LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN
No
es casualidad que el futuro haya adoptado esta denominación.
Había otras muchas posibilidades, finalmente se ha decantado
por la información como elemento distintivo. Y la información
se crea, recibe, gestiona, distribuye, manipula, vende o se hace
tragar a través de los medios de comunicación. Por
ello, si los medios son ya el denominado cuarto poder, parece
que su influencia será cada vez mayor.
La información,
con los servicios que en ella se sustentan, constituirá
también en el futuro un buen negocio. Y cabría suponer
que tal negocio sería acaparado por quienes tienen poder
y medios, sin opción para los pequeños de la familia.
Pero la opción existe.

Quien conoce la información
de proximidad sabe que precisamente la proximidad multiplica la
relevancia de una noticia. En cada ocasión se puede comprobar
que un muerto a cien metros despierta más interés
que cien muertos en el otro extremo del mundo, o que ver a un
familiar en televisión suscita más emoción
que el más caro de los programas.
La mayor parte de
los medios de comunicación local que hay en Euskal Herria
han surgido del impulso social a favor del euskera. En los 90,
las revistas locales editadas en euskera casi coparon el ámbito
de la comunicación de proximidad. Ahora que este ámbito
ha resultado ser una mina de oro, deberían ser los medios
ya instalados los que organicen la mina, extraigan el oro, lo
distribuyan en su entorno natural y lo vendan al exterior.
Y es que en la medida
que los medios de comunicación local se desarrollen también
en la Sociedad de la Información, nuestras comunidades
podrán seguir siendo tales y estando presentes en la red
global. Si la información en la red siguen ofreciéndose
en círculos concéntricos en torno al receptor, los
ciudadanos podrán seguir jerarquizando sus intereses como
hasta ahora, en función de la proximidad. Y si en los círculos
de mayor interés el euskera recibe un trato privilegiado,
lo estaremos convirtiendo en instrumento de modernidad, en puerta
de acceso al mundo global.
PANORÁMICA DEL ENTORNO
Los últimos
años han sido especialmente importantes en nuestro entorno.
Los grandes grupos de comunicación general se han visto
atraídos por la información de proximidad y han
comenzado a lanzar sus propios medios de comunicación local.
Las capitales vascas se han convertido en escenario de la pugna
entre los grupos PRISA y CORREO en lo que respecta a la televisión,
contando el primero con el apoyo del partido gobernante en la
CAV y el segundo con el de Madrid. La lucha que tiene lugar en
Internet es más abierta, y son más numerosos los
grupos que tratan de hacerse un hueco, aunque todos barajan el
concepto de "miciudad-migrupo". En lo que respecta a la prensa,
se han potenciado las ediciones diferenciadas , los diarios estatales
han creado la sección "paisvasco", los diarios nacionales
tienen ediciones provinciales y los provinciales, comarcales.
Desde la perspectiva
de los medios de comunicación local, el experimento más
interesante ha sido GOIENA, en el Alto Deba guipuzcoano. Esta
cooperativa ha conseguido agrupar a un buen puñado de medios
de comunicación local en una compacta estructura comarcal,
ha explorado nuevas fórmulas de colaboración entre
la iniciativa social y las instituciones, ha progresado significativamente
en el aspecto tecnológico, y ha trazado un ambicioso proyecto
para trabajar en las nuevas tecnologías de la información.
La nueva empresa se ha instalado sólidamente en Debagoiena
y será la que gestione el oro de la información
comarcal.
El
movimiento más reciente es el que acaba de ponerse en marcha
en Tolosa: en diciembre, el diario Euskaldunon EGUNKARIA y la
asociación GALTZAUNDI empezaron a publicar el diario local
EGUNERO. Desde la óptica del sector de medios locales,
resulta absolutamente necesario encontrar modelos de colaboración
con los medios nacionales. En mi opinión, dicha colaboración
debería contribuir al fortalecimiento mutuo, de forma que
el local desarrolle todas sus potencialidades y el general se
beneficie de una red capilar de información local. Sin
embargo, en el caso de Tolosa, me temo que más que de una
colaboración se trata de una absorción, en la que
EGUNKARIA ha antepuesto sus intereses como empresa a los demás.
