¿Cómo
una pequeña radio monolingüe euskaldun puede situarse
frente a los grandes retos de la nueva era de la comunicación ?.
Esta es sin duda la pregunta que todos quienes hemos hecho la
apuesta por una comunicación de calidad en euskera y en
Euskal Herria nos hacemos de manera permanente.
Es en todo caso la
pregunta que nos hicimos en Gure Irratia en el otoño del
año 2000, cuando imaginamos cómo « festejar »
nuestro 20° aniversario.

UNA MIRADA
ATRÁS
Dos son las referencias
para comprender la historia de GURE IRRATIA: el panorama radiofónico
y la situación del euskera.
Mucho ha cambiado
el panorama radiofónico en la ultima década. En
Lapurdi por una parte : desaparición de las radios
locales Radio Bayonne y Anglet FM; óptima captación
de gran numero de emisoras; importante concurrencia con otras
radios euskaldunes de Gipuzkoa. Y, de manera general, en el conjunto
de Euskal Herria : cierre de numerosas radios creadas durante
el boom de las radios libres; ocupación del dial por radios
con su centro de poder y emisión en Madrid y París;
creación de numerosas radios locales; escasa oferta privada
de calidad en euskera.
La historia de GURE
IRRATIA no es otra que la de nuestra lengua en Lapurdi. Nadie
creía en 1981 en una radio monolingüe, porque nadie
creía entonces que el euskera podría llegar un día
a una normalización lingüística.
Eran tiempos difíciles.
El euskera era una lengua de « aldeanos », de andar
por casa, para gritar a los niños y ordenar a los animales.
Los euskaldunes lo vivían como una tara y los padres tenían
vergüenza de transmitirlo. Sus defensores eran « Enbata
zikinak » e, incluso entre los abertzales, una radio monolingüe
en la costa no servía, había que comunicar en francés.
UNA LENGUA
QUE MIRA AL FUTURO
Pero
todos estos esfuerzos han merecido la pena. GURE IRRATIA hemos
querido aprovechar el 20° aniversario para poner la radio en la
vía del siglo XXI : mejora notable de la calidad de
difusión, nuevo estudio en Hazparne, www.gure-irratia.com
en directo por Internet, « Antxeta Irratia » en Txingudi.
Esta apuesta no es
gratuita. Tras muchos años de trabajo de hormiga en defensa
del euskera, nuestra lengua se encuentra en Iparralde en las puertas
de una fase de normalización lingüística.
Su futuro se juega
en los próximos diez años. Los euskaltzales han
conseguido sacar la lengua del agujero en que algunos pretendían
enterrarla. Existe una demanda social mayoritaria de poder matricular
nuestros hijos en centros educativos que oferten la lengua, las
posiciones anti-euskera pierden terreno cada día y nuestra
lengua ocupa poco a poco espacios hasta ahora impensables. Iniciativas
como Bai Euskarari marcan el camino de socialización a
seguir. Si el Estado Francés no le reconoce la co-oficialidad
que por ley y por sentido común le corresponde, nos toca
a nosotros, entre todos, otorgarle ese status en la vida diaria.
Debemos generalizar
la oferta en todos los terrenos. A nivel radiofónico debemos
ser competitivos con el resto de emisoras. Programas de calidad,
generalistas, dirigidos a todo tipo de oyentes, atractivos, adaptados
a realidades especificas (Txingudi, etc). Aunque ellos tengan
más medios, nosotros tenemos la ilusión, la tenacidad
y el saber que otorga el haber nadado durante años a contracorriente.
El conjunto del movimiento
euskaltzale debe reflexionar sobre cómo responder a esta
nueva realidad. Aprender a comunicar hacia el gran público,
prepararse para responder a una demanda social creciente, utilizar
esa ola en beneficio de zonas como Xiberoa o Amikuze donde el
euskera está todavía en la fase precedente de complejo
entre los vascoparlantes, llevar el universo euskaldun y su lengua
a espacios urbanos nuevos.
Esa fase de normalización
lingüística nos permitirá identificar mejor
los nuevos obstáculos y concentrar esfuerzos en hacer saltar
las barreras que impidan que el euskera se normalice en todos
los terrenos, incluidos los más « intocables ».
Una fase que pasa
por dejar de gestionar cada uno nuestras miserias y construir
nuevos espacios de trabajo en común.
CALIDAD Y EQUILIBRIO
ENTRE LO NACIONAL Y LO LOCAL
El
futuro de las radios de ámbito vasco pasa por la calidad.
Calidad de difusión y de producción como calidad
en el contenido. Y este contenido pasa, entre otros aspectos,
por una apuesta por el equilibrio entre lo nacional y lo local.
GURE IRRATIA se define
como una « radio nacional vasca ». No tanto en lo que
se refiere a su ámbito de difusión que abarca Lapurdi,
el norte de Gipuzkoa y Nafarroa, Behenafarroa y Xiberoa sino en
lo referido al contenido.
Y en este contexto,
el proyecto « Arrosa » que reúne hoy 19 emisoras
de las siete provincias de Euskal Herria adquiere toda su necesidad.
ARROSA, CENTRO
DE PRODUCCIÓN RADIOFÓNICA
Este centro tiene
como objetivo la producción diaria de intercambios y programas
radiofónicos.
Esta programación
será en lengua vasca, será profundamente pedagógica
en su concepción y servirá a la cohesión
del territorio vasco.
El centro tiene como
vocación reunir el máximo número de radios
posible. En este sentido, entre las 19 radios se encuentran radios
comerciales, radios locales, radios libres en la concepción
más pura del término y radios asociativas según
la concepción de la ley francesa.
Esta pluralidad demuestra
la voluntad de radios tan dispares de unirse en torno a un proyecto
común en lengua vasca, de desarrollo e intercambio informativo
de calidad entre el conjunto de Euskal Herria.
Arrosa prevé
cuatro niveles de producción radiofónica:
El primero, entre las radios que
realizan informativos, el intercambio diario de información,
cortes y entrevistas en su totalidad. Esto permitirá
enriquecer los informativos con noticias del conjunto de siete
provincias vascas.
El segundo, Arrosa producirá
todos los días un magazin cultural de 30-45 minutos de
duración con información, entrevistas de actualidad,
etc.
El tercero, a través de
Internet, la creación de un banco de programas alimentado
con programas del conjunto de las radios y la creación
de una verdadera parrilla diaria de difusión a través
de Internet.
En el nivel cuarto, las radios
se asociarán en torno a grandes acontecimientos (Korrika,
Nafarroa Oinez, Herri Urrats,…) para realizar un programa difundido
en común.
Arrosa será
un instrumento de importancia para todos aquellos que deseamos
adentrarnos en el siglo XXI ofreciendo a los oyentes algo diferente
a lo que encuentran en el dial.
Esta es en todo caso
nuestra apuesta. Una apuesta en ocasiones no muy gratificante
pero que, a medio plazo, estoy seguro dará unos frutos
hoy impensables.
Agus Hernan, Directeur
de Gure Irratia |