|  El 
 vitoriano Alberto Schommer de mayor quería ser pintor o 
 escultor, e incluso durante una temporada se interesó por 
 la arquitectura. Por su parte, su padre, Alberto Schommer Koch, 
 aunque apasionado por la medicina y la cirugía, captó 
 la vida de la ciudad de Vitoria a través de su cámara 
 y se convirtió en uno de los mejores fotógrafos 
 a nivel estatal y en uno de los pocos fotógrafos profesionales 
 de Euskal Herria en los años 40 y 50. El hijo, acostumbrado 
 a ver siempre a su padre con la cámara, siguió la 
 tradición paterna y, sin duda, triunfó. 
 -¿Qué diferencia hay entre su forma de trabajar 
 y la de su padre?
 Es muy diferente, yo profesionalmente no tengo nada que ver con 
 él. Mi padre acostumbraba a hacer retratos y a su vez contaba 
 con un equipo que hacía los reportajes fotográficos. 
 Yo soy un lobo solitario que trabaja por su cuenta. Sin embargo, 
 sí influyó en mi destino el hecho de que mi padre 
 fuera fotógrafo. Yo en un principio pintaba y hacía 
 fotografías, pero luego me dediqué sólo a 
 la fotografía porque considero que son incompatibles. Algunos 
 pintores basan sus pinturas en fotografías, pero es muy 
 raro que suceda al contrario. Yo creo que la pintura es un accesorio 
 de la fotografía.
 -¿Qué 
 novedad ha aportado usted en el mundo de la fotografía?La cascografía. En estos momentos es lo más vanguardista 
 que hago y yo no he visto a nadie que lo trabaje. Se trata de 
 realizar un
  montaje 
 de fotos araquelando el original y dándole rugosidad y 
 calidades a base de baños fotográficos químicos. 
 Luego se montan los originales realizando varias esculturas. Las 
 cascografías se han expuesto en Madrid y también 
 en Francia, Italia y Vitoria. -Entre 
 todas sus exposiciones, ¿hay alguna a la que guarde especial 
 cariño?Sí. Hay una exposición sobre Madrid que recoge las 
 fotografías que hice cuando vine a vivir a esta ciudad. 
 Es un reportaje bastante amplio que me dio mucha versatilidad. 
 Era algo parecido a un viaje. Yo iba con mi cámara y me 
 metía por los rincones de Madrid. Tiraba fotos desde el 
 autobús, desde el coche..., muchas de las imágenes 
 están movidas o desenfocadas, pero este trabajo lo recuerdo 
 con cariño porque fue cuando comencé a hacer reportajes 
 gráficos. Dentro de un tiempo voy a publicar otro libro 
 sobre Madrid, pero este será diferente, con fotos más 
 trabajadas, sobre las gentes o los edificios.
 -¿Por 
 qué eligió Madrid como destino?Yo quería ir a París, pero tuve que ir a Madrid 
 porque eran otros tiempos. En aquella época dependíamos 
 más de nuestros padres, yo era hijo único y a ellos 
 les daba miedo que me fuera tan lejos, por eso elegí ir 
 a Madrid, porque, aunque sea, estaba en España. Por otra 
 parte, hubiera preferido quedarme en Euskal Herria, pero aquí 
 casi no había cobertura profesional. Estar en Madrid no 
 me ha beneficiado para trabajar con grandes fotógrafos, 
 porque yo voy por mi cuenta; pero sí que me ha servido 
 para conocer personalmente a algunos de ellos, como por ejemplo 
 a William Kline.
 -A 
 la hora de realizar sus trabajos, ¿tiene usted una idea 
 que posteriormente desarrolla o se da una vuelta por ahí 
 y va tirando las fotos espontáneamente?
  No 
 soy un hombre de escuela ni tampoco realizo un trabajo espontáneo. 
 Antes de llevar a cabo un trabajo siempre tengo una idea concreta. 
 En estos momentos estoy intentando ir a Egipto a realizar un proyecto, 
 un libro que está acordado de antemano. Creo que mi trabajo 
 es igual al de un director de cine; una vez pensada la idea busco 
 un productor que me financie el trabajo. -Como 
 se suele decir, ¿ve usted la vida a través de una 
 cámara?Nunca. Hay temas que me impresionan, pero sólo utilizo 
 la cámara cuando quiero trabajar. Para eso llevo todo mi 
 equipo de cámaras y objetivos grandes. En cambio, si no 
 estoy trabajando, veo las cosas igual que otra persona cualquiera. 
 Es más, me tengo que acostumbrar a llevar una cámara 
 pequeña, porque hay cosas que no puedo fotografiar, por 
 mi costumbre de llevar a cuestas todo el equipo.
 -¿Cuáles 
 son las ventajas de ser fotógrafo? ¿Y las desventajas?La mayor ventaja es la libertad con la que se trabaja. No dependes 
 de unos horarios ni de unas fechas concretas, además de 
 las que uno mismo se imponga. La gran desventaja es que en España 
 la fotografía no vende mucho y que es muy difícil 
 que un museo exponga fotografías y también venderlas.
 -¿Cuál 
 es la situación del mundo de la fotografía en Euskal 
 Herria?Hay algunos fotógrafos destacados, como el vitoriano Koldo 
 Txamorro, además de un gran número de aficionados 
 que se mueven en la Sociedad Fotográfica de Elgoibar, de 
 San Sebastián que son muy buenas y también en las 
 de Bilbao y Vitoria. Sin embargo, no hay escuela para que la gente 
 se pueda dedicar a ello. Casi ocurre lo mismo en Madrid y en Barcelona. 
 Para dedicarse a ello es muy buena la escuela de Inglaterra.
 -¿En 
 qué medida repercute la fotografía en la sociedad?La fotografía es el modo de enseñar el mundo tal 
 y como es. Si no hubiese fotografía de prensa en las revistas, 
 en los documentales,
  en 
 los espectáculos, no se mostraría plenamente la 
 realidad. Dentro de esta muestra de la realidad, hay diferentes 
 formas, por ejemplo algunos son más agresivos que otros, 
 como es el caso del recién nominado Príncipe de 
 Asturias, el portugués Salgado. -¿Qué 
 prefiere, la fotografía artística o la de reportaje?Yo soy un autor y como tal, trabajo los dos campos: la fotografía 
 artística o el reportaje real. Las dos son artes por igual. 
 Lo que no me gustaría es ser un reportero que sólo 
 saca imágenes impactantes. En estos momentos lo que más 
 me interesa es la fotografía antigua en blanco y negro. 
 No es por ninguna razón especial, sino porque, al igual 
 que Saura pintaba en grises, a mí me gusta más así. 
 A veces es necesario meter algo de color, pero por ejemplo los 
 retratos son mucho más expresivos en blanco y negro.
 -¿Está 
 desarrollando algún nuevo proyecto?Sí. Además del libro sobre Madrid, voy a publicar 
 otro con un periodista de El País. En estos casos hago 
 una serie de fotografías y le pido a alguien que me escriba 
 los textos. Recientemente he publicado un libro sobre el País 
 Vasco con el escritor euskaldun Bernardo Atxaga. También 
 quiero organizar una exposición antológica, para 
 lo que necesito un promotor. De todos modos, siempre van surgiendo 
 ideas y nuevos proyectos.
 Iratxe Artaraz, periodista
 Fotografías: Ekain Velez de Mendizabal y de la página 
 web http://www.artplus.es/fotobd/gal_scho/sch_roma.htm
 |