Ojalá me equivoque.
LA NECESIDAD DE UNA ESTRATEGIA
Los medios de comunicación
local en euskera (MCLE) necesitan urgentemente una estrategia
común. En conjunto, son débiles mientras el mundo
de la comunicación se mueve a gran velocidad, y corren
el peligro de perder la primacía que consiguieron en la
pasada década.
La estrategia común
debería abordar como mínimo las siguientes cuestiones:
1. Mejorar la situación
actual.
Lo hecho ha estado bien, pero los
MCLE han empezado a perder fuelle respecto de sus competidores.
Cada uno por separado son pequeños y vulnerables, y por
ello deben agruparse en un nivel que bien podría ser
el comarcal. Deben apostar decididamente por el modelo empresarial
y potenciar la autofinanciación. La comisión de
los medios de comunicación de Topagunea liderar el proceso,
y las asociaciones promotoras deberían conceder un amplio
margen de actuación a sus medios de comunicación.
2. Orientar todos los esfuerzos
en una misma dirección
Hay que trazar un plan que sirva
de referencia. Ni las instituciones ni los partidos políticos
tienen planes concretos, sólo hay alguna idea suelta.
Habría que revisar lo poco que hay y, basándose
en la experiencia acumulada por los MCLE, diseñar un
plan en un plazo de seis meses. Topagunea debería liberar
recursos para contratar a una persona.
3. Afianzar la colaboración
con las instituciones
Al igual que en el ámbito
de la educación o de la actividad cultural vasca, los
MCLE deberían consolidar su relación con las instituciones
y establecer un marco blindado de cooperación en torno
a un plan consensuado, que se mantuviera al margen de turbulencias
coyunturales.
UNIFICAR Y DESARROLLAR
La alternativa más
lógica y económica para desarrollar los actuales
medios de comunicación local es agruparse por comarcas.
Sin necesidad de nuevas inversiones o de aumentar la plantilla,
un grupo comarcal siempre tendrá más fuerza que
los medios locales por separado. La convergencia, además,
propicia el desarrollo, las inversiones y el crecimiento, y en
tal sentido la experiencia de Debagoiena, que está recogida
en un grueso informe entregado ala Diputación Foral de
Gipuzkoa, puede ser una buena referencia.
En cualquier caso,
la convergencia debe ser gradual. Se empezaría por unificar
los medios de comunicación más próximos entre
sí, estableciendo objetivos intermedios. En el caso de
GOIENA, se utilizó mucho la documentación escrita.
Aunque parezca una nimiedad, el hecho de escribir una propuesta
o una crítica ayuda mucho a que sea razonable. Además,
nos tomamos todo el tiempo que hizo falta para analizar los puntos
más conflictivos, a sabiendas de que la mayoría
tiraría hacia delante y que nadie querría quedarse
atrás.
Por último,
a la hora de diseñar el plan de desarrollo de los MCLE
creo que hay que prestar mucha atención a Internet, ese
nuevo soporte de información que avanza a una velocidad
inusitada. En cuanto un redactor recibe una noticia y la introduce
en la red, se halla disponible en cualquier parte del mundo, ya
se trate de un texto, de una fotografía o de un vídeo.
El euskera cuenta con un término muy apropiado para designar
esta prestación: ORAINKARIA, el periódico instantáneo.
Parece lógico pensar que en la comunicación multimedia
la red acabará siendo el primer canal y los restantes serán
sus versiones. De hecho, en determinados diarios el grupo encargado
de la edición electrónica es mayor que el de la
edición en papel.
No estaría
mal que los MCLE concedieran prioridad a la actividad ligada a
la red. Por una parte, porque al tratarse de un campo nuevo para
todos los medios de comunicación, no se encuentran en posición
de desventaja, y por otra parte porque la tecnología es
muy asequible, siendo como es el soporte más barato. Con
la red, además, se supera el debate sobre la periodicidad
de las publicaciones, aquí la información se comparte
según se va conociendo. En definitiva, la red nos sitúa
en una nueva carretera, en la que se circula a enorme velocidad.
Mikel Irizar,
veterano
de la comunicación local |