del Buen Pastor de San Sebastián. En el Pleno
de 20 de Febrero de 1963 se informa de dicho viaje y además
se acuerda colocar en la Galería de Vicenses Ilustres el
retrato de D. Jaime Font Andreu, lo que se pone en conocimiento
de la Diócesis guipuzcoana mediante un Oficio dirigido
al Excmo y Rdmo. Sr. Vicario Capitular de la misma. Posteriormente,
D. José Sudupe como titular de dicho cargo se dirigió
al Ayuntamiento de Vich agradeciendo tal deferencia. En Sesión
Permanente de 19 de abril de 1953 el Ayuntamiento Vicense encargó
la realización del retrato al artista Ramón Torrents
Riu (1910-1971) quien lo realizó en 1966.

Este tercer cuadro,
se trata de un óleo sobre lienzo, de 98 x 70 cm, en el
que aparece el Obispo sentado, tamaño tres cuartos, mirando
de frente. Va vestido con la esclavina sobre la que se aprecia
el pectoral con la cruz. Las manos se apoyan en los brazos del
sillón y una sostiene el bastón y la otra el birrete.
En la parte superior, en el ángulo derecho, el escudo del
prelado. En el marco, aparecen dos fechas 1894 – 1968 que deberían
corresponder al nacimiento y muerte de D. Jaime Font Andreu, pero
esta última está equivocada ya que el fallecimiento
se produjo en 1963 y no en 1968.
Pictóricamente
lo podemos considerar como un retrato eminentemente realista lo
que es facílmente explicable porque se trataba de la ejecución
de un retrato oficial con un destino institucional y realizado
por un artista cuya dedicación principal fueron las restauraciones.
Sobre un fondo plano se aprecia la figura del Obispo recortada
por una línea cerrada. La anatomía de rostro y manos
está representada con naturalismo así como el ropaje,
en el que podemos apreciar cierta sobriedad en los pliegues. En
cuanto al color utiliza la gama cálida, pero principalmente
colores planos sin matizaciones, no hay contrastes de luces y
sombras por lo que el modelado es escaso.
Un
cuarto cuadro del Obispo fue realizado en 1961 por el pintor catalán
Salas (130 x 95 cm.) Este pintor visitó al Obispo en
la villa de Castilblanco, al saber que también era catalán,
para pedirle trabajo y entonces D. Jaime le encargó un
retrato que pagó el mismo de su dinero particular e incluso
le dió dinero para que lo enmarcase. En él aparece
el Obispo sentado, mirando de frente, vestido con la capa especial
formada por la esclavina y el manteo de Obispo, en la mano derecha
el anillo y en la izquierda sostiene el bastón, en la cabeza
el solideo. Al fondo tras unas ventanas se divisan las torres
del Seminario de San Sebastián.
Los rasgos anatómicos
estan representados de manera realista y con el ropaje y pliegues,
un tanto artificiales, el artista consigue el volumen. La composición
equilibrada, líneas verticales en el cristal y marco de
la ventana compensadas con horizontales, y el Obispo y la cortina
proporcionan las diagonales. En cuanto al color, el artista ha
utilizado la gama de colores cálidos pero sin apenas gradaciones
ni contrastes. Es un retrato tradicional en que no observamos
ninguna aportación original Este cuadro, cuando falleció
el Obispo debido al afecto que D. Jaime tenía hacia las
Hermanas Ciegas de SanRafael y por el tamaño del
mismo, fue llevado por Angelita Casado y Josefina Martín
a este Centro que es en donde se encuentra en la actualidad.
En
la Diócesis de Zamora de la que fue también Prelado
Font Andreu, existen otros dos retratos más de este Obispo.
Uno de ellos es un óleo sobre tablex de 94.5 x 65,5 cm.
realizado por el sacerdote D. Julián Manso en
1948, cuando D. Jaime era Obispo de Zamora y se encuentra en el
Seminario Menor "San Atilano" de dicha ciudad. El otro
retrato esta realizado en óleo sobre lienzo y tiene unas
dimensiones de 99 x 88cm. Este último está situado
en la galería de retratos de los Obispos de la Diócesis
de Zamora y fue realizado por la pintora de San Sebastián,
M. Carmen Piazuelo hija del Dr. Piazuelo, ambas personas de
confianza de D. Jaime Font Andreu y habituales visitantes de Castilblanco
y al morir el Obispo, Angelita y Josefina lo llevaron a Zamora.
Ambos retratos son eminentemente tradicionales representando al
Obispo de forma naturalista, muy descriptivos, deteniéndose
mucho más en los accesorios y predominando la línea
cerrada que contornea al retratado y que suple la falta de volumen.
En cuanto a factura, se puede apreciar la existencia de una pincelada
acabada y textura lisa y brillante. Los colores utilizados es
la gama cálida como corresponde a los colores tradicionales
de los ropajes de los obispos. No hay grandes gradaciones de color
por lo que los contrastes son suaves y el modelado escaso. Por
último tenemos que añadir que en el de la pintora
Piazuelo se observan errores anatómicos importantes tanto
en la cabeza como en el escorzo de los brazos, por todo lo cual
nos parece el de menor calidad pictórica.

Por último,
mencionaremos, que en Comillas según información
del Centro Cultural de la Caja de Cantabria, en lo que fue Universidad
Pontificia, hay una galería de retratos de personajes ilustres
que estudiaron en el Seminario de dicha Universidad y entre ellos
se encuentra el de D. Jaime Font Andreu, ya que estuvo en dicho
Seminario de 1911 a 1917. Algunos están realizados al óleo
y en otros casos se ha colocado una fotografía. En el lugar
correspondiente a Font Andreu existe una fotografía cuyas
dimensiones son de 60 x 50 cm y con marco 125 x 93 cm y cuya autoría
se debe a Foto Imperio de Comillas. (Información
suministrada por D. Lorenzo Ortíz del Centro Cultural de
Caja de Cantabria que es la propietaria actual del edificio de
la antigua Universidad, aunque por poco tiempo, ya que se está
procediento a su venta).
CONCLUSIÓN
De todos estos retratos destacaríamos
la calidad de los dos primeros y principalmente el de M. Teresa
Peña por lo que aporta de originalidad a la construcción
tradicional del retrato, partiendo de un complejo proceso previo
de meditación y de realización de bocetos y dibujos.
La pintura de M. Teresa se basa en
el dominio del dibujo y en la potencia del volumen lo que es consecuencia
de su madurez estética, mientras que en los demás
retratos hemos podido observar deficiencias en los elementos formales
no tanto en cuanto al dibujo, sino en cuanto al volumen, falta
de modelado del color y de contrastes de luces y sombras, e incluso
importantes errores anatómicos en el de M. Carmen Piazuelo.
El retrato de Teresa también destaca por su habilidad en
la utilización de la luz, por medio de ráfagas estudiadas
que iluminan lo que la pintora quiere resaltar. La suya es una
pintura que a una gran calidad técnica aporta como novedad
un tratamiento del retrato menos tradicional, por su tendencia
a acentuar y simplificar los volumenes por medio de pinceladas
más sueltas, a base de pequeños planos que nos llevan
al estilo cezanniano de Váquez Díaz.
El retrato realizado por Olasagasti,
no es de los mejores del gran pintor retratista que fue Jesús
Olasagasti pero en él también se aprecian otras
cualidades propias de un mayor dominio de la técnica y
una ligera modernidad en cuanto a la consecución de volumenes,
en el tratamiento del color donde se puede apreciar una mayor
cantidad de matices y en la aplicación de pequeñas
pinceladas tanto en el fondo como en los ropajes.
FUENTES DOCUMENTALES
Doc. 1.- Archivo General
de Gipuzkoa-Gipuzkoako Artxibo Orokorra. AGG-GAO,
ACT1951(Acta nº 1, pág. 2, del 7-02-1951)
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